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lunes, 3 de agosto de 2015

Tiempo Para el Cambio – El Secreto de Fátima 1917 – 1960 – 1976



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| agosto 1, 2015
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Tiempo Para el Cambio –  El Secreto de Fátima 1917 – 1960 – 1976

15-11-2011

A LOS JEFES DE ESTADO EN EL MUNDO Y A TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA

Recogido del texto del periódico “L’ARALDO de S. ANTONIO” n.15 de mayo 1975 y publicado de nuevo, in obediencia a la voluntad sisma de la SS.

Virgen Madre del Salvador Cristo Jesus, para el apostolado y la difusión de la buena prensa a cargo de un GRUPO DE HIJOS ESPIRITUALES del Siervo de Dios Padre Pío de Pietralcina. (S.B.C. Torino)

El Decreto de la Congregación para la Propagación de la Fe A.A.S. n. 58/16 del 29-12-1966 había sido y a aprobado por S.S. Pablo VI el día 14-10-1966 y fue publicado por voluntad se Su Santitad misma.

Tres meses después de la publicación el Decreto fué convalidado, per lo que ya no esta más prohibido divulgar – sin el imprimatur – escritos referidos a nuevas apariciones, revelaciones, profecias y milagros.

El concilio Vaticano II ha reconocido el derecho a la información leal entre las personas honestas.

(Documentación catolica n. 1483 pag. 327)

He aquí el famoso tercer secreto de Fátima del cual se esperaba la divulgación en 1960.

El documento, fué conocido por una indiscrección diplomática, habría sido enviado a titulo informativo por las Autoridades Vaticanas a las de Washington, de Londres y de Moscú, creyendolo necesario, es más, indispensable a la convención que mira por el ce-se de los experimentos nucleares.

La autenticidad de tal documento no ha sido nunca desmentida por el Vaticano.

El 13 de octubre de 1917, despúes de una serie de apareciones, la Virgen Santisima se apareció pur última vez a los niños de Fatima; Lucía, Jacinta y Francisco.

Despúes del suceso del “Milagro del Sol”, la Madre de Dios reveló a Lucía un mensaje especial que “entre otras cosas” decía:

Texto del Secreto

“No tengas temor, querida pequeña. Soy la Madre de Dios, que te habla y te pide hagas público el presente Mensaje para el mundo entero.

Haciendo ésto, encontrarás fuertes resistencias. Escucha bién y haz atención a ésto que te digo:

Los hombres deben corregirse. Con humildes suplicas, deben pedir perdón de los pecados comeridos y que pudiesen cometer.

Tu deseas que Yo dé una señal, para que cada uno acepte Mis Palabras que Yo digo por mediación tuya, al género humano.

Has visto el Prodigio del Sol, y todos, creyentes, incrédulos, aldeanos, ciudadanos, sabios, periodistas, laicos, sacerdotes, todos lo han visto.

Y ahora proclama en Mi Nombre:

Un gran castigo caerá sobre todo el género humano, no hoy, ni mañana, sino en la segunda mitad del Siglo XX.

Ya lo había revelado a los niños Melania y Massimino, en “La Salette”, y hoy lo repito a tí, porque el género humano ha pecado y pisoteado el Don que había hecho.

En ningún lugar del mundo hay orden, y satanás reina sobre los más altos puestos, determinando la marcha de las cosas.

El efectivamente iogrará introducirse hasta la cumbre de la Iglesia; él logrará seducir los espítitus de los grandes cientificos que inventan las armas, con las cuales será posible destruir en pocos minutos gran parte de la humanidad.

Tendrá en poder a los potentes que gobiernan los pueblos, y los incitará a fabricar enormes cantidades de estas armas.

Y si la humanidad no se opusiese a ésto, estaré obligada a dejar libre el brazo de Mi Hijo.

Entonces se verá que Dios castigarà a los hombres con mayor severidad como no había hecho con el diluvio.

Llegará el tiempo de los tiempos y el fin de los fines, si la humanidad no se convertirá y si todo debería continuar como ahora, o peor, debería agravarse mucho más, los grandes y los potentes perecerán junto a los pequeños y los débiles.

También para la Iglesia, llegará al tiempo de Sus más grandes pruebas. Cardenales se opondran a Cardenales, los Obispos a Obispos.

Satanás caminará por entremedio de Sus filas, y en Roma habra cambios. Lo que está podrido caerá, y lo que caerá, ya no se levantará más.

La Iglesia será ofuscada y el mundo trastornado por el terror.

Tiempo llegarà, en que ningún Rey, Emperador, Cardenal ú Obispo, esperará a Aquel que sin embargo vendrà, pero para castigar según los designios del Padre mio.

Una gran guerra se desencadenará en la segunda mitad del Siglo XX. Fuego y humo caerán del Cielo, las aguas de los océanos se volverán vapores y la espuma se elevará revolviendo y hundiendo todo.

Millones y millones de hombres perecerán de hora en hora, aquellos que queden en vida, envidiarán a los muertos.

Por cualquier sitio por donde se diriga la mirada, habrá angustia, miseria, ruinas en todos los paises.

¿Ves? el tiempo se acerca siempre más y el abismo se engrandece sin esperanza.

Los buenos pecerán junto a los malos, los grandes con los pequeños, los principes de la Iglesia con sus fieles y los gobernantes con sus pueblos.

Habrá muerte por todas partes por causa de los errores cometidos por los insensatos y por los partidarios de satanás el cuál entonces, y sólo entonces, reinará sobre el mundo, por último, cuando aquellos que sobrevivirán a todo evento, estén aún con vida, proclamarán nuevamente a Dios y a Su Gloria y Le servirá como en un tiempo, cuando el mundo no era así de pervertido.

Ve, pequeña mía, y proclámalo. Yo a tal fin, estaré siempre a tu lado para ayudarte”.

Mensaje de Lucía (22 de mayo de 1958)

comunicado al P. AGOSTINO FUENTES

“Padre, la Virgen está muy disgustada, porque no se ha hecho caso a Su Mensaje del 1917.

Ni los buenos, ni los malos, os han hecho caso. Los buenos van por su camino sin preocuparse y no siguen las Normas Celestiales; los malos en el camino ancho de la perdición, no teniendo en ninguna consideración los castigos amenazados.

Crea, Padre, el Señor Dios muy pronto castigará al mundo. El castigo será material, e imagínese, Padre, cuantas almas caerán en el infierno si no se reza y no se hace penitencia. Esta es la causa de la tristeza de la Virgen.

Padre, dígalo a tódos, que la Virgen tantas veces me ha dicho: “Que muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra.

Naciones sin Dios, serán el flagelo escogido por Dios mismo para castigar a la humanidad, si nosotros, por medio de la Oración y de los SS. Sacramentos, no obtendremos la gracia de su conversión”.

Digalo, Padre, que el demonio esta peleando la batalla decisiva contra la Virgen, porque lo que afflige el Corazón Inmaculado de María y de Jesús, es la caída de las almas Religiosas y Sacerdotales.

El demonio sabe que los Religiosos y los Sacerdotes, olvidando su excelsa Vocación, arrastran muchas almas al infierno.

Estamos apenas en tiempo de detener el castigo del Cielo. Tenemos a nuestra disposición dos medios muy eficaces: la Oración y el Sacrificio.

El Demonio hace de todo para destraernos y quitarnos el deleite de la Oración. Nos salvaremos, o bien nos condenaremos.

Pero, Padre, es necesario decir a las personas que no tienen que estar esperando una llamada a la Oración y a la Penitencia, ni del Sumo Pontefice, ni de los Obispos, ni de los Párrocos, ni de los Superiores Generales.

Es ya tiempo que cada uno, por su propia iniciativa, haga Obras Santas y reforme su vida según las llamadas de la Virgen Santísima.

El demonio quiere apoderarse de las Almas Consagradas, trabaja para corromperlas, para inducir a las otras a una definitiva persistencia en el pecado; usa todas las astucias, sugiriendo incluso poner al día la vida religiosa!

De ello tiene origen la esterilidad hacía la vida interior e indiferencia en los seglares respecto a la renuncia de los placeres y la total inmolación a Dios.

Recuérdelo, Padre, que dos hechos contribuyeron para santificar a Jacinta y a Francisco: la aflicción de la Virgen y la visión del infierno.

La virgen se encuentra come entre dos espadas; de una parte ve a la humanidad obstinada e indiferente hacía los castigos amenazados; por la otra oarte, ve a nosotros que pisoteamos los Santos Sacramentos y depreciamos el castigo que se acerca, quedando incrédulos, sensuales y materialistas.

La Virgen ha dicho expresamente: “Nos acercamos a los últimos días”, y me lo ha repetido tres veces.

Afirmó antes, que el demonio ha empezado la lucha decisiva, osea la final, de la cuál uno de los dos saldrá victorioso o vencido: O estamos con Dios, o estamos con el demonio.

La última vez me ha repetido que los últimos remedios dados al mundo son: el Santo Rosario y la devoción al Corazón Immaculado de María.

La tercera, vez me dijo: “que agotados los otros medios despreciados por los hombres, nos ofrece con temblor de escalofrío el último aún de salvación: la SS. Virgen en persona, Sus numerosas Apariciones, Sus Lágrimas, Mensajes de videntes esparcidos en todos los lugares del mundo”; y la Virgen dijo ademas: “que si no La escuchamos y continuamos la ofensa, no seremos más perdonados”.

Es urgente, Padre, que se dé cuenta de la terrible realidad.

No se quiere llenar de temor a las almas, pero es sólo una urgente llamada, pourque desde cuando la Virgen Santísima ha dado gran eficacia al Santo Rosario, no hay problema ni material ni espiritual, nacional o internacional, que no se pueda resolver con el Santo Rosario y con nuestros sacrificios.

Recitado con amor y devoción, consolará a María, limpiando tantas lágrimas de Su Corazón Inmaculado”.

UN PENSAMIENTO… PARA MEDITARLO:

“Cuando el mensaje fué recibido en el 1917, nadie aún podía pensar en la bomba atómica, en sus consequencias y en todas esas otras energías que, EN EL TRANSCURSO DE POCAS HORAS, PUEDEN DESTRUIR A LA HUMANIDAD.

Esto es suficiente para demostrar la autenticidad del mensaje y debería incluso hacernos reflexionar sobre cuánto ha sido dicho y recomendado por la Virgen.

Ella es Madre y, precisamente como tal, quiere preservarnos de todo mal sea éste espiritual, moral o físico”. (E. F.)

“Y he aquí la victoria más grande de Satanás: !Ha convencido al mundo de que ‘El’ no existe!”

El Santo Padre JUAN PABLO II ha dicho: “SATANAS existe, tiene su reino, una acción lógica”.

Del Periódico “La Stampa” de Torino, del 27-3-1981 extraemos el iluminado pensamiento del PAPA.

EL PAPA: “SATANAS EXISTE, TIENE UN REINO, UNA ACCION LOGICA”.

El demonio existe, tiene su reino, tiene un programa suyo que “sigue a conciencia una lógica de acción, una lógica tal que el reino del mal pueda gobernar, es más, que pueda desarrollarse en los hombres a los quales va dirgido”.

En recordarlo ha sido el Papa que ayer tarde ha celebrado en San Pedro, la Misa ya tradicional, para los universitarios de Rome en vista de la Pascua.

Juan Pablo II, que en la omelía ha citado a Newton y a Einstein, ha hablado mucho de Satanás, de su reino contrario al de Dios.

“La lucha entre el reino del mal, del espíritu maligno y el reino de Dios – ha dicho – no ha cesado, no ha acabado.

Ha entrado solamente en una etapa nueva, es más en la etapa definitiva. En esta etapa la lucha perdura en las generaciones siempre nuevas de la historia humana”.

Dirigiéndose después directamente a los jóvenes, el Pontífice afirmó: “Aprended a pensar, a hablar y a actuar con claridad evangélica, llamad pecado al pecado y no llamadlo liberación”.

A los hombres de buena voluntad les decimos: no tireis estos folios, pasadlos a la persona que más teneis en el corazón; os estará agradecida, y, quién pueda lo reedite y lo divulge en honor de María SS. y para Salvación de la humanidad.

EUGENIO SIRAGUSA – Sua Opera, una PORTA REALE

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