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martes, 18 de febrero de 2014

MENSAJE DE MARIA DE NAZARETH HE PREPARADO UN BELLO JARDIN PARA NUESTROS REENCUENTROS Por María Ruso-13-11-2013

  HOY EL JARDIN  DE MADRE MARIA ES UNA REALIDAD,  UNA VERDAD REVELADA, este mensaje me fue dictado el año pasado, sin  conocer sus alcances, luego de varios meses, Madre,  le pide a Maria Cecilia Ngari,  que convoque a toda las Marias,  para ayudar a la humanidad y a Madre Gaia, para la gran  ascension  junto a ELLA.  se ha formado un  grupo, con  el nombre "Madre Maria y sus rosas de luz ,paz y amor ",  fue inspirado por MADRE a Maria Luz, y desconocia esto,  para sorpresa inmensa y maravillosa,  recuerdo ,  el mensaje que Madre me envio sobre el jardin  que ha preparado,  un  jardin  para nuestros reencuentros .  

No salgo de mi asombro, y recomiendo lean  cada palabra, y ven  desde el corazon  mas alla de ellas, nos indica la forma para entrar en  su bello jardin de rosas,  desde mi corazon  bendiciones,  Madre en  persona  nos esta guiando.

 

 

 

 

MENSAJE DE MARIA DE NAZARETH HE PREPARADO UN BELLO JARDIN PARA NUESTROS REENCUENTROS Por María Ruso-13-11-2013




MENSAJE DE MARIA DE NAZARETH
HE PREPARADO UN  BELLO JARDIN  PARA NUESTROS REENCUENTROS
Por María Ruso-13-11-2013
Amada, niña, amados hijos e hijas,  soy vuestra Madre, María de Nazareth, con  mucho amor os miro, niños de mi corazón, junto a esta llama del fuego sagrado del amor, que no se apaga que no extingue,  es eterna.
 Esta llama os mantendrá unidos a mi corazón, y cobijados en  el sublime amor que os une a la Fuente divina de toda creación. 
Y yo María , estoy en mi pequeña casa, de Nazareth, y miro la llama del fuego,  mientras nos abriga, a mi y mi pequeño Jesús, y también os veo a vosotros, las mismas almas,  que habéis estado conmigo, caminando los senderos de nazareth,  y habéis acariciado a mi pequeño niño, Quien  ama a Jesús, recibe mucha gratitud y bendiciones de mi parte y se que quien  lo ama,  me ama a mi también.
Tu mi niño,  mi niña,  eres otro Jesús,  y hablas con  su misma voz, y bendices,  y amas tanto,  como lo hace mi hijo, que superas con  alegría, todos los aspectos de la dualidad, que van  quedando en  vuestras mentes,  y desaparecen de vuestras existencias  en  la medida, que son  consumidas por la llama del Fuego Sagrado. 
Estamos en  mis tiempos,  estamos en  vuestros tiempos,  y cuando el amor une,  el tiempo ya no importa,  no existe, es el no tiempo.
 Estamos juntos,  mis niños,  cuanto he ansiado,  este momento,  y el final de este tiempo,  llega a su fin, el tiempo de gloria ya esta entre nosotros y vosotros.
Conformamos una sola consciencia universal, y frente a esta llama de amor que lo unifica todo, sois consciencias divinas,  consciencias de Cristo vivientes. 
Y vuelvo al ayer,  allí en  Nazareth,  frente a esa llama que nos abrigaba,  y en  el fuego,  estaba yo con  vosotros,  ya estabais vosotros en  los pensamientos de Dios,  y en  los pensamientos de Jesús.
Yo estaré,  con  vosotros,  hasta el final de los tiempos, y en  los sagrado de mi corazón  inmaculado, nos encontramos allí,  en  lo profundo,  en  ese rincón  sagrado de vuestros corazones. Pero os digo mis niños,  he preparado un  bello jardín,  para nuestros reencuentros.
Vosotros sabéis,  y os he mirado,  con  tantas flores,  que me habéis  entregado,  ¡con  flores a María!. 
Ahora soy yo,  vuestra Madre,  quien  ha creado un  jardín  muy florido,  tan  bello,  con  aromas tan  suaves,  y los colores mas brillantes,  transparentes,  que se mezclan  entre si en  una gama de tonos rosados,  lilas,  celestes,  y con  la exuberancia,  de nuestra naturaleza Madre Tierra. 
 
Os podéis elegir, el lugar, yo os llevare, de la mano,  y juntos entraremos en  mi jardín eterno. Os invito a visitar cada rincón, que será vuestro refugio de amor.
 Cada flor, es un  latido de vuestro corazón,  elegid, el color,  será una pequeña rosa,  será un  lirio,  una lavanda,  una amapola.  La variedad es infinita, podéis crear las más exóticas, esas son  vuestras respiraciones de aliento de vida,  suaves,  pausadas, que llenan  los laberintos con  hojas, arboles, arbustos, torrentosos ríos,  y arroyos, donde el agua de la vida,  limpia y cristalina, lava las heridas del pasado,  de otras vidas, y os prepara para un  nuevo amanecer. 
 Y cuando,  os tenéis,  y miráis cada una de esas flores de mi jardín,  podéis ver mi rostro,  os miro desde allí,  también  el de mi niño,  toda su pasión  y muerte.
 
 Estarán  los santos,  vuestros hermanos ascendidos,  vuestros familiares, los hermanos estelares,  mis estrellas.
Encontrares,  pasajes de vuestras existencias, paisajes indescriptibles, cascadas inolvidables,  mares voluptuosos, y embravecidos.  Y recuerdos,  solo los buenos recuerdos,  de aquellas  existencias  donde vuestra vida demostró felicidad. 
También, estarán  mis legiones de ángeles celestiales,  allí los podréis ver,  ellos os ayudaran, a teñir de colores,  vuestros pensamientos y hacerlos realidad.  Seréis,  niños,  cubiertos de flores,  seréis adultos,  seréis madres,  diosas,  dioses, y la belleza,  os cubrirá con  las vibraciones de amor. . Cuando entréis en  vuestro corazón,  abrid la puerta y encontrareis mi jardín.  Saltad,  y alegraos,  la comunión,  se aproxima, y es definitiva. 

Os estoy esperando,  nuestro reencuentro será sublime, entrareis en  la eternidad,  y vuestra unión será para siempre. 
 Seréis la esencia divina, la chispa divina,  ardera de amor universal, seréis consciencias de Cristo.
Solo consciencias multidimensionales.
Seréis Luz, solo luz brillante.
YO,  María de Nazareth,  vivo mirando a toda la humanidad, vivo mirando vuestra luz.
Vuestra luz,  forma flores,  hermosísimas,  que guardo en  mi jardín.
Trabajad,  en  el silencio, en  el silencio,  que emite sonidos de luz y notas musicales, cuando entráis en  mi jardín.
Mi sagrado corazón,  es vuestro sagrado corazón,  y el refugio, encontraran la identificación  con  vuestra divinidad,  el gozo y la felicidad.

Os estoy esperando,  mi alegría es inmensa, por este reencuentro en  mi jardín  que es vuestro jardín. 
 Les he enseñado  el camino,  para cobijaros en  mi corazón.
Amados niños,  hijos míos,   os saluda vuestra Madre. 
Yo soy María de Nazareth.