Esta fabricante de terremotos se encuentra en el fondo del océano Pacífico, donde el lecho del mar se encuentra con la placa tectónica
Norteamericana. En total, se extiende 1126,54 kilómetros a lo largo del
noroeste del Pacífico, desde la isla Vancouver de Columbia Británica a
Washington, Oregon y hasta el cabo Mendocino del norte de California.
De hecho, "la Cascadia" ya ha hecho historia, al causar el terremoto más
grande en la parte continental de Estados Unidos el 26 de enero de
1700. Fue entonces cuando la Cascadia desató uno de los más grande terremotos, el cual causó un tsunami tan grande que pasó arrasando a través del Pacífico y dañó pueblos costeros en Japón.
Ahora los científicos dicen que es cuestión de cuándo la falla de Cascadia golpeará otra vez.
Ese terremoto
grande podría "golpear en cualquier momento", e incluso hay un sitio
web llamado Aftershock que le permite a los residentes de Oregón que
introduzcan su dirección para recibir un informe personalizado sobre los
riesgos sísmicos. Si la falla Cascadia produjera un terremoto de gran magnitud, el terremoto y el consiguiente tsunami podría
matar a más de 11.000 personas y herir a más de 26.000, según un modelo
de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus
siglas en inglés).
La simulación muestra cómo las vibraciones
comienzan a lo largo de la costa oeste de América del Norte y se
extienden a través del océano a lo largo de 48 horas
Más temible que San Andrés
La de Cascadia puede provocar un terremoto muchas veces más fuerte... además de un tsunami devastador.
"La
falla de Cascadia puede provocar un terremoto casi 30 veces con más
energía que la de San Andrés, y luego generar un tsunami al mismo
tiempo, el que no puede ser generado por el movimiento de lado a lado de
la de San Andrés", dijo Chris Goldfinger, un profesor de geofísica en
la Universidad Estatal de Oregón.
La falla de Cascadia es capaz de liberar un terremoto de una magnitud de 9.0... una impresionante demostración de fuerza de la Madre Naturaleza.
"Tendrás
de tres a cinco minutos de sacudida, y si estás acostumbrado a
terremotos en California, estos comúnmente duran de 15 a 30 segundos y,
antes de que estés realmente seguro de lo que está pasando, este se
acaba", dice Goldfinger.
"En
este caso, tres minutos –y he estado en uno de 9 en Japón–, tres
minutos es una eternidad. Este es un tiempo muy, muy largo", dice
Goldfinger. "Perderemos muchísimos puentes, perderemos nuestras
carreteras, la costa probablemente estará cerrada por los puentes caídos
o los derrumbes, o ambos".
Podrías
también leer esto ahora en caso de que alguna vez te veas atrapado en
un desastre de ese tipo: los equipos de rescate se verán abrumados.
"Debido
a que habrá daños en todas las calzadas, en las diferentes carreteras y
diferentes infraestructuras, y que además será muy difícil desplazarse y
evaluar qué está sucediendo y cómo podrías llegar a las personas y
proveerles de algunos de los recursos que quizás necesiten", dijo el
comandante Richard Ouellette de la Patrulla Aérea Civil de la región del
Pacífico.
Antes
de la década de 1980, la falla de Cascadia fue pasada por alto porque
no parecía moverse o causar terremotos. Los científicos ahora saben otra
cosa.
"Cuanto más sabemos acerca de ella, menos nos gusta, porque está convirtiéndose en un gran peligro", dice Goldfinger.
Para
demostrar que la falla de Cascadia ha sufrido rupturas anteriormente,
los científicos estudiaron los así llamados "bosques fantasma" del
noroeste del Pacífico.
Debajo
de las plantas y los árboles, la tierra y el barro, existe un registro
de los cambios en el paisaje. Al excavar en ellos, el geólogo del
Servicio Geológico de Estados Unidos, Brian Atwater encontró la prueba
de uno de los mayores terremotos del mundo.
"La prueba de campo para el tsunami aquí es la capa de la arena que descansa en el suelo del bosque en el que estos árboles echaron sus raíces", dijo Atwater.
Mediante
la inspección de los anillos en los troncos y las raíces que quedaron,
los científicos redujeron la fecha en la que la falla de Cascadia sufrió
una ruptura... entre 1680 y 1720.
Armado con esta información, el investigador japonés de terremotos,
Kenji Satake, acudió a diarios y registros de familias prominentes y
templos de la época Shogun que se remontan a la década del año 600. La
misión era encontrar el registro de un tsunami que no hubiera estado acompañado de una tormenta o un terremoto en Japón.
Los científicos ya sentían curiosidad sobre si un maremoto podría haber venido a raíz de un terremoto en América del Norte. Después de todo, los investigadores concluyeron que la actividad sísmica de América del Sur ocasionó tsunamis en Japón en 1586, 1687, 1730, 1751 y 1837.
A partir de varios registros, se hizo evidente que un tsunami huérfano –carente de temblores o una tormenta en Japón– efectivamente se estrelló en su costa en enero de 1700.
Desafortunadamente,
es imposible que veas la falla de Cascadia de la misma manera en que
puedes ver la de San Andrés, la cual deja una línea visible en algunas
partes de California.
La falla Cascadia
se encuentra bajo el agua, donde la placa oceánica en realidad se
sumerge bajo la placa Norteamericana. La "zona de subducción de
Cascadia" le debe su nombre a la cordillera de las Cascadas que va
paralela a la falla desde lejos y de cómo una placa subduce a, o pasa
por debajo de otra.