MIS AMADOS SEGUIDORES

jueves, 14 de noviembre de 2019

Mensaje de Yeshua







Mensaje de Yeshua






Amados,  hermanos,  amada familia,  mi familia de ayer y de hoy, que la paz del Señor sea con  vosotros,  os vengo,  hoy,  para ayudaros, para que comprendáis,  que mucho debéis sanar,  en  vuestro interior,  para alcanzar  la vida eterna, pues el perdón  ya os ha sido concedido,  si vuestros corazones  lo aceptáis,  con  mucha fe y disposición. Esta vida  que hoy lleváis,  es muy distinta  a la de aquellos tiempos,  donde camine junto a vosotros, en  verdad os digo,  amados, la vida moderna os ha llevado,  a separarse por completo de la conexión  con  el Padre,  y  la Madre terrenal,  pues llamo Madre terrenal,  a vuestra  amada Gaia,  donde habitáis, pues comenzando por vuestra alimentación,  y todo aquello que os hacen  consumir,  para  ser dignos  en la sociedad, donde la pureza se ha destruido, os digo esto,  porque  una vez,  os he anunciado,  que la  vida sería  mucha  fácil,  si todavía  recordáis,  que mi padre,  os envía a sus ángeles, ángeles del sol,  del aire,  de la tierra,  del agua,  para que os purifiquéis constantemente,  con  su intervención.  Cada ángel,  tiene una función  diferente,  en  la vida cotidiana,  que os ayuda si los tenéis presentes,  a ser posible,  vuestro arduo vivir. Pues la ausencia  de los  mismos,  en  vuestras vidas os ha hecho sentir que estáis solos  en  el medio del caos de la incertidumbre que vosotros experimentáis en  cada día. En  todos los casos,  pues si no tenéis dinero,  vuestra lucha se os hace  difícil,  para subsistir, y estáis  tristes,  y si lo tenéis, os convertís en  adoradores de vuestras  fortunas,  y vuestro éxito,   sin  importar lo que le pase a vuestro prójimo,  os quedáis solos y también  estáis tristes,  porque la felicidad  no radica en  lo que tenéis o no tenéis. Vosotros mi familia,  ya lo recordáis,   que la felicidad  no está allí,   la felicidad está dentro de vosotros mismos, en  esa unión  indisoluble con  vuestro Padre,  así como os he enseñado, cuando el Espíritu del Padre habita en  vosotros,  todo es posible, con  fe y certeza,  que ya os ha sido otorgado. Y como os he anunciado  al principio,  el perdón  esta ya concedido. Vosotros,  desde los inicios,  habéis sido bendecidos por mi Padre. Vosotros,  ya conocéis,  la pureza de vuestras  almas,  os recordáis,  que es lo que ya habéis sentido,  junto a mí,  y después de mí,  habéis vivido muchas vidas,   que pasaron  de  la oscuridad a la luz, esa oscuridad que ha quedado enraizada en  vuestros cuerpos como huellas de  vuestro caminar,  que no recordáis, están  ahí,  esperando para ser purificadas,  transfiguradas,  por vosotros. Todo lo que vosotros,  veis,  habláis,  sentís,  pensáis,   debe ser  purificado,  llevando un  método,  sencillo para que os tengáis presente  en  el diario vivir, os invito a escribir,  como si llevarais un  diario,  personal, todo aquello que vosotros estáis sintiendo,  furia,  celos,  enojos, rabia, hábitos,  acciones equivocadas,  parece un  poco extraño que os diga  estas cosas, pero son  el reflejo de lo que hoy son  en  verdad.
Empezareis a distinguir vuestras miserias humanas,  vuestros hábitos que algunos  ya son  comunes,  como la discriminación de géneros, el respeto a la vida de todo ser vivo, infinidad  de detalles,  vendrán  a la luz,  y os deslumbrareis,  con  todos los aspectos  que  aparecerán, de vosotros mismos.
Cuando terminéis el día,  buscad el silencio, apartaos,  buscad vuestro desierto,   vuestra cima de una montaña,  con  vuestra imaginación,  y comenzad a  perdonaros,  abrazaros,   y si las lágrimas comienzan  a salir, a rozar vuestros rostros, y dejad ir,  todo aquello,  que os lastima,  entregármelo,  y os devolveré el amor incondicional,    ese espacio de luz,  es vuestro  sincero  arrepentimiento y vuestra expiación.  Luego llamad a los ángeles, y llenaros de toda la luz,  para purificar todo vuestro entorno,  si estáis  con  los ángeles,  la oscuridad no volverá a entrar.
 Todos los días  descubriréis,  la dulzura del mi Padre,  que os abraza,  os escucha,  y os guía.
Amados míos,  familia real,  este es el camino  hacia  la resurrección. Vuestra resurrección, yo soy la resurrección  y la vida.  Vivid en  alegría, la felicidad  eterna  ya está  en  vosotros.
Os Amo,  que la paz del Señor sea con  vosotros.
Yeshua.

María Santa Madre Ana