gracias Alicia Botero!
INVITACIÓN A LA HOGUERA DEL AMOR
http://gracedelamour.blogspot.com/ Severine AuthierSource.
Teresa y Juana de Orleans- 28 mayo 2013
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Un río de plata y de
amor se derrama sobre vosotros, niños del Amor. Soy Teresa, queridos
niños de la Alegría y Dicha estrellada. Estoy aquí cerca de mi hermana
tan amada, Juana, que viene a dirigiros unas palabras. Aprovecharé
también para bendeciros y ofreceros todo mi amor. Estoy feliz de
vuestros pasos, de vuestra apertura. Continuad pequeñas estrellas,
pequeños rubís des estrellas y de cristal porque nosotros os amamos y
estamos infinitamente presentes a vuestro alrededor y en estos tiempos
de Paz, en estos tiempos gloriosos. Os amo y en este momento os dejo en
compañía de mi querida hermana que es tan feliz de venir hoy a vosotros.
Para siempre queridos niños de amor, os abrazo y estrecho fuerte contra mi corazón estrellado.
Queridos amigos, queridos hermanos y hermanas de la Tierra, estoy feliz de venir a vuestro encuentro.
Soy vuestra hermana
Juana de Orleans, más conocida bajo el nombre de Juana de Arco. Sí,
estoy feliz de este encuentro, de compartir este amor con vosotros,
hermanos, amigos, vosotros que sois lo que yo soy, lo que somos
nosotros. Qué alegría al dirigirme a vosotros y envolveros en mi Gracia,
la Gracia Marial que también forma parte de mi corazón, de vuestro
corazón de niño.
Niños de las estrellas, vengo a agradeceros, a
dirigiros mis bendiciones pero también a daros todo el Fervor, ese
fervor que era mío en los tiempos en que estuve en este mundo. Porque,
como el gran número de hermanas y hermanos que han recorrido este mundo,
yo he llevado el Cristo, he llevado este Amor ardiente en el calor de
mi corazón. Yo era también una esposa Amante de la ardiente llama
eterna, Christos o Ki-ris-ti, poco importa el nombre porque se trata de
la misma Presencia. Vengo a ofreceros esta fuerza que me habitaba en
aquél tiempo, en aquella época en que amaba al Señor y en que me ofrecía
a Él en mis plegarias y en mis batallas. Soy como una madre que vela
sobre vosotros, como una hermana que brilla a vuestro lado y soy una
entre vosotros, estoy en vosotros y en eso que sois.
Qué alegría
vivir esta liberación a través de vosotros, en vosotros, porque como
sabéis, todo lo que vivís lo vivimos nosotros con vosotros. No estáis
nunca solos, solo es un punto de vista. Y si vengo hoy, es para
aportaros esta voz angélica, un poco como oía esas voces durante mi vida
en este mundo y deciros que podéis llamarme también. Entonces os daré
mi Amor y esa fuerza, ese fervor que es el de los niños de la ley del
Uno, el de los niños de Christos, del Sol.
Nosotros somos el
Fuego, nosotros somos no solamente la esposa sino también el Ardiente,
el Esposo supremo. Y ved, cada uno de vosotros es mi esposo, mi esposa y
estoy feliz y honrada de venir a ofrecerme a vosotros en este fin de
los tiempos para vivir esa fusión, ese Matrimonio, tal como Ese que viví
en la época de mi encarnación en este mundo.
Sí, he sido una
llama ardiente en este mundo como tantos otros y vengo a agradeceros por
ser a vuestro turno esa llama, esta Luz Crística que sois en Verdad y
en Eternidad. Entonces, sí es verdad que mi cuerpo ha ardido, yo no he
sido quemada por el fuego tal como lo concebís vosotros, sino por la
Llama Ardiente del Amor. Mientras la hoguera consumía el cuerpo que me
sostenía en este mundo, solo me ha consumido la Llama Ardiente. El Fuego
ardiente ha consumido todo lo que no era Su Naturaleza y es así, como
he vuelto al Eterno. Los Ángeles y los Arcángeles me han acogido,
cortejada de amor y de cristal, revestidos de toda la Luz que es la
Fuente y con sus instrumentos de cristal, me han guiado hasta mi Señor y
Rey.
Os describo esto porque me gustaría hablaros de la muerte.
No de la muerte en el sentido que lo entendéis sino de la muerte
crística. Esto quiere decir, entregarse, darse enteramente al Cristo que
sois. Y esto, mis hermanas Estrellas lo han mencionado ya con
anterioridad. Ha llegado el momento de entregarse enteramente, de rendir
las armas, de abandonarse totalmente para daros a lo que sois, entregar
al Cristo nuestro Señor lo que Le pertenece. No por una muerte de la
carne sino por la muerte de vuestros cuerpos efímeros, de vuestra mente,
de todo lo que constituye lo efímero y la mentira. Solo la Verdad y la
Eternidad deben persistir. Y estáis a punto de vivir ese momento mismo.
Cuando
los momentos de problemas puedan llegar a perturbaros, permaneced
firmemente en este fervor, quedad situados en este Corazón de Amor y de
Fuego. Solo lo que sois, la Fuente que sois es la Verdad, entonces no os
dejéis perturbar por otra cosa que Esto, que lo que sois. Nada es más
es importante.
En la época que viví en este mundo, ciertamente
era más difícil que hoy, realizar esto. Sin embargo conseguí y muchos de
entre mis hermanos y hermanas en este mundo, han logrado igualmente
encontrar su Fuente, nuestra Fuente de Amor ¿Por qué no vosotros? Y
podéis, estáis aquí en el final de la gran mentira y es una alegría muy
grande contemplar esto. Nuestra Madre María, en su nave de Amor y de
cristal contempla vuestro Vuelo, vuestro Abandono y todos juntos,
unidos, aplaudimos esto.
Nosotros estamos preparados para
intervenir cuando llegue el momento más adecuado. De aquí a entonces,
estad firmemente establecidos en lo que sois, anclados en la Paz de lo
que sois, sed ese Pilar resplandeciente entre el Cielo y la Tierra. Sed
humildes, serenos y silenciosos. Estad más que nunca en Paz con los
otros pero también con vosotros mismos. No hay más tiempo para cualquier
conflicto. El Reino del Amor está aquí, se establece, así que dejadle
tomar todo el sitio. Cierto, lo que queda del ego y de la personalidad
podrán ponerse patas arriba y es muy natural pero no permanezcáis fijos
en esto porque la Gracia efectúa su Obra con perfección. Dejad eso, no
os aferréis a los detalles que hoy no os conciernen ya. Sino permaneced
firmemente establecidos en ese fervor íntimo por el Cristo, sed ese
Fuego, sed esa brasa universal y eterna para vosotros mismos y para los
otros, porque somos efectivamente, parte integrante de ese fuego de
Amor, no somos nada más que esto. Es el momento de dejaros absorber
totalmente por ese Fuego que no os quemará sino que consumirá todo lo
que no es el Amor, que no es del Reino del Señor. Es eso, lo que sois en
Verdad…
Vengo hoy a aportaros este Fuego… venid, tomad mi mano y
juntos, penetremos esa Hoguera de Amor y seamos Uno de nuevo, inundados
de tal ebriedad que no puede sino olvidarse…olvidarse totalmente…Es
esto a lo que os invito, es a esto a lo que vengo, a invitaros, vosotros
mis amantes eternos, mis esposas de terciopelos. Sí, os amo… yo soy
vosotros.
Yo soy Cristo en vuestro Corazón, en vuestra Eternidad…
dejaos mecer, dejaos llevar en esta danza amorosa tan deliciosa que no
es nada más que lo que sois vosotros ¡nada más! ¿Cómo podríais resistir
esto? ¿Cómo podéis resistiros al Amor que sois?
Soy Juana y vengo
a vestiros de ese Brasero de Amor… juntos, seamos ese Fuego, seamos UNO
eternamente. El Crusto nuestro Señor espera vuestra buena voluntad,
espera que vengáis a acurrucaros en Sus Brazos de Amor… está ahí, viene a
convidaros al Amor, a esta danza eterna embriagadora. Os invita a su
carro de mil estrellas de dulzura y ebriedad…
El Fuego viene a
consumir este mundo, por Su Amor, ofreciendo a Sus niños la Libertad más
auténtica, la Alegría más profunda, la Paz más eterna.
Os amo y os regalo mil caricias… estáis en mi corazón y soy lo que vosotros sois.
Sed bañados de esta fuerza de Amor, sed inundados de la Gracia de Madre…
Mil
ternuras, mil caricias llenas del Ardor de nuestra Madre, de Christos
que somos cada uno, cada una, en este mundo como en cada cosa, en cada
mundo.
Estoy aquí, soy vosotros y os amo ¡Hasta muy pronto en este Fuego de Amor!
Este mensaje recibido no ha sido “canalizado vocalmente” y solo existe en forma de texto.
Traducción: Susana Millán.