Saludando el nuevo año
Por Madre María
A través de Ngari
10.01.2012
Amados hijos
Más una etapa ha sido vencida. Mucho de lo que han vivido
hasta aquí, se desvanece en el aire de una vibración que desaparece de la faz
de la Tierra. Gaia ha ascendido, y ustedes con ella. Os felicito, mis amados,
por haber ido tan lejos. Mucho de lo que existía, se desmorona delante de los
ojos atónitos, de aquellos que aún duermen. Ya nada será como antes… porque
aunque una u otra vieja forma prevalezca, ya no será percibida del mismo modo.
Es tal la expansión de consciencia, que hay un incremento potencializado de la
rata vibratoria planetaria.
Los ojos con que veían el mundo a su alrededor, ya no es el
mismo. Es como si hubiese sido dotado de anteojos mágicos, que os permiten mirar
más allá de lo que sus ojos físicos pueden ver. Ustedes empiezan a vivir desde
el corazón, hijitos míos. Aprenden a escuchar su propia Guía interior. Sus
ideas y pensamientos son mucho más claros y elevados. Y el amor es el cemento
que une a todos.
Esa, mis hijos, es la única realidad. La única verdad. Aunque
la oscuridad quiera dar sus últimos coletazos… aunque la paz no esté
enteramente anclada en Gaia… a despecho de todo lo que aún pueda restar de energías discordantes… utilicen las herramientas que ya poseen, para seguir
adelante y transcenderlas. No sufran
más, mis hijos. Sepan que todo lo que les aqueja ahora mismo, no es más que una
ilusión, de la cual saldrán aún más fortalecidos.
Mis amados. Es con gran satisfacción, que me dirijo hoy a
ustedes, a través de nuestra amada Ngari. Desde hace mucho, esa hermana ha sido
nuestra voz, y aunque haya pasado por momentos muy duros, siempre ha estado
firme en su posición, lo que le ha permitido siempre salir fortalecida de todas
esas situaciones. Y aunque se depare con
duras críticas a su trabajo, siempre logra salir adelante.
Os estoy diciendo todo eso, para que siempre a lo largo de
sus vidas, tengan en mente el ejemplo de esa amada. Para que en sus momentos
difíciles, sepan utilizar su amor, su mansedumbre, y su Conocimiento, como un
modelo a ser seguido. Muchos ya lo hacen, a lo largo de todo el mundo.
Ustedes viven un momento excepcional. Y no es chocándose unos
contra los otros, que llegarán en donde desean. Dejen a un lado la
irritabilidad. Transciendan la dualidad de una vez. Ella ya no tiene nada que
les valga. Abran sus corazones unos a otros, y disfruten de las maravillas que
les llegan, mis hijos. No pierdan su precioso tiempo con situaciones que ya no
tienen cabida en la nueva Tierra ascendida.
Traten de construir ese mundo mejor, que ha sido objetivo de tantas
vidas, mis amados.
Cuantas veces os he dicho que no reaccionéis. Sus reacciones
están condicionadas a la vieja energía. Deben formar parte de un repertorio caducado
de acción/reacción, que ya no tiene cabida en la nueva energía. ¡Innoven, hijos
míos! Atrévanse con ese nuevo estado de SER. Perdónense unos a otros. No sean
tan susceptibles… No reaccionen. No se culpen mutuamente, ya que no hay
culpables. Solo experiencias. Permítanse simplemente SER… y dejen SER a sus
hermanos.
Generen un espacio seguro, en donde su SER Superior pueda
actuar libremente. Empiecen a manifestar ese mundo mejor que todos ustedes
llevan en su interior. Tómense de las manos, para caminar juntos… Todos
nosotros os bendecimos y caminamos unidos a ustedes. Ya no hay distancia, ni
separación. Yo, su Madre María, Reina de los Cielos y de la Tierra, os bendigo,
hijitos míos, y os dejo con mi manto azul de la Gracia, que ya se extiende por
todo el planeta. ¡Sean UNO, amados de mi corazón!