Mensaje
de DIOS PADRE CREADOR PARA LA HUMANIDAD
“Os
abro las puertas del cielo “
A través de María Rosa Ruso
21-12-2020
Amados hijos míos,
de mi corazón, ha llegado el
momento tan ansiado por vosotros,
os veo vuestros corazones, colmados de amor, persevantes,
en vuestro objetivo, siendo
fieles, en el sentir de aquel llamado, de servicio pleno.
Os habéis alineado, al plan divino, os habéis,
entregado, en cuerpo y alma, a despertar a las almas que dormían, ese letargo,
en sueño profundo, por la dominación de las almas al juego del velo de la oscuridad.
Hijos, míos,
os amo a todos sin excepción, pues
todo lo creado, es la manifestación de mi amor en expansión. Hacia todas las criaturas vivientes, pues todas cumplen una función diferente en esta compleja perfección,
de mi creación.
Benditos hijos, amados, “Os abro las puertas del cielo”, como os he anunciado, por medio,
de mis servidores en estos
tiempos, y en los antiguos tiempos, siempre,
hubo profetas, siempre hubo
mensajeros divinos, que se
adelantaron, comprendieron, y
profetizaron, los diferentes caminos de la salvación de las almas.
“Os abro las puertas del cielo”, para
que estéis, más cerca mío,
y comprendáis, el verdadero, amor,
que os profeso, pues no es el
amor, que conocéis, en
vuestras existencias terrenales,
ese amor es mezquino, amor que os
trae sufrimiento, abandono, separación,
humillación, traición, ese amor,
tiene límites, ese amor no existe,
en mi creación.
Os anuncio,
que el mensaje de amor, siempre
fue el mismo, “el amor”, y os diría, cuanto os amo, cuanto os aguardo, eternamente, para que os acerquéis, hacia mí, enviando a mi ángeles, a mi propio hijo, y a los diferentes avatares, algunos anónimos, y de eso que llamáis
religiones. En la historia, que os han ofrecido el mismo mensaje, siempre fue el
mismo, cuanto os amo, no os imagináis cuanto
os he esperado, hijos míos.
Pues
también, os comprendo, y os observo,
pues algunos han pensado, con
vuestras mentes separadas de mi amor,
que os he abandonado, en momentos difíciles, y muy oscuros, que a través,
de diferentes eones, habéis visto,
que mi presencia era una ausencia,
pero eso es lo que otros con mala
intención, os han hecho creer.
A
todos mis criaturas, le he dado mi chispa divina, mi sello,
de amor, y el libre albedrio,
para que dirijáis, vuestras vidas, como queráis, es esa libertad, la que no habéis comprendido, esa libertad, que os ha
causado, olvidaros, que mi presencia, habita en
vosotros, en todos vuestras encarnaciones, y habéis escuchado, con oídos
sordos,
las diferentes distorsiones, y
vuestros caminos, se tornaron,
oscuros, incurriendo en las
más terribles aberraciones, y hasta
en ni nombre, os habéis permitido, cometer
los crímenes de la humanidad. No os
culpo, todo ha sido un aprendizaje, para que hoy,
estéis mirando hacia el
cielo, mi cielo y vuestro cielo, que habita en
vuestros corazones.
Jamás
os he abandonado, pues vosotros
sois, libres, libres de amarme, y unificaros,
a mi espíritu.
Vuestros intereses, se apartaron de mis designios divinos, pues habéis
elegido, vivir, esos momentos en perjuicio de vuestros propios hermanos, y os llamo hermanos, no solo a
los seres humanos, sino también a mis criaturas amadas, produciendo
exterminio de especies y de razas.
Pues
todo tiene su ciclo amados, y en este regreso,
os vuelvo a enviar, a los mismos
acontecimientos planetarios, para que recordéis,
que os amo infinitamente y eternamente.
El
segundo regreso, ya está aquí,
para que os convirtáis, en cristos vivientes.
“Os
abro las puertas del cielo”
Vosotros, sois mis enviados, vosotros,
habéis sentido, ese llamado,
de amor en vuestros
corazones, y vuestra alma, se ha unido a ese sentir, desplegando
ese despertar de regreso a mi regazo.
Uniros
a mi Espíritu Paterno- Materno, debéis fiaros de los latidos de vuestro corazón, que susurran los caminos de la intuición y la sabiduría.
Actuad,
con audacia, con pasión,
abrazad vuestra esencia divina, que ella os traerá,
a la puerta de los cielos.
<Mi hijo,
mi amado hijo, os ha
enseñado, estas, palabras,
yo soy el camino la verdad y la vida,
vosotros sois en vuestra esencia
divina, el camino la verdad y la vida.
Caminad junto a mi, dejad fluir
vuestras vidas, como el
agua corre en los
ríos, y danza en los mares.
Os he dare de beber el néctar del amor universal, os amo,
y os abro las puertas del cielo.
Os
ama y saluda vuestro Dios Padre Creador.
A través de María Rosa Ruso.