18/19 de Mayo – 11/12 de Junio 2015:
Mercurio Retrógrado
en Géminis en Oposición
15 de Mayo 2015
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
Un
Universo Nacido de Su Propia Intención
Por
Sarah
Varcas
Mercurio se estaciona retrógrado a la 1:44 AM el 19 de
mayo (horario del meridiano de Greenwich) y se mantiene en su propio signo,
Géminis a lo largo de su movimiento retrógrado. Hablando prácticamente, este es
un Mercurio inquisitivo, que busca información y respuestas, revisando los
eventos de los tres meses pasados, preguntando sobre las relaciones y
conexiones con los demás y generalmente tomando nota y barajando asuntos
inconclusos. Este despeja el panorama de asuntos pendientes, permitiendo un desarrollo
positivo en los meses por venir. Por supuesto, eso significa también ¡que los
malentendidos actuales deberán ser abordados en las semanas venideras nos guste
o no! Puede parecer un fastidio, frustrando nuestro deseo de avance, pero si
nos comprometemos a navegar a través del caos para alinear de nuevo las cosas,
recuperaremos ahora lo que se sintió como tiempo perdido en su momento. Sin
embargo si tratamos de forcejear, ignorando las señales cada vez más obvias de
que algo en algún lugar se está saliendo de su cauce, podemos estar
absolutamente seguros de que una vez Mercurio vaya directo de nuevo ¡hubiésemos
querido escuchar mejor sus alertas y hecho lo necesario en ese entonces!
El estacionamiento retrógrado de Mercurio ocurre en oposición al
Gran Cautivador The Great
Attractor. Este punto anómalo en el espacio es lo máximo en
seducción, arrastrándonos hacia y más allá del mismo ¡lo queramos o no! El Gran
Cautivador nos recuerda que en un mundo de infinitas posibilidades todas las
cosas deben tanto repelerse como atraerse entre sí en algún punto en su ciclo
de desarrollo. Al igual que ustedes pueden repeler comidas que después
disfrutarán como adultos, y que el ‘amor de nuestra vida’ pueda
convertirse en nuestro más ardiente enemigo cuando cambia la marea de la
pasión, la existencia de la polaridad es inherente a la propia naturaleza de
ser. Debemos conocer los extremos para encontrar el equilibrio que favorece la
totalidad, evaluar posibilidades que antes parecían demasiado exageradas para
ser ciertas, descartar lo que una vez nos parecía maravilloso y estar
preparados para liberar hasta las propias facetas de nuestra naturaleza que
antes nos hacían ser quienes somos. El Gran Cautivador es nuestro portal al
futuro, nacido de las contradicciones más profundas las cuales pueden
paralizarnos en el presente.
No podemos resistirnos al Gran Cautivador (de ahí su
nombre) pero podemos rendirnos a su intensidad de los extremos, permitiendo que
sus contradicciones y paradojas profundas penetren en nuestras propias células
hasta que las reconozcamos como la propia tensión que anima la vida en sí
misma. En sus profundidades más oscuras encontramos al destino, aquellas cosas
que simplemente no podemos cambiar, una cierta cualidad de ser a la que no
podemos escapar. La oposición de Mercurio en este punto al volverse retrógrado
plantea la cuestión “¿Qué hacemos cuando no podemos cambiar algo?”
“¿Qué significa vivir una vida configurada por poderes más allá de
nuestra consideración?” Aunque la práctica de la astrología revela el
papel profundamente creativo que tenemos en el tejido de la trama de nuestra
vida, El Gran Cautivador nos recuerda que todavía no somos más que el más
pequeño pellizco sobre la superficie de un planeta relativamente pequeño en uno
de cientos de sistemas solares ¡que giran a través del espacio infinito! A
veces nos recuerda que la vida justo hace lo que hace, se despliega como debe
¡y simplemente tenemos que enfrentarlo!
Todo esto puede sonar algo negativo y resignado: no es lo
que queremos escuchar. Lo cual es precisamente el punto. El propio hecho de que
no queramos escuchar, es la razón por la cual Mercurio está gritándolo alto y
claro ahora: todavía hay tanto que simplemente no conocemos. Conocimiento
infinito que no está a nuestro alcance. No somos los arquitectos de este
asombroso universo sino una pequeña parte del mismo. Por mucho que queramos el
control, los cielos nos recuerdan ahora que algunas cosas están simplemente más
allá de nuestra autoridad y que la pérdida de tiempo y de energía para tratar
de influir en ellas puede haber provocado que hayamos perdido la perspectiva en
meses recientes.
Ahora es hora de que enfrentemos lo que es en lugar de lo
que pensamos que debía ser, especialmente cuando se trata de las relaciones.
En las semanas venideras Mercurio resalta lo que simplemente no podemos
controlar: respuestas recibidas de los demás; decisiones tomadas por aquellos
que queremos y que ponen nuestro mundo de cabeza; malentendidos que parecen
surgir de la nada simplemente porque ustedes y yo somos personas diferentes;
dinámicas que se sienten inmediatamente al encontrarse con alguien y que
parecen no tener explicación ‘racional’: ‘tú me provocas
escalofríos’, ‘tú me gustas’, ‘quiero conocerte
mejor’, ‘espero que nuestros caminos no se crucen nunca más’.
Todo apunta a la consecuencia inevitable de la vida que hace lo que ella hace:
la interconexión de nuestra energía con la del otro, creando desenlaces fuera
de nuestro control. Independientemente de cuánto empeñemos pongamos en obtener
los resultados que queremos – enredándonos en esquivar y negar durante ese
proceso – no hay garantías. Ahora la vida nos llama a vivir
verdaderamente en el presente, no con astucia para crear un futuro imaginado.
Digan la verdad. Díganla tal como es y hagan de eso su propósito,
independientemente del resultado.
Contrario a la creencia popular respecto al poder y a la
impotencia, el reconocimiento de los límites de nuestra propia influencia es
profundamente liberador. Al hacerlo podemos simplemente dejar de configurar lo
que se niega a ser moldeado por algo que no sea su propia naturaleza. Hay una
paz profunda y nutricia en el corazón del Gran Cautivador cuando permitimos que
este simplemente nos guíe y lo haga a su manera. Porque su manera es nuestra
manera eventualmente. A través de nuestra propia aceptación de lo que no
podemos cambiar, nos convertimos en un reflejo viviente y activo del espíritu
creador, sin resistirse a su expresión sino aceptándolo como una fuerza de
inteligencia superior a la del ‘pequeño yo’ que siempre piensa que
sabe más. Una vez alineados con el destino como un participante activo, no hay
nada que no podamos ser o hacer, porque todo lo que se pide de nosotros es que
seamos quienes y lo que ya somos.
Este período actual de Mercurio retrógrado revelará mucho
respecto a lo que podemos cambiar y lo que es simplemente la naturaleza
fundamental de la vida, de nosotros mismos y de los demás. Al finalizar
sabremos lo que está y lo que no está en debate. Podemos resistirnos a esta
revelación, pero la resistencia no significa que tengamos la razón ¡ni que el universo
necesite reformarse para salir adelante con el programa! Significa que somos
demasiado pequeños en nuestro enfoque, demasiado confiados en nuestro poder, en
un cosmos que se despliega constantemente, revelando nichos cada vez más
profundos del espacio infinito. Todavía HAY TANTO que debemos aprender. Somos
meramente ‘recién nacidos’ en la infinidad de la creación.
Solamente al celebrar ese hecho podremos abrirnos lo suficiente para recibir
revelaciones más profundas de la verdad cuando llegue el momento. La
floreciente Era de Acuario no es el destino, la culminación de eones de
desarrollo, es meramente una estación de paso en una jornada sin fin de ser,
una revelación de una nueva forma de vivir y amar, un nuevo modo de existencia.
En términos cósmicos es todavía un peldaño inferior de una escalera muy larga
que se extiende hacia el espacio infinito del cual no sabemos prácticamente
nada. Estar vivos en el cambio de eras puede llevarnos a creer que hemos
llegado. De hecho todavía estamos en los comienzos, preparándonos para la
arrancada en una carrera muy larga.
El Gran Cautivador lo polariza todo, incluyéndonos a nosotros.
Ofrece lo objetivo y lo subjetivo y nos insta a elegir la perspectiva de
nuestra preferencia. De cualquier forma lo opuesto también es cierto. Detrás de
toda esta polaridad yace el futuro, nacido de la tensión creativa de opuestos y
similitudes entretejidos a lo largo de nuestras vidas. A medida que Mercurio
viaja retrógrado en las próximas semanas tenemos una oportunidad de ver esas
polaridades, de encontrar la paradoja y la contradicción, perspectivas
diferentes en el mismo espacio de una relación y honrarlas por lo que son: las
semillas fértiles del futuro, no como problemas a resolver enfocados bajo el
color borroso de una vista unidimensional.
Si hemos escondido la discordia debajo de la alfombra,
dicho ‘sí’ cuando sentíamos que ‘no’, comprometiéndonos
cuando nuestro espíritu anhelaba la libertad, ahora es el momento de hacer lo
opuesto y de revelar la verdad. Pero al hacerlo debemos aceptar que las
elecciones que hacemos pueden tener consecuencias que no podemos controlar.
Cada decisión conlleva su propio poder, desatado cuando la tomamos, arrojada a
vivir su propia vida. Es así cómo hacer lo ’correcto’ puede a veces
lograr lo contrario mientras que hacer lo ‘incorrecto’ puede
llevarnos exactamente a donde necesitamos estar. El poder de elegir es
nuestro, entonces comienza la montaña rusa, alimentada no solamente por nuestro
propio deseo, sino también por el del universo; la fuerza de ser que impulsa
nuestras vidas a lo largo del tiempo y del espacio en formas que todavía no
entendemos.
El futuro nace a partir de cada momento. Somos sus
creadores y sus subordinados, lanzados aquí y allá por influencias más allá de
nuestro control. Tal es la paradoja en el corazón de la condición humana:
tenemos un enorme poder creativo pero podemos carecer de la influencia sobre
nuestra creación. Este es el Gran Cautivador en función, ofreciendo la libertad
de la auto determinación sin garantías. Al Mercurio retrogradar a lo largo de
Géminis, el poder combinado de ambos nos invita a reclamar nuestro potencial
creativo, ejercitarlo con integridad y al hacerlo saber que aquello que será,
será. El objetivo más preciado es simplemente el honrar quienes somos en el
momento y compartirnos honestamente con la vida. El momento presente es todo lo
que tenemos y vivirlo bien es lo mejor que podemos hacer. El futuro no es
nuestro para configurarlo sino para abrazarlo tal como surge, seguros en el
conocimiento de que descansamos en los brazos de la propia vida, acunados en un
universo infinito nacido de su propia intención.
Sarah Varcas
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