Unidos en el Corazón del Creador 
Hermandad Blanca de la Tierra, de la Galaxia y del Cosmos.
 
24 de Junio. 12:OO horas (UTC) de este trascendental año 2012. Con Audio. ¡Compartir!!!!
 
Audio:
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Unidos en el Corazón del Creador
Es  aquí y es ahora, hermanos y hermanas, que estas palabras llegan a  ustedes por Voluntad del Creador, impulsadas y sostenidas por la  Hermandad Blanca de la Tierra, de la Galaxia y del Cosmos. Reciben en  cada una de ellas, tal emanación de bendición divina, que vuestras  almas, vuestros seres, sienten en estos momentos algo especial. Un  presente del Amor para ustedes. Permitid que este abrazo os inunde, sane  y reconforte en la ternura de nuestro corazón.
 
Llegamos  ahora ante vosotros para presentarnos en Unidad. En diferentes tiempos y  lenguas se ha enseñado que Dios, el Creador, el Gran Espíritu, el Ser  Supremo que ha sido nombrado de tantas formas, es UNO con su Creación.  Todos sus hijos, vosotros y nosotros, estamos dentro de Él, unidos a  cada ser de la Creación, a través de la chispa... la presencia... el  espíritu... el latido de su corazón, que llevamos en nuestro interior,  también nombrado de mil maneras a través de las edades.
 
¿Cómo  os podemos explicar esto? ¿Cómo transmitiros que cuando un ser  despierta y se Une al Creador, se hace UNO con su Creación? ¿Cómo  deciros que estas palabras están siendo dichas al mismo tiempo por los  grandes Seres Divinos, que en distintas culturas y creencias, son guías  de la humanidad, y por todos aquellos que ya han quitado el velo de sus  ojos y se reconocen en comunión con sus hermanos y hermanas? ¿Cómo  haceros sentir la Unidad?
 
Os  lo expresaremos así: los seres superiores que sirven al Gran Plan  Divino, estamos ya en la Unidad Eterna, por lo tanto, aquello que uno de  nosotros afirma y realiza, también lo sentimos y sostenemos todos los  demás. Es cierto que contamos con características y labores que nos  identifican y conforman. Mas, al expresar el sentimiento, el  pensamiento, la decisión de nuestro Creador, nuestra manifestación es en  Unidad. Para nosotros, la Realidad es solo una, la del Amor. La  Voluntad es solo una, la del Creador. La Luz es solo una, la Divina.
 
Sentid  como en Unidad estas palabras nacen de Jesuscristo, la Madre María,  Lady Rowena, San Germain, Asthar Sheran, el Arcángel Miguel, Sanat  Kumara, el Consejo Cósmico, la Junta Karmica, los Hermanos Mayores  Confederados, Adama, Hilarión, Krión, el Logos Solar, la Maestra Kwan  Yin, los Ángeles Divinos, el Maestro Tibetano, el Arcángel Metatrón, la  Madre Divina… y todos aquellos seres que se han entregado y son  expresión de la Voluntad Divina. En la verdad de nuestra Unión, al  sentir, escuchar y recibir a uno de nosotros, estáis recibiendo a toda  la Jerarquía Cósmica de Amor. Somos UNO, y podéis nombrarnos como lo  sienta vuestro corazón, elevando vuestra mirada, palabra y anhelo, a  todos nosotros que vivimos en Un Solo Ser.
 
Al  comprender la verdad de la Unidad de la Creación en las dimensiones  superiores, os dais cuenta que vuestra labor, vuestra misión, vuestra  evolución es aprender a sentir, a vivir, a estar en Unidad, en Común  Unidad con toda la Creación Divina. Para ello tenéis que ir más allá de  las formas, más allá de las palabras, más allá de la apariencia. Y  sentir la Esencia Divina que hay en cada ser, en cada hermano y hermana,  y en cada manifestación de vida del Creador.
Es  a esta Comunión con nuestro Creador, manifestada en la Comunión entre  vosotros, que hemos venido a invitaros. En el Amor, Sabiduría y Voluntad  de Dios se ha manifestado el tiempo en que vuestra humanidad dará un  paso más en su evolución. Un paso de tan enormes proporciones, que para  vosotros es un honor y, por lo tanto, una misión trascendental. Para  decirlo con palabras vuestras: Es un "pequeño" paso para la humanidad,  pero un gran paso para toda la Creación.
 
En  vuestro aquí y ahora están presentes ya las condiciones para lograr  esta tarea. En la historia de la Amada Tierra es la primera vez que  puede hacerse realidad la Comunión de vuestros corazones, a nivel  planetario. La labor de muchos de ustedes, y de muchos otros que no son  visibles, ha sembrado semillas de Amor y Sabiduría Divina en cada una de  las naciones, estados y lugares habitados, que conforman vuestra  organización como sociedades. 
Y  la tecnología de la que ahora disponéis, os hace posible comunicaros y  organizaros de forma tal, que os permite llegar y unificaros en palabra,  imagen y vibración, a casi cualquier rincón de vuestro planeta.
 
Imaginad  un día, e imaginad una hora de ese día, en que todas aquellas almas,  todos aquellos seres, que anhelan la Unidad con el Creador y con su  Creación, con sus hermanos y hermanas, participan en una Gran  Oración-Meditación-Comunión. Con el único propósito de manifestar su  voluntad, por libre albedrío, de ser... sentir... y vivir en un mismo  corazón, en una misma vibración, en un mismo Amor, el Amor de Dios. 
¿Podéis  ver la grandeza de esa hora? ¿Podéis comprender como se elevará la  frecuencia vibratoria de toda la Amada Tierra y los seres que la  habitan? ¿Podéis sentir la indecible ternura que nacerá de vuestros  corazones al estar de nuevo en Comunión con toda la Creación?
 
En  la voluntad divina habéis realizado ya experiencias de  oración-meditación a nivel planetario, en las cuales personas y grupos  han coincidido en un día y hora. Esto ha sido un gran logro para la  humanidad, y este logro os abre ya la posibilidad de uno mayor: la  comunión a nivel planetario, y al mismo tiempo, en un mismo instante, de  un gran número de almas, de seres, de todos los lugares, culturas y  grupos que, de forma personal o colectiva, decidan participar en la más  grande manifestación de hermandad que ha visto vuestra Amada Tierra. 
¿Os  dais cuenta de lo que esto significa? ¿Veis lo que puede lograr?  ¿Sentís como sois llamados desde los más profundo de vuestro ser a  realizarlo?
 
Para  ello tenéis que trascender toda apariencia de separación, llámese  lugar, cultura, lengua, religión, rol social y demás categorías, con que  os nombráis. Tenéis que poneros de acuerdo y unificar vuestros  esfuerzos para enfocarlos en esta tarea. Tenéis que ser una sola voz,  una sola palabra, invitando a toda la humanidad, y a todos los seres que  habitan nuestra Amada Tierra en todos sus Reinos, a participar de esta  Gran Comunión Planetaria. Solo así, en la realidad de vuestras acciones,  podéis manifestar la Unidad de vuestro corazón.
 
El  día que la infinita sabiduría divina ha señalado para esta Gran  Comunión Planetaria es el 24 de Junio de este trascendental año 2012,  por razones que solo el Creador conoce a cabalidad. Y el momento  señalado es las 12:00 horas, según lo que llamáis el Tiempo Universal  Coordinado (UTC). 
Os  damos el momento preciso de la tarea, para que vosotros os enfoquéis en  lo más importante: su realización. ¿Os dais cuenta como buscamos  vuestra unión? Si queréis verlo así, es igual a cuando un padre y una  madre, anhelan ver a sus hijos conviviendo en armonía y en paz, y  procuran evitarles aquellas pequeñas diferencias, que pueden limitar su  crecimiento, estableciendo desde su Amor y Sabiduría, lo que genere el  bien más elevado para todos.
 
Es  verdad que para algunas zonas horarias, como las llamáis, este momento  definido por la sabiduría eterna puede corresponder a la madrugada, o la  hora de los alimentos, o al momento de trabajo. En la inmensidad de la  Tierra el mismo instante puede representar experiencias muy diversas  para cada ser. 
Mas,  he ahí la encomienda, la decisión, la voluntad de estar en comunión con  vuestros hermanos y hermanas, suspendiendo, si es necesario, el reposo,  el alimento, el trabajo, y cualquier otra actividad acostumbrada por  vosotros en el día o en la noche. 
Solo  por una hora, es a lo que os invitamos, aunque bien sabemos que una  infinidad de almas decidirán, en lo profundo de su corazón, mantener  desde ese instante la Comunión con la Creación para toda la eternidad.  Así, esa pequeña hora se convertirá en la puerta por la que entrarán a  la Unidad con nuestro Creador muchos de ustedes. Lo dicho, hermanos y  hermanas, un gran paso para toda la Creación.
 
Esta  es nuestra invitación, expresada por los Corazones Unificados de todos  quienes habitamos las dimensiones de Amor y Luz Divina. Hacedla suya y  llevadla a toda alma, a todo ser que sueña con una Tierra unida en el  Amor de Dios, con una Tierra Nueva. Y os pedimos, que al difundir estas  palabras recordéis sus tres pilares esenciales:
 
•  Invitad a todas las almas que evolucionan en la Tierra, no solo las  humanas, sino a la de los Reinos que conviven con ustedes. Nuestros  hermanos y hermanas que ahora se expresan como minerales, como plantas,  como animales, como elementales divinos, y como tantas y tantas formas  con que la Infinita Voluntad Eterna a llenado su Creación. Usad para  ello todos los medios a vuestro alcance, desde la meditación profunda  hasta vuestros más avanzados sistemas de comunicación masiva, todos. Que  la invitación llegue a los más posibles, a todos los grupos, a todas  las culturas, a todas las creencias, y que sea el libre albedrío de cada  Corriente de Vida la que decida su participación.
 
•  Invitad a estar en unidad, en común unidad, en Comunión con el Creador y  su Creación, solo a eso. Serán diversas, bellas todas en esencia, las  formas, plegarias, ceremonias, meditaciones, lenguajes, invocaciones,  experiencias con que cada persona y cada grupo decidirá participar y  mantenerse en comunión con sus hermanos y hermanas de la Amada Tierra,  con nosotros y con toda la Creación. La esencia de esta hora bendita es  que estemos Unidos en el Amor de Dios, y para ello solo basta con  desearlo y realizarlo desde vuestros corazones.
 
•  Invitad a mantener esta comunión de forma permanente en cada corazón  que participe en ella. Quedaos en comunión, manteneos día a día, minuto a  minuto, segundo a segundo, en cada instante, en comunión con vuestros  hermanos y hermanos, con toda la Creación, con nuestro Creador. Esta  hora bendita permitirá a toda aquella alma que así lo decida entrar a la  frecuencia vibratoria a la que nombramos Unidad, y en la cual se siente  el Infinito Latido del Corazón de Dios. Será vuestra voluntad seguir  aquí.
 
Estos  son los tres principios que sostienen esta invitación. Hacedla en el  Amor de Dios y dejad que cada quien decida. Habrá quienes darán poca  importancia a estas palabras que la Voluntad Divina pone en sus manos.  No es preocupéis por ellos, tiempo llegará para otra oportunidad.  Ocupaos más bien de hacer vosotros lo que os corresponde para que esta  labor se haga realidad; y lo que os corresponde puede ser algo sencillo,  o algo más complejo, toda colaboración es infinitamente valiosa, pues  lo que realmente cuenta en la evolución de cada alma, de cada Ser, es  que realice lo que le corresponde en el Gran Plan Divino, ni más ni  menos.
En  la medida de vuestras posibilidades llevad un registro de los lugares,  las personas y los grupos que participarán en esta tarea a nivel  planetario, para que podáis hacer consciente y comprender a nivel  mental, lo que vais a sentir a nivel espiritual. Y tened en todo momento  presente que quienes conformamos las bastas dimensiones de luz divina,  estaremos en comunión con ustedes en la fecha y hora establecida.  ¡Imaginad lo que esto significa! ¡Haremos realidad lo que durante tanto  tiempo se ha anhelado y anunciado: la unión de los Cielos con la Tierra!  ¡Enhora buena Amados hermanas y hermanos!
 
Lo  que vais a sentir en ese momento será indescriptible, y vuestro ser  querrá mantenerse en esta vibración de Unidad por siempre. Por ello os  invitamos a realizar periódicamente esta Gran Comunión Planetaria, para  fortalecer y expandir más y más este sentimiento en toda la Tierra. 
Para ello, os ofrecemos dos fechas más en las que os invitamos a manifestar nuestra Unión: 23 de septiembre y 23 de diciembre de este maravilloso año, también a las 12:OO horas UTC.  Será vuestra voluntad y el anhelo de vuestro corazón quien determinará  si lo hacéis realidad, y las fechas siguientes en que se continuará con  esta labor han de surgir de vuestra Unidad. Siguiendo el ejemplo del  padre y la madre amorosos, es necesario para vuestro crecimiento, para  vuestra evolución, permitid que aprendáis a poneros de acuerdo como  hermanos y hermanas que sois, y mostrar en vuestras actitudes y acciones  que sois hijos de un mismo Creador.
 
Y  tal vez os preguntáis la razón por la que en este mensaje no figura el  nombre de quien lo ha recibido y hecho llegar a ustedes; si es así os  pedimos ir un poco más allá y comprender que en la Sabiduría Divina lo  importante es el propio mensaje, la vibración que lleva, la evolución a  la que invita e impulsa. Aún nosotros somos solo puertas abiertas por  las cuales el inmensurable Amor de Dios llega hasta ustedes, somos solo  mensajeros, hermanos y hermanos vuestros que ahora tenemos la invaluable  oportunidad de serviros. Esta es la razón por la que siempre se os ha  pedido que no alabéis a quienes somos, a nuestra imagen, alabad solo a  Uno, a Dios, a nuestro Creador, que mora en vuestro y en nuestro  interior.
 
Mas,  si fuese necesario decir el nombre de quien ha servido de mensajero en  esta ocasión, decid que fue Juan, el joven que en una fabrica se  esfuerza por llevar la comida a sus niños; y que fue Elena, la mujer que  en silencio busca sanar sus heridas y estar en paz; y que fue Omar,  quien con su alegría intenta que aquellos niños sonrían; y que fue Ana,  la niña que hoy a orado para que su papás no discutan más; y que fue Don  Roberto, quien abraza a sus nietos y les cuenta una historia, para que  no llegue a sus oídos el ruido de la guerra; y que fue Esperanza, quien  ha decidido meditar todos los días para ayudar a la humanidad; y que  fuiste vosotros, quienes en algún momento de vuestra soledad anhelasteis  sentiros unidos a Dios y soñasteis con esta invitación; decid que quien  ha recibido y difunde este mensaje es toda la humanidad, pues en la  realidad de la Unidad de toda la Creación esta es la Verdad.
 
Sea  pues, la invitación esta hecha, y como en toda gran celebración os  corresponde a cada uno decidir aceptarla, es su derecho; y es nuestro  anhelo verlos aquí, con nosotros, Unidos en el Amor de Dios a todos y  cada uno de nuestros hermanos y hermanas que habitan nuestra Amada  Tierra. ¡Qué así sea, qué así sea, y cumplamos con la parte que nos  corresponde!
 
¡Recibid nuestro dulce y cálido corazón!
 
Hermandad Blanca de la Tierra, de la Galaxia y del Cosmos.
 
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Publicado por MARIA RUSO TITO FERRO para Mensajes de un alma del sur el 1/25/2012 01:00:00 PM