Posted: 23 Apr 2016
El Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) de Uruguay informó que se han reportado más de 15 mil personas desplazadas en todo el país debido a las fuertes lluvias e inundaciones que se han registrado en los últimos días.
El director del organismo, Fernando Traversa, informó que la cifra puede ser mayor debido a que existen personas autoevacuadas que no están en el registro.
“Esto
se debe a que, en la medida que pasan los días, las personas que se
autoevacuaron se acercan a los Comité de Emergencia Departamental
(Cecoed) para clarificar su condición y solicitar la posterior
reinstalación de servicios de luz y agua”, señaló el funcionario.
Precisó
que en el departamento de Dolores "no se ha podido llegar a estimar con
claridad cuántas personas autoevacuadas hay”, por lo que estiman que
sean "un par de miles más".
Todavía
va haber un par de días en los que tengamos por un lado cifras que
dicen que el río está bajando y que por otro lado la cantidad de
evacuados va subiendo (...) En estos momentos todavía es posible que (la
cifra de desplazados) siga incrementándose", aseguró.
De acuerdo con el reporte, Montevideo, la capital del país, es el único departamento que no integra el estado de emergencia.
Traversa
comentó que algunos departamentos presentan un número total de
evacuados por debajo de la centena de personas por lo que estiman que
restablezcan su situación rápidamente. Este es el caso de Flores,
Maldonado, Lavalleja y Río Negro.
Hasta el momento se han confirmado nueve personas fallecidas a causa del tornado y las inundaciones.
El jueves una persona fue denunciada como desaparecida en la zona de
Lascano al ser visto por un testigo caer al agua. Si bien el cuerpo
todavía no fue encontrado, estiman que se trate de una nueva víctima.
Posted: 22 Apr 2016 01:45 PM PDT
La violencia del terremoto de magnitud 7,8 redujo a escombros numerosos pueblos del centro de Nepal. Casi un año después, lo único que hay allí siguen siendo los escombros.
El país no ha hecho progresos en la reconstrucción de cientos de miles de viviendas, escuelas, edificios públicos y unas 600 estructuras históricas, incluidos antiguos templos, monumentos y palacios hindúes y budistas.
Casi
un millón de niños no tienen escuelas a las que asistir. Millones de
aldeanos tuvieron que pasar el invierno en precarias tiendas y chozas de
lata, construidas de apuro.
La
agencia de reconstrucción del gobierno no ha aprobado proyecto alguno.
Algunos ciudadanos han comenzado a reconstruir por su propia cuenta,
pero la mayoría siguen esperando porque temen contravenir nuevas
regulaciones para la construcción o porque aguardan ayuda del gobierno.
Mucha gente vive en refugios temporales construidos
con madera recuperada cubierta por láminas de metal corrugado que serán
su única protección cuando comience la temporada de lluvias dentro de
dos meses.
"Hemos
vivido aquí el último año y parece que vamos a seguir aquí por mucho
tiempo", se lamentó Keshar Narayan, un campesino que vive con ocho
familiares en una casilla en las afueras de Katmandú. "Se dice que el
gobierno nos va a dar dinero para reconstruir nuestras casas, pero
¿cuándo lo va a hacer? Nuestros hijos se enferman y no tenemos dinero,
trabajo ni un gobierno que nos ayude".
Promesa gubernamental
El gobierno prometió ayudar a las víctimas después del terremoto del
25 de abril del 2015, que mató a casi 9.000 personas. Sin embargo, un
año después solo unas pocas familias del distrito de Dolkha han recibido
dinero alguno. Recibieron 50.000 rupias (467 dólares) de las 200.000
que le prometió el gobierno a cada familia que se quedó sin casa. Dolkha
fue uno de los distritos más afectados y el epicentro de otro temblor ocurrido el 12 de mayo.
Mientras
esperan por ayuda, incluso las oraciones pueden ser peligrosas. Muchas
personas de esta nación profundamente religiosa del Himalaya acuden a
templos de madera semidestruidos, que a veces se sostienen con unas
vigas de madera.
"Cada
vez que voy a rezar a los templos, no sé si me pasará algo. Arriesgamos
nuestras vidas para venir a rezar", expresó Shanti Shrestha, un ama de
casa de Katmandú que llevaba un incienso y una caléndula. "Estamos muy
enojados. No se hizo nada en todo un año".
La
falta de progresos no es por una cuestión de dinero. Nepal ya recibido
4.100 millones de dólares en donaciones, que cubren dos tercios de los
6.600 millones de dólares que costará la reconstrucción, según
estimados.
El problema, de acuerdo con las autoridades y organizaciones humanitarias, es la burocracia y la ineptitud del gobierno.
"Perdimos
hace poco un donante que quería aportar 400.000 dólares", dijo el
representante de la UNESCO en Nepal Christian Manhart. "Todo se demora
porque hay engorrosos trámites burocráticos".
La UNESCO tiene unos 1.800 millones de dólares para Nepal, que todavía no ha podido usar.
Restos conservados
Los
ladrillos, piedras y maderas recuperados de entre los escombros del
palacio Katmandú de la plaza Durbar, del siglo X, están conservados en
un depósito hasta que los expertos puedan abocarse a la reconstrucción.
Todavía no se ha hecho nada por restaurar el palacio en la ciudad
medieval de Bhaktapur, el este de la capital.
Muchos
templos, stupas y monasterios alrededor el altar de Swayambhunath en la
cima de una colina están en ruinas. Se le conoce como el "altar de los
monos" porque miles de monos se congregan allí al noroeste de Katmandú.
En
Nepal la mayor parte de la población es hindú y los monumentos y
templos tienen una gran importancia cultural, religiosa e histórica. La
gente los visita regularmente y acude a ellos a festivales, bodas y
otras ceremonias.
Algunas localidades están tratando de reconstruir por su cuenta, con el aporte de voluntarios.
"Es
muy duro ver nuestra herencia tan dañada", dijo el funcionario del
departamento de la herencia cultural de Bhaktapur Ram Govin Shrestha.
(I)