Saúl en Español – El perdón es liberador
12-01-2016
El
mundo, el mundo ilusorio en el cual la humanidad está soñando una
historia que ya no parece apegarse a él, aparenta caer en el caos.
Lo
que pasa es que se están dando cuenta de la insensatez de sus supuestas
vidas civilizadas mientras queman sus recursos energéticos no
renovables a una velocidad que es aterradora.
Sus
estilos de vida, aunque aparentan ser moderados en sus necesidades y
consumos, están en riesgo y las oportunidades de que sus hijos y sus
nietos sean capaces de disfrutar lo que podría ser una vida estándar
similar, se vuelve improbable.
Parece
que están atrapados entre la espada y la pared ya que eufemísticamente a
menudo lo que parecen ser dificultades insuperables.
Quizá
se confortan con las ideas y las esperanzas de que los avances y los
nuevos descubrimientos en tecnología proveerán soluciones a sus
innumerables problemas.
Y
aun así, sus dudas y ansiedades a veces los abruman, al recordar que
históricamente los imperios y las civilizaciones siempre han colapsado
aun esperando que ésta tendrá solo una caída suave, permitiendo que un
ambiente social, político y de negocios reemplace el actual
relativamente sin dolor.
La
mala noticia es que el viejo orden, la vida altamente competitiva del
pez que se come al pez está en los albores del colapso.
Sin
embargo, la buena noticia es que la humanidad está despertando al
constante conflicto y destrucción planetaria, y en muchos lugares están
superando el reto y están dando los pasos necesarios para resolver los
conflictos y revertir el daño planetario a través de una negociación
sabia y considerada.
Como
resultado, esos insensibles líderes militares que por eones han elegido
enfrascarse en guerras prioritarias y sus contrapartes en negocios y
política e incluso algunos líderes religiosos, ya no tienen a sus
discípulos listos para enfrascarse en políticas que claramente son
injustas y totalmente insensatas.
En
verdad se vislumbra un cambio ya que la gente joven, de 40 para abajo,
con sus mentes con mayor sabiduría se está moviendo en posiciones de
poder e influencia.
Muchos
de ustedes por décadas han mantenido la Luz y han vivido tranquilamente
y compasivamente y han perdonado a aquellos que los han herido o dañado
y han mantenido la intención de no juzgar.
Esto
ha fortificado sus campos energéticos personales, los campos de amor en
los cuales cada humano se envuelve y esas intenciones es la decisión
colectiva de la humanidad de despertar.
Parecería
que sus intenciones amorosas a veces no tuvieran efecto pero en
realidad sí debido a aquellas constantes intenciones a través de décadas
sin ninguna retroalimentación positiva aparte de su saber interno que
los ha traído cerca de su inevitable despertar.
Aquellos
de ustedes arriba de los 60 años, cuando recuerdan su juventud y el
ambiente cultural en el cual crecieron, pueden ver los pasos enormes que
se han dado para llegar a asistir a los necesitados. Aún falta camino
pero se ha tenido progreso para terminar la pobreza y se está
acelerando.
Algunos
culpan a los pobres de ser pobres y era común señalarlos por ser
ociosos, con falta de determinación y que se merecían vivir en
circunstancias adversas.
Pero
mucho ha cambiado en las actitudes de la humanidad hacia unos a otros y
está creciendo la idea de que su supervivencia en la Tierra depende en
la voluntad de ayudarse unos a otros en vez de juzgarse imperiosamente y
encontrar culpas en los demás.
La
decisión de despertar es única en la humanidad. Muchos seres sabios han
encarnado a través de eones para traer este hecho a su atención y han
tenido éxito.
Ustedes fueron creados libres y nuestra amada Fuente nunca abusará de su libertad.
Sin
embargo, al elegir jugar sus juegos de separación y atacar a otros que
consideraban malos o diferentes, cerraban sus corazones y se ocultaban
del infinito amor que constantemente les ofrece el consuelo y el confort
desde el centro de sus ser que muchos buscan afuera de ellos.
Vayan
a su interior callando sus mentes y teniendo la intención de sentir el
amor de Dios por ustedes es la forma de avanzar en sus caminos
individuales de evolución espiritual.
Cuando
se permiten saber que son divinamente amados logran cesar auto
enjuiciarse, lo cual es endémico y empiezan a perdonarse por todas sus
fallas y errores.
Al
hacerlo se dan cuenta rápidamente de que no hay nada qué perdonar, de
que solo estaban ajenos a eso y de que sus malas conductas eran intentos
erróneos de encontrar su camino a Casa.
Cuando
en verdad se perdonan a sí mismos, habiendo observado todos los asuntos
que les estaban causando mucho dolor, son capaces de aceptar lo que
surja en sus vidas diarias sin miedo o ansiedad y se encontraran
fácilmente perdonando a aquellos que han juzgado mal o que los han
lastimado.
Reconocerán en ellos el dolor que ustedes experimentaron y entenderán que ellos también están buscando el camino a Casa.
El
perdón es liberador. El perdón disuelve asperezas y resentimientos y
les brinda paz, una paz que no imaginaban alcanzar al tener esas
asperezas y resentimientos.
Más
de ustedes están realizando esto y al hacerlo están liberando a la
humanidad de la prisión que esta alrededor al no perdonar, la prisión en
la cual se ocultaban con miedo a la libertad.
Cuando
se encuentran libres entonces perdonan y cuando perdonan averiguan que
el miedo se ha disuelto y que en verdad están en paz.
Vayan a su interior diariamente para conectarse con el Amor que habita ahí a cada momento.
El Amor que están buscando desesperadamente solo lo pueden encontrar en su interior.
Ahí es donde reside esperando que lo reconozcan y los abrace y los llene de alegría y paz.
Saben
que está ahí pero se han vuelto temerosos porque se han juzgado a sí
mismos duramente y se sienten indignos y no merecedores de su abrazo
cálido.
Olvídense
de esos juicios. Les aseguro que el Amor de Dios por ustedes permanece
constante y que no hay nada que puedan hacer para cambiar eso.
Lo único que pueden hacer es rehusarse a a aceptar lo que se les ofrece y
por qué harían eso cuando aceptar les traerá solo paz y alegría.
Con muchísimo Amor, Saúl.
Traducción: Gustavo T