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viernes, 13 de diciembre de 2019

MENSAJE DE YESHUA “ES EL TIEMPO PARA VIVIR DESDE EL ALMA”- Maria santa Madre Ana






MENSAJE DE YESHUA


“ES EL TIEMPO PARA VIVIR DESDE EL ALMA”

Amados  hermanos,  que la paz del señor sea con  vosotros,  Yo soy Yeshua vuestro  hermano, de ayer y de hoy,  siempre  estoy con  vosotros,  cuando me llamáis con  todo el sentir de vuestro corazón. y guio,  susurrando a vuestra derecha.

Poso mi mano en  vuestro hombro derecho,  me inclino hacia ti y te susurro al oído,  para que mis palabras lleguen  a  tu corazón,  no a tu mente,  son  sonidos nítidos y certeros,  son  como un  rayo,  que os envió a vuestra alma
ASI DEBEIS RECONOCERME
“ES EL TIEMPO PARA VIVIR DESDE EL ALMA”


El amor florecerá en  ti ,  se abrirá,  pétalo por pétalo,  como una flor.
El amor es una  fuerza,  una energía,  que florece  y emerge de mi Padre.
Mi Padre,  es amor,  al igual que Yo lo soy.
Mi gran  regreso está  presente en  estos tiempos, como os prometí,  a mis apóstoles,  os dije que regresaría,  pero no en  apariencia física,  sino en  Amor.
No me busquéis,  entre los hombres.


Solo encontrareis,  a aquellos que dicen  hablar en  mi nombre,  no os confundáis más. “Mi paso os dejo,  os he dejado mis huellas, impregnadas en  vuestras almas,  por  los siglos de los siglos,  y vuelvo  ahora a dejaros  mi paso de regreso”.
“Estoy aquí vivo,  en  vuestro corazón,  y en  vuestra  alma,  todavía no me reconocéis”.


En  aquel tiempo  cuando caminaba por Judea,  mis propios  hermanos,  que me han  visto  en  cuerpo y alma presente,  no me  reconocieron,  no resonó en  su corazón  mi divinidad.
Mi esencia divina,  mi alma.



En  aquel entonces  recuerdo,  mi amada  discípula  Maria Magdalena,  corrió anunciar  a mis discípulos,  que había regresado , después de verme en  el sepulcro,  que estaba vivo,  y también  se lo anuncio a mi Madre María, estaba Pedro,  juan,  Mateo, refugiados y escondidos,  pero no le creyeron  a mi amada María Magdalena,  solo cuando mi espíritu,  todavía visible,  me presento y comí pan  junto con  ellos,  lo creyeron,.


Y desaparecí ante sus ojos,  que  quedaron  perplejos ante mi ausencia.
Más tarde también  llego Tomas,  porque estaba ausente al conocer la noticia,  de mi crucifixión,  y mis discípulos le dijeron  que estaba vivo,  de regreso, tampoco lo creyó. Mi espíritu en  apariencia física  se acercó  a él, mi transfiguración  resplandeciente,  también  estaban  conmigo Moisés y Elías,  pero mis apóstoles no los vieron,  y entonces  sus lágrimas comenzaron  a caer  en  su rostro, al reconocerme.


Mi alma estaba allí,  junto a ellos,  no me aparte nunca de  su lado.
 Vuestra  alma amados hermanos,  brillara,  cuando  vosotros, me reconozcáis en  amor.


Amados,  benditos ,  mi alma,  está en  vosotros,  cuando os perdonáis a vosotros mismos, cuando os abrasáis,  llenos de amor y compasión,  por no reconocerme,  cuando os estáis  seguros  que en  vuestra presencia Yo soy,  esta  mi presencia,   cuando os miráis como niños,  en  el deleite  de un atardecer,  y también  en  vuestras lágrimas,  porque detrás del dolor  estoy con  vosotros,  ese  sufrimiento es para que no me olvidéis,  para que recordéis,  que  también  lloro,  con  vosotros,  también,   me decepciono,  contigo.


  Pero vuelvo a tener  fe en ti,  siempre  tengo fe en ti,  y os estoy  esperando,  para que tomes  mi mano,   y recuestes tu cabeza en  mi  hombre,  para esperarte  y darte un  abrazo. En  esos momentos mi alma  y tu alma  están  presentes, nunca os dejo, mi amor  incondicional,  se os presenta  como agua de  manantial,  corriendo a  través de vuestras vestiduras,   cubriendo de blanco,   os lavo los pies,  os lavo vuestras  imperfecciones ,  no volváis a ensuciar  vuestras  blancas vestiduras,  que os he regalado,  esa es tu alma en  pleno esplendor. Y viviréis conmigo eternamente,  lleno del amor de mi Padre y el mío.


 Os amo,  os amo,  vivid  desde el alma,  vivid  desde mi corazón,  que  es  el  vuestro.

Yeshua

María Rosa - Santa Madre Ana