MARÍA
17 julio 2012
Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Hijos bien amados, rindo gracias por vuestra recepción, aquí y en todas partes sobre esta Tierra. Vengo, acompañada por el Arcángel MIGUEL y el Arcángel ANAEL, desde hoy, donde ustedes estén en esta Tierra, presentes en este cuerpo de carne, no solamente para ser todavía más Presente sino, acompañada de dos Arcángeles, con el fin de permitirles a ustedes beneficiarse del Fuego del Amor, desde este instante. Con el fin de que muchos de ustedes comiencen a vivir, en esta carne, esta transubstanciación que va a darles a vivir, ahí donde estén, ese Fuego del Amor. Conjunción del conjunto de la Luz, en sus triples componentes, del conjunto del Manto Azul de la gracia, de la Onda de Vida, permitiendo a un número siempre más grande de ustedes, a vivir en Absoluto, a vivir en el Amor indecible de vuestra realidad. Más allá de esos componentes de la Luz, más allá de la Onda de Vida, más allá de la Presencia del Doble, o mi Presencia a vuestros costados, más allá de la abertura (a doble batiente) de la Puerta KI-RIS-TI.
Numerosos de ustedes van a ser revestidos de este Manto Azul de la gracia, que se pondrá sobre vuestra cabeza y sobre vuestros hombros, abriéndolos todavía más a la verdad del Amor, en este Fuego ardiente. A ustedes, los Liberadores, nos ofrecemos, porque ustedes se ofrecieron, el sentido preciso y vivido de este Manto Azul de Luz. Revestidos de este atributo, acompañados de nuestra Presencia, el Fuego del Amor despliega, en ustedes, su potencia y su belleza, instalándolos, siempre más, en la certeza absoluta del Amor de lo que ustedes Son, más allá de esta carne, más allá de todos los Velos. Nosotros estamos, como ustedes lo saben, en ustedes, a vuestros costados, con el fin de acogerlos a estas Bodas Místicas de vuestro Encuentro con ustedes mismos, mucho más allá de toda separación, de toda identidad. El Amor se despliega, como un fuego de alegría. El Amor se despliega, dándoles a vivir lo que les ha hecho tanta falta sobre este mundo. En tanto Liberadores, ustedes son los pioneros por vivir y por realizar que no son de este mundo, que son Uno, devolviéndolos a vuestro estado original de KI-RIS-TI, Hijos Ardientes del Sol, Seres ígneos, de pureza y de belleza.
El Manto Azul de la gracia se desplegó sobre la Tierra. Ustedes son, cada día, cada vez más numerosos a vivirlo, otorgándoles esta certeza, esta Transparencia, este estado más allá de todo estado, donde solo el Amor es lo Verdadero, es lo Bello. Mucho más allá de todo apego, mucho más allá de todo lazo, mucho más allá de vuestra historia. Esto se despliega, en ustedes, en este instante. La Recepción, no solamente de la Luz-Cristo sino del CRISTO, les da a volverse y a Ser (más allá de toda lógica humana, más allá de toda percepción humana) la Verdad. Se vuelven, la Vía, la Verdad y la Vida, en su totalidad. La conciencia abraza todo lo Creado y lo Increado. El Amor que es, como nosotros se lo dijimos, nuestra naturaleza, nuestra Esencia, nuestra perfección, vence los últimos límites de vuestros miedos, las últimas dudas. La acción de MIGUEL, la acción del conjunto de lo que nosotros somos, y de lo que ustedes son, obran de común acuerdo, en total Fusión, en total armonía.
Desde el instante donde el Manto Azul de la gracia, percibido sobre vuestros hombros, a nivel de la Puerta KI-RIS-TI de vuestra cabeza, señala el cumplimiento de quienes ustedes Son, dándoles a vivir, en esta realidad donde ustedes están insertados, el milagro del Amor, el milagro de la completud, donde nada más puede faltar, donde nada más puede estar ausente. Dándoles a vivir, en vuestros días y en vuestras noches, ese estado último donde vuestra Presencia no puede más ser definida por sea lo que sea. Donde incluso el “Yo soy” o el “Yo soy Uno” no puede ser más referenciado, ni comparado. Este cumplimiento, como Liberador, muestra, y mostrará, cada vez más, la calidad y la potencia del Amor, dándoles a vivir la reminiscencia total de vuestra Esencia. Ninguna actividad de vuestro mental, ninguna actividad de este cuerpo, no podrá más escapar, mostrándoles que ustedes han resucitado. Asisten a vuestra propia Resurrección, a vuestra propia elevación.
El solo motor es el Amor, la sola gracia es el Amor. Más allá de toda definición que ustedes puedan aplicar, más allá de todo lo que ustedes puedan imaginar, más allá de todo lo que puedan creer, abriendo, siempre más, vuestros campos de energía, vuestros campos de conciencia, ofreciéndoles la Deslocalización total. En este espacio particular sin espacio, cuando el Manto Azul está allí, ninguna duda más puede asaltarlos, ningún miedo más puede emerger. El Amor colma todo y llena todo. Ustedes están en esos Tiempos. He aquí el sentido de mi venida, también acercada, a través de vuestra Presencia, y no solamente de mi Presencia en el seno de este ser (ndr: el canal). Más ustedes acogen, más Son, este Amor, que ninguna contingencia de este mundo puede borrar, ni incluso osar hacer desaparecer. Los Velos de la Ilusión son, para ustedes, quitados. Abrazan, más allá de toda mirada y de todo sentido, lo que ustedes Son. Más ustedes Son eso, más el sentido incluso de una persona, o de lo que sea de este mundo, puede alterar más, ni frenar, lo que ustedes Son.
Nuestras Presencias, a vuestros costados y en ustedes, van a volverlos, en todos los sentidos del término, cada vez más aparentes. Nuestros emisarios serán numerosos, en vuestras noches, a venir a despertarlos al Amor. Las manifestaciones de vuestros cuerpos, por el ardor del Amor, van a reajustar lo que ustedes pueden nombrar, en la superficie de este mundo, vuestra tasa Vibratoria, aquella de este cuerpo que vive su transmutación, esta alquimia. La Conciencia y el Absoluto les hacen asimismo, abriéndolos, siempre más, a lo Infinito de la Gracia, a lo Infinito de la Belleza. La Fuente viene, en ustedes, a golpear a la Puerta Cristo, a recordarles su Juramento. En Amor y por el Amor, nunca más estarán separados, nunca más estarán en falta de lo que sea. Las Puertas de la Resurrección se abren, con Majestuosidad. Las Puertas de la Eternidad. Como eso se dijo, ustedes no tienen nada que hacer. Sólo estar ahí, acoger y rendir gracia, a ustedes mismos, a la Luz, a fusionar con nosotros, en vivir la quintaesencia, lo que viene a llenar todo, más allá de toda palabra, de toda apreciación y de toda interrogación.
Cuando yo les digo que ustedes son la Vía, la Verdad y la Vida, eso va a tomar todo su sentido, no en vuestra cabeza, no creyéndolo sino, viviéndolo enteramente. La radiación de este cuerpo, su irradiación, que ustedes percibirán en todos los puntos de este cuerpo, los colmará y no dejará ningún lugar para la menor incertidumbre. Como Liberadores, vencieron las Puertas de la Muerte. Soltaron, Abandonaron todo lo que, en ustedes, podía hacer resistencia y obstáculo a la Verdad del Amor. La calidad del Amor, en su absoluta pureza, les aparecerá, en un primer tiempo, como un milagro y una gracia pero, muy pronto, eso les parecerá como la evidencia misma, que los hará quizá, incluso, preguntarse cómo habían podido estar aunque solo fuera al costado de eso. La Onda de Vida, el Manto Azul, el Supramental, el conjunto de estos cuerpos, Vibran a otra frecuencia. Y vuestra Conciencia no está más limitada a lo que sea ni a quien sea.
Lo que se despliega es, pues, efectivamente, aquí mismo en la carne que ustedes habitan, este Último y este Absoluto, más allá de todo sentido de una identidad, de una persona, e incluso de una Conciencia. En ningún momento podrán más ni dudar, ni poner en tela de juicio lo que ustedes viven, dándoles, de algún modo, los apoyos necesarios, no más solamente para anclar esta Luz sino para Serlo, para hacerla penetrar bien, en toda densidad de este mundo, en toda alteración de este mundo. Dándoles a decir “sí”, a cada minuto y a cada respiración, a esta Verdad.
Todo está pues listo, ustedes lo comprendieron, a Ser lo que ustedes Son, no solamente para ustedes que lo viven, sino para el conjunto de vuestros Hermanos y Hermanas, del conjunto de mis hijos que esperan mi Llamado. Ustedes lo viven por la Acción de gracia, por adelantado. No hay ahí ninguna gloria, ni ninguna recompensa, sino justo la eclosión, real, de ustedes mismos. Estamos, más que nunca, cada vez más presentes a vuestros costados. Aquellos de nosotros que los visitaremos les aparecerán, a veces, mucho más tangibles, mucho más densos, incluso, que lo que está presente sobre este mundo. La firmeza y la potencia de Hijo Ardiente del Sol es un bálsamo, no solamente para ustedes que lo viven, sino para todos aquellos de mis hijos que dicen “sí” a su Resurrección. El Manto Azul de la Gracia está a vuestra disposición. Desde la última sesión (dirigida, hacia ustedes, por el conjunto del Cónclave de Estrellas y de Ancianos) consumada, ustedes percibirán los efectos que no se parecen a ningún otro, hasta el presente (ndr: el jueves 19 de julio – ver la intervención de MIGUEL del 5 de julio 2012).
El sentido de mi intervención, acompañada por ANAEL y MIGUEL, es la ocasión para ustedes, aquí y en otro lugar, de vivir los efectos. Dándoles a ser, también, los iniciadores para quienquiera que sobre esta Tierra, en un cuerpo de carne, deje obrar esta Gracia. No existe ningún obstáculo, no existe más obstáculo, no existe ninguna barrera, exceptuadas todavía aquellas de vuestras dudas y de vuestros miedos, pero que serán, si ese no es ya el caso, barridas por el Manto Azul de la Gracia y la Presencia de KI-RIS-TI. Entonces, sí, como los Ancianos los han preparado y como las Estrellas los han preparado, estén tranquilos, pues todo está allí. Quiten de ustedes toda duda, toda aprensión, toda espera incluso. No pongan más ninguna distancia entre ustedes y la Gracia.
He aquí lo que tenía para decir, y sobre todo para derramar, en este día, sobre esta Tierra, en acuerdo y en apoyo Vibratorio del Arcángel MIGUEL y ANAEL.
Mañana, a las 17 horas (ndr: hora francesa), vendrá a expresarse, entre ustedes, GEMA GALGANI que ha obrado tanto para preparar estos instantes, sea en su efímera vida pasada, como en el conjunto de las difíciles encarnaciones que ella vivió.
Si hay en ustedes, interrogaciones con respecto a este Fuego del Amor y a lo que se desarrolla, a este Manto Azul de la Gracia que está sobre vuestros hombros, los escucho.
No tenemos preguntas. Le agradecemos.
Hijos bien amados, les doy pues cita, todavía una vez, en 2 días, a la misma hora. Como receptora del conjunto de Vibraciones y de las Conciencias Arcangélicas, de las Estrellas y de los Ancianos, volveré en ese momento. Que la Gracia sea vuestra Morada, esa de la Paz Suprema, del Amor Indecible e Infinito. Vivamos juntos, por vuestra presencia, y nuestra Presencia, lo que nosotros somos: la Vía, la Verdad y la Vida, en Eternidad y en Infinidad.
…Compartir del Don de la Gracia…
Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Yo los abrazo. Hasta pronto.
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NDR :