Amados Hermanos: Es un placer para mí volver a presentarme ante ustedes. Hoy quiero hablarles de un tema bastante interesante. En el medio social donde ustedes se desenvuelven, es muy usual "hacer planes." Desde niños les han enseñado a planear, y esto es muy bien visto en los sistemas de enseñanza y en las empresas. No obstante quien se sintoniza con mi frecuencia, encuentra un nuevo punto de vista.
Mi amorosa observación para quien solicita mi guía, es que no haga planes. Esta decisión a la que no están acostumbrados, requiere mucha fé y abandono en el Plan Divino. Cuando ustedes hacen demasiados planes, no nos déjan en libertad de actuar, porque hasta cierto punto le están exigiendo al Universo un resultado concreto, determinado.
Muchos de sus planes están diseñados por el ego, que no sabe en realidad que es lo que más les conviene, nosotros en cambio, si sabemos cuales son las mejores formas de lograr un resultado.
Yo puedo ayudarles con señales a identificar que fue LO QUE VINIERON A HACER al Planeta. Una vez lo sépan, yo mismo les iré mostrando opciones que ustedes nunca verían. La mente, crée que solo hay una forma de lograr algo. Yo puedo mostrarles que hay cientos de maneras de alcanzar sus metas.
No estoy en contra de quienes hacen planes, solo les estoy ofreciendo una nueva forma de mirar las cosas. Si repásan sus vidas, verán que muchos de esos planes que ustedes hicieron en el pasado, no se cumplieron
Su cuota es estar haciendo los Códigos Sagrados y "escuchando su corazón."
A veces puede surgir una opción permitida por nosotros, que ustedes no elegirían porque aparentemente la vén inconveniente. Sin embargo, ese puede ser el camino para darles bendiciones maravillosas. Lo importante es que ustedes escúchen nuestras sugerencias y las sigan. Siempre que recíban un mensaje nuestro, pídan confirmación con señales. Se las daremos. Pero cuando se las demos, créan en ellas.
Hace un tiempo uno de ustedes, me pidió que le indicara si iba por el camino correcto. Yo le dejé una hermosa pluma blanca como señal. Tal vez no fue suficiente, porque me volvió a preguntar si iba por la ruta correcta.
Yo le volví a dejar otra hermosa pluma blanca. Aún después de las dos señales precitadas, insistió en preguntarme si iba por el sendero adecuado. Por tercera vez le dejé una linda pluma blanca. Por fín me creyó, al ver las tres plumas. Con esto quiero decirles que a nosotros nos encanta darles señales, para que se siéntan seguros y no se equivoquen.
Unas palabras finales. Las entidades de la oscuridad se caracterizan por la ingratitud, el pánico, la desesperanza, la no aceptación, el odio, el egoísmo, la inseguridad, la desconfianza, y la culpa, entre otros. No se dejen envolver por esos sentimientos. Dios siempre responde y les dará los deseos de su corazón.
Yo soy Uriel, el que les otorga el éxito y les ayuda a confiar.
" Canalizado por José Gabriel Agesta.
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