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viernes, 1 de julio de 2016

El baño colectivo, por el Corazón Uno by Eugeni




White horses water
 
Que nuestra Gracia vierta de la Copa eterna la Alquimia de lo Insondable…
Suave dulzura que nos acaricia…
El Cielo germinando en el suelo fértil…
De la propia casa albergando la morada del Señor… encarnación de su Providencia.
Templo ilusorio sobrepasando la ilusión… herencia del Santo Grial…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Oh deliciosa miel del ungüento ancestral…
Rendidos despojamos las antiguas vestiduras en el no cuerpo…
Donde una plena vacuidad se adueña de nosotros…
Sentimos ahora su ligereza…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Culmina el Vaso del hijo del Hombre…
Aquél que autónomo… se reconoce como lo que Es.
Aquél que imbatido e inafectado… se contempla también en el espejo del hijo pródigo…
En la Danza de los cuerpos y de las constelaciones…
Recibiendo el sorbo tangible… el derrame por las distintas densidades…
Que palpitan, que desvanecen y desembocan en la Rosa viviente del Amor divino.
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Los devotos se ofrecen a Ella… en servicio, en capacidad…
Tales son los dones inconmensurables de nuestra herencia…
Sal de la tierra y polen de las galaxias…
Fragancia milagrosa de nuestra emanación…
Tal es la Gracia invisible que nos atesora…
El banquete del Néctar siempre disponible para los sedientos de Verdad…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Oh Divino Padre pescador… ante ti nos doblegamos, a los pies del real Maestro…
Oh Divina Dama que brotas del Manantial inagotable…
Tu vientre es la bienaventuranza y la fundación…
Tu fruto es la consumación del Espíritu.
Te agradecemos, reposamos en ti sin proyección alguna…
Desaparecemos en la Quietud atemporal…
Y asimismo… la Danza incesante de los Elementos nos empuja…
Hacia el puro entendimiento… en el Silencio de tu Corazón que es el nuestro…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Dichosos los sencillos que lo anhelan!
Afortunados los desnudos que por ti, soltando todo perdieron todo…
Bienaventurados aquellos que se entregan sin comprender… al Fervor de tu Llamada.
Benditos los pequeños ante los ojos de la carne…
Pues tu manto de Gracia nos recubre, nos alienta, nos devuelve al Hogar donde siempre fuimos…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Oh Divino hijo ardiente del Sol…
Danos el valor para no decaer ante las innumerables apariencias, ante los tropiezos del sendero…
Oh mis valientes Caballeros del Cáliz sagrado…
Que amantes y despiertos irradiáis… tras los bastidores…
Nuestro camino es sin retorno, nosotros somos la Vía!
Por el reconocimiento inefable de nuestra Esencia común… 
Por el reconocimiento completo y definitivo de nuestra perfecta naturaleza…
Majestuosidad sin límites, Grandeza sin fin!
Aniquilación del engaño… en esta muerte exquisita de Amor…
¿Escucháis el susurro del Manantial imperecedero?
La Dama del Lago nos acompaña…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Espiritu Santo
 
Que la apertura sincera al Baño colectivo impulse nuestro latir…
Que la apertura al Glorioso sea total para cada aliento…
Superando así cualquier obstáculo, cualquier tipo de espera…
¿Estamos acaso restringidos a un proceso, a un devenir?
¿Estamos en Verdad atados a cualquier evento por suceder?
¿Quién es el que despierta?, ¿dónde está?...
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Volvamos nuestra mirada hacia dentro, volvamos al Ser. Quedemos vacíos. Soltemos los miedos terminales…
Nuestra espada de Firmeza corta cualquier proyección del futuro, toda división de miradas, cualquier distracción…
Dejemos los bagajes, permanezcamos inasociados…
Volviendo la atención sin forzar… a lo que Es…
Constantes, humildes…
A lo que siempre fue…
Y sigue siendo Aquí mismo… en amorosa Vacuidad…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Sea pues la Gracia plena en todos nosotros queridos hermanos y hermanas de Eternidad…
Sea la Gracia del Espíritu Santo…
Confirmando la Nueva Alianza que trasciende el Aquí y Ahora. Confirmación que nos regresa…
A la más auténtica Vida, a la Claridad de la Verdad que ya somos…
En ti reposamos mi Bien Amado, en ti somos y en ti nos colmamos…
Siendo todos Uno… siendo nada…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Sólo tú… el único Rey, el único Hacedor, la única Fuente de Creación…
Fuente en nosotros que somos tú, en el mismo Ser que todo lo interpenetra…
Ser último donde los nombres y las formas pierden sentido…
Ser original donde todos nosotros somos el mismo Inmutable.
Sin duda, sin vacilación… constatamos esta evidencia.
Lo vivimos, lo testimoniamos…
Determinados. Reencontramos la Libertad…
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
Nosotros somos el Mensaje del Amado y el Amado en Sí…
¿Puede haber mayor Belleza?
Que nuestra riqueza interior, que la sabiduría y la completitud que ya Somos.
En la Fuerza del Uno, en la Fuerza del Amor, en la Revolución calurosa de los humildes…
Fraternidad de las civilizaciones… profunda existencia… que abraza las múltiples dimensiones.
 
(Acogida en el Silencio del Corazón)
 
En nombre del Altísimo, en nombre de los Satguru os amo y bendigo desde la Paz de nuestro recogimiento…
Del Corazón Uno al Corazón Uno bendita sea la Dulzura que nos abreva!
Del Corazón Uno al Corazón Uno la Gracia nos funde, nos forja y nos libera…
 
Liebestod (muerte de Amor), interpretada por Jessye Norman
 
“De acuerdo al texto (del mismo Richard Wagner) el Liebestod no está asociado con un dolor físico, es una transformación, un paso a otra dimensión, donde olas de sonido a cargo de la masa orquestal sumergen la voz de la protagonista hasta hacerla desaparecer”. Texto completo en Wikipedia.