PROCESO DE APERTURA DE CONCIENCIA: CONECTAR CON NUESTRO MAESTRO INTERNO
Escrito por Sol Ahimsa
30 de Agosto de 2015
El
Proceso de Apertura de Conciencia es un proceso paulatino de conexión
con el Maestro Interior. Es el salto de una conciencia de 3D, en proceso
de Evolución, a otra de 5D, en proceso de Iniciación.
Es un proceso de
transmutación energética cuántica con incidencia en el núcleo celular,
con cambios en nuestro ADN. Para que este proceso se dé, es preciso que
se produzca una Sanación de todo lo previo a este tiempo, toda carga de
nuestro alma en este caminar a lo largo de tantas vidas.
El alma
viene limpia, pura, sin ataduras, desde los planos de Luz de donde
procede y, por tanto, de su hogar. Al final de su tiempo, ha de volver
igual, limpia y pura, sin vínculos de ningún tipo ni a nadie, pero más
crecida, cargada con todas las experiencias vividas y transmutadas en la
luz de nuestro ser. Solo así, el proceso de apertura y recuerdo, será
auténtico.
Es importante entender que en este proceso todos
nuestros yoes deben fusionarse en un solo ser, de forma que, hasta
nuestro yo físico, deberá hacer sus cambios para que la integración sea
factible.
Este punto puede ser el más complicado, pues sobre él
revertimos todos los demás. Nuestro cuerpo físico es el que refleja, en
realidad, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que somos.
Además,
este cuerpo, que es el propio de 3D, es el más denso de todos y, por
tanto, el que más dificultad tiene para seguir los pasos a dar en este
proceso. El sutilizar el cuerpo es difícil e incluso doloroso, pues en
muchos casos los cambios producen alteraciones fuertes.
El cuerpo
necesita hacer sus cambios para acercarse a esta nueva vibración que
implica el proceso de apertura de conciencia y estos cambios van a
provocar unos síntomas que, estarán ligados a aquella parte de nuestro
mundo emocional que se resiste a hacer sus cambios.
Es un mito que haya
molestias que para todos sean guales, cada uno somos un mundo y, es por
esto, que cada uno vivenciamos los cambios a nuestra manera, amén de que
cada uno tenemos nuestros propios traumas, dolores y experiencias de
esta vida y de otras que nos marcan la pauta. No somos robots, no vamos
todos a la vez, eso forma parte del concepto REBAÑO, muy mentalidad New
Age, pero nada rea.
NO EXISTE EL CONCEPTO DE SINTOMAS DE A ASCENSION,
conectemos con nuestro verdadero ser y ahí podremos identificar nuestros
síntomas. En este punto, es importante entender que, cuanta menos
resistencia pongamos a nivel celular, más fácil será el proceso, más
rápido y, al final, menos doloroso.
Una vez que todo sea
realizado y que, tanto nuestro alma como nuestros cuerpos: mental,
emocional, energético y físico, se hayan reestructurado en la nueva
frecuencia, podremos decir que hemos hecho nuestro proceso de apertura
completo y entonces, estaremos preparados para sintonizar con la nueva
frecuencia, junto a Gaia, a niveles de conciencia superiores, en
plenitud de capacidades y conscientes de lo que estamos realizando.
Este
proceso es lo mismo que el adquirir la vibración del nivel crístico, de
forma que así desarrollamos este cuerpo, propio de los niveles de 5ª
dimensión.
Adquirir el nivel crístico indica que estamos unificados con
nuestro Maestro Interno, que ya estamos preparados para caminar solos,
que la madurez espiritual llegó a nosotros, al hacer los trabajos
interiores adecuados para este proceso y al estar en resonancia con las
nuevas frecuencias propias de los seres qeu despertaron antes y que en
algunas creencias los llaman Maestros Ascendidos, pero que en realidad
no es más que almas que ya hicieron previo este trabajo y consiguieron
despertar su Maestro Interno.
Todo este proceso no se realiza en
una vida, por supuesto, sino en muchas y, al final, la recompensa es
haber adquirido estos niveles Crísticos de consciencia y unificación del
ser.
Cuando se empieza a tomar conciencia de que no sólo se está
formado por un cuerpo físico, por una emoción y por un intelecto, sino
que nuestro ser interno busca algo superior, algo que salga de estas
frecuencias, algo que consiga elevarse por encima de esos estados
básicos del ser, necesarios para la vida pero insuficientes para el ser
completo, entonces es cuando estamos preparados para entrar en la
búsqueda del ser interno, en la identificación de los yoes que nos
componen, en hacer consciente nuestro lado sombrío, en poder trabajar lo
denso del ser para conectar con lo sutil, con lo elevado, con lo
espiritual.
Cuando entramos en este estado de consciencia y
deseamos hacer los cambios necesarios para ello, entonces es cuando
podremos realmente identificar qué es lo que hay que cambiar y hacia
donde nos tendremos que dirigir, para conseguir conocer y conectar con
el ser interno, con el Maestro Interior.
El único camino para
alcanzar la consciencia del yo interno, es primero trabajar lo que
entorpece el camino, después dirigirnos hacia la luz de nuestro ser
interior y, por tanto, hacia la del Maestro Interior.
El Maestro
Interior es el guía interno que todos llevamos dentro, es la parte de
nuestro alma en conexión con nuestro Ser Superior y que nos enseña la
forma de hacer consciente este hecho, sería lo que también llamamos
Conciencia.
Todo ser, llega un momento en su evolución, que posee
la capacidad de conectar con su ser interno para despertar al Maestro
que se lleva dentro. Este Maestro nos dará la posibilidad de alcanzar
niveles de consciencia superiores que nos permita abrirnos a energías,
conceptos y entidades directamente relacionadas con estos niveles.
El
camino de la evolución es largo. El alma va recorriéndolo vida tras
vida, para poder madurar a través de las experiencias que tenga que ir
pasando y así ir almacenando esta información de forma que vayamos
enriqueciéndonos de todo aquello que vaya surgiendo en nuestra vida.
Este archivo de experiencias es el llamado Akáshico e implica poder
acceder a la información que podamos necesitar, en el momento en que nos
sea permitido, para así andar más ligeros y sabiendo el porqué de las
coas y para qué.
Cuando comenzamos a tener consciencia de esta
parte de nosotros y queremos conectar con ella, parece como si fuera un
ser extraño, alguien externo a nosotros ya que aun no sabemos quién es,
no hemos dialogado con ella, no entendemos que podemos tener una parte
elevada próxima a nosotros y que nos guía, aconseja y acompaña en cada
momento sin ser un Guía o Maestro exterior.
Conforme la consciencia y el
trabajo personal se hace mayor, cada vez nos sentimos más cercanos, más
identificados con este ser superior interno o Maestro Interior.
Este
camino hacia el interior se hace paulatino, no es posible desearlo y
que se produzca, es un camino de trabajo y dedicación, es un camino de
reconocimiento de lo que llevamos dentro y de lo que tenemos que
transmutar. Es muy importante para conectar con nuestro interior que
reconozcamos nuestra sombra, lo que nos entorpece el caminar y que
trabajemos las trampas que nos pone.
Estas trampas del ego, como yo las
llamo, son las actitudes y comportamientos que nos acompañan y
entorpecen el camino ligero y elevado, las que nos hacen tropezar,
disgustarnos con nosotros mismos por no ser capaces de reaccionar de la
forma correcta en cada momento o de sentir lo correcto en cada situación
o de no tener pensamientos erróneos o negativos ante algo o alguien.
Todo ello, forma parte de estas trampas del ego o de la sombra.
Cuando
entendemos que somos seres con una conexión directa con lo divino y que
estamos en estos planos para reencontrarnos con esta divinidad,
entonces y solo entonces, estamos preparados para ascender y reconocer a
nuestro Maestro Interno.
Cuando reconocemos nuestra sombra y entendemos
que estar en estos planos de tercera dimensión, en la densidad de la
materia, implica el arriesgarnos a dejarnos arrastrar por ella y, por
eso, es por lo que se desarrolla una sombra o un ego alterado, que hay
que identificar, retomar y transmutar para que se integre en nuestro ser
de luz, entonces y solo entonces, estamos preparados para conectarnos
con el Maestro Interno.
Pero ¿qué implica esta conexión? Ser
capaces de caminar en conexión con la Luz, ser capaces de no
identificarnos ya más con el ego, ser capaces de caminar en humildad,
con el único propósito de servir a la humanidad y al planeta.
Conectar
con el Maestro Interno no implica alejarnos de nuestros Guías y Maestros
Superiores, pues ellos siempre estarán ahí ayudándonos y, en la mayoría
de los casos, ellos tienen una evolución superior a la nuestra, por lo
que conectar con nuestro Maestro Interior no es sinónimo de convertirnos
en iguales a los Maestros que están alrededor nuestro intentando que
aprendamos y que crezcamos en espiritualidad y sabiduría o sí, dependerá
de nuestro grado de despertar y trabajo previo adquirido, sino que la
verdadera conexión se produce cuando entendemos cuál es su papel y cuál
el nuestro.
Cuando entendemos que debemos trabajar en equipo, cada uno
desde su lugar sin otras pretensiones, pues de no ser así no es con
nuestro Maestro Interior con quien estamos conectando sino con otras
partes del ser de menor luminosidad.
Es maravilloso poder
entender que podemos alcanzar estados tan bellos de consciencia sólo con
empezar a querer trabajar con nuestro ser interno y conectar con la luz
que hay en él.
Espero y deseo que en estos momentos de gran
importancia evolutiva para todos, se pueda conseguir que la mayor parte
de la humanidad adquieran esta consciencia y consigan llegar a adquirir
la conexión con su Maestro Interior, CON LA LUZ DEL ALMA EN CONEXION CON
LA CONCIENCIA ESPIRITUAL.
Cuando empezamos a recorrer el
camino de transformación que nos lleve a conectar con nuestro Maestro
Interior, la mente, que no el intelecto, se hace muy importante, ya que
es la parte del ser que nos ayuda a entender, a interpretar, a no perder
el contacto con nuestro ser terreno, con la propia realidad y, por
tanto, a conectar el yo terreno con el yo superior.
La mente unifica
niveles, campos, estados de conciencia. La mente es el nivel en donde se
mueve el alma, no en el intelectivo.
La mente es la que
simboliza el alma ya que es la energía del pensamiento quien provoca una
emoción y ésta es la que el alma identifica y la moviliza.
El alma
es el cuerpo que encarna, en otro cuerpo, en el físico. Al vincularse
alma y cuerpo, surge el doble etérico, cuerpo energético que alimenta al
físico y que se vincula con el alma.
En el proceso de
encarnación, el alma se desplaza desde el plano en el esté, hacia el
nuestro, plano físico de 3ª dimensión, para así comenzar un nuevo ciclo
de experiencias en el este plano.
El alma trae toda la
información necesaria para el paso por la encarnación que toque
experimentar, de forma que traiga su plan de vida mediante el cual
superar las pruebas que elija y enriquecer su ser interno.
El
alma toma contacto con el cuerpo dentro de la madre y va poco a poco
acomodándose a esta nueva situación y a la densidad del vehículo que va a
utilizar de ahora en delante.
En el momento del parto, cuando el
bebé es liberado de la atadura a su madre, es cuando se establece el
sellado de cuerpo y alma a la altura del plexo. También es en este
momento, cuando se termina de formar y anclar el cordón de plata que une
alma y cuerpo por el chakra Corazón y el cordón de oro, que une alma y
Yo Superior por el chakra Corona, de forma que el ser queda completo y
unificado.
Cuando una persona fallece ese sello desaparece; se
rompe el cordón de planta, de tal manera que hasta que el alma no sale
del cuerpo, no se rompe; y el cordón de oro nunca se rompe porque es la
unión con nuestro Yo superior.
Volviendo al concepto de Maestro
Interior, éste sería como nuestro guía. El Maestro Interior es lo que
sería en Pinocho el “Pepito Grillo”, la conciencia. ¿Por qué es la
conciencia? Porque la conciencia es la que en momentos puntuales nos
alerta de “pero cómo se te ha ocurrido hacer esto!!!”, “no te das cuenta
de que por este camino vas mal?”, “pero cómo es posible que digas
aquello?”, “pero es que no entiendes…?”, “pero es que no sabías…?”, “no
te acuerdas…?”, ese es el Maestro, ese es un guía.
Que luego si
trabajamos con él y desarrollándonos más, lógicamente vamos a poder
adquirir de ese maestro niveles superiores de conciencia.
El
Maestro Interior es aquella parte en conexión directa con el Yo Superior
que su camino es ser nuestro Guía, como un Guía o Maestro más, como si
fuera un ángel o un familiar, eso es el Maestro Interior.
Si esa
energía, esa consciencia, la integramos en nosotros, nos fusionamos con
ella, es cuando podemos decir que hemos integrado nuestro Maestro
Interior, de forma que siempre vamos a estar en esa frecuencia.
Escrito por Sol Ahimsa
30 de agosto de 2015
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