Páginas

lunes, 21 de abril de 2014

Gran Cruz: Gran Ritual

En pocas horas se formará la gran Cruz Cardinal a los 13º de los cuatro signos iniciadores, los que impulsan a dar el primer paso por lo que nos estamos sintiendo muy motivados a nuevos comienzos.
Todos andamos inquietos y se respira descontento. En este tiempo nadie está muy a gusto y es porque las energías se han movilizado tanto que cuesta ajustarnos… Estamos medio desfasados y mientras seguimos girando en las frecuencias antiguas, la nueva frecuencia ya se ha instalado y toca ajustarnos a ella.
La tradición nos muestra que después de una Gran Cruz Cósmica Cardinal sucesos inesperados dan un nuevo rumbo a la humanidad y la verdad es que  estamos todos tan hartos de este sistema que cualquier rayito de luz que se cuele por la ventana nos hará seguirle hasta encontrar su procedencia. Son tiempos especiales y nos toca colaborar en el acomodo a la nueva frecuencia vibracional que está reinando. Eso implica dejar muchas cosas atrás y no todos están dispuestos a hacerlo… aunque muchos indecisos se sentirán repentinamente bañados de coraje y se atreverán a cruzar el portal…
Este ritual es justamente para ayudarte en el proceso de ajuste vibracional y eso comprende también remodelar nuestras vidas. Y para muestra te diré que te está costando visitar lugares y personas que antes frecuentabas, ya no resistes ciertas comidas que antes disfrutabas, y hay tantas cosas que te tienen harto como vestir de traje para ir al trabajo o ya no te interesa mirar la tv o escuchar noticias. Te desconoces a ti mismo y sientes que ha llegado la hora de cambiar… y así es.
Desde el día 21 y hasta el 27 de abril dedicarás al menos 20 minutos diarios para ti… Te sentarás cómodamente o si prefieres estar de pie o acostado (siempre y cuando no te duermas) y te concentrarás en las energías del Universo que llegan hasta ti. Imagina cuatro rayos luminosos, mezclados entre si formando un cordón similar al del ADN que descienden en forma de espiral entrando por tu coronilla y recorren todo tu cuerpo. Sientes un calorcillo recorriendo tu cuerpo, es la nueva vibración que desechará de ti todo lo que no vibre en su tono. Te estás limpiando de toda impureza y dejando atrás un pasado de miedos e indecisiones… Te sientes fuerte, poderoso, lleno de energía y decisión. Estás dispuesto a conquistar el mundo y te prometes no dejarte vencer por temores o timidez… Un sentimiento de felicidad se apodera de ti porque comprendes que estás evolucionando. Tu ADN se reacomoda con tanta y tan poderosa luz y una voz te susurra que ya estás preparado para vivir en el nuevo mundo que ya ha comenzado. Disfrutas de sentir la luz dando vueltas dentro de ti y entrando por todos los rincones de tu cuerpo. Puedes sentir cierto cosquilleo y te convences de que asciendes, que tu tono vibratorio está aumentando y que pronto dejarás de sentir mareos, nauseas, jaquecas, y cierta melancolía que te provocaba el choque de las dos vibraciones… Ante ti se abre un portal maravilloso y es hora de cruzar hacia lo nuevo. Solo tienes que dar algunos pasitos y atreverte.

Toma conciencia de que esta es una gran oportunidad que el Universo te regala y que no se repetirá en mucho tiempo. O la tomas o la pierdes... es tu decisión y no estás obligado a avanzar, pero sería una gran pérdida para toda la humanidad que decidas quedarte con las viejas energías.

Terminas el ritual  permitiendo el cordón luminoso que entró por tu coronilla se retire y retorne al Cosmos y sintiéndote feliz, dichoso y agradecido... Solo te queda repetir el mantra más efectivo. Alzando los brazos al cielo recitas: Gracias, gracias, gracias!
Este ritual puedes hacerlo todos los días de la semana desde mañana si tú quieres, pero recuerda que el ritual es solo poner orden a tus energías pero el trabajo es siempre interno. Eres tú quien debe abrirse a lo nuevo y soltar lo viejo… solo así podrás avanzar.

En Amor y Conciencia.

Me® 

 Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.