EL PASO A
LA QUINTA DIMENSION
Por María Rosa Adehenna
Ya estamos en 
conocimiento que se acerca un 
gran despertar,  enorme,
gigante,  que las radiaciones  desde el Gran 
Sol Central,  son  cada 
vez más intensas,  y estamos
en  plena transición,  hacia una nueva realidad.
 Esta realidad
que se nos presenta,  como un  jardín 
de rosas, con  perfumes  exóticos, sonidos celestiales,  llenos de amor,  paz y armonía. Es la entrada a un  nuevo renacer,  como seres humanos,  y este 
jardín  hermoso,  es la promesa de la tierra prometida. 
La tierra de justicia y de gracia.
ALGUNOS YA SABEN, 
QUE EL CAMINO HACIA ESE 
LUGAR,  LLENO DE ALEGRIA,  Y BIENESTAR.
También  vendrá
acompañado,  de un  deslumbramiento en todas las realidades,  porque, 
todas las dimensiones se unirán, 
al mismo tiempo.
Es decir, 
nos veremos  toda LA
HUMANIDAD,  EN  EL NIVEL 
DE CONSCIENCIA, en  que vivíamos,  y para 
muchos no será agradable,  ver  el disfraz,  
de capaz de sus sombras,  por eso
debemos estar preparados,  para
sobrellevar,  este trance  que cada vez es más elevado..
 Las
sombras,  de cada uno,  se unirán   a la de la misma frecuencia,  ya que somos solo energía, se agruparan  de acuerdo a cada  frecuencia vibratoria similar,  por esto, 
muchos se alejaran,  de  nosotros, 
pero otros vendrán  a formar
parte  como una nueva familia.
El tiempo es ahora para poder despertar,  unidos, 
a la Fuente Divina,  y desnudarnos,  aquí y ahora de todas las creencias,  y emociones que nos empañan  el alma.
Nuestra alma, 
nacerá de nuevo, nuestro cuerpo de luz, 
debe brillar,  como la luz cósmica
que dejara,  la verdad  al descubierto,  nos quitara los velos,  y veremos 
una nueva realidad. 
Nuestras sombras, 
deben  ir desapareciendo ahora,  y enfocarnos, 
en limpiar nuestros pensamientos, 
sentimientos y emociones, y escribir las nuevas  páginas de una nueva vida, la vida de la Nueva
Tierra, la tierra prometida. 
Cuando volvamos a nacer,  ese renacimiento, nos encontrara como
nuevos  bebes,  acostumbrándonos a  vivir en 
ese jardín  de rosas y
flores,  montañas,  lagos, 
mares traslucidos porque se  reflejarán  lo que realmente somos,  seres de luz, 
viviendo una nueva experiencia humana.
Todavía, 
muchos se  preguntan  cómo podemos 
cambiar,  estos patrones de
conductas y creencias, pensamientos sentimientos y emociones,   y la única respuesta,  para ello, 
es encontrarla en  nuestro
interior,  buscar,  los momentos 
de soledad, tener contacto con  la
naturaleza,  porque  nos daremos cuenta,  que un 
árbol,  una flor,  un 
rio,  el mar,  todos somos parte  de los mismo, 
nuestros orígenes cósmicos.
 Por
esto,   estamos recibiendo,  frecuencias cósmicas,  para regresar a  nuestros 
verdaderos nacimientos estelares, 
todos  vinimos  del mismo lugar,  solo que no lo recordamos.
 El paso a
la quinta  dimensión,  será maravilloso,  pero hay que prepararse, dejando soltar todo
aquello,  que  identificamos, no concuerda,  con  el
amor incondicional,  y nos hace infelices
aquí en  esta  dimensión.
 La alegría,  el disfrute, la dicha,  el buen 
humor,  la ternura,  la compasión, 
la misericordia, la paz interior, 
la armonía,  la perfección,  son 
cualidades esenciales para un 
nuevo estado de consciencia.
 Descubrir
que nuestros sentimientos pueden  ser más
puros,  más livianos, dejando la
negatividad  a un  lado, 
y comenzar a ver,  lo bueno ,  lo amable, 
en  uno mismo aceptarnos,  como somos, 
abrazar,  nuestras sombras,  perdonarnos,  
por pensar de esa  manera,  y sin 
culpas,  abrirse a lo que nos
dice  nuestro corazón,  que nunca se equivoca, la bondad, y la comprensión,  nos ayudara a ser mas compasivos.  
 Todo aquello,
que proviene del ego,  y de la mente ya
no tendrá valor,  es una ilusión,  no existirá  más.
 Una mente
sana para visualizar una  nueva
realidad,  necesita  entrenamiento, para cultivar y cosechar lo
nuevo.
 El paso a
la quinta dimensión,  nos espera ya está
a la vuelta de la esquina,  soltar el yo
inferior,  y vivir desde el yo superior.
Con  esperanza
y mucha fe la nueva  realidad se
presentara  como un  sol naciente en  un 
nuevo amanecer. 
Con  amor
los saluda y los abraza eternamente
María Rosa Adehenna 
 
  
 


 
