EL KARMA NO EXISTE - 16 de octubre 2013
Béatrice Balme - Colectivo del Uno
A mis hermanos y hermanas que creen que deben pasar su existencia resolviendo el karma, disolver tal o cual karma para ser libres, les digo "sin mí." Trabajar sobre uno mismo no es vivir. Nosotros no trabajamos para aprender a amar. Uno muere, simplemente.
Desde el regreso de la Luz Vibral, el ego espiritual a menudo nos reprocha haber tenido hijos porque estábamos supuestamente necesitados de amor. Cómo dar la vida si no tenemos Vida. Esto no tiene sentido. ¿Quién puede dar la vida por la vida misma? He visto varias veces al ego apestar en mi descendencia, en mi familia y que me acusó de ser contaminada por un padre engañado. Vi lo suficiente para decirle a la cara una mañana, este juego ha terminado. Esta culpa había desaparecido durante la noche. Todo quedó claro. En este momento, vemos realmente irradiar inocencia de cada uno. La belleza está ahí delante de nuestros ojos.
¿Realmente deciden tener hijos, crear una familia? ¿Quién elige? No yo, no tú. Es la vida quien maneja, es la vida quien decide, y no la personalidad. Numerosos episodios de mi vida, desde la infancia, me han demostrado que todo lo repudiado, por decepción y por miedo, lo experimenté en crecimiento. Aquello a lo que me cerré por X razones se presentó a mí bajo una nueva luz, ¡y qué disfrute para los sentidos! La maternidad, cómo la paternidad son un regalo de la Vida. Él es Mérito (María en sumerio-acadio). Cuando el Yo personal capitula, nos abrimos a los demás, naturalmente, espontáneamente. Vemos a través del otro y disfrutamos a través de otro. Somos el otro. Somos la vida. Somos ella. ¡Cuántas veces he dicho que me permitió poner en el mundo piezas de mí misma! ¡Qué placer! Los hijos de la tierra somos nosotros mismos. Y aceptarlos tal como son, es abrirse a lo desconocido.
Siendo Uno, concordamos naturalmente, cuando los reajustes insoportables para el Yo emocional se producen. Estamos aquí en Presencia y eso es todo lo que importa. El ego emocional se alimenta de historias, de traumas y de emociones fuertes. Es él quien se tira pedos, no te sientes libre. Te hace creer en el karma porque necesita tranquilizarse mientras te culpabiliza, necesita existir. Vive no con una, sino con varias memorias (cristalizaciones). El Ser, el Yo racional considera al otro como a sí mismo sin hacer ninguna pregunta. Él es libre, como si Él caminara sobre el Agua. Él ve las memorias y las emociones, pero no se identifica con ellas. Él respeta, por consecuencia la vida de todos sin interferir, sin imponer sus leyes. Para el ego espiritual, eso es insoportable porque ve el caos más completo. Él necesita controlar.
La vida es simple en realidad. Todo es don. Basta con amar todo lo que es. Ser el Sol que no pregunta nada y quién irradiara sin interrupción la Vida. ¡La gracia está por todas partes!
Tuya.
Béatrice
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Traducción: Ana María Beltrá