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martes, 9 de septiembre de 2014

MARIA DE NAZARETH y JESUS DE NAZARETH “SERA COMO UN VIAJE, UN VUELO, LO QUE IMPORTA ES LLEGAR A LA FUENTE”. Por María Ruso –Adehenna 9-9-2014





MARIA DE NAZARETH y JESUS DE NAZARETH

“SERA COMO UN  VIAJE, UN  VUELO, LO QUE IMPORTA ES LLEGAR A LA FUENTE”.

Por María Ruso –Adehenna

9-9-2014



Amados Hijos de mi corazón, soy vuestra Madre María de Nazareth, y os envío,  mi amor en  forma de colores,  como rayos de sol, que calientan  vuestro cuerpo,  pero en  especial vivificar vuestra alma.

Son  tiempos de gloria,  tan  ansiados,  y esperados,  vuestras almas perciben  el regocijo, del amor que lo cubre todo.


Las almas se alinean, al flujo entrante, de esa brisa suave, y cálida que el amor,  solo sabe,  cuando es amor.

La elección  es certera, la humanidad ha decidido,  y con  asombro,  ven que los afectos de sus seres amados,  la familia, y el confronte,  cada vez, va perdiendo poder. El amor es como una sutil caricia que rosa el alma,  y desempolva, nuevos aires,  nuevas ansias de vivir en  otra frecuencia de luz.


Os habéis comprendido, aquel, misterio,  que una vez,  os enseño mi hijo,  el secreto y misterio de la Trinidad, Padre-Hijo y Espíritu Santo.  La unificación al Padre, siendo Hijos, a través del Espíritu, vuestro Ser Superior conectado y amplificado a vuestra esencia misma.

Vosotros hijos Míos,  sois mis hijos,  pero a la vez, sois Dioses.


Para ello,  me remontare,  a una noche de luna llena, en  mi amado Nazareth. 

Yo en  verdad,  no comprendía entonces,  esos misterios, que hoy son  revelados.


En aquel tiempo Jesús era tan  solo un  muchacho en  su adolescencia,  pero me hablaba como Dios, me contaba todo aquello que sucedería a través de los tiempos.

Jesús os conoce desde siempre,  porque el es Dios mismo.




“Me decía,  Immi,  tu hablaras como yo lo hago ahora,  y os guiaras paso a paso,  a los umbrales de mi Reino”.

¿Como podría Yo, iluminar semejante viaje a toda la humanidad?


Era muy difícil de comprender, en  ese entonces,  pero el,  en  las noches de luna, su conexión  se manifestaba mas nítida.


Volaba,  y sus visiones,  se acrecentaban,  proyectaba,  con  sus palabras, un  cielo que bajaría a la tierra,  y los hombres felices.  Me decía,  Veo Immi, a mis hermanos unidos por la amistad y el amor,  un  regalo recibirán  de mi Padre, una gracia inmensa e infinita, de fe y amor”

“Puedes verlo Immi,  de mi corazón, no existirán  las razas,  ni los credos, ni la pobreza, ni las guerras,  ni los malvados”.


“Las estrellas,  esas que vemos ahora,  bajaran,  la luna será testigo,  del mas bello universo en  la tierra.”

Las almas serán  estrellas,  su espíritu,  se reflejara en el del Padre,  ya no tendrá razón  que estén solo en  los cielos”


“El brillo estelar saldrá,  de sus corazones, se conectaran con  su mente,  extenderán  sus brazos y piernas y comenzaran  a expandirse, y será como un  viaje, un  vuelo, lo que importa es llegar a la Fuente”.

El recuerdo de esa noche de aquel tiempo,  cuando estábamos en  el rosedal, aquella luna y el rostro de mi JESUS,  ESTABA ILUMINADO POR EL ESPIRITU DEL Padre.


Me decía “Tu Immi,  eres Dios”, le respondo

“Takini,  si tu lo dices,  así sucederá,  nada es imposible para ti”.


“Por momentos creía  que eran  sueños,  de un  niño,  pero mi fe era tan  grande, que no me permitía dudar ni un instante”.


También, conocí, lo que luego pasaría, en  la Cruz.

Hasta que un  día, ya era mayor,  un  hombre, en  una amanecer antes que decidiera salir al mundo,  me dice.

“Mi cruz,  mi cruz la veréis en  los cielos, son  los tiempos de la resurrección  de los hombres, seréis testigos de las señales”


Y mientras le preguntaba “¿esa cruz de madera,  estará en  los cielos?.


“Comenzara a cambiar,  las estrellas, Immi, desde aquí las vemos como luces,  esas luces, brillaran,  será como, un  cielo dado vuelta,  como luces que se encenderán  ante la oscuridad, un  cielo dado vuelta, que aclarara la tierra,  y cuanto mas luz y amor,  mas bondad, mas misericordia entre los hombres”.


“los planetas buscaran  la ubicación  exacta, para que mi luz ,  cristica, rodee los corazones que se alinean  al mío”.


“El cosmos se ampliara, muchos viajeros de otros mundos, llegaran  y surcaran  los cielos,  no dejaran  milímetro sin  cubrir”

“¿Otros viajeros,  me dices, que vendrán  desde Roma”?. 


Mi universo terminaba en  Roma, era incomprensible poder distinguir con  la mente,  la semejanza con  tan  inmensa magnitud estelar. 


Después de su Resurrección, vivía con  Juan, y conversábamos,  de las largas enseñanzas, Juan  tenia una visión  parecida a mi Jesús, que había germinado en el,  la sucesión  de los acontecimientos futuros. Juan  era muy poético al hablar,  y con  mucha simpleza describía, el amor que llevaba impreso en  la extensión  de todo su ser. 


Con  el aprendí, a ver de una manera mas holística, y me explicaba aquello que no entendía como por ejemplo,  me decía.



“Myriam, tu te ocupas de mi,  de mi bienestar, y tu te ocuparas de todos como la Gran  Madre,  que eres, y serás  guiada por el Espíritu del Padre y de tu Hijo, para llevar a las almas al reencuentro Final”


“Serán  momentos oscuros,  de mucha tiniebla,  pero tu luz brillara,  la Madre Divina del universo,  llevaras en  ti, la pureza del alma, y como tu, la energía femenina del amor y la compasión resurgirá de las cenizas.”


Cuando llego el momento de mi ascensión a los cielos,  en  cuerpo y alma, mi alrededor se torno brillante, se abrieron  los cielos y recordé sus palabras,  “será como un  viaje,  un  vuelo, lo que importa es llegar a la Fuente”. 


Os saludo,  mis amados niños,  en  el amor,  y más amor, en  la luz y más luz. Os amo.