PARTE PRIMERA
LOS CUERPOS HUMANOS
El hombre puede ser
comparado con un libro divino compuesto de muchas páginas, en las que él mismo
ha estado escribiendo su contenido a lo largo de los años. Todo lo que ha
sucedido y está sucediendo en la tierra y en el cielo, está escrito en el
hombre. Todo lo que Dios ha creado, existe también en miniatura en el hombre.
Todos los animales, plantas, minerales, cristales, juntamente con todos los
seres que existen en el mundo, tienen no sólo su reflejo en tu interior, sino
también sus representaciones.
El cuerpo humano es una
síntesis de todos los procesos de la naturaleza. Si conoces tu cuerpo,
conocerás tanto los mundos visibles como invisibles. Si conoces a la gente que
te rodea, conocerás todo el universo.
El propósito de los esfuerzos
que el hombre hace en su vida, es desarrollar los órganos que son de utilidad
en todos los mundos. Con ellos serás capaz de contactar no solo con el cuerpo
físico, sino incluso con los más altos niveles. Necesitarás órganos
físicos, espirituales y divinos. Cada mundo requiere unos órganos adecuados. Lo
importante para ti es desarrollar esos órganos. Lo que tú creas o lo que la
gente piense de ti, carece de importancia.
Los ocultistas nos han
explicado que el hombre vive en siete cuerpos, pero en mi opinión, tiene doce
cuerpos, y todos ellos deben ser organizados. Los teósofos mencionan solamente
siete, los otros no son conocidos. La mayor parte de la gente utiliza solamente
cuatro de los siete cuerpos. A través de tus sentimientos te conectas con
el mundo astral, a tu cuerpo astral,
también llamado tu cuerpo espiritual. El
mundo astral tiene dos áreas: superior e inferior,
según los sentimientos sean elevados o bajos. El mundo astral es líquido,
acuoso.
Los cuerpos mental y causal
están relacionados con mundos superiores al físico y astral. Así pues, el
hombre vive en cuatro cuerpos: físico, astral, mental y causal. Cada cuerpo
tiene su propia función y está hecho de una sustancia específica. Así como el
cuerpo físico tiene su propia fisiología y anatomía, los cuerpos astral, mental
y causal también las tienen, similares a las del cuerpo físico.
Debes, por tanto,
observar la ley que rige el comportamiento en todos esos mundos. En el mundo
físico debes aprender a comer, a respirar, a beber agua y a recibir luz. Al
entrar en el mundo espiritual precisas de un cuerpo astral bien
organizado, y también necesitas
de un cuerpo mental debidamente
estructurado en el mundo mental. Sabio es aquél que ha desarrollado todos esos
tres cuerpos.
El desenvolvimiento del
cuerpo espiritual puede conseguirse a través del amor, del servicio a Dios y
por la oración. Estas son las tres formas de crear un cuerpo espiritual.
¿Cuándo podemos decir que el cuerpo espiritual de alguien está organizado?
Aquél que no pierde su equilibrio ni su paz mental ante los conflictos de su
existencia, de él se puede decir que tiene un cuerpo espiritual bien
constituido.
¿Qué función desempeña el
cuerpo físico? Es un conductor y un gran acumulador de las
fuerzas de la naturaleza. Hay dos
clases de fuerzas naturales que pasan a través suyo: electricidad
positiva y negativa; magnetismo positivo y negativo. En realidad, vuestros
cuerpos no están físicamente armonizados. Algunos de vosotros tenéis más
electricidad o magnetismo positivos, otros, más negativos.
ENERGÍAS
Así como en la Tierra
existen dos polos – el Norte y el Sur – también en el cuerpo humano hay
dos polos que actúan como depósitos
de energía. El negativo es el sentimiento, mientras que el positivo
es el pensamiento. El cerebro es el polo positivo, y el sistema nervioso
simpático es el negativo. En el lado izquierdo del cuerpo humano, la energía
desciende por la pierna izquierda y luego asciende por
la pierna derecha y lado derecho del
cuerpo. Esta corriente electromagnética envuelve a cada órgano. Por
ejemplo, la energía positiva circula a lo largo de la ceja derecha y desciende
hasta debajo del ojo derecho, donde es transformada en energía negativa. Luego
asciende hasta la parte superior del ojo izquierdo, donde se transforma de
nuevo en energía positiva. Después desciende hasta la parte de abajo del mismo
ojo como una energía negativa. Moviéndose de esta manera, la energía forma el
número ocho. Hay un centro en el entrecejo, en la base de la nariz, que regula
estas corrientes en torno a los ojos. El hombre está sano cuando las corrientes
de su lado derecho son frescas, eléctricas, y las de su lado izquierdo son
calientes.
En el cuerpo humano hay
dos corrientes principales. Una asciende desde el ombligo hasta la parte
superior de la cabeza, y la otra, desciende desde el ombligo. La primera
corriente conduce al centro del Sol, la segunda, al centro de la Tierra. Una
tercera corriente conecta a las dos. A esta tercera corriente se la denomina
aura humana.
La segunda corriente, la
que conduce al centro de la Tierra, incluye todas las bajas energías que el ser
humano ha acumulado en sus estados animales. Estudiando la estructura
del cuerpo humano, vemos que las dos
primeras corrientes incluyen dos corrientes más. Todas estas corrientes están
entrelazadas la una con la otra. Pueden ser observadas también tanto en los
pensamientos como en los sentimientos humanos.
Tú eres un centro,
cruzado por energías del Sol y de la Tierra. Las energías del Sol pasan a
través tuyo desde la mañana hasta el mediodía. Proceden de arriba y se dirigen
hacia el centro de la Tierra. Por la tarde tiene lugar el movimiento opuesto –
las energías de la Tierra circulan a lo largo de tus piernas y ascienden
al Sol. Con frecuencia, mucha gente se siente mal por la tarde porque es
entonces cuando las corrientes de la Tierra pasan a través suyo. Tienes que
aprender a polarizar y a concentrar esas fuerzas. No las detengas, dirígelas
hacia arriba. Otras corrientes te llegan a medianoche.
Dado que las piernas no pueden
recibir directamente la energía del Sol, reciben energía desde el centro de la
Tierra. Recibir energía de la Tierra, proporciona coraje, determinación, el
cuerpo se aviva. Las plantas y los animales entienden esta ley y hacen buen uso
de ella. El trabajo manual es una forma de recibir energías de la Tierra.
Un ejercicio: Deja
sueltas tus manos y dirige tu energía hacia el centro de la Tierra. Luego,
levanta esta energía desde el centro de la Tierra y dirígela conscientemente a
tu cerebro. Para resguardarte a ti mismo de perturbaciones, dirige la energía
desde tu cabeza hasta el centro del Sol. Luego, llévala de vuelta al centro de
la Tierra. Estas dos corrientes, estos dos tipos de energía, se encontrarán en
alguna parte, y en ese momento, sentirás calor, un signo de vida.
Es importante
comprender las leyes que gobiernan la
electricidad y magnetismo viviente, que los hindúes llaman “Prana”.
La médula espinal es el principal receptor y transmisor de prana. Éste va
primeramente al cerebelo, y luego al cerebro. Si surge un bloqueo
en el cerebelo, el prana no puede proseguir su camino hasta el cerebro, y
consecuentemente se producirá una desarmonía, que se extenderá por todo el
organismo.
El doble Etérico tiene a
su cargo las energías que van desde el exterior e interior y las transforma. Si
no es capaz de transformarlas, se produce una secuencia de desórdenes, una
serie de condiciones discordantes que irrumpe por todo el cuerpo.
Las energías magnéticas
actúan en sentido curvilíneo, en forma de espirales, y producen calor. En gran
parte, tu salud se basa en las energías magnéticas que circulan por tu
organismo. Las energías eléctricas se mueven principalmente en sentido
rectilíneo. Tú tienes que ser capaz de controlar el exceso de electricidad y
magnetismo en tu cuerpo.
Si realizas prácticas
espirituales, se acumulan en tu cuerpo energías excesivas, las cuales pueden
dar origen a situaciones peligrosas. En tales casos, la persona se vuelve
hipersensible. El cuerpo Etérico se extiende más hacia el exterior; el cuerpo
astral se expande y la persona empieza a quejarse de no poder soportar la
influencia de la gente. Tienes que aprender a regresar a tu interior.
Una vez conozcas la ley,
no dejarás que tu doble Etérico se ensanche. En un entorno
armonioso puedes expandirlo tanto como quieras, pero cuando te hallas sometido
a desfavorables condiciones de vida, debes volver al interior de ti mismo.
LAS CÉLULAS
El organismo humano está
compuesto de 60 trillones de células más o menos, que están altamente dotadas
de inteligencia. Todas estas células poseen las cualidades y capacidades
pertinentes con relación a los diferentes campos y conocimientos. Por ejemplo,
algunas células humanas llevan en si el conocimiento de las plantas. Otras
células están familiarizadas con las leyes de la cristalización. Otras
asimilaron el conocimiento de los peces, aves, mamíferos. Hay células que
aprendieron el conocimiento de sabios seres altamente evolucionados. Esas
células constituyen la estructura del cerebro humano.
La estructura del Sol y
de la célula es similar. El Sol tiene tres áreas: La primera proporciona
energía; la segunda la almacena y transforma; la tercera la envía a la Tierra.
En las células hay también tres áreas: Una exterior que acepta la energía del Sol;
una intermedia que la acumula en su interior, y un núcleo interno que la
transforma en energía viviente.
Las células del cuerpo
humano son seres juiciosos e inteligentes. Poseen
conocimiento, pero su dueño debe tener
buen sentido y saber cómo manejarlas. Ellas han
renunciado conscientemente a su propia individualidad para servir dentro de la
unidad del organismo. Su meta es sacrificarse por su amo para que éste crezca.
El hombre disfruta de la vida en tanto esos inteligentes seres trabajen
juntamente con él.
La tarea del discípulo es
rejuvenecer sus células, y por ello, debe hablarles. Cada día, antes de
comenzar sus tareas, el discípulo debe saludar a las células de su cuerpo,
empezando por las del cerebro, ojos, nariz, oídos, descendiendo gradualmente a
las células de los pulmones, corazón, estómago, intestinos, y saludar
finalmente a todo su propio ser. Cuando digo que “uno es su propio ser”, quiero
significar su guía interior. Sólo entonces debería el discípulo empezar sus
tareas.
Cuando te levantes por la
mañana, piensa en ti mismo como una entidad hecha de seres inteligentes,
dotados de raciocinio, trabajando en beneficio tuyo. Háblales y ponte en
contacto con ellos conscientemente. Piensa en ellos confiadamente, sin
vacilaciones. Pensar en ellos mejorará tu capacidad de trabajo.
Al anochecer, antes de
acostarte, envíales un buen pensamiento, y luego, vete a la cama. Cuando te
levantes por la mañana, te encontrarás de buen talante.
EL CEREBRO
Cuatro importantes partes
dirigen el organismo humano: Cerebro, pulmones, corazón y estómago.
No hay nada más grande
que la estructura del cerebro humano y de los ojos. La calidad y cantidad de
las células cerebrales que son las receptoras del Amor de Dios, Sabiduría y
Verdad, determinan el amor, sabiduría y verdad de su destinatario. Las células
transmiten toda luz que hayan absorbido de la conciencia humana.
La parte más valiosa del
organismo humano es el cerebro. Es una poderosa dinamo que distribuye
electricidad a través de todo el organismo. Si uno sabe cómo usar adecuadamente
esta energía, se puede curar a sí mismo. El alma utiliza la energía cósmica de
la Vida Inteligente que circula a lo largo de los pliegues del cerebro. La
energía del pensamiento circula por dichos pliegues y luego sale. Son
conductores energéticos de todo el universo. Hay una espiral de movimiento
serpenteante en el cerebro humano, y siempre que este movimiento fluye en la
forma correcta, el hombre piensa con claridad.
Los físicos enseñan que
la energía va del cátodo al ánodo. La energía positiva se mueve normalmente
desde el hemisferio derecho del cerebro hasta su superficie, después se vuelve
bajo el hemisferio izquierdo, sale otra vez por su parte superior y se sitúa de
nuevo bajo el hemisferio derecho. La energía va desde el hemisferio derecho al
izquierdo. Esta es la razón por la que actualmente el hombre piensa con el
hemisferio izquierdo. Esta es la causa de la falta de simetría de las caras
humanas. El hombre necesita trabajar con ambos hemisferios.
Cuando alguien está a
punto de enzarzarse en una disputa, ello es signo seguro de que hay un exceso
de electricidad en el hemisferio derecho de su cerebro. Siempre que alguien se
siente deprimido, pesimista, ello indica que hay un sobrante de electricidad en
el hemisferio izquierdo de su derecho. Si la electricidad se ha acumulado en el
hemisferio derecho del cerebro, no debes acariciar tu cabeza con tu mano
derecha, pues ello podría empeorar tu condición; deberías pasar tu mano
izquierda por el lado derecho de tu cabeza, y viceversa. No permitas que un
exceso de energía se acumule en tu cerebro. El cerebro está conectado con todas
las partes del cuerpo humano. Cuando aparece la polarización en algún centro,
se refleja enseguida en el órgano apropiado, que de esta manera participa en la
acumulación de energías.
Sabiendo esto,
debes esforzarte en transmitir el exceso de energía que hay en tu organismo, de
un centro a otro.
En el cuerpo humano hay
tres zonas principales de energía: En la primera, detrás de las orejas, se
localizan los tipos más bajos de energía. Esta zona puede ser considerada como
el infierno en el hombre.
La segunda zona incluye
el tipo de energía que trabaja en la frente – la vida humana.
La tercera zona simboliza
la clase de energía que hay en la parte superior del cerebro, donde actúan
sentimientos relacionados con la moral. Esta zona puede ser
considerada como el cielo en el hombre. Por ello, siempre que alguien actúa
contrariamente a sus nobles sentimientos, la energía de esta área desciende
hasta detrás de las orejas. Para evitar esto, debes seguir tus más altas
aspiraciones.
Cuando el hombre se
siente enojado, vejado o deprimido, su estado se debe a las energías acumuladas
en torno a las orejas y detrás de la cabeza. Debe dispersarlas apropiadamente y
transformarlas a fin de evitar un estallido. En tales casos es recomendable
trabajar con una azada para cavar, y de este modo, transmitir una parte de esta
energía a la tierra. Si no puedes hacer esto, tócate cuatro o cinco veces la
punta de la nariz. Es importante transmutar la energía de la ira en trabajo.
Cuando tu pensamiento se
extravía y se torna inarmónico, sentirás una presión en los temporales y te
volverás aletargado, en un estado hipnótico y somnoliento.
No dejes que tu energía
se acumule en tus sienes. Esta clase de energía está conectada con el estómago.
Dirigiendo tu energía a
tus sienes, influirás en tu estómago.
De esta manera privas de
poder a tu cerebro, té desmagnetizas. Notarás una sensación de vacío. Debes
dirigir siempre tu energía a la parte superior de tu cabeza.
Algunos científicos,
algunos ocultistas, han observado que en el cerebro humano han empezado a
aparecer unos filamentos blanquecinos que son un signo de los nuevos órganos
que tendrá la futura humanidad. Habrá muchas cosas inexplicables hasta que los
nuevos órganos sean creados. Hoy, al nivel de desarrollo que
has alcanzado, esos centros, que te
capacitarían para ponerte en contacto con el mundo invisible, no han sido
aún creados en tu interior. Por ello tienes que hacer ciertos esfuerzos para
contactar los mundos superiores.
Todo hombre tiene un sol
en el centro de su cerebro, que es un equivalente de nuestro sol físico. El
pequeño sol que hay en el cerebro humano acepta la Energía del gran sol, y
la dirige al hombre en forma de pensamientos y sentimientos. El sol interno, u
ojo vibrante del alma, es un transformador de energía Divina. Aparte de
transformar la energía solar, posee además otras
cualidades. Hay también otro transformador en el cerebro, cuyo trabajo
consiste en dirigir la energía del sol a través de todo el cuerpo.
El estado del cuerpo, así
como los sentimientos del hombre, dependen de la correcta transformación de
esas energías.
Tu primer trabajo es
controlar el cerebro.
Acumula la energía
procedente de la naturaleza y dirígela al plexo solar, al corazón, a la
garganta, a la frente, hacia detrás de la cabeza, a la parte superior de
la cabeza. Luego, conduce esta energía en torno a tu cuerpo. Empieza dirigiendo
este flujo de energía magnética y continúa hasta que sea creada una brillante
aura magnética alrededor de tu cuerpo. Entonces, te sentirás libre.
EL SISTEMA NERVIOSO
La conciencia está
ubicada en la cabeza, y en parte, también en la médula espinal. En la
antigüedad, el centro de la conciencia no estaba en la cabeza, sino en el
sistema nervioso simpático, en el plexo solar. En aquellos tiempos, el hombre
pensaba a través del plexo solar.
El hombre puede ser
comparado con un árbol que a su vez contiene otros dos árboles. Esos dos
árboles representan los dos sistemas principales: el cerebral y el sistema
nervioso simpático. Las ramas del sistema cerebral se expanden hacia abajo y
llegan hasta los miembros del cuerpo. Las raíces están en el cerebro. El otro
árbol es el estómago-cerebro o sistema simpático, que consiste en nudosidades y
ganglios que se extienden principalmente por el área estomacal. Las raíces del
sistema simpático se hallan en dichos ganglios, y sus ramas son ascendentes.
Las ramas de esos dos árboles se entrelazan.
El sistema cerebral es un
portador de electricidad. Por esta razón, si se le deja desarrollar más que al
otro, la persona empieza a decaer. La electricidad priva al organismo de toda
su humedad.
El sistema
simpático es el portador de magnetismo.
Cuando se desarrolla demasiado en el hombre, éste se vuelve obeso
debido al exceso de materia que se acumula en él. Por ello, ambos sistemas
pueden corregirse el uno al otro.
En la actualidad, tanto
el sistema nervioso como la totalidad del organismo humano, no son
suficientemente fuertes para soportar las vibraciones
y Poderosas corrientes del amor. Debido a esto, las ciencias ocultas
recomiendan ciertos ejercicios para la mente, corazón y sentimientos, con el
fin
De conseguir que las fuerzas del organismo se ajusten a las fuerzas y
corrientes de la naturaleza.
LOS SENTIDOS
El primer ser humano
creado a semejanza de Dios poseía doce sentidos. Durante el proceso de
involución, el hombre, gradualmente, perdió varios de esos sentidos, hasta
llegar a los cinco que quedan en posesión nuestra hoy día. El conocimiento del
ser humano de hoy comparado con el del pasado, está en la relación de cinco a
doce.
EL OJO
El órgano de la vista, el
ojo, está conectado a la mente humana. El hombre debe tener unos ojos sanos
para disfrutar de un cerebro sano y bien estructurado.
El ojo es una forma de
vida divina en la que tiene su reflejo la forma en que funciona todo el
espacio, todo el sistema solar, la vida misma.
A través de los ojos
recibimos altas energías de la naturaleza que influyen en nosotros. La
primera función de los ojos es reunir y dispersar los rayos del sol: Los
concentra desde fuera hacia adentro y los dispersa desde dentro hacia fuera.
El párpado superior
representa la involución, el descenso del Espíritu Santo a la materia. El
párpado inferior representa la evolución, la ascensión del Espíritu. Nos
muestra la senda por la que debemos andar. Involución y evolución se cruzan,
creando así el ser humano. El hombre está ubicado en la confluencia de la
bajada y subida del espíritu.
Los ojos del hombre
fueron lo último en formarse. Tienen el más alto origen. Todos los destacados
clarividentes, todos los adeptos y Maestros de la humanidad, perciben y
aprenden por medio de los ojos.
LA NARIZ
¿Qué es la nariz? Es el
lugar de concentración de la electricidad y del magnetismo. La nariz es una
proyección de fuerzas que bajan desde lo Divino hasta el cuerpo físico. Por
esta razón, la nariz es estrecha en su parte superior y se ensancha gradualmente.
Ocurre como en la naturaleza, como el lecho de un río. El caudal de un río
depende de cuán largo y ancho sea. Lo mismo puede decirse sobre la nariz
humana. Una nariz ancha denota una gran resistencia. Cuanto más estrecha es,
mayor es la energía nerviosa y mental de una persona, pero menor es su energía
física.
Si te encuentras mal, si
te sientes irritado y no puedes dormir, concentra tu mente en la punta de la
nariz e imagina que gradualmente se va ensanchando.
Verás cómo te calmas y
consigues dormir.
Mantén tu nariz en buen
estado. Cuídala y respétala como si fuera un órgano sagrado. Cuando funciona
correctamente, el hombre está sano, sus ojos, sus oídos, su boca, serán
saludables, y lo mismo respecto a los pulmones, el corazón y el estómago.
No tener nariz es una
calamidad. La nariz es como la bella cima de una montaña, donde las energías
del organismo son transformadas. Mientras no conozcas el significado de la
nariz, no podrás apreciar que se trata de un gran don de vida. Cuando tu nariz
esté en buenas condiciones Dios hablará a tu corazón y a tu mente.
La nariz está en el
centro del rostro humano. Dios se expresa a Si Mismo a través de los
pensamientos, sentimientos y acciones del hombre. Todo eso queda impreso en la
nariz.
LA OREJA
¿Cuál es el órgano
de la razón en el hombre? : La oreja. La salud depende de la belleza y forma de
la oreja. Por las orejas puedes determinar la duración de la vida de una
persona así como su grado de inteligencia y honestidad. La curva de la oreja
indica todo esto. Recuerda, el comportamiento del hombre y su vida exterior,
dependen de la oreja. Está bien construida cuando sus arrugas están dispuestas
en líneas armoniosas.
El hombre aprende a
escuchar con la oreja. Ella le ayuda a contactar con la más alta
Inteligencia de la Naturaleza. Cuando
prevalece la influencia del cerebro, la parte superior está
bien formada, es más ancha, mejor modulada y El hombre se muestra exultante.
Cuando prevalece el sistema respiratorio, los pulmones son los que predominan y
entonces, la parte media es la mejor formada. Si el estómago trabaja
intensamente, el lóbulo es lo que está mejor formado.
Cuando una persona ha
estado enferma durante un largo período, pierde parte de su energía vital. He
aquí lo que puede hacer en tal caso: Agarra el lóbulo Con dos dedos y tira de
él hacia debajo de vez en cuando. Después, masajea la zona que está bajo la
oreja y permanece atento a los cambios que aparecen en tu organismo. Practica
este ejercicio no solamente cuando estés enfermo, sino también cuando estés de
mal talante.
EL BRAZO
El brazo humano es algo
precioso. A través de él el hombre expresa el poder de su voluntad y recibe los
cambios que se producen en la naturaleza.
Manteniendo una mano
contra el sol y cerrando los ojos, se puede prever el tiempo que hará durante
el día.
La mano es una antena que
recibe y transmite las energías de la naturaleza. Cuando estrechas la mano de
una persona saludable, de mente fuerte, notas como un flujo de energía emana de
ella. Una persona que no esté sana es como un grifo cerrado, mientras que la
persona sana es todo lo contrario. El flujo de energía, dentro y fuera, tiene
que ser correcto.
La palma de la mano
izquierda es el lado negativo de la persona. Transmite tenues vibraciones
magnéticas. En cambio, el dorso de la mano izquierda es positivo y despide
electricidad. Lo mismo se puede aplicar a la mano derecha. Así pues, hay dos
clases de electricidad y dos clases de magnetismo. Un tipo de electricidad y
magnetismo fluye de la mano izquierda y otra, de la mano derecha. La mano
derecha es la mano del entendimiento. Está hecha para bendecir. La mano
izquierda es la mano del amor. Con ella, el hombre ayuda al menesteroso y al
que sufre. Cuando extiendes tu mano hacia alguien, puedes o bien bendecirle con
toda buena voluntad, o maldecirle. A través de tus manos puedes experimentar
cuánto hay de bueno y de malo en el mundo.
Cuando tocas la mano
derecha de una persona sana, notas una agradable sensación de frescura,
mientras que su mano izquierda despide un ligero calor. Esas dos corrientes se
entremezclan en el organismo al menor síntoma de malestar, tanto mental como
físico.
Las manos son las dos
corrientes de una batería, y depende de ti el cómo regularlas. Si mantienes tus
manos aflojadas, caídas, siempre te sentirás débil. Por el contrario, si
quieres estar en contacto con las fuerzas inteligentes de la naturaleza, debes
mantenerlas firmes. Cuando desees contactar con las corrientes de la tierra,
tensa tus brazos y piernas, todos los músculos de tu
Cuerpo durante unos
pocos segundos. De esta forma regularás las corrientes en tu interior.
Un ejercicio: Pon las
manos frente a tu boca, como si fueras a rezar. Relájate, echa de la mente toda
preocupación. Sopla suavemente sobre tus manos, como si con ellas quisieras
recoger tu respiración. Hazlo tres veces. Soplando de esta manera, regulas tus
corrientes magnéticas.
Cada dedo de la mano está
conectado a un determinado centro u órgano del cerebro, y cada órgano está
conectado con unas fuerzas específicas.
Esas fuerzas están
ligadas con las regiones y mundos de la mente. Te es suficiente levantar uno de
tus dedos para contactar con el órgano apropiado a través del cual fluyen las
energías del mundo mental. Cada dedo es, por tanto, un conductor de una energía
o corriente especial. Una determinada energía cósmica emana de cada dedo.
Cuando no te encuentres
bien, cuando no sepas qué hacer, sostén tu pulgar con la mano derecha, después sostén
el índice, el corazón, el anular y el meñique. Sé consciente del cambio que
tiene lugar en ti.
El pulgar representa el
mundo divino. Cuando no te sientas bien, experimenta con tu pulgar para llegar
a dominar los poderes ocultos en él. Acaricia la parte superior del pulgar,
empezando desde la tercera falange hasta la uña. Luego acaricia la parte
inferior, desde su principio. Observa si tu indisposición desaparece. Sé
consciente de tus pensamientos y de tus sentimientos mientras practicas estos
ejercicios.
Si al principio no
obtienes resultados, repite el ejercicio. Aquél cuyas puntas de los dedos son
afiladas, emplea mucha energía debido a un gran flujo exterior. Cuanta más
redonda sea la punta de los dedos, menos energía saldrá hacia fuera.
LA PIEL Y EL PELO
En el plano físico, la
piel conduce la energía vital de la naturaleza. Cuando la piel se torna áspera,
la corriente de fuerza vital se vuelve irregular y la persona cae enferma. Esta
aspereza indica la muerte del fuego sagrado.
La finalidad
del pelo es regular las energías en
el cuerpo humano y la circulación de la sangre. Cada
pelo es un centro de una fuerza dinámica que ayuda a la circulación de la sangre
de la piel. Eliminar todos los pelos del cuerpo provocaría un gran sufrimiento.
El pelo es tan necesario al cuerpo humano como las plantas lo son a la Tierra.
El pelo de la cabeza, la barba y el bigote representan el territorio de las
plantas. Siendo consciente de ello, el Hombre debe evitar la calvicie en su cabeza.
El pelo con que la naturaleza ha dotado a la gente, es como una antena que
puede utilizarse para contactar con las más lejanas regiones de la Tierra así
como con otros planetas. A través del Pelo, el hombre puede recibir las
vibraciones del Sol, la Luna, Marte, Venus, y comunicarse con ellos. La
totalidad del cuerpo es la suma de un número de tales antenas. Somos pues un
nudo del cual salen cierto número de antenas, recipientes de incontables
pensamientos, sentimientos y deseos.
EL CORAZÓN
El corazón es la
pulsación de todo el espacio. El corazón está conectado con la energía cósmica.
Cada latido expande energía y renueva todo el organismo. Hay ciertos cálculos
de altas matemáticas con los que no estamos familiarizados. Algunas tablas
muestran el cálculo de la pulsación de los corazones de todo el mundo. No hay
dos personas cuyos corazones latan en la misma frecuencia. En algunos, hay un
intervalo después de cada diez latidos, y en otros, dicho intervalo se produce
después de veinte segundos, etc.
¿Sabéis lo que significan
esos intervalos? Están presentes cuando tiene lugar una comunicación con otros
mundos. De acuerdo con el ratio de este ritmo, esos intervalos muestran el
mundo con el que estás en contacto: la Vía Láctea u otra constelación. Esas civilizaciones
generan diferentes virtudes en tu alma.
Se ha observado que el
corazón late más rápidamente de lo normal durante las 12 primeras horas del
día. Durante esas 12 horas el corazón se halla en condición ascendente. A lo
largo de las otras 12 horas, o sea, en la segunda mitad del día, los latidos
del corazón decrecen en número y el corazón se halla en condición descendente.
Lo mismo puede observarse durante los meses y los años. El corazón asciende
durante los 14 primeros días de un mes y desciende durante los otros 14 días.
Es importante saber cuándo el corazón está en posición ascendente y cuándo
descendiente.
¿Qué es un pulso
saludable? : Un pulso que es musical y rítmico. El latido cardíaco de un santo
es algo musical. Transmite una cadencia especial. En el latido de un criminal
hay algo que funciona retardadamente, una desconexión que apunta a un bajo tipo
de vida.
Estudia el latido
cardíaco en conjunción con la música. De esta manera comprenderás la influencia
de cada tono en el organismo.
Cada corazón está
conectado con la pulsación cósmica, con el corazón cósmico. En este sentido,
hay un ritmo en la naturaleza. No te asustes cuando tu
corazón lata irregularmente,
pero restaura la armonía
entre tus pensamientos y sentimientos.
Un ejercicio:
Búscate el pulso con tu pulgar. Si notas una sensación agradable ello significa
que eres una persona saludable. De lo contrario, tú no estás sano. Si quieres
que tu corazón lata en forma saludable, debes mantener tu mente en buen estado,
porque las corrientes eléctricas de la naturaleza pasan a través de ella, y
también tu plexo solar, por donde pasan las corrientes magnéticas. Sé
consciente de los pensamientos contradictorios para mantener tu mente en buenas
condiciones. No dejes entrar nunca sentimientos negativos en tu corazón, y así,
tu plexo solar estará en óptimas condiciones.
La circulación de la
sangre se debe principalmente a las corrientes electromagnéticas. Si no
respaldan la circulación de la sangre arterial, el corazón, por si mismo no
podrá llevarla a cabo. La sangre circula gracias a la existencia de un impulso
cósmico en el mundo, que regula constantemente la circulación sanguínea de
todos los organismos.
LOS PULMONES
Con el cerebro, tanto el
corazón como los pulmones tienen una doble función:
Fisiológica y física. El
corazón limpia no solamente la sangre sino los sentimientos. Los pulmones
purifican el aire y son también un altar donde son depositados los
pensamientos, sentimientos y deseos para ser purificados. Es en este altar
donde arde el fuego sagrado del sacrificio, que limpia y da solidez a las
cosas.
Los pulmones son un
complejo laboratorio atravesado por muchas energías. El prana del aire penetra
los pulmones y ayuda a la oxigenación de la sangre, incluso cuando la
penetración del aire es difícil. De esta manera, los elementos vitales entran
en la sangre purificada. La respiración completa es la mejor. El amor es la
primera condición para una respiración completa. Cuando respira, el hombre
debiera apreciar el aire como un precioso don.
De esta forma, el aire
penetrará todos los niveles de las células pulmonares y les dará su prana, su
energía viviente, que ellas extraerán y distribuirán por todo el
organismo. El amor influye en los pulmones. Todo
aquel que ama, expande, sus pulmones se expanden. Cuando el hombre
acepta un regalo conscientemente, con gratitud, el amor empieza a actuar en él
y le eleva. Toda energía divina que venga de lo alto, tiene que pasar primero a
través del sistema respiratorio, subir después hasta la mente, y alcanzar por
último el corazón.
EL HÍGADO
Tanto los pulmones
como el hígado, son dos transformadores de energía. Los pulmones transforman la
energía mental del hombre, y el hígado transforma la
energía de los sentimientos, dirigiéndolas al sistema nervioso simpático.
Cuanto mejor funciona el hígado, más altos y nobles serán los sentimientos de
un hombre.
EL ESTÓMAGO
Todo lo concerniente al
buen estado del organismo y su salud, corresponde al estómago. Muchos órganos
ayudan al estómago: dientes, boca, lengua, garganta, intestinos. La comida debe
ser masticada largo tiempo para extraer su energía. Cuando masticas la comida,
la energía vital pasa a través de la lengua para ser almacenada en el sistema
nervioso. La comida pasa de la lengua al estómago, donde tiene lugar otro
proceso. Cuanta más energía fluya del cerebro, más fácilmente será digerida la
comida. La composición de la saliva cambia a cada momento y determina los
cambios en la psicología humana. Éste es un tema científico que merece ser
estudiado en el futuro.
Todo aquél que disfrute
de un saludable sistema digestivo, se sentirá contento, y trabajará vívida e
intensamente. Cuando te encuentres con alguien de facciones blancuzcas, sabrás
que su sistema digestivo no funciona bien.
Si la comida no es bien
digerida, la sangre no puede ser bien purificada. En torno a las
articulaciones, se acumula materia semiorgánica en forma de depósitos. Estos
defectos del organismo provocan alteraciones del espíritu, y el pensamiento
también es afectado negativamente.
El estómago transforma la
energía recibida de la comida; los pulmones transforman la energía
proporcionada por el aire; el cerebro transforma la energía recibida del mundo
exterior.
EL CUERPO
FÍSICO: RELACIONES
La cabeza representa el
mundo divino. Los pulmones, el corazón pulsante del hombre y el sistema
circulatorio, representan el mundo espiritual. El estómago es el mundo físico,
material. Cuando desciendes al intestino grueso, llegas al Infierno en el
hombre, el mundo de sus más bajos deseos y afanes. Allí se encuentran los
resultados de lo más bajo de la vida humana.
Todos los procesos
de la vida humana, tales como comer, respirar, beber agua, pensar, sentir,
constituyen una cadena continua. Obedecen a una ley común y cooperan unos con
otros. Cuando estos procesos se desenvuelven correctamente, nuestra vida se
desarrolla armónicamente, de acuerdo con las leyes del mundo divino.
No te atrevas a
desatender tu cuerpo. El espíritu no puede desarrollarse en ti sin un cuerpo.
El cuerpo puede ser comparado a un tronco al que se injerta una planta. Tiene
lugar una lucha entre el cuerpo y el espíritu hasta que el espíritu, el
injerto, arraiga en el tronco y empieza a desarrollarse libremente. Cuando los
Jugos del tronco empiezan a subir hasta el injerto y los del injerto descienden
hasta el tronco, la vida transcurre normalmente. Podemos decir entonces que la
lucha entre cuerpo y espíritu ha terminado. Eso es lo que llamamos también
transformación de energías. Todo el mundo debiera conocer esta ley y aplicarla
a su propia vida, y para aplicarla de una manera correcta, se precisa de la
oración.
Una fórmula: Siendo yo un
servidor de Dios, deseo que mi cuerpo esté sano, porque le pertenece a Él. Mi
cuerpo es una célula del Gran Cosmos y debe estar sano.
“Sé cálido y brillante
como el Sol. Éste es el significado de estar sano. Sé diáfano como la Luna.
Goza con las estrellas, que ayudan a desarrollar tus facultades. Alégrate de
que todo en el mundo trabaja en beneficio tuyo, para ti, el hijo pequeño del
Universo, que eres tema de estudio para seres elevados y sabios.”