Informe de la Energía Astrológica de Enero del 2016
Sarah Varcas, 29/12/2015
Es probable que el año 2016 comience de una forma lenta. Es
posible, incluso, que seamos tentados a descartar Enero antes mismo de darle
una oportunidad. No lo hagan! Admito que este no es el comienzo más optimista e
inspirador para un año nuevo, pero el impulso de enderezar nuestras vidas,
resolver nuestros negocios inconclusos y cuestiones pendientes, en este mes, va
a ser muy beneficioso para nosotros, en Febrero, cuando comience la temporada
de eclipses (anunciamos dos en Marzo) y las cosas empiecen a retomar su ritmo.
Este es realmente, un mes para poner manos a la obra, ya sea
organizando nuestros armarios, pagando cuentas atrasadas, poniendo la
correspondencia al día, o decidiendo finalmente que aspectos de nuestra vida,
vamos resolver definitivamente este año. No descuiden el poder de estas
actividades aparentemente insignificantes. Este mes ellas constituyen el
fertilizante para el crecimiento a su debido tiempo.
En
suma; el mensaje principal de Enero es precisamente este: no
dividan la vida en espiritual y material, especial o común. Todo es
especial y
todo es mundano. Todo lo que hacemos tiene poder. Cada palabra, acción,
pensamiento, sentimiento e intención tiene importancia en este
Universo. Si creemos que el mundo de lo cotidiano - traslados diarios,
compras, limpieza,
trabajo para ganar lo suficiente para sobrevivir – es menos digno que
cuando
estamos “siendo espirituales”, estamos negando la presencia de lo
sagrado en el
centro de nuestra vida. El resultado de eso es la sensación de que para
“ser espirituales”, precisamos ir
a algún lugar especial, comportarnos de una manera distinta, tener una
determinada apariencia o vivir un estilo
diferente de vida. De este modo los adornos de una máscara espiritual se
transforman en el factor decisivo de nuestro valor y del valor de los
demás.
Los juicios se hacen en base a valores superficiales y no en la cualidad
del
ser y la búsqueda espiritual nos transforma en algo que nos hace
especiales y
por lo tanto en una herramienta del ego, no del espíritu. Este es un
fenómeno frecuente
en los días de hoy, en que el “mercado espiritual” está lleno de
materialismo
santo, vacío de lo único que nadie puede comprar: La Presencia. La
Presencia,
clara y pura, no adulterada y vibrante, la conexión fundamental con la
Fuente,
disponible para todos en todos los lugares.
2016 es un año para derrumbar falsedades y máscaras, con el fin
de revelar lo que se encuentra por detrás de ellas. Nada va escapar a esta
penetración de la realidad, que expone la verdad que está en el amago de cada
persona. Aquellos que alegan realización espiritual tendrán que responder por
sus afirmaciones. Aquellos que presentan una determinada apariencia, serán
desafiados a hacer de esa apariencia su realidad por toda la vida, o desecharla
para revelar lo que está escondido. Habrá momentos de exposición dolorosa,
decepciones puestas en relieve, mentiras descubiertas y vanidades abaladas;
pero a través de todo esto corre el hilo dorado y puro de la verdad que ilumina
todo cuanto es auténticamente real. No podemos permitirnos más dividir el mundo
en pedazos, con algunas partes más valiosas que otras. Debemos vivir todo,
acoger todo e ser todo – ser nosotros mismos, viviendo plenamente y en toda
nuestra gloria, no moldeados e formateados según una presentación favorable al
mundo.
Del mismo modos, si creemos que el despertar vuelve la vida más
fácil, este año puede hacernos repensarlo bien. Despertar no significa
conseguir que la vida se desarrolle de acuerdo con nuestros deseos, pero si
entrar en sintonía con la vida de una forma tal que nosotros y ella seamos una
sola, fluyendo juntos por toda la eternidad. Esto no es fácil para nosotros,
los seres humanos, siempre concentrados en controlar los acontecimientos,
realizar nuestros deseos y buscar
aprobación para lo que somos y quien somos. Humildad es muy importante,
así como la disposición para creer que no sabemos nada y no conocemos a nadie,
de modo a permitir que la vida nos sorprenda siempre. Ella lo hará si la
dejamos. No siempre de la forma en que podamos apreciar, pero siempre de modo
que nos despierte cada vez más para las corrientes más profundas de lo que
llegaremos a ser, que fluyen a través y alrededor de nuestro ser.
La entrada de Marte en Escorpión el día 3 de Enero prepara el
terreno para dos meses de actividad poderosa que llega a las raíces resistentes
que precisan ser cortadas. Habitualmente nosotros facilitamos los cambios
superficiales que parecen buenos, pero no conseguimos penetrar en los aspectos
más profundos, más ocultos de nuestra psique donde peleamos contra el verdadero
cambio. Marte en Escorpión se resiste al cambio y lo obliga al mismo tiempo,
sabiendo que en su misma resistencia se
encuentra la energía necesaria para superar los obstáculos y los viejos
estándares que mantienen nuestra energía aprisionada y nuestra perspectiva
limitada.
En este período es posible que nos encontremos desesperados por
cambiar y al mismo tiempo, temerosos de ello, creando una ambivalencia de
energía reprimida que puede perturbar nuestra experiencia cotidiana, hasta que
podamos entender lo que está sucediendo realmente. El renacimiento que se
encuentra en el corazón de Escorpión, no es alcanzado con un pequeño acto de
fe, pero si con una enorme demostración de nuestra persistencia y determinación
para quemar las cosas que nos atan. Marte siente placer en alimentar esa
hoguera y revolver las llamas, aun cuando simplemente preferimos desistir y
parar de señalar esas verdades que nos esforzamos tanto por enterrar.
Pero la verdad va a surgir este mes, principalmente con Mercurio
transitando retrógrado entre los días 5 y 25, la mayor parte del tiempo en
Capricornio, pero con algunos días en Acuario. Este Mercurio retrógrado en particular,
es especialmente poderoso y lleno de
sorpresas. Si queremos, deliberada o inadvertidamente, engañar a alguien o
incluso a nosotros mismos, esta combinación saboteará nuestros esfuerzos.
Mercurio retrógrado en Capricornio, expone la realidad desnuda, nos guste o no,
pero al hacerlo revela la libertad que acompaña el hecho de simplemente
expresar las cosas como ellas son y estar preparados para vivir las
consecuencias.
Esta es una buena práctica para el resto del año, cuando las
verdades podrán ser duras, pero al mismo tiempo, profundamente necesarias para
el reajuste de nuestros relacionamientos con los otros, con el mundo en general
y con nuestra bella casa planetaria. Si esperamos a recibir las verdades
envueltas en papel de regalo y lazo brillantes, lo más probable es que nos
decepcionemos este año. Si en cambio, esperamos que ellas sean, simplemente
declaradas por nosotros, claras como el día e incontestables, entonces si
estamos listos para una jornada muy provechosa.
La Luna Nueva en Capricornio, el día 10 de Enero, en cuadratura
con Urano en Aries, nos recuerda que el fuego llameante de lo divino en nuestro
interior no es lo mismo que el calor irradiado por el ego que cree ser la
fuente de todo el poder. Está quedando cada vez más difícil lograr lo que sea
por pura voluntad apenas. Y los esfuerzos pueden ser totalmente inútiles si no
nos alineamos con la corriente mayor de la evolución consciente, que exige
devoción al proceso que está más allá de nuestra comprensión. Esta Luna Nueva
nos recuerda que el despertar no es nada de lo que pensamos que es. Si
conseguimos pensar, eso significa que ya estamos equivocados. Los conceptos no
son ni un poquito de lo que es estar despierto...ni estas palabras. Nosotros
apenas tenemos que estar vigilantes y ver lo que sucede, momento a momento,
despiertos para el pulsar de la creación que moldea nuestros días.
La sensación general de no estar consiguiendo entrar en nuestro
propio ritmo puede llevarnos a concentrarnos demasiado en lo que creemos que
debería estar sucediendo este mes, en vez de, en aquello que de hecho si está
ocurriendo. Un alineamiento envolviendo a Júpiter, Eris y el Sol, que se
extiende por los cielos entre el 11 y el 16 de Enero nos lleva a percibir como
nuestro relacionamiento con el mundo material refleja nuestra sabiduría
interior. No tiene sentido buscar la verdad si no estamos preparados para
vivirla. Y dejar la sabiduría marchitándose en un canto no solo limita nuestra
eficiencia, como también perjudica nuestro propio ser, debido a que colocamos
de lado el alimento divino que sustenta nuestra conciencia. No podemos
seleccionar de la verdad, apenas los aspectos que apreciamos. Debemos aceptar y
asimilar todo muy bien, permitiendo que ella nos nutra y funcione como
combustible para una percepción más profunda y una mayor libertad.
La Luna Llena en Leo, el día 25, nos da un empujón, si
necesitamos de algún incentivo. Es correcto estar comenzando a ver con una
nueva mirada lo que antes nos parecía obvio, haciéndonos cuestionar ahora quien
y lo que somos. Esta Luna nos recuerda que solo cuando probamos nuestros puntos
de vista y vivenciamos los caminos para nuestros sueños, es que podemos descubrir
si esos caminos son verdaderos o no. No podemos acceder a todos con
antecedencia y decidir antes de la partida, cuales son los caminos que merecen
nuestro esfuerzo y cuales nos desvían de nuestra meta. Tenemos que abrazar la
vida desde adentro, para descubrir todas esas cosas del exterior, reveladas en
nuestro encuentro con el momento presente e nacidas de decisiones pasadas y
realidades actuales. Esta Luna nos ofrece la confianza para dar el primer paso
en la senda, sin importar lo incierta que ella nos parezca, pues solo así
podremos descubrir el próximo paso y el siguiente, cada uno orientado desde el
interior y del exterior, según vayamos poniendo atención a las verdades que van
surgiendo en el camino.
Mercurio estaciona exactamente al día siguiente de la Luna
Nueva, anunciando un cambio gradual de ritmo y oportunidad para avanzar. En ese
momento, si hemos vivenciado bien ese Mercurio retrógrado, estaremos preparados
para comenzar a apresurar el paso y hacer progresos, tomando una posición y
comprometiéndonos con el plazo más largo, independientemente de cómo nos parezca. Sea que esperamos que este año
sea de cambios personales o de realizaciones públicas, de despertar espiritual
o de abundancia económica, o todo eso junto, la última semana de Enero nos
invita a comenzar, finalmente. Si no fuesen las tres primeras semanas que
pasamos juntando puntas sueltas y concluyendo negocios inconclusos,
posiblemente un nuevo comienzo seria improbable.
Mientras Enero se aproxima del fin, la energía se eleva y la
inspiración la acompaña, aunque sea de sabios el mantener nuestros pies firmes
en el piso. Para terminar el mes, una secuencia de pequeños alineamientos nos
recuerda que esa energía es información y que nuestra tarea es interpretar las
señales y seguir la pista. Si alguna cosa está funcionando mal, la energía está
bloqueada o muy difundida. Discernir la diferencia es una capacidad importante
a ser desarrollada este año, así que muy bien podemos comenzar ahora.
La primera pista se encuentra en nuestra actitud: estamos crujiendo
los dientes y forzando el progreso a cualquier precio o desistiendo muy pronto,
“confiando en que el universo” hará lo que, en verdad, es nuestro deber!
Encontrar el equilibrio entre entrega y esfuerzo, dedicación y flexibilidad,
será muy beneficioso ahora, mientras apreciamos más los nuances interiores que
moldean nuestra experiencia y así, crean el futuro desde el modo en que vivimos
nuestra cotidianidad.
Traducción en Español: Lúcia