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lunes, 5 de septiembre de 2016

Michael de Nebadon-Los 7 circulos psiquicos

Los Siete Círculos Psíquicos

110:6.1 (1209.1) La suma total de la realización de la personalidad en un mundo material está contenida dentro de la conquista sucesiva de los siete círculos psíquicos de la potencialidad mortal. El ingreso en el séptimo círculo marca el comienzo de la verdadera función de la personalidad humana. El completar el primer círculo denota una madurez relativa del ser mortal. Aunque atravesar los siete círculos del crecimiento cósmico no equivale a la fusión con el Ajustador, el dominio de estos círculos marca el logro de aquellos pasos que son preliminares a la fusión con el Ajustador.
110:6.2 (1209.2) El Ajustador es tu socio igualitario en el logro de los siete círculos —el logro de una madurez mortal comparativa. El Ajustador asciende los círculos contigo desde el séptimo hasta el primero, pero progresa al estado de supremacía y autoactividad independientemente de la cooperación activa de la mente mortal.
110:6.3 (1209.3) Los círculos psíquicos no son exclusivamente intelectuales, tampoco son totalmente morontiales; tienen que ver con el estado de la personalidad, el logro de la mente, el crecimiento del alma y la sincronización con el Ajustador. La travesía exitosa de estos niveles requiere el funcionamiento armónico de toda la personalidad, no meramente de alguna fase de la misma. El crecimiento de las partes no equivale a la maduración auténtica del todo; en realidad las partes crecen en proporción a la expansión del yo entero —todo el yo— material, intelectual y espiritual.
110:6.4 (1209.4) Cuando el desarrollo de la naturaleza intelectual procede más rápido que el de la espiritual, esta situación vuelve tanto difícil como peligrosa la comunicación con el Ajustador del Pensamiento. Del mismo modo, el desarrollo espiritual excesivo tiende a producir una interpretación fanática y pervertida de la guía espiritual del residente divino. La falta de capacidad espiritual dificulta la transmisión a dicho intelecto material de las verdades espirituales residentes en la superconciencia más elevada. Es en la mente perfectamente equilibrada, en un cuerpo de hábitos limpios, energías neurales estabilizadas y función química equilibrada —cuando los poderes físicos, mentales y espirituales están en triuna armonía de desarrollo— en la que se puede impartir un máximo de luz y verdad con un mínimo de peligro o riesgo temporal al bienestar real de dicho ser. Mediante este crecimiento equilibrado el hombre asciende los círculos de la progresión planetaria uno por uno, del séptimo al primero.
110:6.5 (1209.5) Los Ajustadores siempre están cerca de vosotros y en vosotros, pero raramente os pueden hablar directamente, como otro ser. De círculo en círculo tus decisiones intelectuales, elecciones morales y desarrollo espiritual añaden a la habilidad del Ajustador para funcionar en tu mente; de círculo en círculo tú de este modo asciendes de las etapas más bajas de asociación con el Ajustador y afinamiento de la mente, de modo que el Ajustador cada vez más puede registrar sus ilustraciones del destino con vividez y convicción aumentadas en la conciencia evolutiva de esta mente-alma en busca de Dios.
110:6.6 (1210.1) Cada decisión que haces impide o facilita la función del Ajustador; del mismo modo estas mismas decisiones determinan tu avance en los círculos del logro humano. Es verdad que la supremacía de una decisión, su relación con una crisis, tiene mucho que ver con la influencia hacedora de círculo; sin embargo son esenciales también muchas decisiones, repeticiones frecuentes, repeticiones persistentes, para alcanzar una certeza formadora de hábitos de tales reacciones.
110:6.7 (1210.2) Es difícil definir precisamente los siete niveles de la progresión humana, debido a que estos niveles son personales; son variables para cada individuo y están aparentemente determinados por la capacidad de crecimiento de cada ser humano. Se refleja la conquista de estos niveles de evolución cósmica de tres maneras:
110:6.8 (1210.3) 1. Sincronización con el Ajustador. La mente que se torna cada vez más espiritual se acerca a la presencia Ajustadora proporcionalmente al logro de los círculos.
110:6.9 (1210.4) 2. Evolución del alma. La emergencia del alma morontial indica el grado y profundidad del dominio de los círculos.
110:6.10 (1210.5) 3. Realidad de la personalidad. La conquista de los círculos determina directamente el grado de realidad del yo. Las personas se vuelven más reales a medida que ascienden del séptimo al primer nivel de la existencia mortal.
110:6.11 (1210.6) A medida que se atraviesan los círculos, el niño de evolución material está creciendo en un humano maduro de potencialidad inmortal. La realidad insubstancial de la naturaleza embriónica del que está en el séptimo círculo va dejando lugar a la manifestación más clara de la naturaleza morontial naciente de un ciudadano del universo local.
110:6.12 (1210.7) Aunque sea imposible definir precisamente los siete niveles, o círculos psíquicos, del crecimiento humano, es permisible sugerir los límites mínimo y máximo de estas etapas de realización de la madurez:
110:6.13 (1210.8) El séptimo círculo. Los seres humanos entran a este nivel cuando desarrollan poderes de elección personal, decisión individual, responsabilidad moral, y la capacidad de alcanzar individualidad espiritual. Esto significa la función unida de los siete espíritus ayudantes de la mente bajo la dirección del espíritu de la sabiduría, la admisión de la criatura mortal en los circuitos de influencia del Espíritu Santo y, en Urantia, el funcionamiento inicial del Espíritu de la Verdad, juntamente con la recepción de un Ajustador del Pensamiento en la mente mortal. El ingreso al séptimo círculo constituye una criatura mortal en un auténtico ciudadano potencial del universo local.
110:6.14 (1210.9) El tercer círculo. El trabajo del Ajustador es mucho más eficaz una vez que el humano ascendiente llega al tercer círculo y recibe un guardián seráfico personal del destino. Aunque no exista aparentemente una concordancia de esfuerzo entre el Ajustador y el guardián seráfico, sin embargo se puede observar un mejoramiento claro en todas las fases de logro cósmico y desarrollo espiritual posteriormente a la asignación del ayudante seráfico personal. Cuando se llega al tercer círculo, el Ajustador intenta morontializar la mente del hombre durante el resto de la vida mortal, para llegar a los círculos restantes y lograr la etapa final de la asociación divino-humana antes de que la muerte natural disuelva esta asociación singular.
110:6.15 (1210.10) El primer círculo. El Ajustador no puede ordinariamente hablar directa e inmediatamente contigo hasta que llegues al primero y final círculo de logro mortal progresivo. Este nivel representa la realización más alta posible de la relación mente—Ajustador en la experiencia humana previamente a la liberación del alma morontial evolutiva de las cadenas del cuerpo material. En cuanto a la mente, las emociones y el discernimiento cósmico, este logro del primer círculo psíquico es el acercamiento más último posible de la mente material y del Ajustador espiritual en la experiencia humana.
110:6.16 (1211.1) Tal vez sería mejor denominar estos círculos psíquicos de progresión mortal como niveles cósmicos — comprensiones reales de significados y realizaciones de valor del acercamiento progresivo a la conciencia morontial de la relación inicial del alma evolutiva con el Ser Supremo emergente. Y es esta misma relación la que hace por siempre imposible explicar plenamente el significado de los círculos cósmicos a la mente material. Estos logros de círculo están tan sólo relativamente relacionados con la conciencia de Dios. Un ser en el séptimo o sexto círculo puede ser casi tan auténticamente conocedor de Dios —consciente de la filiación— como alguien que esté en el segundo o primer círculo, pero estos seres de círculos más bajos están mucho menos conscientes de la relación experiencial con el Ser Supremo, la ciudadanía universal. El logro de estos círculos cósmicos se volverá parte de la experiencia de los que ascienden en los mundos de estancia si no consiguen dicho logro antes de la muerte natural.
110:6.17 (1211.2) La motivación de la fe hace experiencial la realización plena de la filiación del hombre con Dios, pero la acción, la finalización de las decisiones, es esencial para el logro evolucionario de la conciencia del parentesco progresivo con la actualidad cósmica del Ser Supremo. En el mundo espiritual la fe transforma los potenciales en actuales, pero los potenciales se vuelven actuales en los reinos finitos del Supremo tan sólo mediante la realización de la experiencia de la elección. Pero elegir hacer la voluntad de Dios une la fe espiritual a las decisiones materiales en la acción de la personalidad y de esta manera provee un fulcro divino y espiritual para el funcionamiento más eficaz de la palanca humana y material del hambre de Dios. Dicha sabia coordinación de fuerzas materiales y espirituales aumenta grandemente tanto la realización cósmica del Supremo como la comprensión morontial de las Deidades del Paraíso.
110:6.18 (1211.3) El dominio de los círculos cósmicos se relaciona con el crecimiento cuantitativo del alma morontial, la comprensión de los significados supremos. Pero el estado cualitativo de esta alma inmortal es totalmente dependiente de qué comprensión la fe viviente tiene del hecho-valor paraíso-potencial de que el hombre mortal es hijo del Dios eterno. Por lo tanto el que está en el séptimo círculo va a los mundos de estancia para obtener una comprensión cuantitativa adicional del crecimiento cósmico así como lo hace alguien que esté en el segundo o aun en el primer círculo.
110:6.19 (1211.4) Existe tan sólo una relación indirecta entre el logro de círculos cósmicos y la experiencia religiosa espiritual real; dichos logros son recíprocos y por lo tanto mutuamente beneficiosos. El desarrollo puramente espiritual puede tener muy poco que ver con la prosperidad material planetaria, pero el alcance de los círculos siempre aumenta el potencial para el éxito humano y para el logro mortal.
110:6.20 (1211.5) Desde el séptimo hasta el tercer círculo se produce una acción aumentada y unificada por los siete espíritus ayudantes de la mente en la tarea de liberar a la mente mortal en su dependencia de las realidades de los mecanismos de la vida material, en preparación para una mayor introducción a los niveles morontiales de experiencia. Desde el tercer círculo en adelante, la influencia de los ayudantes disminuye progresivamente.
110:6.21 (1211.6) Los siete círculos comprenden la experiencia mortal, del más alto nivel puramente animal hasta el nivel morontial más bajo y verdaderamente contactual en el cual la autoconciencia es una experiencia de la personalidad. El dominio del primer círculo cósmico señala el alcance de la madurez mortal premorontial y marca la terminación del ministerio conjunto de los espíritus ayudantes de la mente como influencia exclusiva sobre la acción mental en la personalidad humana. Más allá del primer círculo, la mente se vuelve cada vez más semejante a la inteligencia de la etapa morontial de la evolución, el ministerio conjunto de la mente cósmica y de la dote superayudante del Espíritu Creador de un universo local.
110:6.22 (1212.1) Los grandes días en las carreras individuales de los Ajustadores son: primero, cuando el sujeto humano llega al tercer círculo psíquico, asegurando así al Monitor el alcance de la autoactividad y de una gama de función aumentada (siempre y cuando el residente no fuera ya autoactuante); luego, cuando el socio humano consigue el primer círculo psíquico, él y su Ajustador pueden intercomunicarse, por lo menos hasta cierto grado; y finalmente cuando son final y eternamente fusionados.
7. El Logro de la Inmortalidad
110:7.1 (1212.2) El logro de los siete círculos cósmicos no iguala la fusión con el Ajustador. Hay muchos mortales que viven en Urantia que han alcanzado sus círculos; pero la fusión depende de logros espirituales aun mayores y más sublimes: del logro de una sincronización final y completa de la voluntad mortal con la voluntad de Dios tal como reside en el Ajustador del Pensamiento.
110:7.2 (1212.3) Cuando un ser humano ha completado los círculos de logro cósmico, y más allá, cuando la elección final de la voluntad mortal permite que el Ajustador complete la asociación de la identidad humana con el alma morontial durante la vida evolucionaria y física, estos enlaces consumados, entre el alma y el Ajustador, proceden independientemente a los mundos de estancia, y entonces se promulga el mandato de Uversa que provee la fusión inmediata del Ajustador y del alma morontial. Esta fusión durante la vida física consume instantáneamente al cuerpo material; los seres humanos que pudieran presenciar tal espectáculo tan sólo observarían al mortal que está siendo trasladado, desaparecer «en carros de fuego».
110:7.3 (1212.4) La mayoría de los Ajustadores que han trasladado a sus sujetos desde Urantia eran altamente expertos y se habían inscrito como residentes previos en numerosos mortales en otras esferas. Recordad, los Ajustadores ganan valiosa experiencia de residencia en los planetas del orden de préstamo; no se deduce que los Ajustadores ganan experiencia tan sólo para el trabajo avanzado en aquellos sujetos mortales que no sobreviven.
110:7.4 (1212.5) Subsiguiente a la fusión mortal, los Ajustadores comparten vuestro destino y experiencia; ellos son vosotros. Después de la fusión del alma morontial inmortal y el Ajustador asociado, toda la experiencia y todos los valores del uno se vuelven finalmente posesión del otro, de manera que los dos son efectivamente una entidad. En cierto sentido, este nuevo ser es del pasado eterno así como también para el futuro eterno. Todo lo que fuera cierta vez humano en el alma sobreviviente y todo lo que es experiencialmente divino en el Ajustador se vuelven la posesión real de la personalidad universal nueva y siempre ascendente. Pero en cada nivel del universo el Ajustador puede dotar a la nueva criatura tan sólo con aquellos atributos que tienen sentido y valor para ese nivel. Se puede lograr una unicidad absoluta con el Monitor divino, un agotamiento completo de la dote de un Ajustador, tan sólo en la eternidad subsiguiente al logro final del Padre Universal, el Padre de los espíritus, por siempre la fuente de estos dones divinos.
110:7.5 (1212.6) Cuando el alma evolutiva y el Ajustador divino son fusionados final y eternamente, cada uno gana todas las cualidades experienciables del otro. Esta personalidad coordinada posee toda la memoria experiencial de supervivencia poseída anteriormente por la mente mortal ancestral y residente luego en el alma morontial, y además este finalista potencial comprende toda la memoria experiencial del Ajustador de todos los casos en que residía en los mortales en todos los tiempos. Pero hace falta una eternidad en el futuro para que un Ajustador dote por completo a esta asociación de personalidad de los significados y valores que el Monitor divino trae desde la eternidad del pasado.
110:7.6 (1213.1) Pero con la gran mayoría de los habitantes urantianos el Ajustador debe aguardar pacientemente la llegada de la liberación de la muerte; ha de aguardar la liberación del alma naciente de la dominación casi completa de los esquemas energéticos y de las fuerzas químicas inherentes a vuestra orden material de existencia. La dificultad principal que vosotros experimentáis al poneros en contacto con vuestro Ajustador consiste en esta misma naturaleza material inherente. Sólo tan pocos mortales son verdaderos pensadores; vosotros no desarrolláis ni disciplináis espiritualmente a vuestras mentes hasta el punto de realizar un enlace favorable con los Ajustadores divinos. El oído de la mente humana es casi sordo a las solicitudes espirituales que el Ajustador traduce de los mensajes múltiples de las transmisiones universales de amor que proceden del Padre de las misericordias. El Ajustador encuentra casi imposible registrar estas guías espirituales inspiradoras en una mente animal tan completamente dominada por las fuerzas químicas y eléctricas inherentes a vuestra naturaleza física.
110:7.7 (1213.2) Los Ajustadores se regocijan con ponerse en contacto con la mente mortal; pero deben ser pacientes a lo largo de los muchos años de estadía silenciosa durante los cuales son incapaces de abrirse paso por la resistencia animal y de comunicarse directamente con vosotros. Cuanto más alto ascienden los Ajustadores del Pensamiento en la escala del servicio, más eficaces se vuelven. Pero jamás pueden saludaros, en la carne, con el mismo afecto pleno, comprensivo y lleno de expresión con que lo harán cuando los discernáis de mente a mente en los mundos de estancia.
110:7.8 (1213.3) Durante la vida mortal el cuerpo material y la mente te separan de tu Ajustador y previenen la comunicación libre; después de la muerte, posteriormente a la fusión eterna, tú y el Ajustador seréis uno solo —no os podréis diferenciar como seres separados— y por lo tanto no existirá necesidad de comunicación tal como la entiendes.
110:7.9 (1213.4) Aunque la voz del Ajustador está siempre dentro de vosotros, la mayoría de vosotros rara vez la oiréis durante la vida mortal. Los seres humanos por debajo del tercero y segundo círculo de logro raramente oyen la voz directa del Ajustador excepto en los momentos de deseo supremo, en una situación suprema y después de una decisión suprema.
110:7.10 (1213.5) Durante la realización y ruptura de un contacto entre la mente mortal de un reservista del destino y los supervisores planetarios, a veces el Ajustador residente está situado de tal manera que se hace posible trasmitir un mensaje al socio mortal. No hace mucho, en Urantia, un Ajustador autoactuante trasmitió tal mensaje a su asociado humano, un miembro del cuerpo de reserva del destino. Este mensaje comenzaba con estas palabras: «Ahora, sin injuria ni peligro para el sujeto de mi devoción solícita y sin intento de desalentar ni castigar, para mí, registrad mi súplica». A continuación se oyó una admonición bellamente conmovedora y emotiva. Entre otras cosas, el Ajustador imploró, «que me otorgue más fielmente su cooperación sincera, que tolere más alegremente las tareas de mi emplazamiento, que lleve a cabo más fielmente el programa de mi arreglo, que pase más pacientemente las pruebas de mi selección, que camine más persistente y alegremente por el camino de mi elección, que reciba más humildemente crédito para que se acumule como resultado de mis esfuerzos incesantes —trasmitid ésta mi súplica al hombre en quien resido. En él vierto la devoción suprema y el afecto de un espíritu divino. Y más, decid a mi sujeto amado que funcionaré con sabiduría y poder hasta el fin mismo, hasta que se acabe la última contienda terrestre; seré fiel a mi fideicomiso de personalidad. Y le exhorto a la supervivencia, para que no me desilusione, para que no me prive de la recompensa a mi lucha paciente e intensa. De la voluntad humana depende nuestro logro de la personalidad. De círculo en círculo he ascendido pacientemente a esta mente humana, y tengo testimonio de que el jefe de mi propia clase me otorga su aprobación. De círculo en círculo estoy prosiguiendo hacia el juicio. Aguardo con placer y sin aprehensión la llamada del destino; estoy preparado a someterme a todos los tribunales de los Ancianos de los Días».
Michael Of Nebadon
Michael Of Nebadon Foundation
The Urantia Society of Michael Of Nebadon