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jueves, 29 de noviembre de 2012

EL MANUSCRITO DE MAGDALENA ~ LA RELACIÓN DE JESÚS Y MARÍA MAGDALENA Y EL PODER DE LA ALQUIMIA DE LA MAGIA SEXUAL ~ Parte I

En el Manuscrito de Magdalena, a cargo de ella palabra por palabra como ella lo dio, ella describe la alquimia que ella y Yeshua practicaron. Esta es la alquimia que lo prepararon para sostener la vida después de la muerte, para que pudiera cumplir con su destino y dejar un rastro de luz a través de los reinos de la muerte, un sendero de luz que cada uno de nosotros puede seguir.
Esta es su historia, que revela algunos de los secretos más profundos de los Templos, conforme a lo solicitado por Isis.
Un tema sin duda sumamente interesante...·ॐ Namaste ·· Tony.

               


EL MANUSCRITO DE MAGDALENA ~ LA RELACIÓN DE JESÚS Y MARÍA MAGDALENA Y EL PODER DE LA ALQUIMIA DE LA MAGIA SEXUAL
Parte I ~ por Tom Kenyon y Judi Sion


El texto que figura a continuación está incluído en el libro “The Magdalen Manuscript” de Tom Kenyon y Judi Sion.

Se trata de una canalización procedente posiblemente de María Magdalena sin que el propio Tom Kenyon afirme taxativamente que ésa sea su procedencia real, aunque sí asegura haberlo recibido por esa vía. Junto a la propia “canalización”, que es lo que aquí se recoge, aparecen en el libro otros textos de Tom y Judi sobre la realización práctica de los ejercicios a que se hace referencia en el Manuscrito así como a las Alquimias Internas en diferentes tradiciones y otras vivencias personales. Dado que curiosamente el libro no parece estar traducido al castellano y habiendo constatado el interés de muchas personas por conocerlo, hemos preparado esta traducción que probablemente no esté a la altura de la que pudiera haber hecho un traductor profesional. Debemos señalar también que hemos procurado respetar todo lo posible el texto original aunque en algún momento pudiéramos pensar que existía una forma mejor de expresar la idea.

El autor refiere el cuidado que ponía Magdalena en cada palabra y expresión que transmitía y lo cuidadosos que ellos mismos fueron en mantener la integridad del mensaje tal como ella lo expresó. En cualquier caso, el cariño y la dedicación con que hemos hecho este trabajo y la presencia de alguna manera en todo ello de Magdalena, nos hace sentir que el mensaje básico está perfectamente conservado. Esperamos que el libro completo aparezca pronto en las librerías en su versión castellana.

Nota:

Nos parece adecuado añadir esta recomendación de Tom sobre la realización práctica de los ejercicios: Debido a que estos ejercicios llevan energía al cerebro y a los centros superiores de la cabeza, están contraindicados para algunas personas. Si ha sufrido un traumatismo craneal o ha experimentado apoplejía, consulte con su médico antes de realizarlos. Aquellos que sufran ataques de tipo epiléptico deberían buscar también el consejo de sus médicos antes de comenzar estas meditaciones de entrenamiento. Finalmente estos ejercicios están contraindicados para los maníaco-depresivos especialmente durante las fases maníacas. Para las demás personas son inofensivos y muy beneficiosos. Si en cualquier momento durante las meditaciones experimenta dolores de cabeza pare y descanse.


EL MANUSCRITO DE MAGDALENA


               


Uno

Fui educada en el conocimiento de la magia. Mi padre era de Mesopotamia y mi madre de Egipto. Antes de que yo naciera ella había rogado a Isis que la bendijera con una hija. Yo soy esa hija. Y fui conocida como María Magdalena. Cuando tenía 12 años fui enviada a estudiar con una hermandad secreta de Iniciados bajo las alas de Isis. Fui instruída en los secretos de Egipto, las Alquimias de Horus y la Magia Sexual del culto de Isis. Cuando me encontré con el que llamáis Yeshua, había acabado todas mis iniciaciones. Estaba preparada para el encuentro con él en el pozo.

Los Evangelios se refieren a mí como una prostituta, porque todos los Iniciados de mi orden llevaban un brazalete de oro que era una serpiente; y era sabido que practicábamos la magia sexual; y a los ojos de los Hebreos éramos putas. Cuando vi a Yeshua y nuestros ojos se encontraron, supe que habíamos sido destinados el uno para el otro. Lo que voy a contaros no ha sido conocido, salvo por aquellos que estuvieron conmigo. Existen muchas leyendas sobre lo que sucedió. Pero para mí es una historia del más profundo amor. Lo que Yeshua tenía como visión del mundo no me compete. Mi historia es una historia de amor. Mucha gente seguía a Yeshua. Y las oportunidades que tuvimos para estar juntos en solitario fueron muy pocas. No está escrito en los Evangelios porque nadie lo supo, sólo los más cercanos a nosotros. Antes de que Yeshua fuera al jardín de Getsemaní, concebimos una hija; y su nombre fue Sar´h

Dos

La historia que voy a contar parece fantástica. Recuerdo los arrecifes de Maries de la Mer, aunque entonces, por supuesto, no se llamaban así. Fue el lugar donde nuestro barco atracó. Sar´h era muy pequeña. No tenía todavía un año. Yo estaba hecha pedazos de pena y desconcierto. Estaba allí cuando Yeshua fue crucificado. Lo vi en la tumba y lo amortajé con su madre a mi lado. Recordaré siempre el olor de la mirra. Fue uno de los ungüentos que utilizamos. Yeshua se me apareció en su luminosa claridad. No podía dar crédito a mis ojos y entonces toqué sus heridas. Sus discípulos se sintieron celosos porque había venido a mí primero. Me resultaba muy extraño tener a mi amado transportado a otra esfera, a otro mundo, mientras yo y nuestra hija cruzábamos solas el Mediterráneo. No estábamos seguras y tuvimos que abandonar Egipto porque allí es donde habíamos ido. Cuando cruzamos hacia las costas de lo que iba a ser Francia, toda era tierra desconocida. Nos recibieron sacerdotisas del culto de Isis y nos dirigimos hacia el norte bajo la protección de los Druidas, Isis había hablado con ellos y habían escuchado la llamada para proteger a su hija, Sar´h. De este modo fuimos hacia el norte a través de otra gran masa de agua hacia lo que iba a convertirse en Inglaterra. Y allí se nos llevó en secreto al corazón más sagrado de los Druidas, a Tor y Glastombury. Aunque estábamos más seguras que en Israel o Egipto, la influencia romana se extendía también a Inglaterra; y permanecimos escondidas. Vivimos en esta zona durante muchos años; y Sar´h se casó con un hombre cuyos descendientes se convertirían en los Caballeros Templarios; y yo me fui al norte hacia Gales y viví junto al mar durante el resto de mis días. Os contaré, que en aquellos años cuando vivía sola junto al mar, Yeshua me visitaba a menudo. Por supuesto, no era como antes, porque su cuerpo era más energía que carne, más luz; pero en cualquier caso era extraordinario estar con él de nuevo. Cuando morí, él estaba allí y me llevó hacia lo que algunos llaman cielo, pero es sólo un lugar en el alma.

Tres
Comienzo mi historia en el pozo porque en muchos sentidos allí fue cuando comenzó verdaderamente mi vida.. Todos los años previos fueron de preparación para este encuentro. Aquella mañana notaba que algo se removía. Una especie de excitación –un temblor en brazos y piernas- incluso antes de que me encontrara con él. Yo estaba ya en el pozo cuando él llegó. Había echado ya mi cubo al pozo y él me ayudo a subirlo. Algunos de los apóstoles vieron mi brazalete de la serpiente de oro y suponiendo que era una puta quedaron aterrados de que el Maestro pudiera ayudar a una persona así. Pero eso no me importó. Estaba en otro mundo, transportada por los ojos de Yeshua. Cuando nuestros ojos se encontraron fue como si estuviera mirando hacia toda la eternidad y supe que era aquél para quien yo había sido preparada –y él también. Seguí al lado de quienes lo seguían; y en los anocheceres salíamos juntos; no cada anochecer porque él era constantemente buscado.Yo, que estaba instruída en las Alquimias de Horus y en Magia Sexual de Isis, era considerada muy avanzada por mis maestros, pero por primera vez en los brazos de Yeshua, era una mujer temblorosa; y tuve que luchar hasta encontrar el sendero central a través de mi deseo hasta el trono más alto, porque para ello era mi instrucción. Yeshua y yo, utilizando las técnicas en las que había sido instruída junto con los métodos que él había aprendido en Egipto, pudimos cargar su Ka, su cuerpo de energía, con mayor luz y fuerza, de modo que él pudiera trabajar fácilmente con los que venían a él. Y así fue.Y todavía me parece irónico que los Evangelios cuenten que yo estaba en el pozo cuando Yeshua llegó, sin embargo todas aquellas noches cuando Yeshua y yo estuvimos solos, él vino a mi pozo, para tomar de mí los poderes de Isis, para desarrollarse y fortalecerse él mismo.

Cuatro

Estoy ahora mirando todo esto como si fuera un sueño y sin embargo, aún, tan vitalmente claro. Mi corazón palpita cuando vuelvo sobre la historia como si fuera ayer. Aquella primera noche con Yeshua aparece en mi mente tan clara como los cielos sobre Jerusalén. Después de que pude pasar a través de mis deseos propios como mujer y de ascender el camino hacia la alquimia espiritual en la que había sido instruída, podía ver la forma del espíritu de Yeshua ya luminosa, ya brillante de luz. Una paloma estaba sobre su cabeza, rayos plateados de luz desbordaban de ella. Los sellos de Salomón, de Hator, de Isis, de Anubis y Osiris estaban en su forma espiritual. Eran señales de que había pasado a través de esas iniciaciones. Había otros símbolos que no comprendí porque venían de culturas que no conocía o en las que no había sido instruída, pero de los sellos egipcios que yo conocía, él estaba en el camino del Alto Dios Horus. Pero él no había pasado aún a través de su Iniciación de muerte y supe en mi corazón tembloroso que eso era por lo que yo había sido llevada a él en este momento –para fortificar su alma con los poderes de Isis y la Madre Cósmica de modo que pudiera pasar por el portal oscuro y alcanzar el Horus. Aquella noche, después que hicimos el amor y utilizamos y armonizamos juntos nuestros cuerpos espirituales, habiendo comenzado entre nosotros la acción de la alquimia, Yeshua se echó a un lado para dormir. Cuando yo lo tenía en mis brazos, sentí un cambio dentro de mí, un deseo de protegerlo, un deseo de estar siempre con él; y la intuición, como el filo de un frío cuchillo, de que seríamos separados por fuerzas más grandes que mi deseo.

Cinco

La Iglesia os habría hecho creer que yo era una puta, pero ahora os digo que la Iglesia es la puta, porque os habría hecho creer que la mujer está manchada y que las pasiones sexuales entre un hombre y una mujer son malvadas. Sin embargo es aquí, en el magnetismo de la pasión, donde se crea el útero de la ascensión. Este secreto de los secretos era conocido por todos los iniciados de Isis y sin embargo yo nunca hubiera imaginado que sería aquella que lo llevaría a su más completa expresión en unión con alguien como Yeshua. Pero para aquellos que desean conocer el viaje físico....después de la crucifixión de Yeshua, yo y María, su madre, José de Arimatea, su hijo de doce años llamado Aarón y otras dos mujeres jóvenes, nos pusimos en camino al norte de Egipto. Irónicamente nuestro camino nos llevó al este antes que pudiéramos volver hacia el oeste y tuvimos que parar para buscar provisiones a lo largo de la ruta, ya que nuestro barco era muy pequeño. Nuestro camino nos llevó a Malta y a la diminuta isla de Oudish, de aquí a Cerdeña y al extremo de lo que ahora es la Cinque Terra, finalmente atracamos en Saintes Maries de la Mer e hicimos nuestra caminata al norte a través de Rennes-le-Chateau hacia el norte de Francia y cruzamos el canal hacia la actual Inglaterra. Nos asentamos en Glastonbury durante algunos años, hasta que Sar´h cumplió doce.Tras su duodécimo cumpleaños nos pusimos en marcha hacia el sitio entre los arrecifes donde habíamos tocado tierra. Allí, tan cerca de Egipto como nos era posible ir de un modo seguro, inicié a mi hija en el culto de Isis y la bañé en las aguas del Mediterráneo según las enseñanzas que había recibido. Después volvimos a Glastonbury, hasta que Sar´h, mi hija y la de Yeshua, se casó a la edad de 16 años. Se unió a una familia bien conocida cuyos herederos llegaron a ser los Templarios, aunque en aquel tiempo los Caballeros Templarios no existían. La línea hereditaria de esta familia, a través de Sar´h, fue llevada hacia los mismos Templarios. Cuando Sar´h estuvo casada y segura en su nueva vida, me marché al norte de Gales y viví en una pequeña cabaña de piedra junto al mar durante el resto de mis días. Detrás de mi cabaña pasaba un arroyo que bajaba de la colina y me sentaba allí muchos días. Había veces que este arroyo se dividía en dos; y los dos arroyos seguían uno al otro y luego uno giraba a la izquierda y otro a la derecha. Me sentaba allí entre ellos pensando sobre la corriente de mi vida y de la de Yeshua – como, durante un tiempo, fluyeron juntas y luego se separaron.

Seis

Recordaré siempre la primera vez que Yeshua vino a mí después de su resurrección. Había luna nueva y el cielo estaba claro. Una niebla luminosa colgaba del brezo y todo estaba plateado por la luz de la luna y de las estrellas. Vi aproximarse a mí una figura sobre el sendero tortuoso que llevaba a mi cabaña. Irónicamente, había salido para sacar agua del pozo y allí estaba él. Era el mismo, aunque con un resplandor-inconfundible. Mis ojos se llenaron de lágrimas; mi corazón palpitaba. Corrí hacia él y paré en seguida, recordé sus palabras apenas después de su resurrección.“No me toques aún”, había dicho entonces “porque no he ascendido al Padre” ¡Oh, cómo yo, una iniciada de Isis, había anhelado todos estos años mantener claro el recuerdo! ¿Qué significaban estas palabras? Los cristianos han heredado sólo una parte de la verdad. La mayor parte de ella está oculta en los misterios de la Gran Madre; y dado que la Iglesia buscó privar de derechos a las mujeres y a todo lo que es femenino, arrojó lejos esta verdad. Y la verdad tiene que ver con el mismo cuerpo Ka –lo que nosotros aprendimos como iniciados a llamar el Doble Etérico o Gemelo Espiritual- porque el cuerpo Ka cuando está cargado con energía y vitalidad suficientes, aparece como el cuerpo físico. Sin embargo no está hecho de carne sino de energía en sí misma –energía y luz. Y así cuando Yeshua vino a mí tras su resurrección, estaba en su Ka pero no estabilizado todavía porque no había ido al Padre, es decir hacia el Gran Espíritu de su propia alma. Así, antes de que pudiera hacerlo, tenía que pasar a través del portal de la muerte y viajar a través del inframundo de su propio ser. Hizo esto por dos razones tal como yo conocí. La primera, como un maestro del alma, fue porque hacer tal cosa trae un gran poder al Ka. Y la segunda para abrir un paso a través de la misma muerte de modo que otros pudieran seguirlo y pasar más fácilmente a través del mundo oscuro siguiendo la estela de su luz.Y así la primera noche que nos reencontramos – todavía ahora lo siento vívidamente claro y fuerte- mi corazón se llenó de alegría estando con él de nuevo. Vino a mí esa noche apenas antes de la medianoche y se marchó precisamente antes de amanecer. Durante aquellas horas estuvimos echados juntos, nuestros cuerpos Ka se interconectaron de nuevo, sin necesidad de hablar. Nuestra comunicación fue telepática. Y sin el acto físico del sexo, el Poder de la Serpiente dentro de él se unió con el poder de la serpiente dentro de mí y ascendimos por los caminos sagrados de nuestras espinas dorsales hasta el trono de las coronas de nuestras cabezas llevándome hasta éxtasis y dicha absolutos. Y así fue como sucedió durante muchos años. Venía a mí de este modo varias veces cada año. A veces hablábamos. La mayor parte del tiempo permanecíamos en unión. Le pregunté dónde estaba cuando no estábamos juntos. Dijo que había ido a muchos lugares sagrados de la Tierra – que se había reunido con mucha gente diferente. Dijo que estaba dejando un camino de luz. Durante una de sus visitas le pedí que me explicara ese concepto tan extraño. Dibujó un círculo en el piso de tierra de mi cabaña y entonces reconocí que dos triángulos en intersección, hacían que el trono de Salomón se convirtiera en la estrella de David. Dijo que había muchas tierras que nosotros, en esta parte del mundo, no conocíamos.

Muchas de ellas tenían puntos que correspondían a los del Sello de Salomón. Al ir a estas zonas se aseguraba que su tarea tendría unas raíces más profundas en el suelo de este mundo.



             



Siete

De todas las veces que él me visitó, la que recuerdo más intensamente es la vez que vino cuando Sar´h había venido a visitarme. Acababa de quedar embarazada y deseaba verme para que la bendijera y yo estaba emocionada de verla a ella y a sus compañeros de viaje. Ella había enviado aviso de su llegada a través de los Druidas, pero el aviso me llegó solo un día antes de que ella llegara. Estuvo conmigo tres días y Yeshua apareció la segunda noche. No sé si os podéis dar cuenta de lo extraño que era. Porque Sar´h no había visto nunca a su Padre ni Yeshua a su hija ¡Y ahora se reunían por primera vez! Y el cuerpo de su padre había vuelto a los elementos en un relámpago de luz en su resurrección, por lo que ahora estaba en su cuerpo Ka que emitía un tipo de luz inconfundible. Ambos se emocionaron, Sar´h hasta las lágrimas y Yeshua hasta un gran pathos. Estuvieron juntos una hora, sólo ellos, caminando fuera. No se lo que hablaron pero desde que comenzaron hasta que acabaron el cielo se llenó de estrellas fugaces. Antes de que Yeshua se marchara aquella noche, apenas antes del amanecer, como solía hacer, puso sus manos sobre el estómago de Sar´h y bendijo al niño. Sar´h se marchó al día siguiente plena de un inconfundible sentimiento de paz. De este modo os he contado lo que deseaba deciros sobre mi vida como madre y ahora volveré de nuevo hacia mi historia como una Iniciada, a las Alquimias de Horus, a los secretos de Isis.

Ocho

Me refiero ahora a mi hermana amada, mi hermana en el Espíritu, la madre de Yeshua, también conocida como María. María fue una alta Iniciada en el culto de Isis; y había sido instruída en Egipto. Ésa es la razón por la que José y ella huyeron de la ira del rey de Israel, se dirigieron a Egipto; ella se sentía segura allí entre las Sacerdotisas y Sacerdotes de Isis. Su instrucción fue diferente a la mía, pero ambas servimos a lo mismo. Para explicar mi visión de María, debo referirme a uno de los más profundos secretos del culto de Isis. Según se creía; y mantengo que es verdadero, bajo ciertas condiciones, la misma Diosa podría encarnar, bien naciendo o a través de una Iniciación espiritual. María, la madre de Yeshua, cuando era muy joven, fue reconocida por las grandes Sacerdotisas del templo de Isis, por su pureza de espíritu. Fue adiestrada como Iniciada y alcanzó los niveles más altos. Pero más allá de convertirse en una Sacerdotisa, fue instruída para convertirse en lo que se llama una Encarnada. Ser una Encarnada es ser un alma altamente avanzada y requiere pasar por una disciplina y una instrucción espiritual enormes. En una Iniciación final, María se convirtió en el recipiente de un flujo de energía que provenía de la misma Isis. En este aspecto, era la incorporación de la Madre Cósmica. Era como si hubiera dos-Marías, la humana, pura de espíritu y de corazón, albergando dentro de ella una entrada directa hacia la Gran Madre, la Creadora de toda la materia, del tiempo y del espacio. De este modo, digamos que estaba dispuesta la mesa para la concepción de un ser de cualidades notables que se convertiría en su hijo, Yeshua. Cuando María pasó por lo que la Iglesia menciona como Inmaculada Concepción, ella era testigo de un proceso de inseminación galáctico y Celestial, por el que el Principio del Padre, o Espíritu, como nosotros llamamos a esto en el culto de Isis, transfirió su esencia a Isis, la Madre que recibe la semilla del Padre-Madre recibiendo el impulso del Espíritu. Y esta potente y altamente refinada energía espiritual, se aposentó en el útero de María y dio nacimiento a Yeshua.

Nueve

María estaba junto a los apóstoles cuando vinieron hacia mí en el pozo. Ella me reconoció inmediatamente como una compañera Iniciada, por el brazalete de la serpiente de oro que llevaba en mi brazo y por el Sello de Isis que brillaba dentro de mi cuerpo Ka, porque María era bastante clarividente y psíquica. La primera persona cuyos ojos se encontraron con los míos, fue Yeshua; y como ya dije, me sentí transportada a otros mundos en su inmensa presencia. La segunda persona cuyos ojos vieron los míos, fue su madre. En ellos aparecían el reconocimiento y la comprensión de mi estado como compañera Iniciada del culto de Isis; y aunque su instrucción no había sido en la Magia del Sexo, como lo fue la mía, se dio cuenta de que había sido preparada para Yeshua. Entre ellos dos, me sentí elevada en las alas del amor trascendente. Sentí que mi espíritu volaba muy alto. Irónico entonces que los siguientes ojos que encontré fueron los de los discípulos de Jesús, que me juzgaron como una puta; e incontables generaciones me han considerado de este modo. Sin embargo, a los ojos de Yeshua y a los de su madre, no era una puta sino un claro vehículo de los poderes sanadores y sustentadores de la propia Isis. Llega un momento en la vida de un hombre, sea humano o divino, en que su madre no puede darle la esencia de lo que necesita. Su amor continúa, pero lo que se requiere es el alimento desde otra mujer. Yo era esa mujer. María me reconoció a mí y mi papel y mi status Y me entregó a su hijo en aquel momento del pozo. María y yo pasamos mucho tiempo juntas, tiempo en el que dialogábamos sobre la tarea de Yeshua, sus necesidades y mi lugar en su vida. Estaba claro que yo era una servidora de un poder mucho mayor. Había sido preparada para ello, pero debo deciros que la fuerza de ese reconocimiento aún me estremece. Todavía tiemblo al reconocerlo. En todas aquellas noches y días juntas, María y yo atendíamos a las necesidades de Yeshua y de sus discípulos; y en aquel período nos hicimos muy cercanas, la amaba -y la amo todavía- por su belleza física, la pureza de su corazón y de su espíritu y la amabilidad que dispensaba a todo el mundo. Desde mi propia comprensión, puedo deciros que María, habiendo servido como vehículo de Isis como una Encarnada, fue una Maestra muy avanzada, pero ahora tras haber servido en todo ello, su maestría y perfección, -su perfección espiritual- es asombrosa.

Diez

Ella existe en el seno de los niveles celestiales, su compasión y amor fluyen de modo constante para todos los humanos. Está disponible para todos, sin tener en cuenta sus creencias. Cuando alguien la requiere, sabed que es escuchado. Ahora deseo clarificar mis conocimientos. Quiero hablar sobre la Magia Sexual del Culto de Isis y las Alquimias de Horus. Deseo revelar secretos que un Iniciado nunca hubiera revelado, aún bajo amenaza de muerte. Pero los tiempos son ahora diferentes. Como sabéis, el tiempo está corriendo y he recibido el permiso de la misma Diosa, más aún, he sido encargada por la misma Diosa, para revelaros algunos de los secretos más celosamente guardados de todos los tiempos. Os son revelados en la esperanza de que os elevéis vosotros mismos a tiempo.

Once

Las Alquimias de Horus se refieren a un cuerpo de conocimiento y de métodos para la alteración del cuerpo Ka. En esta visión, cuando Ka se corporiza o adquiere mayor luz y energía, hay un incremento en el campo magnético de uno mismo; y lo que el Iniciado desea se manifiesta más rápidamente. Sin embargo, en la rendición de uno mismo a la propia Alma Celestial, o el Ba, la persecución de deseos personales, aunque no abandonados, no es el principal foco de toda la existencia. En vez de ello, uno mira hacia arriba, como si dijéramos, hacia las más altas capacidades de uno mismo, tal como son percibidas a través de Ba, o del Alma Celestial. El Alma Celestial, o Ba, existe dentro de un nivel de vibración mucho más alto que el cuerpo físico (el Khat) y el Ka (el gemelo etérico o espiritual de la forma física). Dentro del cuerpo Ka hay vías que pueden ser estimuladas y abiertas. La activación de estos pasajes secretos dentro del Ka trae un poder mucho mayor. Las Alquimias de Horus son diseñadas para reforzarlos, para activar las habilidades y poderes latentes del Iniciado mediante lo que se llama el Djed, o los siete sellos ascendentes, lo que los yogis y yoginis de la India llaman los chakras.

Doce

En la Escuela donde fui instruída aprendimos cómo activar el Poder de la Serpiente, moviéndolo en trayectorias específicas en la espina dorsal y abriendo circuitos dentro del cerebro. Así se crea lo que se llama el Uraeus. El Uraeus es con frecuencia un fuego azul que se extiende desde la espina hacia el cerebro, tanto lateral como horizontalmente; y ondula con los cambios de energía dentro de estas vías. La activación del Uraeus incrementa el potencial cerebral para la inteligencia, la creatividad y lo más importante: receptividad; ya que la tarea del Iniciado es cambiar la calidad de su propio ser de modo que la armonización con el Ba o Alma Celestial sea clara y sin obstrucciones.

Trece

Cuando me reuní con Yeshua en el pozo la primera vez, la mera proximidad de su presencia activó mis Alquimias internas. Un Poder de la Serpiente se movió por mi espina como si hubiera practicado las disciplinas que había aprendido. La primera noche que estuvimos juntos solos, cogidos del brazo, echados uno al lado del otro, practicamos la Magia Sexual de Isis. Esta forma específica de magia carga al cuerpo Ka con una tremenda fuerza magnética a través del poder del orgasmo físico, porque cuando se tiene un orgasmo sexual hay una tremenda liberación de energía magnética dentro de las células. Según esta energía se extiende da lugar a un potencial magnético listo para ser utilizado. Quiero compartir esto con más detalle, pero para hacerlo tengo que explicar más sobre las ideas básicas del sexo y de la realización espiritual, porque este secreto fue robado por la Iglesia.

Catorce

Cuando yo, una iniciada de Isis, me uní a Yeshua, había vías específicas que tenía que abrir en mí misma. Sin embargo, quedé extrañada al descubrir que muchas de estas vías se abrieron espontáneamente en su presencia. Al comienzo de esta historia mencioné cómo temblaba como una mujer teniendo que luchar con mis propias pasiones y deseos; porque el camino del Iniciado es usar la energía de la pasión de un modo muy específico y no ser simplemente arrastrado por ella; porque la Alquimia requiere que la energía sea contenida de modo que pueda ser transformada. Yeshua y yo conseguimos muy rápidamente el estado, -lo que es conocido como las Cuatro Serpientes. Sucede cuando ambos han dominado las Alquimias internas de Horus a un nivel tal que pueden activar las Serpientes Solar y Lunar en sus espinas dorsales. De forma clarividente hay un canal central que asciende a través de la espina; y a la izquierda hay un Circuito Lunar y a la derecha un Circuito Solar, llamados Ida y Pingala por los yogis y yoginis. En las Alquimias de Horus se produce la activación de estos dos circuitos por campos magnéticos que son de tipo serpiente. En el lado izquierdo la Serpiente Lunar es negra como la brea, el color del Vacío, por tanto es la corporización del Vacío en sí mismo y encierra el potencial como Creadora de todas las cosas. La Serpiente Solar es dorada. Un Iniciado hace subir estas Dos Serpientes. En la medida en que ascienden, atraviesan los chakras y se cruzan una con la otra. En la Alquimia de Horus las Dos Serpientes se cruzan por completo a través del quinto sello o garganta y en todos los sellos inferiores.Entonces ellas quedan enfrentadas aproximadamente en el área donde está la glándula pineal, o el centro de la cabeza. Aparece aquí como un cáliz con la glándula pineal en el extremo inferior del propio cáliz. Estas Dos Serpientes están vivas, -es decir no son estáticas sino que vibran, relampaguean y ondulan con energía- y el retorcimiento de sus cuerpos dentro del Ka activa un incremento del potencial magnético. Existen prácticas específicas que compartiré con vosotros más adelante, pero lo que deseo exponer ahora es la práctica de las Cuatro Serpientes.


Quince

Cuando Yeshua y yo hicimos el amor, como vosotros decís, hicimos a nuestras Serpientes ascender por nuestras espinas dorsales hasta nuestro Djed. Lo hicimos simultáneamente; y en el momento del orgasmo mutuo, la carga liberada de los primeros sellos en las áreas pélvicas de nuestros cuerpos fue enviada hacia arriba, hacia el Trono, que es la parte superior de la cabeza, estimulando los centros cerebrales más altos. Al mismo tiempo, durante el momento del éxtasis sexual, situamos nuestra consciencia completamente dentro de nuestros cuerpos Ka, pues el Ka es reforzado por el éxtasis. Los estados extáticos nutren y refuerzan al cuerpo Ka y como ya dije antes, con cada reforzamiento el Ka se hace más magnético, brindando al Iniciado todo lo que él o ella desea.La Magia Sexual de Isis tiene que ver con la habilidad innata del ser femenino de utilizar las energías magnéticas para abrir niveles más profundos de consciencia a través del acto de rendición a las energías sexuales y caminos que son abiertos. Cuando una mujer es profundamente amada y apreciada como lo fui yo por Yeshua, algo va a los niveles más profundos de ella misma y en el momento del orgasmo aparece un estremecimiento incontrolable. Si se siente segura y permite que la inunde este temblor, este estremecimiento, se abre un tremendo vórtice magnético, el centro del cual está en su útero. Dos iniciados comprometidos en la Magía Sexual de Isis pueden reforzarse y expandir rápidamente sus consciencias a través del poder de este campo magnético. En las prácticas avanzadas de la Magia Sexual de Isis, el Iniciado masculino puede hacer que sus Dos Serpientes asciendan a través del cuerpo Ka de la hembra y la hembra hacer que sus Dos Serpientes asciendan a través del cuerpo Ka masculino. La potencia explosiva de esta práctica es como la energía liberada por una bomba atómica. Las masivas ondas de marea magnética pueden reforzar al Ka más allá de la imaginación, o destruírlo, si no se maneja apropiadamente. Ésta fue la práctica avanzada del Ka que Yeshua llevó a cabo la noche anterior al jardín de Getsemaní. A él, este tremendo incremento de potencial magnético dentro de su Ka lo reforzó para sus penalidades y para la dura tarea que enfrentaba en su iniciación final a través del portal de la muerte; de este modo cuando su cuerpo físico se disolvió en sus elementos constituyentes, se hizo en un relámpago de luz y de calor, lo que la Iglesia llama la Resurrección. Sin embargo fue sencillamente el efecto de algo que estaba ocurriendo mucho más profundamente dentro de él. Fue causado por el magnetismo de su cuerpo Ka, porque fue mediante su Ka reforzado que viajó a través de su inframundo, a través de la muerte misma.

Cuando Yeshua y yo llevamos a cabo las Prácticas Sexuales de Isis, conocíamos que éste era el propósito. Para él, cada unión conmigo, era una forma de reforzar su Ka. Es por lo que yo dije al principio que él vino a mi pozo, porque el pozo que la mujer Iniciada ofrece al hombre es un pozo infinito de potencial magnético. Pero sólo se abre cuando la mujer se siente segura y amada. Sólo entonces la práctica funciona. Porque las prácticas sin el alimento del amor se convierten sólo en técnicas y no darán el resultado requerido o deseado. En cuanto a mí, yo era a la vez mujer e Iniciada, había sido adiestrada durante años y sabía qué hacer con los caminos, pero quedé sorprendida al encontrarme barrida, sobrepasada como mujer. Me encontraba esperando con profunda anticipación una mirada o una caricia de Yeshua; y nuestros momentos juntos en solitario, fueron los más preciosos momentos que he experimentado nunca. Algo en relación con su contacto o sus ojos –la sensación de él- hacía que se abriera algo dentro de mí; y a veces me hallaba casi riéndome de mi misma. Yo, que había sido instruída en las prácticas más secretas de la Magia Sexual de Isis y había sido considerada como muy avanzada por mis Sacerdotisas, -esta Iniciada- se encontró como una mera principiante en la presencia de la mujer. Porque ahora os digo que dentro del corazón y de la mente y de la sabiduría corporal de lo femenino se encuentran algunos de los mayores secretos y mayores poderes –y esperan a ser revelados. ¡Y todo ello está dispuesto a abrirse por la caricia de otro! Y así, cuando hablo de Yeshua estoy colmada por mi amor y los sentimientos que yo mantengo para él a través de todo el tiempo.

Dieciséis

La Magía del Sexo de Isis está basada en la comprensión de que el principio femenino contiene dentro de su naturaleza, específicamente de su naturaleza sexual, una llave alquímica. Esta llave alquímica se revela en el acto de lo que llamáis amor, -amor sexual. Cuando éste se activa de un modo suficientemente fuerte, las Alquimias de Horus se presentan espontáneamente por sí mismas. En mi instrucción se asumía que había dos caminos, alquímicamente hablando, hacia el mismo objetivo. Las Alquimias de Horus eran el fundamento de ambas alquimias, o prácticas, ya que se utilizaban los mismos caminos básicos. Para aquellos que no deseaban desarrollarlo en pareja, las Alquimias de Horus proporcionaban un método para activar y reforzar el cuerpo Ka hasta los niveles de la Alta Iniciación. Para aquellos en pareja, la Magia Sexual de Isis proporcionaría las alas con las que ascenderían al Djed y entrarían en el trono de la más Alta Consciencia. Desde mi punto de vista avanzado, considero una gran tragedia que los secretos y la sacralidad de nuestras naturalezas sexuales se hayan considerado diabólicos por la Iglesia, por los Padres de la Iglesia. Y la más dinámica y una de las más rápidas vías a la realización en Dios, se ha considerado errónea desde hace casi dos mil años. Y además encuentro irónico que la Iglesia la haya convertido en pecado y por tanto haya aterrorizado a aquellos que podrían haber ascendido por ella.



Diecisiete


Aunque los milagros de Yeshua son considerados extraordinarios por muchos, desde el punto de vista del Iniciado son sencillamente las expresiones, las expresiones naturales, del potencial de la consciencia. Son un signo. Existen razones para los milagros y quiero hablar de esto desde el punto de vista del conocimiento Iniciático que Yeshua y yo poseímos. Cuando yo conocí a Jesús, él ya demostraba los signos.

Su nivel de creación era muy alto. Mi cometido era ayudarle a reforzar su cuerpo Ka para su Iniciación final a través del portal de la muerte hacia el Alto Dios Horus. Ello fue llevado a cabo, como os he dicho, mediante la Magia Sexual de Isis y las Alquimias de Horus. De todos los milagros que hizo Jesús y yo presencié, el que es más querido para mí es el de los panes y los peces. Fue un día caluroso y muy largo. Los discípulos, María y yo misma seguíamos al Maestro como de costumbre. Se formó una multitud muy grande que escuchaba atentamente cada palabra de la boca de Jesús. Todos estábamos cautivados por su visión y su forma de expresarla. Fue como si, durante algunas horas, fuéramos llevados al mismo cielo y sentíamos que el cuerpo Ka de Yeshua se había expandido hasta incluír a cada uno –otro signo. Cuando finalizó su discurso era ya el final de la tarde; y lleno de compasión por ellos, dándose cuenta de que su camino de regreso a casa les llevaría varios días a muchos de ellos, pidió comida para ser reunida y compartida. Entonces los discípulos, María y yo; y unos pocos más que se unieron a nosotros desde la multitud comenzamos a reunir comida. Pero cuando estuvo toda reunida, sólo había unos pocos peces y unos pocos panes pequeños. Difícilmente suficiente. Fue entonces cuando contemplé un suceso verdaderamente extraordinario. Yeshua se retiró internamente y cerró sus ojos. Pude sentir la intención de su oración aunque no pude oír las palabras. Recorriendo la extensión completa de su Djed desde la base de su espina dorsal hasta el extremo de su cabeza, vi de forma clarividente un relámpago de luz hacia arriba a través de su coronilla, hacia su Ba, su Alma Celestial. Entonces descendió una energía, como si fuera en respuesta a su petición; y él puso sus manos sobre los dos pequeños cestos y comenzó a repartir los panes y los peces, partiéndolos en trozos y dándoselos él mismo a cada persona. Fue realmente extraordinario, más de mil personas recibieron alimento y los panes y los peces no llegaron a acabarse.

Después que la multitud fue alimentada, Yeshua repartió trozos a sus discípulos, a María y a mí; y el pan tenía el gusto más dulce y el pescado el aroma más extraordinario que yo nunca he vuelto a probar.Tales milagros son naturales para un Maestro del calibre de Yeshua; y desde el punto de vista Iniciático, son el potencial de cualquier persona si se practica lo que se requiere.

Dieciocho

Jesús a menudo usaba la frase “Yo y el Padre somos uno”. Esto ha conducido a una profunda mala interpretación. Desde el punto de vista Iniciático es solamente otra palabra para el Espíritu. Y en aquellas palabras Yeshua indicaba que se había fundido con su Espíritu y que era por lo que acontecían los milagros. Y así, él iría y vendría entre dos ideas que los evangelios cuentan en su propia forma limitada. Por una parte, Yeshua decía a veces “Yo y el Padre somos uno”. Otras veces decía “Sin mi Padre no puedo nada”. Ésta es la oscilación que sucede con el proceso Iniciático en el que el Iniciado oscila entre la fuerza y la convicción de su conexión con la Fuente del Espíritu y a continuación a otro estado mental en el que piensan que no son nada y no pueden nada sin el Espíritu. De este modo un estado mental tiene un sentimiento de omnipotencia. Y el otro estado tiene el de impotencia. Y el Iniciado debe pasar entre ellos dos. Que Yeshua utilizara esas frases algunas veces me indicaba, como compañera Iniciada, que él se encontraba en medio de esta paradoja. Y él vivió con esta paradoja de consciencia hasta el jardín de Getsemaní. Porque fue antes de su estancia en el Jardín, como contaron sus Discípulos, cuando él vino a mí y practicamos las Cuatro Serpientes por última vez. Hubo intensidad en nuestro rato juntos porque ambos sabíamos que el tiempo estaba a punto de finalizar. Con la fuerza explosiva liberada con la práctica, el cuerpo Ka de Yeshua resplandecía con el poder y la convicción que él llevó consigo hasta las horas finales de su vida, fortificándolo para su paso a través de la muerte. Pero los momentos anteriores fueron a menudo empleados, -busco las palabras correctas- en una especie de autocuestionamiento. Aquellos que siguieron a Yeshua, que se llaman a sí mismos cristianos, les gusta pensar que él estaba muy seguro y siempre claro en relación con su propósito y misión; y que nunca dudaba. Pero quien pasó las noches con él os dice otra cosa. Sólo porque un ser haya alcanzado el nivel de maestría, no significa que sea capaz de pasar a través de la incertidumbre, sin ser tocado. Yeshua sintió la presión de su Alma Celestial, pero es algo extraño siendo un Iniciado. Porque uno es humano con todo lo que ello conlleva; y uno está (ampliamente) conectado; y cada vez más como parte de su propia Alma Celestial. Es Ba, el Alma Celestial, que es la voz de Dios hablando. El Alto Iniciado actúa como un reflejo de la boca de Dios, pero sólo que el Alma Celestial esté clara, no significa que el humano también lo esté. Yeshua vió en otros el potencial para la realización en Dios y habló de esto algunas veces. Una de ellas es mencionada en los Evangelios cuando dijo “vosotros haréis mayores cosas que yo”. Porque él sabía que los milagros son una expresión natural de la consciencia; y que en la medida en que la consciencia de la humanidad se expandiera, los milagros serían corrientes.Y así, al mismo tiempo él era muy consciente de las limitaciones de los que iban con él, o de su adicción al odio, la ignorancia y la intolerancia; y esto lo apenaba profundamente. Pasamos muchas noches hablando sobre esto. Y hasta unos pocos días antes de Getsemaní, no estaba seguro de si podría alcanzar lo que se requería para pasar por la Iniciación final. No conozco la razón para el cambio en él, pero unos pocos días antes del Jardín y de nuestro acto Iniciático final juntos mediante las Cuatro Serpientes, vino sobre él un profundo sentimiento de paz y estuvo seguro de una forma que nunca le había visto.



             





... / ... continúa en la Parte II




The Magdalen Manuscript
The Alchemies of Horus and The Sex Magic of Isis
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Editado por Tony de Pablo ©