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lunes, 11 de enero de 2016

NOTICIAS-ALERTA ARGENTINA! AUTORIDADES REVELAN CUANDO Y DONDE CONTINUARAN LAS INUNDACIONES POR "EL NIÑO"-"SUPERTORMENTA SOLAR ES INMINENTE" ALERTAN CIENTIFICOS DE REINO UNIDO

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Posted: 07 Jan 2016 08:15 AM PST

El fenómeno oceánico-atmosférico El Niño, que está detrás de las fuertes precipitaciones e inundaciones que afectan el noreste argentino, “se viene comportando igual” que el evento de este tipo más fuerte de los últimos 50 años, según advirtieron desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). En lugar de disiparse, “podría tener un segundo pico entre fines del otoño y principios del invierno”, dijo el SMN, tal como ocurrió en 1997-1998.

ALERTA ARGENTINA! AUTORIDADES REVELAN CUANDO Y DONDE CONTINUARAN LAS INUNDACIONES POR "EL NIÑO"
Hace 18 años, El Niño tuvo un fuerte impacto en Argentina, con 32.800 evacuados y 290.000 personas afectadas por el desborde de ríos, anegamiento de vastos territorios y lluvias torrenciales registrados fundamentalmente en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). A nivel global, en 1997-1998, produjo la muerte de 24.120 personas, el desplazamiento de 6,25 millones y pérdidas económicas por 33.200 millones de dólares.

Caracterizado como de tipo “fuerte”, el evento El Niño, o fase cálida del ciclo ENOS (El Niño, Oscilación Sur)- que a fines de noviembre alcanzó su pico de calentamiento superficial en el Pacífico Ecuatorial, “va a seguir por lo menos hasta marzo”, aseguró Cindy Fernández, meteoróloga del SMN. “Los modelos están indicando que este Niño se viene comportando de manera similar al del ’97/’98, que a principios de otoño había empezado a decaer, pero que en junio-julio tuvo un repunte y volvió a tener un máximo de 2,7 grados centígrados por sobre la temperatura media del mar”, dijo.

“Los valores de El Niño del ’97/’98 eran parecidos a este y hasta ahora los dos se comportan igual en cuanto a lo que tardó en calentarse el océano, cómo se expandió la anomalía de temperatura en las aguas superficiales y cuánto tardó en acoplarse la atmósfera”, dijo Fernández.

Así lo advirtió también a fines de diciembre la NASA, para la que El Niño “ha creado un caos climático en todo el mundo”. A través de un comunicado, la agencia informó que las imágenes satelitales de observación oceánica de fines de diciembre pasado “tienen un parecido sorprendente” a las de la misma época de 1997, en cuanto a altura del mar (otro indicador) y prolongación en el tiempo del fenómeno.

“Aunque la señal de altura de la superficie del mar en 1997 fue más intensa y alcanzó su pico en noviembre de ese año, en 2015 la zona de los altos niveles del mar es más grande y esto podría significar que aún no hemos visto el pico de este Niño”, afirmó el oceanógrafo Josh Willis en el informe de la agencia espacial estadounidense.

Y el cambio climático no sería ajeno a la repetición de Niños fuertes: “Se está estudiando la relación entre ambos porque el cambio climático trae también calentamiento de las aguas del océano, pero son fenómenos completamente distintos: mientras El Niño es una variabilidad que se dio siempre, el cambio climático comenzó con la era industrial”, dijo la meteoróloga. “Los Niños que se forman hoy se sospecha que están influenciados por el cambio climático y los de 50 años atrás no, por eso compararlos no es muy riguroso”, agregó.

En total coherencia con los efectos de El Niño, el SMN pronosticó lluvias superiores a las normales en la región del Litoral (Corrientes, Misiones y Entre Ríos), este de Santa Fe, Chaco y Formosa, por lo menos hasta febrero. Además, se producirán registros normales a levemente superiores a lo normal en Mendoza, Santiago del Estero, Buenos Aires, La Pampa, San Luis; centro y oeste de Formosa y Chaco; sur de La Rioja; y noroeste de Río Negro.

La expresión “fase cálida del ciclo ENOS” (El Niño, Oscilación Sur) es el de mayor precisión para designar a este evento, que implica la conjunción de dos fenómenos, uno oceánico y otro atmosférico. Por un lado, la de la corriente oceánica El Niño, que produce un calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico Ecuatorial frente a las costas del Perú. Por el otro, la variante negativa de la Oscilación del sur de presión atmosférica, que provoca una disminución de este indicador en las costas peruana y ecuatoriana y un aumento en las de Australia.

Estas anomalías provocan cambios en la intensidad y dirección de los vientos, la temperatura del aire, el nivel del mar y los registros pluviométricos a nivel global; que a su vez originan alteraciones importantes en la flora y la fauna en varios países de América Latina.

El fenómeno de El Niño se presenta con intervalos regulares de entre dos y siete años, se inicia cerca de Navidad (de allí su nombre, que hace referencia al nacimiento de Jesús) y dura de 12 a 18 meses.
Posted: 07 Jan 2016 08:24 AM PST

El peligro de una supertormenta solar sobre la Tierra es "inminente", según han advertido científicos de la Universidad de Bristol, Reino Unido.

DEBEMOS PREPARARNOS PARA UNA SUPERTORMENTA SOLAR, Advierten científicos de Reino Unido, 2 de Agosto 2014
El investigador Ashley Dale, que trabaja en la identificación de los riesgos de una tormenta solar como parte del grupo internacional SolarMAX, afirma que es "solo cuestión de tiempo para que una tormenta solar excepcionalmente violenta" acabe golpeando la Tierra y "devaste" sus sistemas de comunicación y suministro de electricidad.

"Sin electricidad, la gente tendría dificultades para repostar sus coches o sacar dinero del banco. Además, los sistemas de aguas y alcantarillado se verían afectados también, lo que crearía epidemias en las áreas urbanas, con el regreso de enfermedades que pensábamos que habíamos dejado atrás hace siglos", ha asegurado Ashley Dale en declaraciones a la revista 'Physics World'.

Los sistemas de aguas y alcantarillado se verían afectados también, lo que crearía epidemias en las áreas urbanas

Esta información ha sido difundida además por la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS, según sus siglas en inglés), explicando que estos fenómenos son causados por "violentas erupciones" en la superficie del Sol que vienen acompañadas de las llamadas eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), durante las cuales la estrella arroja al espacio grandes burbujas de plasma y campos magnéticos.

En este sentido, el organismo añade que cuando una CME de "suficiente intensidad" penetra en el campo magnético de la Tierra y lo rompe, se da una supertormenta solar que lanza enormes corrientes eléctricas que pueden causar cortes de luz generalizados y daños en componentes eléctricos fundamentales.

Dale hizo énfasis en que este tipo de suceso es "inevitable" y recordó que, según cálculos de predicción de la NASA, cada 150 años en promedio la Tierra se vuelve vulnerable a una supertormenta solar de gran magnitud como la ocurrida en 1859 y que fue bautizada como el Suceso Carrington. Por ello, añadió, la última "tendría que haber ocurrido hace cinco años".

Según la AAS, el Suceso Carrington de 1859 constituye la mayor supertormenta solar que ha golpeado la Tierra desde que existen registros, con cerca de 1.022 kilojulios de energía liberados (el equivalente a la explosión simultánea de 10.000 millones de bombas de Hiroshima) y un billón de kilogramos de partículas cargadas de electricidad que volaron a una velocidad de hasta 3.000 kilómetros por segundo, sin grandes consecuencias para los terrícolas.

El organismo estadounidense indicó que durante la última reunión del grupo de trabajo de SolarMAX en Estrasburgo (Francia), un equipo de investigadores concluyó que la predicción meteorológicoespacial avanzada constituye la "mejor solución" y propuso enviar 16 pequeños satélites cúbicos a la órbita solar para proporcionar información con antelación sobre posibles tormentas solares.

Dale, por su parte, sugirió que el diseño de satélites y naves espaciales se hiciera pensando en hacer menos "sensibles" los instrumentos de a bordo y que estén "mejor protegidos" ante aumentos drásticos de la radiación como consecuencia de las tormentas solares.