María
Reina de los Cielos y de la Tierra. Bodas Celestiales, 30-03-2012 /
15-19-23-04-2007. ¡Bellos mensajes para repasar!! Con Audio. ¡Compartir!!!!
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MARÍA
30
marzo 2007
Yo
soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenida a ustedes, queridos
hijos. Me presento a ustedes pues me han llamado. Me presento a ustedes pues
muchas cosas deben ser irradiadas de mi corazón con el fin de afirmarlos en
vuestra fe y en vuestra certeza hacia la Luz. En efecto, en estos mundos
perturbados, la Luz es más que nunca vuestra sola tabla de salvación. La
Luz es el solo elemento que debe conseguir hacerles encontrar la solución al
problema de la vida, al problema de esta vida, en este planeta, en estos
tiempos perturbados, en estos tiempos atormentados, debería yo, decir incluso.
Es importante encontrar el camino, la puerta estrecha que los conduce a la
abertura de vuestro corazón, que los conduce a la recepción de la Luz de mi
querido divino hijo. Es importante para ustedes, queridos hijos, comprender que
todo lo que viene, que todo lo que se viene hacia ustedes no está destinado más
que a una cosa: hacerlos girar hacia vuestro corazón, hacerlos girar hacia el
corazón del Universo, hacia el corazón del planeta, hacia el corazón de la
vida, hacia la Fuente de la vida que es Luz auténtica que ha sido inicializada,
preparada, por mi divino hijo, hace ahora más de 2000 años.
Hay
hoy, hay en estos períodos que ustedes viven, una etapa extremadamente
importante que es la etapa que debe conducirlos al umbral de la Luz Crística.
Hay, a través de lo que se viene hacia ustedes y que, sin embargo, ya está
aquí, la posibilidad inherente a toda vida de encontrar su Fuente, de encontrar
su Luz y de encontrar la vía que conduce al Padre, a la Luz auténtica, a la Luz
que ustedes nunca han dejado de ser pero que los velos sucesivos de vuestras
encarnaciones han sofocado, los velos de lo que ustedes llaman ego de vuestras
personalidades han sofocado poco a poco en vuestras encarnaciones sobre
estos mundos. Hoy hay necesidad de quitar esas máscaras, de quitar esas pieles
que han sido puestas sobre vuestra esencia, sobre vuestra infinidad primordial
de Luz pues ustedes son, no lo duden más, hijos de Luz, Fuente de Luz. Ustedes
son a la vez hijos de la Luz y la Fuente misma de la Luz. Comprendan, a través
de mis palabras, que nunca dejaron de ser lo que son, más allá de la ilusión
del tiempo que pasa sobre esta dimensión que es la vuestra.
Ustedes
son, de toda eternidad, hijos de Luz y Fuente de Luz a la vez irradiados de la
Fuente y a la vez Fuente irradiante. Hay necesidad, hoy, de hacer vuestra esta
palabra, de comprender que son hijos de la Luz, que son ustedes mismos Fuente
de Luz y, como seres multidimensionales, la herencia que es la vuestra es la
vuelta a la Fuente, la vuelta a la Luz que son y que no han dejado nunca de ser
a pesar de los velos que corresponden a los diferentes miedos que desarrollaron
poco a poco en vuestras encarnaciones. Es importante comprender que esta época
bendita de Dioses que ustedes viven en ningún caso es un castigo. Aquéllos que
vivirán esto como un castigo son aquéllos que no quieren quitar las máscaras de
la personalidad, las máscaras del ego, las máscaras del mental, las máscaras de
las emociones que vienen a destrozar el impulso del alma, el impulso de la
fuente que son, el impulso de la fuente de Luz que son. Si ustedes olvidan los
obstáculos inherentes a la encarnación, si se acuerdan de lo que ustedes nunca
dejaron de ser, si llegan a dejar hablar al niño que está en ustedes, la Luz
que está en ustedes, el Divino que está en ustedes, el Cristo que está en
ustedes, esta Luz inefable que ustedes son, en ese momento, los velos de la
ilusión se disiparán y permitirán la libre expresión de la naturaleza
fundamental que ustedes son.
Están
ayudados en esto por los múltiples ángeles, coros y legiones celestes que están
alrededor de ustedes y alrededor de este planeta a la espera de ese instante
bendito que viene hacia ustedes, pues, créanlo bien, queridos hijos, ustedes
han llegado ahora al término de vuestro viaje, al término de esas
peregrinaciones, de lo que les pareció ser una caída que no es una caída sino
simplemente una experiencia que ustedes decidieron vivir, créanlo bien,
para acompañar un proyecto grandioso que era experimentar la sombra y la Luz
con el fin, no de permitir que la sombra aumente si no para comprender que la
sombra también debe volverse Luz. A través del sufrimiento, ciertamente no necesario
en los planes evolutivos, pero necesario sobre este plan evolutivo de la Tierra
que había elegido el alejamiento de la Fuente, hoy llega el momento del
reencuentro, el momento de la boda con la Fuente. Los velos deben levantarse a
nivel de vuestros cuerpos pero también de ese cuerpo planetario que ustedes
llaman la Tierra.
Queridos
hijos, la hora bendita que viven corresponde a los acontecimientos grandiosos
que deben sobrevenir de manera sensible, de manera manifestada en vuestros
éteres, en vuestros Cielos y en vuestra Tierra para permitirles dejar caer los
velos, velos de la ilusión, velos de la ignorancia. Eso no es más sufrimiento,
eso es revelación en el sentido donde la Luz se devela, en el sentido donde la
eternidad se revela finalmente a ustedes, haciéndolos salir de la ilusión de un
tiempo lineal, haciéndolos salir de la ilusión que es la vuestra desde tanto y
tanto tiempo. Mi divino hijo, durante su sacrificio en encarnación, permitió
restaurar la sacralidad de este planeta, ha sido lo mismo para vuestros
vehículos físicos y vuestros vehículos sutiles. Simplemente esta semilla que
había sido plantada, que debía encenderse un día, ve estos días que vienen en
este período precedente a la resurrección del Cristo ligada al fenómeno de las
Pascuas místicas. Es importante comprender que las Pascuas de este año es
un año extremadamente importante. Este año es el año de la revelación, es el
año de la comprensión de vuestra Divinidad, es el año de la manifestación de
vuestra Divinidad. Sólo los seres que rechazarán ver, que rechazarán levantar
el velo de la ilusión, estarán en sufrimiento con respecto a esto pero la
libertad es indefectible.
Ustedes
tienen elección de alma, tienen la libertad de alma de volver a la Casa o de
proseguir lo que ustedes llaman experiencias, de proseguir la experiencia en
mundos de división entre sombra y Luz pero también de salir de ese juego que
los ha tentado durante tanto y tanto tiempo. Les corresponde, hoy, en las
semanas, los meses y algunos años que vienen, decidir volver a la Casa o
decidir de proseguir la experiencia. No hay juicio por eso. Es lo que mi divino
hijo había llamado, así como su bien amado Juan, el juicio último que
corresponde sólo a un proceso de elección que se les abre ahora. ¿Van a ir
hacia la Luz y el retorno a la Fuente? ¿Van a ir hacia la revelación de quiénes
son? ¿Van a ir hacia la manifestación de quiénes son o van a decidir proseguir
la experimentación? Esa es la libertad de elección, ése es el juicio último que
es simplemente una cuestión de afinidad, una cuestión de anhelo, una cuestión
de deseo también, deseo de Luz o deseo de experiencias. La experiencia que
ustedes han vivido era un juego como yo lo decía entre la sombra y la Luz,
experiencia necesaria en este mundo porque se debía a algunos principios que
regían las encarnaciones y las tomas de encarnación en diferentes mundos, en
diferentes planetas, en diferentes sistemas pero la hora de la revelación ha
sonado, ha sonado la hora de la resurrección final de vuestra alma, de vuestra
Luz y de la revelación de vuestra Divinidad.
Entonces,
ciertamente, la revelación de esta Divinidad que son, para ciertas almas no
preparadas, no depuradas, no decididas tampoco a experimentar eso, quizá
puede ser vivido como elemento de sufrimiento, como algo que viene herir
vuestra sensibilidad, yo diría, pero no vean eso. Al contrario, es a través de
lo que viene hacia ustedes, la experiencia única de volver a la Unidad, la
experiencia única de detener la experiencia de la tercera dimensión con el fin
de entrar en vuestra Divinidad, en vuestro cuerpo de gloria, en vuestra
inmortalidad que ustedes nunca han dejado de ser por tanto les corresponde
hacer la elección y nadie vendrá a sancionarlos de la elección que harán y
nadie vendrá a reprocharles la elección que harán. Algunas elecciones podrán
parecer dolorosas pero el dolor no es más que temporario e ilusorio. La
realización de la elección puede seguir sólo 3 vías: la vía, como yo lo decía,
de vuestro regreso a la Unidad, de vuestro regreso a vuestra Divinidad, que
nunca ha dejado de ser – la continuación de la experiencia en estos mundos de
división, en estos mundos de separación, en estos mundos de ilusión, pero sin
embargo llenos de la mano del Creador y llenos de una Luz, ciertamente, una Luz
no descarriada sino sombríamente disminuida, sombríamente pesada, que se vuelve
pesada por la experiencia necesaria y el juego necesario de esta dimensión de
oposición al mundo de la Luz – y la tercera vía es, claro está, como la
elegirán numerosas almas sobre este planeta, de pasar por las puertas de lo que
ustedes han llamado la muerte para acceder o a una nueva experiencia en esta
división de dimensiones o al contrario el renacimiento en un cuerpo de Luz. En
efecto, no existen más que tres elecciones posibles y cada alma comprenderá,
llegado el momento, la realidad de esa elección.
Entonces,
aquellos que no podrían ver por el momento su elección entablan caminos de
sufrimiento, caminos de enfermedad, caminos de extravío a veces pero por
supuesto no hay que juzgarlos porque los velos de la ilusión son en ellos más
espesos y más pesados que algunos de ustedes. Les corresponde dejar a cada ser
humano proseguir su camino y solamente de estar concentrados ustedes mismos en
la Luz que son con el fin de poder irradiar esta Luz, con el fin de poder
manifestar esta Luz, con el fin de ser un espejo para la Fuente divina que está
frente a ustedes y permitirle comprender que el retorno a la Casa es posible en
lo sucesivo. Se trata, en adelante, de una elección del alma, una elección de
vida, una elección de devenir, una elección de humanidad y les corresponde
hacer esta elección. Por supuesto, (ndt: a ustedes) los tienen prisioneros por
el instante numerosas ilusiones de la trama de la encarnación de sistemas que
han sido construidos por algunas almas humanas que han avanzado mucho más lejos
en la separación de la Fuente, que han querido construir un mundo de ilusión,
un mundo de separación todavía más pesado, todavía más denso. Pero aquellos
planes son planes de ilusiones que intentan arrastrarlos en su red para
volverlos todavía más pesados pero la hora de la liberación se acerca ahora a
grandes pasos, la hora de la revelación, la hora de la comprensión de quiénes
son ustedes, la hora de la comprensión de las elecciones que deben hacer para
iniciar vuestro regreso a la Fuente, vuestro regreso a la Divinidad o la
prosecución de vuestras encarnaciones extensivas en estos mundos de división.
Algunos no podrán hacer la elección y deberán pasar por las puertas de la
purificación con el fin de hacer realmente la elección. No juzguen al que
fallece, no juzguen al que decide poner fin a sus días en esta dimensión pues
renacerá ahí donde él lo decidirá en toda Luz y en toda lucidez, o de empezar
de nuevo un ciclo de encarnación en otros espacios y en otros lugares de esta
tercera dimensión, o de renacer virgen y nuevo en los espacios de la Divinidad,
de otras dimensiones, ahí donde no existe más la sombra, eso forma parte de la
esencia de cada alma.
La
decisión es libre y totalmente consentida por la voluntad del Padre por la
voluntad de la Luz auténtica que nunca, nunca jamás, los forzará a hacer
elecciones que no son las de ustedes. Solamente la revelación de la Luz es un
acto importante para permitirles hacer vuestra elección con total conocimiento
de causa. No les será nunca permitido hacerles elegir entre la sombra y la
sombra bajo el pretexto que ustedes no conocen la Luz. La Luz se debe revelar
frente a la sombra con el fin de permitirles hacer las elecciones, de ir hacia
la Luz, de ir hacia la sombra o de ir, otra vez entre los juegos de la sombra y
de Luz porque vuestra falta de experiencia o vuestro deseo de experiencias no
han sido satisfechos. He aquí, mis hijos, qué puedo decir si no es que lo que
deseamos, por supuesto, los corazones celestes, los ángeles, y las milicias,
vuestros hermanos y hermanas de la Intra-Tierra no desean más que una cosa y es
que el máximo de almas se reúnan con las legiones y las regiones de los universos
donde la sombra no tiene más su lugar. Pero ésa es vuestra elección última,
vuestra libre elección totalmente consentida. Nosotros no podemos, en ningún
caso, permitir que esta libertad les sea retirada. Esa es vuestra herencia
espiritual, vuestra herencia de Divinidad, vuestra herencia de la Fuente. He
aquí, queridos hijos, lo que tenía para expresar en este período pre-pascual
extremadamente importante en este año de revelación pues créanlo bien han
entrado en período de revelación. Nada de lo que se ocultó les será ocultado.
Nada de lo que ha sido ocultado profundamente en la Tierra no les será
ocultado, todo será revelado, nada más será ocultado. Los misterios de vuestros
orígenes, los misterios de vuestra Divinidad, el misterio de las civilizaciones,
el misterio de los movimientos planetarios, todo eso les será revelado pues les
corresponde hacer la elección en plena posesión de este conocimiento, en plena
posesión de la Luz que son, en plena posesión y aclaraciones de las
circunstancias de la vida que han dirigido a vuestro camino de revelación,
ahora, en estos tiempos. He aquí, queridos hijos, lo que amaba compartir con
ustedes y ahora estoy preparada para responder a vuestras preguntas, si hay
preguntas pero, por favor, tengan presente que estamos en este período de
revelación, en este período tan importante y tan esperado y al mismo tiempo
temido para algunos de ustedes. Entonces estoy preparada para responder a
vuestras preguntas que concernirían esta etapa importante de vuestro regreso a
Casa.
Pregunta: ¿Cómo se van a
hacer esas revelaciones?
La
revelación, querida hija, se realiza en múltiples planos. Concierne de igual
manera los acontecimientos ligados a lo que ustedes llaman vuestros elementos y
a la manifestación de esos elementos, al parto de este planeta a su
dimensión de Luz que acompañará por supuesto el descubrimiento de los planes de
la sombra, como yo lo decía, es decir la revelación de las maquinaciones y de
las usurpaciones que han tenido lugar en la superficie de este planeta. Eso
corresponde a un período de revelación en vuestro fuero interno también.
Lo que pasa al exterior y que será visible pasará también al interior de
ustedes. La revelación de los coros de ángeles, de las milicias celestes a
través de los fenómenos celestes y de los fenómenos Intra-Terrestres se
revelará al mismo momento al interior de ustedes. Los acontecimientos son
múltiples, querida alma. Conciernen tanto a lo que se vuelva vuestra vida en
tercera dimensión, en esta encarnación, pero también lo que será evocado,
revelado de igual manera en lo que ustedes llaman vuestros medios de
información, también, de manera visible, de manera sensible, por vuestros cinco
sentidos, por tanto a nivel de vuestro planeta y de vuestros modos de vida.
Pregunta: ¿A qué corresponden
los olores de rosa que le son atribuidos?
Querida
alma, el olor de rosas es característico de mi presencia benevolente. El porqué
de esta presencia no tiene siempre que ser justificada con una razón lógica
sino sencillamente como la manifestación de un regalo y de una gracia celeste.
Ahora ustedes, con vuestro mental, tienen tendencia a interpretar eso
como una orientación a ir hacia tal o tal cosa, lo que no es siempre el caso.
Los perfumes representan la quintaesencia de mi manifestación que significa
sencillamente mi presencia de madre a vuestros costados.
Pregunta: ¿Vuestra
energía está siempre presente en Lourdes?
Querida
alma, hay numerosas vidas donde he aparecido, en distintos tiempos, en
distintas épocas, sobre este planeta. Los lugares de aparición pueden estar
ligados a circunstancias geomagnéticas particulares pero también, a veces, a
historias de almas particulares como también a lugares consagrados por mí
misma. Cada vez las circunstancias de mis apariciones han sido profundamente
diferentes según, justamente, esas propias circunstancias. De ahí un lugar de
aparición puede quedar despierto, yo diría, durante un tiempo muy largo o al
contrario existir sólo durante la presencia encarnada de un alma particular. A
veces el mensaje corresponde a una época precisa y se apaga una vez que ese
mensaje fue liberado. No hay reglas precisas según mis lugares de intervención
y de aparición, más que esos lugares sean públicos o privados por su parte.
Querida niña, mi presencia en Lourdes se reveló a través del agua, desde luego,
pero ya no a través de la atmósfera geomagnética del lugar. Ese es el caso para
numerosas apariciones que yo calificaría de públicas y reconocidas por la
Iglesia católica. No es más hora de la aparición en lugares sino de la
aparición en cada alma y en cada interioridad del alma. He aquí lo que explica
que numerosas almas hoy sean portadoras de mi energía y de mi mensaje. El agua
es portadora de una memoria. En ese lugar preciso existe una información que ha
sido transmitida lo que explica que las propiedades vibratorias del agua estén
siempre presentes.
Pregunta: ¿Cuáles son
los lugares donde vuestra energía está todavía presente?
Existen
muchos lugares donde mi energía está todavía presente querida hija. En los
Pirineos el lugar más importante sin duda está situado en el otro lado de los
Pirineos en España en un pueblo que se llama Garabandal.
Pregunta:
Usted dijo antes que tendremos la elección de repetir todavía esas experiencias
de sombra y de Luz, ¿por qué aceptar que las almas vayan hacia la sombra, acaso
una madre aceptaría que su hijo vaya a hacerse mal?
Querida
alma, una madre previene a su hijo del peligro, intenta evitar el peligro pero
si esa alma tiene necesidad de sombra para encontrar todavía más Luz nadie la
puede sancionar.
Pregunta: ¿Por qué se
puede sentir una rebelión de estar aquí en esta tercera dimensión?
La
rebelión, querida hija, forma parte de movimientos de cada vez más almas que
están sedientas de redescubrir su Divinidad, que están sedientas de la Luz y
que han experimentado suficientemente la encarnación. De ahí que la hora de la
liberación está próxima para esas almas.
Pregunta: Usted habló
antes de un año de revelación donde en particular los velos debían levantarse a
nivel de nuestros cuerpos. ¿Podría precisar lo que es eso?
Al
nivel de los cuerpos, los apegos y los desapegos deben revelarse de manera muy
precisa al espíritu y a la conciencia. Lo que quiere decir que a medida de los
meses ustedes, todo ser viviente sobre este planeta, irán a tomar conciencia de
manera más incrementada, de manera más luminosa de lo que son vuestros apegos
reales a esta tercera dimensión y son esos apegos que se deberá vencer para
desprenderse totalmente y acceder a la quinta dimensión. Al mismo tiempo del
descubrimiento se revela crudamente, yo diría, la realidad de vuestros apegos.
Es fácil decir “yo no estoy apegado a esto, o a aquello” aunque ustedes tienen
eso. Es más difícil renunciar cuando todo eso no está más ahí. Los verdaderos
apegos se miden tomando como referencia la realidad del desapego con respecto a
lo que está ahí.
Pregunta: ¿Por qué el
corazón se encierra tan a menudo?
Porque
se cierra a partir del momento donde el juego de la sombra y de la Luz se
re-manifiesta. Así incluso conducir un auto es un juego de la sombra y de la
Luz. Cómo quieren guardar un corazón abierto conduciendo un auto, cómo quieren
guardar un corazón abierto cuando ustedes se sirven de palabras para arreglar
problemas de la tercera dimensión. Eso es imposible. Excepto para algunos
grandes seres que representan, de algún modo, un sacrificio porque guardar el
corazón abierto llevando los asuntos de tercera dimensión, como ustedes lo han
comprendido, queridos hijos, es extremadamente arduo. Eso necesita una
preparación de muchas vidas y un sacrificio de muchas vidas. La dimensión del
corazón está ligada a la dimensión que está más allá de la tercera dimensión,
eso lo han comprendido sin duda puesto que lo que es apertura del corazón, en
la tercera dimensión, no sería más que sensiblería, emotividad y no Amor. El
Amor es algo que es un estado y no un movimiento, es algo que está relacionado
con una cualidad vibratoria ahora bien esta cualidad vibratoria no puede hacer
compromiso con los fenómenos ligados a la tercera dimensión. Querido niño, como
lo decía mi divino hijo es importante saber el mundo que ustedes eligen. Nadie
puede servir a dos maestros a la vez. ¿Sirven ustedes la tercera dimensión?
¿Sirven ustedes la Luz? El mundo de la tercera dimensión es un mundo de
experiencias, no es un mundo final o finalizado. No se trata más que de un
mundo de pasaje, un mundo muy temporal a nivel de la Unidad, de la Divinidad.
Pregunta: ¿Qué pasa
entonces con los que acompañan, en la tercera dimensión, a la apertura hacia
esta quinta dimensión?
Eso
representa un sacrificio, querido hijo puesto que, a partir del momento donde
la Divinidad sea suficientemente fuerte, a partir del momento donde la
revelación sea total, no será más cuestión de obrar en la tercera dimensión. Se
trata muy simplemente, querido hijo, de comprender que toda alma que ha
percibido la Luz en una de sus dimensiones, que ha vivido el momento donde el
corazón se abre, un momento donde la unidad de la Divinidad se manifiesta, (el
momento donde un alma hace un encuentro con la Luz es un momento privilegiado)
pero cuando esta alma decide volver en la tercera dimensión, se trata de un
sacrificio. Entonces, a partir del momento donde han vivido, aunque sea una vez
en vuestra vida, la apertura del corazón o el encuentro con la Luz, toda obra
que los pone en la tercera dimensión, incluso en el sentido del deber, incluso
en el sentido del trabajo es algo que se emparenta con un sacrificio. El
sacrificio tiene la misma raíz que la palabra sagrada. Corresponde a la
santificación, al sacrificio de la Luz no para la sombra sino para el
juego de la sombra y de la Luz.
Pregunta: ¿Será posible
obrar en la tercera a partir de la quinta dimensión?
Los
tiempos espirituales pueden manifestarse, como ha sido el caso para mí, en esta
tercera dimensión pero el proceso que están sucediendo es una separación clara
de los diferentes planos y no podrá más ser cuestión, para los que pasaron en
la quinta dimensión, de manifestarse en esta tercera dimensión salvo ciertas
almas consagradas que tendrán por misión acompañar un nuevo ciclo de la
humanidad.
Pregunta: ¿Por qué
algunas personas “en camino” de repente vuelven a tener reacciones típicas de
3ª? ¿Dimensión?
Eso
pertenece a la libertad del alma individual, querida alma, frente a la Luz.
Cuando vuestro corazón irradia Luz, el que está en frente de ustedes puede
aceptar o rechazar esta Luz porque no ha terminado su camino de experiencias,
porque quiere proseguir su camino de experiencias y esconderá su deseo de
experiencias a través de la denigración de la Luz. Así lo fue con mi divino
hijo durante su encarnación que ha sido considerado como, desde luego, formando
parte de la sombra para las fuerzas sensatas representando la Luz. Esto también
es un sacrificio. Es conveniente quedar en el corazón, quedar en el
corazón quiere decir no juzgar, quedar en el corazón quiere decir no emitir juicio,
no emitir energía ni buena ni mala a través de la libertad de elección que ha
expresado un alma u otra. Es conveniente quedar en la neutralidad de corazón
que corresponde a un estado de ser y un estado de ser no puede inducir la
acción, el estado de ser se basta a sí mismo.
Pregunta: ¿En los medios
dichos espirituales, parecería que las emociones son puestas en relieve?
Querida
alma, hay que comprender bien que todo lo que es hecho hoy en vuestro mundo,
todo lo que sale como, dicen ustedes, técnica o tecnología o medios dichos de
desarrollo personal solo son medios de ligarlos a vuestras propias emociones, a
vuestras propias memorias y a vuestras propias vivencias. El corazón no tiene
necesidad de ninguna de esas ilusiones para revelarse. Mientras ustedes corran
detrás de una propia liberación de lo que sea no están en el corazón. El
corazón no tiene necesidad de liberación, el corazón no tiene necesidad más que
de una consolidación en esta dimensión de estado de ser pero de ningún modo
liberar lo que sea porque, cuando ustedes están en el corazón, son libres por
esencia. Eso corresponde a las palabras de mi hijo: “busquen el reino de los
cielos, vuestra Divinidad y el resto les será dado por añadidura”. Por el
contrario busquen lo que no es el corazón, lo que ustedes llaman procesos de
liberación de las memorias, procesos de comprensión, procesos mentales,
procesos emocionales y se alejarán del corazón teniendo la impresión de
acercarse a él. Y ustedes confunden emoción, confunden sentimiento y corazón.
El corazón, el amor no es un sentimiento, el amor no es emoción, el amor no es
mental, el amor es un estado de ser, estado de ser en la Divinidad, en la
Unidad, en la comprensión directa, instintiva e intuitiva de lo que ustedes
son. En el corazón no hay lugar para el sentimiento, en el corazón no hay lugar
para el apego, en el corazón no hay lugar para la emoción. El sentimiento es ya
una distorsión de la energía del corazón.
Yo
les aporto de ahora en adelante mi bendición y todo mi amor y les digo por supuesto,
hasta uno de esos días.
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MARÍA
15
abril 2007
Yo
soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Estoy entre ustedes con el fin
de permitirles encontrar vuestra interioridad, encontrar vuestra Divinidad a
nivel del corazón, con el fin de permitirles reunificar en ustedes lo que debe
serlo, con el fin de reunificar en ustedes vuestra dimensión triple/única, de
Divinidad, de claridad y de transparencia. Así, antes de dirigirme a ustedes,
antes de intercambiar sobre un modo que es vuestra palabra, desearía en primer
lugar transmitirles esta energía particular del corazón unido de mi divino hijo
y de mí misma, madre de los universos, con el fin de permitirles reunificarse,
con el fin de permitirles recentrarse y de permitirles experimentar esta gracia
inefable que es la del humano que encuentra su dimensión de Divinidad, que
encuentra su dimensión de unidad, su dimensión de fluidez, su dimensión de
eternidad. Así, les propongo llevar vuestra atención, vuestra conciencia a
nivel del medio de vuestro ser, a nivel de vuestro templo interior, a nivel de
vuestro corazón. Así, en el silencio y la gracia que llega hacia ustedes, les
pido acoger mi divino corazón y el divino corazón de mi hijo, con el fin de
reunir los tres en uno, con el fin de reunir en nosotros esta llama divina que
es esencia de vuestro ser, que es esencia de vuestra Divinidad, que es esencia
de Luz, esencia divina.
Hijos
de la Ley de Uno, hijos del Padre, vengo a ustedes como madre, vengo a ustedes
como hermana también con el fin de aportar, a través de la vibración de mi
palabra, un elemento de respuesta a vuestro camino encarnado sobre este
planeta, como alma y espíritu encarnado en este cuerpo, responder no a vuestras
interrogaciones futuras sino poner la Luz, iluminar por mi corazón de madre
vuestra Divinidad interior. Así yo estoy preparada, queridos hijos, durante
algunos instantes para venir a reconfortar por la vibración de mi palabra,
reconfortar por la vibración de mi ser entero de madre, con el fin de ayudarlos
a aligerar el peso de la vida, con el fin de ayudar a iluminar el camino que es
el vuestro, con el fin de revelar vuestro ser interior, vuestro ser luminoso,
vuestro ser trascendente. Así, queridas almas, recibo en mi corazón vuestras
palabras y vuestras preguntas.
Pregunta: ¿Cuál es el
resultado de todo nuestro camino?
Querida
hija, la experiencia que ustedes viven sobre esta tierra es una experiencia que
ha sido querida y decidida hace muy mucho tiempo. Es una decisión de
sacrificio, de sacrificio común, querido no por el Padre, querido no por la Luz
sino por vuestra Luz. Han tenido necesidad de experimentar este alejamiento de
la Fuente, este alejamiento de vuestra Divinidad, con el fin, un día que hoy ha
llegado, de volver a la Fuente, enriquecidos de la experiencia de la no-Fuente.
Esta etapa de división, de separatividad, esta época de olvido de vuestra
Divinidad ha sido el medio de afirmar vuestra Divinidad. El sentido de la
caída, el sentido del sacrificio de la encarnación ha sido decidido por una
multitud de almas, en un momento preciso de su historia. Este camino ha sido
acompañado por los regentes planetarios, por mi divino hijo y por mí misma, con
el fin de acompañarlos, con el fin de caminar a vuestros costados, con el fin
de sostener vuestros esfuerzos en esta vida que es tan luminosa pero, al mismo
tiempo, que ha sido un período de olvido de vuestra Divinidad. Así, algunas
almas han olvidado tanto su Divinidad, que hoy les es difícil volver a esta Luz
de la que no han cesado de ser nunca y, sin embargo, qué de sufrimientos, qué
de sacrificios han sido necesarios con el fin de volver a este punto de
desgarro máximo que debe permitirles volver a la Fuente.
La
promesa que se han hecho a ustedes mismos, es la promesa que mi divino hijo o
yo misma o el regente planetario hemos ofrecido: la promesa del regreso a la
casa, la promesa del regreso a los mundos vibratorios donde la sombra no existe
más, la promesa del regreso a la unidad. Y sin embargo algunos de ustedes se
han extraviado en camino pero estos no pueden perder el camino de su Fuente,
están simplemente en lo que ustedes llaman, no sobre la misma amplitud de onda
vibratoria del regreso a la casa, y tienen necesidad de culminar esta
experiencia de la encarnación. Hay numerosas moradas en la casa del Padre y
esas moradas no pasan todas por las vías de la encarnación pero es el camino
que vuestras almas han elegido. Almas de Luz que han tenido necesidad de vivir
la experiencia de la separación con el fin de reforzar su conexión con la
Fuente, así es la paradoja de la encarnación que los ha alejado de manera aparente
de la Luz pero, al término, los refuerza en vuestra Luz y en vuestro resplandor
de alma de Luz. He aquí, querido hijo, el objetivo de la encarnación en este
planeta y sobre este universo.
Pregunta: ¿Los
sufrimientos son necesarios sobre el camino?
Querida
alma de Luz, querida hija, querida hermana, es importante comprender que los
caminos de sacrificio deben detenerse un día, los caminos de sufrimiento, tales
como los he descrito en las marchas del alma en encarnación sobre este planeta
y en este sistema solar, deben un día dejar lugar al regreso a la casa. El
regreso a la casa no significa desencarnación sino basta para revelar la Luz
que tú eres. Te es pedido instantáneamente, querida alma, abandonar tus
oropeles del sufrimiento, abandonar los oropeles de la sombra, con el fin de
reintegrar tu herencia divina, con el fin de reintegrar tu Luz. Hay que
desarrollar en eso, hay que aceptar en eso que tú eres Luz, que no hay en ti
ningún defecto si no es los que tú has aceptado llevar y ponerte a ti misma
pues, de toda eternidad, tú eres Luz, de toda eternidad, tú eres Divinidad. Es
tiempo de abandonar las tiranteces, los alejamientos de la Fuente, es tiempo de
volver a tu casa pues tu lugar está inscrito de toda eternidad en el Libro de
Vida. Es importante volver a lanzar a lo lejos lo que los ha alejado de la
Fuente puesto que es la hora del regreso ha llegado. Eso es, querida alma.
Entonces, ve en paz, acepta tu herencia, acepta tu realidad, tu Multidimensionalidad
y tu Divinidad.
Pregunta. ¿Puede usted
otorgar vuestra protección a mi hijo?
La
conducta hoy, querida hija, es importante, saber que cada alma individual
debe por sí misma pedir mi protección. Otorgo mi protección a toda persona que
la pida. Me es mucho más difícil intervenir y poner mi manto a un alma que
haría, yo diría, el pedido, por otra alma puesto que es un camino que se llama
la libertad individual y no puedo ir en contra de la libertad imprescriptible
de cada alma, no puedo satisfacer el pedido de un alma por otra alma. Es
importante hoy que la libertad imprescriptible de vuestra encarnación, de
vuestro deseo de regreso a la unidad, o vuestra necesidad irreprimible de
experiencia y de encarnación, sean respetados. No hay juicio, no hay pesaje de
las almas, hay elecciones libremente iluminadas, libremente consentidas y cada
alma es diferente, querida hija, incluso si esa es vuestra descendencia. Es
importante comprender que cada alma puede tener deseos diferentes de otra alma:
almas que tienen necesidad todavía de experimentar la materia, de experimentar
la separación, el sufrimiento y otras almas tienen sed de regreso a la casa. No
me corresponde decidir, me corresponde simplemente velar para que cada uno de
mis hijos que se vuelve hacia mí se beneficie de mi protección, se beneficie de
mi Luz de madre pero no puedo imponer a un hijo que se desvía de mi rostro
volverse a mí de volver a mí puesto que son libres-elecciones y su libertad de
experiencia de encarnación.
Pregunta: ¿Es preferible
orarle con el “yo os saludo María” del catecismo católico?
Querido
hijo, esas no son más que fórmulas. Entonces, esas fórmulas repetidas y
repetidas poseen el peso de la repetición y pues, efectivamente, han creado
canales de comunicación, yo diría, hasta mí. Pero estén seguros que ustedes no
tienen necesidad de esas fórmulas, les basta simplemente dirigirse a mí de alma
a alma, de corazón a corazón y yo responderé siempre presente. Entonces,
exprésense con vuestras palabras, con vuestras intenciones pero no estén
apegados a fórmulas incluso si estas han tenido un cierto peso, una cierta
realidad porque esta realidad y este peso pertenecen ya a un mundo que se va, a
un mundo que divide en capas. Les está permitido, hoy, dirigirse directamente
de alma a alma, de corazón a corazón, entonces háganlo, ósenlo. Vuestra
libertad está ahí.
Queridos
hijos, creo que después de haber recibido las bendiciones de vuestra madre, no
puede haber más preguntas, no puede haber más que aceptación, y no puede haber
más que comunión. Así, vivamos esta comunión, este compartir la Divinidad. Una
vez más sean bendecidos, estén seguros del amor de vuestra madre pero les
corresponde dirigir vuestra mirada hacia mí con el fin de beneficiarse
totalmente de este amor que es vuestra herencia, vuestra filiación, vuestro
derecho. Queridos hijos, sean bendecidos y estén seguros de que mi palabra está
cumplida en ustedes. Queridas almas, queridos hijos, reciban toda mi gratitud
por vuestra recepción, por vuestra apertura, continúen caminando en este mundo
de sombra y de Luz y que, sin embargo, es una creación que ustedes han deseado,
experimentado. Retengan bien que, contrariamente a lo que han afirmado algunos
hombres que han hecho de las palabras de mi hijo una religión, no hay otro
juicio que el que ustedes mismos llevan sobre ustedes mismos, no hay ninguna
Luz que los condena a la sombra, no hay ningún ser divino que les impondrá algo
que ustedes no deseen. Solo les llegará lo que ustedes deseen y si algo les
parece en desacuerdo con lo que desean, no vean ese desacuerdo al exterior sino
como un desacuerdo interior, entre vuestra triplicidad, cuerpo/alma/espíritu.
Sean bendecidos, mis hijos, y les digo hasta pronto.
****
Audio
MARÍA
19
abril 2007
Yo
soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenida a ustedes, queridos
hijos. Ustedes me ven alegre de estar entre ustedes, de aportarles mi bendición
y de darles un cierto número de elementos que están relacionados, yo diría, con
mi efusión de energía, mi divina presencia asociada a la divina presencia de
Jesús pero también del arcángel Miguel que vienen a unirse no a lo que voy a
decirles sino que vienen a unirse para la efusión de energía que se produce en
este momento mismo sobre vuestro planeta y que está ligada a un cierto número
de elementos de los cuales quiero conversarles. Pero, en primer lugar, queridos
hijos, paz a todos, paz a vuestro corazón, paz a vuestra alma y a vuestra Luz.
Es
extremadamente importante comprender que, desde numerosos siglos, yo he
intervenido muchas veces para informar a la humanidad encarnada de un cierto
número de cosas que debían ocurrir en un período que corresponde al que está
ahora delante de ustedes. Después de una larga preparación, el conjunto de este
planeta y de sus habitantes, después de una larga maduración, deben vivir un
fenómeno bastante particular. Este fenómeno bastante particular ha sido,
numerosas veces, descrito, hace un cierto tiempo, pero en tiempos más recientes
también. Esta transformación, este proceso llamado “elevación” corresponde a
las nuevas maneras de ver las cosas, a nuevas maneras de vivir las cosas, a
nuevas maneras de funcionar que deben pronto ser y volverse vuestra
realidad.
Queridos
hijos, es extremadamente importante comprender que todo lo que es lo antiguo en
ustedes debe dejar lugar a lo nuevo. Es importante no resistir a los esquemas
de apego, a los esquemas de miedo, a los esquemas de juicio que son erróneos.
Hay que hacer la limpieza al interior de ustedes, hay que dejar el lugar vacío
y limpio para el que viene hacia ustedes ahora. Desde luego mi divino hijo es
la encarnación de lo que viene hacia ustedes pero, más allá de su propia
persona, más allá de su propia Luz, conviene hoy acoger esa radiación de Luz
que está ahí no para asustarlos, que está ahí no para atemorizarlos, pero sí
para ayudarlos en este camino de elevación. Es importante comprender, queridos
hijos, que ningún otro más que ustedes harán la elección puesto que de toda
eternidad ustedes tienen la elección y todavía hoy, queridos hijos, tienen la
elección. Pero las elecciones ya se hicieron, las elecciones han sido ya
decididas dentro de vuestra alma, no queda más que actualizar esto dentro de
vuestra encarnación. Queridos hijos, cada ser humano ha sido libre delante de
su elección e irá ahí donde debe ir, ahí donde su corazón lo empuja, ahí donde
sus miedos lo empujan. Entre el corazón y los miedos hay poco espacio y sin
embargo mundos de diferencias a nivel del funcionamiento del alma, de la
encarnación y del planeta.
Queridos
hijos, amaría decirles, y yo repito, que no sirve de nada dejar vivir lo viejo,
conviene dejar vivir lo viejo para los que han hecho la elección de proseguir
la experiencia de encarnación en esta tercera dimensión, pero, para los que
habrían elegido proseguir la peregrinación de su alma más allá de los mundos de
la ilusión, más allá de los mundos de la separación en los cuales ustedes
están, convendrá abandonar vuestros miedos, soltar prenda de vuestros esquemas
antiguos con el fin de acoger lo nuevo. No podrán acoger lo nuevo si están
apegados a lo viejo y no podrán ser renovados si quedan en lo viejo
incluso si la elección ha sido hecha de eso “nuevo”.
Es
importante comprender, queridos hijos, en lo que concierne la elevación: el
miedo rebaja, el corazón eleva. Es importante comprender eso como un mecanismo
celestial participativo de la vida y participativo de la evolución. Les
corresponde, yo diría, ser lúcidos sobre vuestros miedos y ser todavía más
lúcidos sobre vuestros apegos que arriesgan frenarlos, disminuirlos o
impedirles ir ahí donde vuestras elecciones de almas los han llevado. Entonces,
queridos hijos, mi corazón de madre les pide insistentemente orar para ser
liberados de los pesos del pasado, pedir la ayuda de la Luz antes de que esta
esté presente en vuestra dimensión, totalmente, para ser liberados de los
condicionamientos, para ser liberados de los apegos, liberados de todos los
lazos que se oponen a vuestra libertad. Crean bien que todo lo que ustedes han
llamado hasta el presente “seguridad” (sea eso una seguridad de orden material,
una seguridad de orden afectivo, una seguridad de orden social) no tiene más
lugar de ser en lo que viene hacia ustedes. Hay que ser como los niños: avanzar
desnudos y libres para acoger la nueva dimensión que llega hacia ustedes y para
poder evolucionarla en toda serenidad. En esos esquemas de funcionamiento del
pasado, incluyo desde luego vuestras enfermedades, vuestros sufrimientos, lo
que han llamado vuestros karmas.
Es
importante abordar eso nuevo con un ojo nuevo, con un corazón ligero, con un
alma liberada de los pesos de la materia, conviene también quedar perfectamente
alineados y centrados de manera de poder integrar totalmente esas energías de
Luz de elevación que vienen hacia ustedes, con el fin de poder asumir
libremente vuestras elecciones libremente consentidas. No es todo haber
elegido, es también importante conformarse a sus propias elecciones con el fin
de estar en acuerdo con lo que vuestra alma ha decidido experimentar en los
tiempos que vienen.
Queridos
hijos, mi corazón de madre viene hacia ustedes para aportarles mi bendición,
para aportarles mi amor de madre, desde luego, pero también para hacer de modo
que estén vigilantes, que se tengan lo más cerca posible de vuestro corazón, lo
más cerca posible de vuestra interioridad con el fin de que no sean más
desestabilizados por los acontecimientos que podrían, en algunos casos, serles
perjudiciales y que no tienen sin embargo, ninguna importancia con respecto a
la Luz que llega. Dicho de otra manera, queridos hijos, permanezcan en vuestro
corazón, permanezcan orientados hacia la Luz auténtica, permanezcan orientados
hacia vuestras elecciones, permanezcan orientados hacia vuestro ser interior.
No se pongan sombríos de lo que podrán decirles del exterior, no hagan sombra
de la Luz que llega, no hagan marcas o afectos, por los acontecimientos que
llegan puesto que ellos son solo la ilustración de las resistencias, no del
planeta, sino de la mayor parte de los seres humanos en encarnación, que han
elegido proseguir el camino en la encarnación, en el sufrimiento y la
separación. Ustedes no deben ver esto como sufrimientos, no deben ver esto como
castigos sino como las elecciones libremente asumidas, libremente consentidas.
Cada
alma vivirá lo que ella ha decidido vivir, queridos hijos, ninguna alma podrá
estar fuera de su lugar, fuera de sus elecciones, fuera de su libertad
auténtica. Entonces, tengan cuidado de no juzgar, tengan cuidado también de
compartir más allá de lo deseable, lo que correría peligro de acarrearles lazos
suplementarios, de los lazos que ustedes buscan justamente superar. Queridos
hijos les pertenece estar en vuestra autenticidad, les pertenece estar en
vuestra unidad, les pertenece estar en acuerdo con mi divino hijo.
La
espada de Miguel se alza ahora en vuestros cielos con el fin de permitir la
separación del buen grano y del grano que no ha llegado a término, hay en
efecto un grano que está listo para ser recolectado y otro grano que debe ser
replantado en tierra, eso es la lógica de la vida, eso es la lógica de cada
proceso de elevación que sobreviene en toda vida sobre todo planeta en todos
los sistemas solares. Estén seguras, queridas almas, que durante esos períodos
ustedes no estarán solos, estarán acompañados de una parte por la presencia
mística de mi divino hijo, por mi divina presencia mística y por la presencia
mística del Arcángel Miguel, gran supervisor de los acontecimientos, pero
estarán también acompañados de procesos completamente inéditos para ustedes.
Tengan cuidado de no ser sorprendidos por esas cosas nuevas y sin embargo tan
esperadas que se manifestarán en vuestros cielos. Una cosa es pensar algo, otra
cosa ver este otro algo, las cosas son profundamente diferentes entre el
pensamiento y la visión, entre la emoción y el pensamiento. Así cantidad de
cosas que llegan hacia ustedes, totalmente nuevas, si ustedes no las acogen con
un corazón de niño desprovisto de todo prejuicio, desprovisto de todo juicio y
de todo condicionamiento, no podrán afrontar, yo diría, ese choque cultural que
representa la intervención de numerosas fuerzas desconocidas. Les corresponde,
queridos hijos, velar, purificarse, aprender totalmente el desapego con
respecto a vuestros modos de funcionamiento antiguos. Cuando mi divino hijo
marchó entre ustedes, les pedía a sus discípulos seguirlo. Hoy, ¿están listos
realmente para seguir vuestra alma, están realmente listos para perder todo
para ganar vuestro cielo, vuestra elevación? O todavía son tomados
desprevenidos en vuestros apegos antiguos, en vuestros miedos antiguos, en
vuestras resistencias para dejar lo que debe serlo. Háganse la pregunta a cada
minuto que hace vuestra vida puesto que es la única pregunta que vale la pena
hacerse. No basta plantearse actos mentales, de decir “yo quiero elevarme”, no
basta quererlo, hay también que aceptarlo y eso no es la misma cosa. El querer
se refiere a la voluntad, se refiere al ego. La aceptación se refiere al soltar
presa, se refiere a todas las tensiones inherentes a vuestra vida en
encarnación desde miles de años. Están listos para volver a los mundos donde la
sombra no existe, donde el juicio no existe, donde la separatividad no existe,
donde el apego no puede existir para sea quien sea. O todavía prefieren
proseguir los largos periplos y combates de la sombra y la Luz puesto que
vuestra alma no está suficientemente afirmada para ascender en eso.
Crean
bien, queridos hijos, que nunca permitiría juzgar un alma en función de sus
elecciones, amo con un corazón igual a todos los hijos de la Tierra. Yo
acompañaría desde tiempos inmemoriales los que decidieron recomenzar la
experiencia de la encarnación en un número de ciclos totalmente indefinido. Es
importante comprender también que mi corazón de madre, desde luego, preferiría
que ustedes se unan a los dominios etéreos del Espíritu, los dominios luminosos
donde la sombra no existe con el fin de perfeccionar y de proseguir vuestra
evolución, con el fin de perfeccionar y de proseguir de otro modo vuestros
caminos de vida. He aquí, queridos hijos, lo que tenía para liberarles pero si
ustedes lo quieren bien, esta noche, yo me permitiré también guiar vuestros
pasos espirituales en el supuesto que hagan el pedido. Mi corazón de madre se
abre a ustedes, con el fin de recoger vuestras interrogaciones. Sean
bendecidos. Yo los escucho.
Pregunta: ¿Cómo
conciliar camino espiritual y vida cotidiana?
Querido
hijo, sería tiempo quizá que admitas, dentro de tu alma, en el interior de tu
corazón, que no hay dos caminos separados, de un lado un camino material hecho
de vicisitudes de la vida cotidiana y del otro lado un camino espiritual ya
que, si hay dos caminos, hay pues dos rutas y esas dos rutas no están
superpuestas más que para hacer una. Eso forma parte, querido amigo, de las
decisiones y de las elecciones que están para hacer lo más rápido posible. No
puede haber camino espiritual de un lado (que estaría de acuerdo) y camino
material (que ignoraría el camino espiritual) y recíprocamente. Los dos caminos
deben superponerse totalmente. ¿Qué harías, querido hijo, si hoy mi hijo viniera
a ti y te diría “sígueme”? ¿Qué harías? Hazte la pregunta en tu interior.
¿Estás listo para seguirlo? Entonces yo no puedo responder a tu pregunta de
otro modo que por esa otra pregunta.
Pregunta: ¿Cómo
desprenderse de todas las cóleras escondidas?
Querida
hija, quien dice cólera dice resentimiento, quien dice cólera dice impresión de
haber sido burlada, de haber sido engañada o humillada. ¿Qué son esos
sentimientos con respecto a la Luz del alma? ¿Quién se subleva con respecto a
esta humillación? ¿Quién quiere estar en cólera? ¿Es el alma o son los restos
del orgullo de la personalidad? ¿Quién está en cólera? ¿Es tu corazón o es otra
cosa? Querida hija, yo te ordeno hacerte la pregunta seriamente. ¿Por qué
querer identificarse a lo que no eres? ¿Por qué querer identificarse a ese
resentimiento? ¿Por qué querer identificarse a esta humillación? ¿Por qué,
incluso, querer identificarse a esta cólera? Existe, ahí, un proceso de
identificación que es también forma de apego, que impide la liberación.
Pregunta: ¿Para la
invocación de los serafines hay una oración particular?
Querido
hijo, existe desde luego oraciones específicas para cada ocasión, para cada
intención, para cada entidad, para cada Luz, entonces, desde luego, está
completamente permitido entrar en comunicación con un serafín, con no importa
qué jerarquía, angélica u otra. Pero ¿crees que estemos todavía en tiempos de
rituales como hace ya tanto y tanto tiempo? ¿Crees que hace falta inscribir a
través de palabras precisas, planificar en sucesiones precisas, en lenguas
precisas para obtener ese contacto, o al contrario basta abordar eso como con
un corazón puro e inocente para obtener ese contacto tan deseado? Eso era
válido en el viejo tiempo donde el respeto de la forma y de la formulación
parecía esencial pero hoy la Luz les está prometida y no le importa en nada los
rituales. Ella pide simplemente un corazón puro, un corazón unificado para
llegar a ese resultado. Entonces, querido hijo, dirígete simplemente a los
serafines y ellos te responderán. ¿Por qué querer, aunque las barreras estén
disolviéndose, pasar por procesos arcaicos y necesariamente poniendo en juego
la sombra y la Luz, una vez más la oposición, para acceder a eso? Luego hazte
la verdadera pregunta fundamental, querido hijo: ¿cuál es el interés de
contactar la energía de los serafines o los serafines mismos? ¿Es una voluntad
de poder? ¿Es una curiosidad o eso va a servir realmente a tu camino? Conviene
hacerse las buenas preguntas, querido hijo.
Pregunta: ¿Es verdad que
hay horas planetarias para comunicar con los representantes de la jerarquía?
Eso
es completamente justo, querido hijo, en los protocolos de la tercera dimensión.
Eso no tiene ningún lugar en lo que viene, pero ninguno más, porque ustedes
entran en los mundos de la Luz pura y porque en esos mundos de Luz pura no hay
necesidad de protocolo, no hay necesidad de hora puesto que el tiempo no existe
más. ¿Entonces qué buscan para conversar? ¿Cuáles son las Luces que ustedes
quieren despertar o las que quieren dormir? Ahí donde se lleva vuestra mirada
se lleva vuestro camino, ahí donde se llevan vuestras intenciones se descubren
vuestras Luces. Querido hijo, eso se llama los condicionamientos, eso se llama
los apegos y nada más. El camino de los antiguos era válido durante un cierto
tiempo que eran los tiempos antiguos pero ustedes están en los tiempos nuevos,
incluso si forman parte todavía de esta tercera dimensión. Recuerden las
palabras de mi divino hijo: “mi reino no es de este mundo, ustedes están sobre
esta Tierra pero no son de esta Tierra”. Entonces, en eso debe resonar el
llamado a la libertad y no el llamado a las cadenas. Corresponde hoy más que
nunca superar los marcos de la religión, superar los marcos de las enseñanzas
del pasado y de volverse con un ojo nuevo hacia las enseñanzas del futuro, de
quedar firme y alineado en sí, ya que la única certeza es el sí no las leyes
del pasado. Hay, a través de esa necesidad, a nivel espiritual, de unirse a las
oraciones o a los rituales precisos, una forma de apego que está para
trascender no porque ella sea nefasta en sí misma pero ella participa en el
juego de la sombra y de la Luz, es decir al juego del apego. La excusa que
consistiría en decir: “nosotros estamos todavía en la tercera dimensión” es un
error magistral que muestra y que demuestra las formas de apego a los
condicionamientos. Conviene dar prueba de novedad, de libertad de desapego y de
volverse verdaderamente como un niño, libre de todos los prejuicios, libre de
todos los condicionamientos, libres de todos los karmas. Y no es mirando los
condicionamientos, no es mirando los karmas, no es mirando los prejuicios que
uno se libera de ellos. Muy por el contrario. Podrán pasar tres veces más de
vuestro tiempo en encarnación para intentar resolver los engranajes de esta
tercera dimensión que ustedes no llegarán de ningún modo a la meta puesto que
es un juego sin fin. Entonces, lo que les propongo, queridos hijos, y lo que
les propone la Luz que viene hacia ustedes es el fin del juego para acceder a
algo mucho más grande. ¿Están listos?
Pregunta: ¿Qué ocurre
con esos canales que están en contacto, en canalización, con los fallecidos?
Eso
pertenece a cada médium de manera diferente: para algunos ese es su camino,
para otros eso es ganarse el pan.
Pregunta: ¿Cómo
identificar su ángel guardián?
¿Cuál
es el interés, querido hijo, de identificar tu ángel guardián si éste no se ha
revelado él mismo a ti?
Pregunta: ¿La
curiosidad?
Entonces
no hay respuesta que dar.
Pregunta: ¿Un solo ángel
guardián está dedicado a una persona?
Es
también, querido hijo, para cada caso diferente.
Pregunta: ¿Cuando se
apela a vuestra energía es justo usted que se manifiesta?
Querida
hija, la pregunta es ambigua. Apelar a la energía de la madre no es
necesariamente la presencia de la madre. Apelar a la energía de tal o cual
canal no es necesariamente ese canal y sin embargo la energía se manifiesta.
¿Está, sin embargo, la presencia ahí? Yo creo, querida hija, que hay que
comprender bien, hoy, que en estos tiempos reducidos, mi rol no es tanto venir
cuando se me llama para curar, mi rol es un rol de transmutación del conjunto del
planeta, mi rol es un rol del advierte, del que viene a decir, sobre todo
para preparar lo que viene y no tanto para suprimir algunos trastornos a nivel
de las personas. Eso, en efecto, es hecho, cuando mi presencia acompaña algunas
almas de manera privilegiada, yo diría. Pero eso es definido anteriormente a la
encarnación, eso no tiene nada que ver, querida hija, con un proceso
terapéutico que está más relacionado con el mantenimiento de la tercera
dimensión. Lo que no quiere decir que la energía no pueda estar presente pero
hay que diferenciar bien la energía y la presencia. Se pueden beneficiar de la
energía del Cristo sin que mi divino hijo esté presente. Se trata de dos
niveles de interacción extremadamente diferentes. De la misma manera ustedes pueden
llamar la energía del sol, no es por eso que el sol estará en la pieza.
Pregunta: ¿Es justo
enviar gente a orar en una iglesia?
Eso
no es ni justo, querida hija, ni injusto, eso no es ni necesario, ni
indispensable, ni deseable, eso pertenece a la libertad de cada uno. Es tu
libertad para ti también de decirles de ir efectivamente a orar en ese lugar.
La libertad, para ellos, consiste en aceptar o rechazar, la libertad, para
ellos, consiste en recogerse, orar, en recibir mi energía, mi presencia si mi libertad,
para mí, me lo permite. Entonces no busquen establecer reglas tan formales, no
busquen saber si eso es justo o no. A la Luz auténtica que llega hacia ustedes
no le importa, una vez más, esos rituales. Entonces, efectivamente, algunos
lugares están cargados de oraciones de otros, de pedidos y súplicas de otros
pero también, a veces, de mi presencia real y concreta. Lo importante no es
tanto que esta persona venga a encontrarme en ese lugar, lo importante es que
ella tiene la intención de encontrarme ya que la intención es necesariamente
percibida a partir del momento donde la intención viene del corazón. En ese
momento el lugar importa poco.
Pregunta: ¿Vale más que
los terapeutas cambien de profesión?
Yo
no hablo de profesión. Yo les hablo de Luz y ustedes me hablan de profesión.
Creo, querida hija, que fundamentalmente debes hacerte la pregunta de lo que
quieres hacer de tu camino. La Luz no es una profesión, la Luz no es una
vocación, la Luz es un estado de ser. Es lo que se les propone hoy. Quieren
entrar en el ser o quieren entrar en la vía. La elección es mucho más
fundamental que responder a la pregunta “quieren ustedes cambiar de profesión”.
El problema no está de ningún modo identificado a ese nivel.
Pregunta: Florencia
pregunta cómo hacer con las mujeres que no pueden tener hijos.
Pero
querida hija, cada caso es diferente, cada alma es diferente con respecto a ese
problema. Cómo se puede imaginar que haya una respuesta que sea universal. Eso
es imposible.
Pregunta: Florencia
pregunta si en las conmociones que vienen…
Pero
yo nunca he hablado de conmociones, yo he hablado de elevación. La conmoción
significa algo que conmociona, algo que no hace bien, yo solo he hablado de
elevación.
Pregunta: ¿Qué ocurre
entonces con los humanos descendientes de un padre y de una madre
biológicos?
Los
niños, en vuestro mundo, son descendientes de un padre y de una madre
biológicos. Ese no es siempre el caso. Las reglas que ustedes conocen en este
mundo no son aplicables en todos los mundos. Existen múltiples vías para la
creación. Eso puede ir de la generación espontánea, pasando por la
partenogénesis, pasando por la auto-creación y múltiples otras vías son
posibles. Entonces no me corresponde decirles lo que se volverán los niños
porque los niños existirán siempre.
Pregunta: ¿Se tiene a
veces la impresión de que la Luz à du mal à venir hacia nosotros?
Querido
hijo, es una Luz que viene del interior. Ustedes son la Luz del mundo. Cada
alma en encarnación es la Luz del mundo. Cada alma es una parcela de la Luz
eterna. Cada alma es la totalidad de la eternidad, y, al mismo tiempo, una
parcela de esta eternidad. Entonces, la Luz es del interior. El proceso de
elevación que sobreviene es un proceso que va a ponerlos frente a vuestra
propia Luz. Y o vuestro grado de depuración, de desapego, de maestría, de
abandono también va a permitirles aceptar vuestra Luz y, en otros casos,
rechazarla puesto que ella no corresponde a la realidad de lo que ustedes han
edificado en esta encarnación. No hay nunca, o nunca jamás, Luz exterior a
ustedes. Toda Luz que identifican al exterior está presente también al
interior. En resumen no podrían reconocer el Cristo si ustedes mismos no son el
Cristo. No pueden reconocer la Luz de un Santo si no tienen ese Santo al
interior de ustedes. Lo que significa, querido hijo, que no hay en absoluto Luz
exterior, que todo lo que existe al exterior es la proyección de vuestro deseo,
de vuestra libertad inalienable de haber creado, al exterior de ustedes, ese
mundo. Pero ustedes son ese mundo, ustedes son la causa y la consecuencia de ese
mundo. Ese mundo, en ciertas tradiciones, es una ilusión. Es una ilusión porque
es un sueño que ustedes han manifestado y que conviene, un día que ha llegado,
para los que lo desean, olvidar, enriquecidos de la experiencia del sueño pero
olvidar con el fin de no dejarse perturbar más que lo necesario. En ese sentido
no hay Luz exterior. Si algo da la impresión de llegar del exterior es que ya
está presente en sí. Puesto que cómo podría reconocerse lo que no existe ya en
sí. Entonces algunos elementos, en esta elevación, serán efectivamente
conmovedores en el sentido que van a reconectarlos a algo que han olvidado
desde muy mucho tiempo como, por ejemplo, que ustedes no estaban solos en el
universo, como por ejemplo que los muertos no están muertos. Todo eso ustedes
lo han olvidado para hundirse cada vez más en el sueño de la ilusión. Todo eso
ustedes lo han enterrado a través de los miedos, a través de los roles, a
través de los condicionamientos pero sin embargo eso ha estado siempre allí.
He
aquí, queridos hijos, lo que tenía para liberarles esta noche pero no olviden
que la Luz es todo lo que hace el mundo, los mundos. Sin Luz no podría haber
comprensión y vivencia de la Luz. Así vuestro sacrificio de encarnación para
algunos de ustedes, muy ancianos, ha permitido a la Luz agrandarse en el
conjunto de los universos. Entonces, antes de dejarlos, quisiera aportarles la
bendición de madre y sobre todo esta Luz que deben elegir, que deben hacer
vuestra, puesto que es vuestra herencia y es a la vez lo que ustedes son y que
a veces olvidan. Sean bendecidos, queridos hijos.
***
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MARÍA
23
abril 2007
Yo
soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, bienvenida a ustedes en este
espacio, queridos hijos. He venido en este período tan importante con el fin de
exhortarlos a conservar, más allá de las apariencias, la fe la más importante
que sea, la fe la más total en vuestra Divinidad, en vuestra unidad y en
vuestra esperanza. Bien amados hijos de la Luz, el período que viene hacia
ustedes es un período de revelación extremadamente intenso, un período donde la
Luz va a venir a infundir, en vuestras almas y en vuestros corazones, un
despertar de conciencia como nunca lo han vivido a título colectivo sobre esta
Tierra. Les corresponderá, en los días que vienen y las semanas que vienen,
quedar centrados, quedar alineados, quedar despiertos, con el fin de recibir en
vuestros corazones la totalidad de la efusión del Espíritu que viene hacia
ustedes, con el fin de alinear en ustedes vuestra Divinidad, con el fin de
despertar en ustedes vuestra Multidimensionalidad. Amaría sobre todo
transmitirles mi bendición y sobre todo permitirles mantener vuestra fe a nivel
el más importante. No se dejen desestabilizar por los ruidos exteriores, lo
importante es vuestra certeza interior de Divinidad, vuestra certeza interior
de unidad, vuestra certeza interior de Multidimensionalidad.
Queridos
hijos, les he pedido insistentemente, mi corazón de madre les pide
insistentemente, quedar centrados, no tener en cuenta de los ruidos exteriores
y de los acontecimientos exteriores. Solo cuenta vuestra certeza de vuestra
Divinidad, solo cuenta, en este período bendito que viene hacia ustedes, una
vez más en muy poco tiempo, retener en ustedes la totalidad de las energías del
despertar, la totalidad de las energías del amor, la totalidad de las energías
de transformación, con el fin de que vuestro templo interior esté listo, con el
fin de que vuestra unidad sea realizada, con el fin de que vuestra
trascendencia esté asegurada. Poco importan los ruidos exteriores, cualesquiera
sean, solo permanecerá vuestra fe, solo permanecerá vuestro amor, solo
permanecerá lo que ustedes son realmente. Se les pide insistentemente, mi
corazón les pide, el conjunto de seres que acompañan vuestro camino se lo
piden, quedar con la mirada y una vigilancia dirigidas hacia vuestro ser
interior, hacia vuestra dimensión espiritual que, solo, está en condiciones de
vuestra trascendencia, que solo, está en condiciones de ayudarlos más allá de
las apariencias a mantener el rumbo del amor, a mantener el rumbo de vuestra
Divinidad y de la esperanza.
Mi
presencia, queridos hijos, en este instante y en diversos lugares, está
destinada únicamente a eso: a atraer vuestra conciencia sobre el hecho de que
vuestro amor, el amor que ustedes son, la trascendencia que ustedes son es la
única salida, la única esperanza de vuestro devenir. No corresponde más dirigir
vuestras miradas sobre lo que sucede al exterior. Lo importante es lo que
sucede en vuestros corazones, lo importante es que ustedes estén en condiciones
de recoger, de recibir la totalidad de la efusión de Luz que viene hacia
ustedes. No olviden nunca que, cualesquiera sean las dudas que podrían asaltar
vuestra Divinidad, todos los seres que los acompañan, incluso los que ustedes
no ven, que no perciben, que no sienten por el instante, estarán más que nunca
ahí, los rodearán, los amarán, asistiéndolos en ese proceso de elevación tan
importante, en ese proceso de transformación que debe asegurar la perennidad de
vuestras elecciones, que debe asegurar la perennidad de vuestra Divinidad.
Más
allá de las circunstancias mismas de vuestras elecciones, les corresponden, en
lo sucesivo, más que nunca, estar confiados. Entonces, queridos hijos, voy a
decirles, tengan confianza, dejen irradiar de ustedes la Divinidad, la Unidad,
la Luz que son puesto que nadie puede robarles lo que ustedes son, puesto que
ningún acontecimiento exterior puede venir a empañar el amor que son. No es más
tiempo ahora de buscar en otro lugar más que al interior de sí una solución a
los problemas de esta vida en esta dimensión. Se les pide dirigirse hacia vuestra
interioridad, hacia vuestra Divinidad, abandonar todo lo que no es esta
Divinidad con el fin de recoger y de recibir la totalidad de la efusión del
Espíritu Santo, si tal es la palabra que ustedes quieren dar a esta Luz
espiritual que viene hacia ustedes. Les corresponderá recoger los frutos de
vuestra fe, de vuestra esperanza y de vuestro amor durante este período, con el
fin de hacer engrandecer en ustedes la llama de vuestra eternidad, la llama de
vuestra Divinidad y de afirmar vuestra solidez interior con el fin de dejar
transparentarse lo que ustedes son, con el fin de poder abordar las etapas que
vienen hacia ustedes con un máximo de serenidad, con un máximo de solidez y,
desde luego, un máximo de amor.
Queridos
hijos, yo les ordeno ir hacia vuestra curación, la curación no es una palabra
vana, la enfermedad forma parte de vuestra encarnación, ahora bien, las nuevas
encarnaciones que les son propuestas, los nuevos modos de Multidimensionalidad
no pueden dejar el lugar a la sombra, no pueden dejar lugar a las enfermedades,
cualesquiera sean. Así, yo estoy de todo corazón con ustedes en este período,
estén seguros. Les corresponde abrir vuestro corazón, abrir vuestra oído, abrir
vuestro discernimiento interior a mi presencia con el fin de recibir en ustedes
el poder de la energía de la madre. Vendré, durante este período, a preparar
vuestros corazones, a preparar vuestra unidad, a preparar vuestra recepción a
la Luz de mi hijo. He aquí, queridas almas, lo que quería decirles.
Les
corresponde quedar serenos, quedar amantes y, desde luego, la paz y la
serenidad no se encuentran más que en ustedes, en vuestro ser apaisé apacible, en vuestro ser
realizado, en vuestro ser que asume la Divinidad que ustedes son. Entonces,
queridos hijos, sean bendecidos y quedaré esta noche, con ustedes, durante los
procesos de reajustes que les permitirán avanzar hacia más de Luz, hacia menos
síntomas inherentes a esta encarnación, a esas encarnaciones que las han
esclavizado al mundo de la materia. Mundo de la materia que debe, él también
seguir su transformación hacia la Luz, hacia su aligeramiento, hacia su
elevación y su trascendencia y que ustedes deben acompañar, queridos hijos.
Yo
no vengo a anunciar, por esto, un fin cualquiera pero sí un despertar a la Luz,
pero sí una transformación que va a abrir vuestros ojos, que va a permitirles
al fin de este período del mes de María, como ha sido llamado, ver claro,
discernir, en toda humildad, en todo amor y en toda unidad, la realidad de
quienes son ustedes, la realidad de quienes los rodean, la realidad del mundo
que ustedes crean. Sean benditos, queridos hijos. Yo no puedo permitirme
asistirlos a través del camino personal que es el vuestro, no vengo más que
para ayudarlos a elevar vuestros pensamientos hacia la Luz. Así quedaré entre
ustedes esta noche con el fin de completar la bendición que les aporto a través
de este trabajo tan poderoso de curación que es elevación del alma, elevación
del cuerpo, elevación del espíritu, reunificación del cuerpo, del alma y del
espíritu en la Divinidad, en la Luz de la unidad que ustedes son de toda
eternidad.
Paz
a ustedes, queridos hijos, paz a ustedes, queridas almas, sean bendecidos, sean
amados, ámense como yo los amo. Paz a ustedes, yo les digo hasta pronto.
Todos los mensajes de Bodas Celestiales de: Agosto, a Noviembre de 2012-
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