MADRE DIVINA MARÍA
REENCUENTRO
UNIÓN Y FUSION ENTRE LLAMAS GEMELAS
El reencuentro con la Llama
Gemela, no es casual, es algo muy especial, divino y mágico. Ha sido
minuciosamente preparado desde lo más alto.
La energía que
generan es única, idéntica con muchísima luz y de vibraciones muy elevadas.
Al ser la otra mitad,
se complementan y se nutren la una de la otra.
Cuando se da este encuentro
al menos uno de los dos la reconocerá.
Existen diferentes formas
de llevar a cabo esta fusión, teniendo en cuenta que siempre estará supeditado
a la evolución espiritual de cada pareja.
Para las Llamas Gemelas
que hayan alcanzado una evolución espiritual elevada, lo más habitual es que
primero esa fusión sea espiritual en los planos superiores, realizando los
trabajos de fusión desde sus espíritus y trabajando las conexiones y los lazos
del corazón.
La Llama más avanzada
colaborará con su Llama compañera, su otra mitad en su despertar… le
ayudará a liberar las barreras que le impiden despertar y fusionarse con ella,
para luego, poco a poco, poder manifestar la unión-fusión en el plano físico.
Existen distintas formas de
vivirlo según la evolución de cada Ser o de cada pareja de Llamas Gemelas, pues
no debemos olvidar que todos estos pactos se hicieron desde el mundo paralelo
de dónde venimos... antes de encarnar en el plano físico, en este tiempo, de acuerdo al karma, el
aprendizaje y la misión a realizar sobre el Planeta Tierra, por eso cada pareja
de Llamas Gemelas lo vivirá de forma distinta.
El amor que se genera entre
las Llamas Gemelas, es un Amor Sagrado, que va más allá del plano físico, del
espacio y del tiempo, es un Amor de almas y de cuerpos, para que pueda
manifestarse en el plano físico.
Las Llamas Gemelas no
podrán fusionarse en su totalidad, hasta que no se haya hecho el trabajo de sanación
correspondiente en cada uno, para liberar todo el karma y poder alcanzar su
estado más puro.
Al menos uno de los dos
deberá estar despierto, en tal caso el que ha sido despertado ayudará a su alma
compañera en su despertar y en su evolución espiritual.
Las Llamas Gemelas tienen una
misión conjunta de Amor, y se han encontrado para ayudarse mutuamente y para
ayudar a los demás.
Solo existe una Llama
Gemela para cada uno, y la energía y la atracción que desprenden la una hacia el
otro, son de vibraciones muy elevadas… y lo que se siente es inexplicable,
porque al ser un amor tan elevado, no hacen falta las palabras para comprender
esos sentimientos tan sagrados que anidan en el corazón de ambos.
Entre parejas de Llamas Gemelas
muy evolucionadas, que ya hayan liberado todo el karma y que sus Espíritus se
encuentran en un estado muy puro, no existen los conflictos… pues han trabajado
muy duro a lo largo de muchas vidas pasadas, dejando atrás los viejos patrones,
para poder renacer, ayudarse y seguir aprendiendo… porque son energías
iguales, y se complementan de una forma espectacular, ya que viven la una
para la otra… y se nutren mutuamente.
Viven un amor
incondicional, porque ya han trabajado y superado el desapego.
Entienden que el amor es
libertad, pero a la vez sienten una gran necesidad de estar juntos, porque se
sienten protegidos cuando están cerca… y saben que todo irá bien.
Cuando están juntas se
sienten como en casa.
Son Seres muy puros que ya
se han liberado de las cadenas que puedan atarlos al mundo material, pero
deciden mantenerse en el plano físico para servir a la Humanidad y a la Madre
Tierra.
Los lazos del corazón son
tan fuertes que nada ni nadie puede romperlos. Estos lazos están unidos entre sí,
hasta que llega un momento en el que se fusionan en uno solo.
Los canales de luz también
se fusionan en uno solo, por eso siempre están conectados, sienten tanto en el
corazón… que esos sentimientos se manifiestan a través de la mente, y siempre
piensan la una en la otra, pero no en un sentido egoísta y posesivo, sino todo
lo contrario… es por puro amor.
Grandes cambios se
avecinan y muchas Llamas Gemelas se reencontraran de nuevo, para poder
finalizar su misión conjunta en el amor… la energía más hermosa y poderosa que
existe, pues no debemos olvidar que fuimos creados desde el amor.