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Oriol - 040114 -
¿Seria mas que importante, asumir nuestro legado Planetario?
Aun
sin parecernos posible, ya formamos parte de este tiempo de nuevas
energías, en el cual cada uno tendremos la posibilidad de mostrar,
quienes somos en realidad, “desde la integración esencial del
alma”, a un nivel mas interno. Esta refleja la bondad de nuestras
experiencias, sumidas de forma constante en el servicio a los demás,
el cual es establecido en la esencial manifestación del alma, como
vehículo de luz. La presente manifestación de energías, la cual
invade nuestras propias expectativas y las dirige en su propio
contrato planetario, fortalecerá todos los requisitos esenciales de
nuestras consciencias, albergando a nuestro alrededor la mayor esfera
de conocimientos, que podamos llegar a imaginar. El formar parte del
todo, nos muestra la parte mas sincera de nuestra actitud espiritual
ante la vida, alejándonos de forma directa, de los posibles aspectos
mentales humanos, que nos encierran a ser mentes lineales, sumidas en
un tiempo de transición. La extensa luz que manifiesta el Sol, es
una micro partícula de tiempo desde el cual mostrar el gran
conocimiento, que reside en nuestro interior.
En
este constante estado de tiempo, son representadas esas emociones y
sentimientos que fortalecen nuestros contratos en la tierra, con la
única intención de asumir una dirección distinta, desde la cual
las posibilidades se mantengan unidas, a la personalidad soberana de
nuestras actitudes mentales. Como centros de un Universo, reflejamos
constantemente nuestras energías, las cuales están directamente
unificadas entre si, (representemos a través de nuestras mentes, un
hilo de tela el cual tiene un principio y un fin, el cual en
constante manifestación están unidos entre si, por el mismo sistema
energético emergente), así mismo, podremos actuar directamente al
comprender, que nuestros pensamientos pueden alterar una zona en
particular del planeta, debido a la energía que desprenden nuestra
acciones. Los cuerpos mas sutiles, que forman parte de nuestra
existencia como seres humanos planetarios, influyen de forma mas
directa en esta serie de acontecimientos, seria mas que importante
asumir nuestro legado planetario, y de esta forma, instaurar la luz
de nuestra experiencias sagradas, de forma directa en este plano de
realidad llamado tierra. Esto vendría a representar, las constantes
manifestaciones de energía planetaria, que han reflejado grandes
Maestros como Jesús el Cristo, El Buda, Maitreya y una larga lista
de ellos.
La
formulación de que todo va unido entre si, nos demuestra que todo
aun estando a quilo-metros de distancia, se manifiesta a través de
esos aspectos vibratorios que los unen entre si. Cada nuevo día,
asumimos mas directamente nuestra implicación a los reinos etericos,
de los cuales formamos parte y de esta forma, tomamos consciencia de
las múltiples posibilidades que se abren ante nosotros, a través
del abandonar la densidad de nuestras mentes, a la cual estábamos
tan familiarizados. Todo cambio conlleva entre si, una modificación
de nuestras experiencias, aun que siendo así se reflejan de veras
los múltiples grados, de nuestro conocimiento, como almas en
evolución planetaria. Las conjunciones astrologías, han marcado y
marcaran los puntos de partida, de todos esos aspectos que han
representado de forma natural, nuestras experiencias hasta el día de
hoy. Estos se han reflejado en la sentencia al ser capaces de
albergar, nuestra capacidad de establecer en constante cordura, la
influencia de ese todo al cual pertenecemos. Todo va unido entre si,
y mientras vamos adentrándonos en los puntos de inflexión,
obtenemos una liberación de nuestras esferas mentales, las cuales
instauran y asumen su velocidad, a nivel personal de la integración
en la multidimensionalidad a la que pertenecemos todos los reinos y
formas de vida.
El
sintetizar estas energías a través nuestro, nos ayuda a sentir en
su mayor expresión como a través de la linea de realidad, que
caracteriza nuestra propia libertar o libre albedrío para elegir el
camino a seguir, en todo momento y en cualquier circunstancia, somos
lo suficientemente autónomos, para reflejar nuestros propios
destinos y elegir el camino a seguir. Los caminos ya han sido
trazados, desde nuestra llegada como seres humanos a la tierra, la
única forma de reflejar-los en nuestro propio aprendizaje, es a
través del tiempo que empleamos, al cursar cada uno de ellos. Dentro
de esta dimensión donde residimos, el tiempo que nos rodea se
simboliza, a través de bucles constantes de energías, que se
representan a través de los múltiples grados internos, de nuestro
don del alma planetario. La sutileza de nuestros dones, se acomodan a
vivir en la densidad de nuestras mentes lineales, impidiendo una
adaptación a corto plazo, de nuestra textura almica planetaria. De
esta forma, habiendo instaurando directamente una parte de nuestras
consciencias, en esta estancia de tiempo tridimensional, lo único
que podemos reflejar e mantener-lo en total equilibrio, es la
presencia de nuestra objetividad, desde la extensión de nuestras
mentes según el arquetipo mental de tiempo, que nos toca reflejar (a
través de candidaturas que nos representan, siempre según nuestro
propio grado de evolución), y desde donde nuestra influencia es
realmente directa, en es la extensión o re-configuración de los
espacios de tiempo, donde vamos a llevar a cabo nuestro propio
aprendizaje.
Dentro
de este constante sinfín de experiencias, hemos de hacernos
participes directamente del como evoluciona el planeta donde
residimos, a través de nuestras elecciones y decisiones, ya que
tienen que traer consigo mismo consecuencias, que simbolizaran el
elevar nuestras existencias, mas directamente hacia la luz en
alineación con nuestras mentes en la tierra. De esta forma, sea cual
sea la experiencia que nos toque vivir, (y a través de esta toma
real de consciencia), agradeceremos y bendeciremos a las almas, que
cumplían con su deber, para favorecer nuestros reflejos internos,
dentro del aprendizaje, que nos toque vivir en este dimensión de
tiempo-lineal. De esta forma, en este preciso momento de nuestras
existencias, esta sera bienvenida e integrada desde la mayor esfera
del conocimiento, la cual se refleja, en la representación mental de
nuestro propio plano de realidad tridimensional. A medida que nos
acercamos a Dios, este se extiende como los rayos del sol a través
nuestro, esto nos posibilita de ser íntegros, en nuestra presencia
desde el don del alma planetario. Estas experiencias, desde el inicio
de los tiempos, han forjado nuestros dones planetarios abriéndonos
constantemente una serie de conocimientos, que nos han estado
representando, hasta el día de hoy. En la era actual y a través de
todos los movimientos, que han guiado nuestras existencias hasta el
presente, hemos sido conscientes de la estructura cósmica del
Universo donde residimos, y de la fuerte influencia a nivel atómico,
del crecimiento de nuestras mentes en la tierra.
Los
grados donde se representan estas energías, las cuales están en
nuestros diseños como almas en transición, reflejan las texturas de
la crisálida de la tierra, donde residimos, ya que emanan dentro
cada uno de nosotros, el Ser Cristico planetario que simbolizan la
textura de manifestación, del Avatar desde donde nuestra identidad
celestial, es capaz de actuar. Esta orden la ejecutamos nosotros, en
plena integración y armonía de nuestra energías y sus extensiones
cósmicas, a través del universo. Como mentes en un estado de
transición como en el que nos encontramos, son reflejados los
aspectos donde se ciñen nuestras experiencias, a través de hacernos
reconocer e integrar, el mayor reflejo del alma en su santidad, como
seres humanos en la tierra. Estos aspectos son citados como Deudas, o
Karmas que tenemos que transformar en luz, dando lugar a que seamos
capaces de integrar, los requisitos de nuestra identidad a través de
la forma, como humanos. El sentir y expresar, nuestra identidad en un
estado constante de presente, corresponde de forma directa al
integrar en su mayor expresión, los directos flujos de nuestra
propia historia sagrada, esa que nos representa en su total
manifestación, desde los citados anhales del planeta, en su mayor
expresión. Como es natural, los ciclos de nuestro aprendizaje, se
reflejan a través de nuestra propia entrega a esa parte de la
divinidad, que nos hace ser en su totalidad, quienes somos en
realidad. Para hacer-nos realmente participes de este tiempo que
vivimos en ascensión, hemos de sintonizar nuestros verdaderos
registros de identidad, y reflejar-los en este plano de tiempo en
plena integración.
Esta
es una micro-partícula de nuestra extensa extensión de luz, como
almas en la tierra. Gracias por actuar a través de la vibración,
que os entrega este mensaje y hacer-lo tan vuestro como mio. El
placer se vuelve deleite, cuando la vibración que desprenden estos
mensajes, es extendida a tantas mentes en la tierra, gracias a todos
de mi corazón a vuestro corazón, Oriol.
Este
mensaje puede ser distribuido y copiado íntegramente, con todo su
contenido. La luz que refleja es una inminente expresión, a través
de la cual todos y cada uno, nos sentiremos identificados. Esta es la
razón, por la que el único compromiso que se refleja a través de
el, es que sean copiados todos los créditos, que en el se han
publicado.
Este
mensaje y todos los anteriores, forman parte de cada uno de nosotros,
ya que son cada uno de nosotros, según los grados de nuestra
evolución. Todos ellos fortalecen nuestros arquetipos en lo sagrado,
y están colgados en el blog: http://lacamaradeloslords.blogspot.com.
