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lunes, 30 de marzo de 2015

MAITREYA - LA MAJESTAD DE LA MADRE, CANALIZADO POR ELIZABETH CLARE PROPHET









Cuando es el tiempo de su coronación,
cada momento cobra sentido,
cada cosa está llena de su espíritu
por el cumplimiento de su amor y
porque su habitación es la totalidad del espacio.
Ella penetra hacia la totalidad infinita.

Ella es el vapor del sentido etéreo,
penetrando como el incienso de uno de los reyes magos,
con la fragancia de las violetas, de los lirios del valle y
de los designios de la voluntad de Dios. 

Los movimientos cósmicos de la Madre,
son corrientes de la energía de Dios. 

A través de ella se bendicen las manos,
fluye la abundancia y la tolerancia de Dios.

Ella es curativa, Ella es alegría.
Ella es el clímax de la creación.
Ella es el sol, la luna, y las estrellas.
Ella es la luz y el reflejo de la luz.

Ella son los fragmentos cristalinos de la esperanza.
Ella ilumina la noche oscura del alma como la risa de un niño.

Sus ojos chispeantes, de bailes y perfume.
Su piel de bebé y su pelo del ángel.
Sus mejillas de pétalos y sus ojos marrón oscuro.

Los siglos de antiguos días,
son orbes que se abren al alma
que completa un ciclo en infinito.

Cuando estamos en el salón del retiro del Royal Tetón y
hablo a los chelas del Maestro Morya
que han venido a escuchar mi palabra sobre iniciación,
hablo en la poesía de la naturaleza,
en el movimiento del viento.
Hablo de las formas de vida
que son comunes a la evolución de la tierra,
porque en estas mismas formas
está la clave interna de la geometría sin forma;
la base del fuego blanco de la Madre  
donde la iniciación comienza con la Luz de Dios que nunca falla.