A menudo veo gente que 
va por sus días como quien busca algo y no tiene ojo para otra cosa, no 
solo no ve nada que no sea lo que busca sino que tampoco consigue 
aquello detrás de lo cual invierte su empeño cotidiano. Y cada mañana el
 juego de la “búsqueda del Tesoro” re inicia, como el hamster cada día 
se sube a la rueda y gira y gira sin ir a ninguna parte. Sí, claro, se 
ha dicho que “el que busca encuentra”, pero no se ha dicho qué es lo que
 encuentra el que busca, si lo que está buscando o si encuentra lo que 
necesitaba y que no siempre y pocas veces en realidad es lo que buscamos
 y detrás de lo cual consumimos los días.

 
La educación que 
recibimos, tanto la que recibimos en forma de costumbres como la que se 
dicta a través de las escuelas, actúa como el mapa que nos guía hasta el
 Tesoro el que está disponible solo para los que se sacrifican por 
conseguirlo pero, promete una vida de placer y felicidad para quién lo  
logra. Así como esas empresas piramidales, en las que crean “casos de 
éxito” para que sirvan de motivador para el resto de los mortales, casos
 que te muestran fotos de Juan Perez en una playa paradisíaca tomando un
 exprimido de coco, luego en el Everest y todo ello para que vos quieras
 estar en el lugar de J. Perez y te esfuerces por conseguirlo y no solo 
eso, sino que querés ser aplaudido por todos los demás y envidiado tanto
 como lo es Juan Perez al entrar al salón. Porque eso es lo que inducen a
 que pienses, porque es ese el objetivo de este juego. Y claro, cómo no 
vas a salir cada mañana como testigo de Jehová a tratar de “ganarte un 
lugar en el Paraíso” si Juan Perez lo hizo, ¿por qué vos no?
En una oportunidad, en 
una empresa en la que trabajé, el Gerente de Ventas formó dos nuevos 
equipos de venta con un total de quince vendedores cada uno, todos ellos
 nuevos, incorporados a la empresa para esa tarea por lo que debían ser 
entrenados en los productos que la empresa ofrecía pero, más que en eso,
 debían ser motivados a vender esos productos, a creer en ellos y en la 
empresa. Contrataron un asesor externo, un motivador, un experto en 
hacer que la gente dé siempre mucho más de lo que estaba dispuesta a 
dar. La verdad, cuando vi en acción a este sujeto me quedé sorprendido 
de su efectividad. Luego de las primeras charlas que dio a los dos 
grupos de venta, éstos salieron “a la calle”. Los días siguientes 
comenzaron a venir a la gerencia de ventas los resultados de la primera 
experiencia de  campo, la conclusión a la que todos los vendedores 
estaban llegando era que el producto era difícil de vender, que no tenía
 ventajas competitivas considerables y que dada la novedad del mismo en 
el mercado, el cliente no se sentía muy confiado con él.
Este asesor, el 
motivador que la empresa había contratado, preguntó si se habían 
realizado consultas vía Call Center (la empresa contaba con un pequeño 
centro de atención de clientes por teléfono e internet) lo cierto es que
 algunos de los clientes que la empresa ya tenía, aquellos que eran 
usuarios de otros productos y servicios que la empresa les proveía, se 
habían visto interesados en esta nueva línea lanzada al mercado. 
Entonces, el motivador sugirió que se escogieran al menos un vendedor de
 cada equipo de ventas, eran dos equipos, y a esos vendedores se les 
dieran estas ventas, antes de lo cual, el gerente debía tener una charla
 con ellos, en privado, y decirles algo así como que debido a su perfil 
distinto al del resto y dado que calificaban para cubrir puestos de 
mayor responsabilidad debían comportarse con distinción sobre el resto 
de sus compañeros.
Paso seguido, el gerente
 de ventas anunció a los vendedores que se repartirían a todos los 
vendedores los datos de los interesados que se contactaban con el Call 
Center para ayudarlos en su gestión y para que alcancen los objetivos de
 ventas y cobren la parte variable de su remuneración.
A los dos vendedores 
escogidos se les pasaban los datos “buenos” es decir, aquellos que eran 
ventas prácticamente cerradas, y al resto se le pasaban las demás 
consultas. En poco tiempo, estos dos vendedores “estrella” no solo 
habían alcanzado el objetivo de ventas sino que lo superaban con creces y
 cobraban no solo la remuneración variable sino además los bonos 
semestrales por “resultado extraordinario“.
De esta manera, y según 
el criterio del asesor externo, el motivador, el resto de los vendedores
 no tendría excusa para no alcanzar su objetivo de ventas, el cual era 
mensualmente elevado dado que los vendedores estrella lo sobrepasaban y 
la gerencia argumentaba que el resto de la fuerza de ventas no estaba lo
 suficientemente comprometida y por eso no ganaban todo el dinero que 
querían, el mensaje era: “Son ustedes el problema! No la empresa y de 
ustedes depende que sean felices o no!” suena bueno, verdad? Pero era 
como el “canto de las Sirenas…” quienes caían bajo el hipnotismo de la 
semántica eran prisioneros de su propia ceguera.
Algunos vendedores 
dedicaban más horas, más esfuerzo al punto de quebrarse y renunciar con 
un sabor a fracaso y con una carga sobre sus espaldas que los condenaba a
 la idea de “no servir como vendedor” o peor, de “no servir para ser 
feliz”. Otros, tal vez más despiertos u olfateando el olor a podrido 
detrás de estas manipulaciones, renunciaban antes sin siquiera 
intentarlo. Semanalmente la empresa reclutaba nuevos vendedores pues, la
 tasa de deserción era alta como te imaginarás.
Este ejemplo que acabo 
de ilustrar es una clara representación de lo que este mundo es y de 
cómo funciona este juego. Un mundo manejado en base a verdades 
enunciadas pero que solo sirven como enunciación, como escudo detrás del
 cual se esconden las verdaderas intenciones. Este es un juego en el 
cual se miente con la verdad y la verdad solo se difunde a través de los
 canales y métodos inciertos e informales. Tal cual sucede hoy con la 
internet, donde corren las noticias que no son difundidas en medios 
oficiales y donde se dicen las verdades que el mundo calla y esconde.
Niños mimados por el 
sistema que son el ejemplo a seguir. Son el estereotipo contra el cual 
sos sistemáticamente comparado. Super héroes, próceres, libertadores, 
místicos, etc. Todos ellos son los ejemplos que el mundo ha creado tal 
cual esa empresa, la del ejemplo, ha hecho con los dos “vendedores 
estrella”, sirviendo solo como elemento de persuasión para obtener del 
resto más de lo que aquellos estaban dispuesto a dar. Cada vez que el 
mundo premia algo, lo que está haciendo es decirle a todos “esto es lo 
que pago, si quieres tu paga debes ser como este que estoy premiando”.
Tanto hemos adoptado 
este mecanismo que lo utilizamos nosotros mismos en el ámbito familiar. 
Premiamos al hijo obediente, por ser obediente y resaltamos “su virtud” 
en una clara actitud de desprecio hacia los otros hijos nuestros que no 
se parecen a aquel. O bien, corremos detrás del desobediente por miedo a
 que se haga daño y despreciamos al que es ordenado y responsable porque
 no nos ayuda con su hermano menor… “el que tiene problemas”. ¿En base a
 qué criterio evaluamos a nuestros hijos? Lo hacemos en base al mismo 
criterio a través del cual somos evaluados y es ahí donde damos 
continuidad a las reglas de este mundo y hacemos de nuestra casa un 
juego de manipulaciones tal cual el ejemplo de la empresa y los 
vendedores.
Por qué razón una 
persona tolera a un jefe que lo maltrata, por qué razón una persona da 
gran parte de su tiempo, de su vida a un empleo que no le satisface, por
 qué razón los vendedores de aquella empresa se esforzaban por alcanzar 
el objetivo de ventas y no solo ganar más dinero sino también, para 
aparecer entre los que eran aplaudidos en cada reunión mensual de ventas
 por haber alcanzado el objetivo, mientras que los demás observaban sin 
ser enfocados por las luces que iluminaban a los escogidos parados sobre
 el escenario algunos de los cuales sonreían con orgullo, otros con 
culpa y otros con indiferencia. ¡Qué buscamos cada día, cuando al 
comenzar la mañana salimos “corriendo” y re iniciamos la lucha 
frenética?
Desde pequeños, nuestros
 padres nos enseñaron ese “mapa” que conduce al Tesoro. Ese Tesoro que 
ellos no encontraron y para lo cual tienen las excusas del caso, por 
supuesto, los políticos, la economía, las grandes Guerras, su religión, 
etc. Pero ellos ponen sus esperanzas y expectativas en que vos sí lo 
logres y no solo ponen su confianza sino además y sobre todo su dinero, 
creándote una deuda implícita, una obligación “moral” ante ellos. He 
escuchado más de una vez personas que estudiaban determinada carrera 
para complacer a sus padres pero que una vez recibidos y “cancelada su 
deuda” se dedicarían a lo suyo…
¿Te has dado cuenta que 
vivimos en un estado de deuda crónica y permanente? Le debemos a 
nuestros padres, le debemos a la sociedad y a la Patria, le debemos a la
 empresa que nos emplea, le debemos a nuestra pareja… cada vez que 
alguien pone su confianza en nosotros crea una deuda, ¿esto qué quiere 
decir, que no deberíamos confiar en nadie para no endeudarlo  con 
nosotros? No! Claro que no, esto quiere decir que cuando decimos que 
confiamos en alguien no siempre somos sinceros pues cuando le dices a tu
 novio, cada noche antes de que salga a cenar con sus amigos que 
“confias en él” le estás diciendo “ojo! Me debes fidelidad, no lo 
olvides”. Cuando tus padres te dijeron “hijo confiamos en vos, sabemos 
que no nos vas a defraudar!” en realidad te estaban diciendo otra cosa… a
 buen entendedor pocas palabras…
No hay malos ni buenos, 
no es este un juicio hacia nadie sino solo hacia un sistema de vida que 
ha sido degradante de la virtud del hombre y que lejos de exaltar la 
Vida la ha comprimido en un estado de necesidad e insatisfacción 
sistemática y deliberada.
Regresando al 
“motivador” que había sido contratado por la empresa del ejemplo, alguna
 vez dijo a los vendedores en una de esa reuniones de venta: “Si ustedes
 fracasan en el trabajo fracasan en la vida, no tienen derecho a nada 
bueno porque el hombre que fracasa en el trabajo no es digno del favor 
de su mujer, y la mujer que fracasa en el trabajo no es digan de nada 
más que servir a su marido y a sus hijos… “ este tipo de comentarios, y 
otros como una vez en la que sacó de su bolsillo un fajo de billetes 
importante y mostrándolo al público dijo: “¿Quieren esto? Esto es poder,
 esto es vida, esto es la verdad.. Quieren esto.. Qué están dispuestos a
 hacer para conseguirlo?” y agregó: “Conozco dos tipos de personas, uno 
son las personas que se dedican todo el tiempo a conseguir dinero y lo 
consiguen y el otro tipo de personas son las que se dedican todo el 
tiempo a encontrar excusas para no conseguir el dinero y claro, no lo 
tienen!, ustedes, cuál de esos tipos de personas son?!”…
Este tipo de arengas 
está siendo irradiadas todo el tiempo de manera explicita y sobre todo 
de manera subliminal. Los medios de comunicación masiva, los programas 
de educación, etc. Todos los mecanismos regulares que el mundo articula y
 gobierna, y los “irregulares también”, todo ello sirve a la 
consolidación del paradigma de este mundo.
Ahora bien, ¿por dónde debemos comenzar el proceso de desintoxicación?
Lo primero que debemos hacer es una profunda revisión de nosotros mismos. Debemos
 repasar las ideas fundamentales sobre las que sostenemos la acción de 
cada día, esas ideas que nos impulsan a la búsqueda diaria, a la lucha.
 Así como el hamster cada día sube ala rueda y la hace girar y girar 
pero él sigue siempre en el mismo sitio, debemos preguntarnos, ¿qué es 
lo que busco con lo que hago? El hamster se diría: “busco salir de este 
encierro, busco la libertad!. Luego, deberías preguntarte: “¿Es esta la 
manera correcta de conseguir lo que busco? En ese caso, el hamster, si 
fuera un poco más consciente y comprensivo, se daría cuenta de que no, 
de que precisamente la rueda está diseñada para solucionar su necesidad 
de buscar la libertad pero no para que consiga lo que busca sino para 
que se canse de buscar y se duerma y así cada día de su vida.
Entonces, tal cual el 
hamster haría, vos debes comenzar por dejar de invertir tu tiempo y el 
esfuerzo en “hacer girar la rueda” porque no te llevará a ningún otro 
sitio o estado pues la rueda fue diseñada por el mundo para que te 
canses de buscar y te quedes dormido en el intento aceptando resignado y
 con pesar que no existe otro lugar al que ir sino solo esta realidad, 
pero siempre con la sensación satisfactoria de que estás haciendo lo 
correcto, de que “al menos lo has intentado“ y, tal cual el que busca el
 tesoro con un mapa que es falso diseñado a propósito para que jamás 
encuentre nada nuevo pero con suficiente adrenalina en la búsqueda como 
para que sienta  satisfacción al hacerlo.
Debemos resetearnos y 
volver a encendernos pero desde el “desconocimiento” pleno de lo que 
somos y de lo que el mundo es. Es decir, debemos
 olvidarnos de lo obvio, de lo cierto, de lo acostumbrado, debemos 
reconocernos como quien es presentado a una persona que jamás ha visto 
en su vida y la indaga, la observa y la conoce en su comportamiento. 
Debemos vernos con ojos desprovistos de prejuicios, de deseos y de 
anhelos. Sé que no es sencillo, lo sé! Pero es este el Camino de la Liberación para alcanzar la Plenitud del Ser que somos.
Debemos dejarnos Ser, 
para lo cual es preciso un estado de plena aceptación de lo que somos. 
Manifestémonos con total naturalidad, dejemos que salga lo “bueno” y lo 
“malo” pues jamás sabremos qué es lo “malo” de nosotros si no lo  
podemos ver y para verlo debemos permitirlo.
Pensa la siguiente 
pregunta y respondete con total sinceridad: “Si los ojos de tus padres, 
te hubieran visto desde tu nacimiento, en todo momento y todo lo que has
 dicho, pensado y hecho, aún en lo que soñaste, podrías mirar a tus 
padres a los ojo sin culpa, sin miedo y sin vergüenza?” lo mismo te 
pregunto con respecto a tus amigos, a tus hermanos, a tu pareja, etc. 
Por eso existe el perdón! Porque lo necesitamos para seguir adelante 
pues nadie pasaría la prueba si acaso el error no fuera parte del 
aprendizaje. Pero debemos ejercer el derecho a equivocarnos para que el 
error surta el efecto positivo, el que surge de la experimentación. Si 
por miedo al error nos inhibimos de Ser lo que somos, y nos 
condicionamos a ser como el “vendedor estrella” y ocultamos todo lo que 
nos diferencia de aquel estereotipo, entonces seremos como desconocidos 
conviviendo en un mismo cuerpo.
Es fundamental 
permitirnos Ser, es indispensable manifestarnos con naturalidad y sin 
restricción para poder vernos y conocernos tal cual somos y, en tal 
caso, lo que no nos guste podremos transformarlo desde su raíz. Pero, 
primero, debemos vernos tal cual somos para saber qué es lo que somos. 
La habilidad determina el propósito y el propósito es la razón de ser de
 cada ser. La habilidad de dar higos determina el propósito de la 
higuera, dar sus frutos es su razón de ser y por eso, la higuera que no 
da higos se seca.
¿Cómo podes saber cuáles
 son tus frutos, cuál es tu razón de ser si no te permitís Ser? ¿Cómo 
puede ser plena una vida si todo esfuerzo va en contrario del fluir de 
tu esencia y vivís en vos mismos como dos sujetos desconocidos viviendo 
en un mismo cuerpo?
¿Acaso tenes condiciones
 para amar a tus hijos o los amas más allá de ellos, de todo y de todos?
 El amor es incondicional, no tiene excusas para ser, la vida es amor, 
la vida es un constante fluir. No es necesario que te esfuerces para 
conseguir nada porque todo lo que necesitas ya SOS. El esfuerzo por ser 
algo que no SOS o por evitar ser el que SOS, es lo que detiene o 
interrumpe ese fluir Vital. Es un engaño, una mentira de las tantas que 
este mundo ha sembrado eso de que solo con esfuerzo y sacrificio se 
logran las cosas buenas! NO ES ASI! El esfuerzo implica tensión y la 
tensión es estrés, y el estrés nos densifica haciéndonos menos 
conductivos del flujo Vital, de la Luz.
No me imagino una 
meditación haciendo fuerza para conectarnos con el Yo Interior, no me 
imagino un devoto religioso haciendo fuerza en su oración sino más bien 
soltándose a su Fe, como sostenido en los “brazos de Dios“.  Entonces, 
qué nos hace pensar que con “esfuerzo” con “lucha” vamos a conseguir 
algo bueno, qué nos hace pensar que no tenemos lo que necesitamos o que 
no somos lo que deberíamos ser y por ello debemos construir un nuevo Yo a
 imagen y semejanza de este mundo!
Aceptemos el Fluir de la 
Vida, sin condiciones, sin excusas, aceptemos lo que somos y como nos 
sale ser, sin condiciones y sin excusas, amémonos! Conozcámonos en el 
día a día, siendo y haciendo en lo pequeño y en lo más majestuoso. No le
 temamos al error, el error es parte del asunto, nos enseña, tenemos 
derecho al error tanto como lo tenemos al perdón porque son ambos 
cualidades de una misma realidad y uno encuentra sentido en el otro.
Dejá de hacer girar la 
rueda tal cual un hamster, SOS más que eso, SOS más que un animal con 
necesidades, SOS más que el instinto de supervivencia, SOS más que el 
celo sexual, SOS más que tus logros y tus fracasos… pero esos que SOS 
más allá solo sale a la luz y se deja ver cuando soltas la tensión que 
te densifica, cuando liberás el estrés que la lucha por ser y tener 
provoca.
Respirá profundo, inhalá
 y exhalá, sentí el aire entrando y saliendo, sentí el suelo en la 
planta de tus pies, sentí el aire en la palma de tus manos, sentí la 
Vida fluyendo en y a través tuyo… Bendecí y Agradecé! Y Se lo que ya 
SOS!!!! Tenes todo lo que necesitas!
Sos amado, no está solo/a cada paso de tu vida lo das bajo la mirada atenta y protectora de Dios y con la Compañía del Cielo!
Bendito/a Seas!
Saludos
Nicolás Niglia
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Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama a despertar http://loqueheaprendidode.blogspot.com   http://romancesdivinossohin.blogspot.com