
	El Tantra es el camino de 
	despertar a nuestra verdadera naturaleza y a nuestro verdadero poder creador 
	en la materia. El poder del Ser, del Espíritu que realmente somos, más allá 
	de la apariencia de nuestra personalidad-cuerpo. Ese Ser Espiritual 
	encarnado en la experiencia de la materia, es el que el Tantra despierta a 
	través de la completa aceptación del mundo y de todos sus diferentes planos. 
	A diferencia de la mayoría de las tradiciones, el Tantra, padre del Yoga, 
	acepta plenamente lo que somos. Aunque apariencia, venera al cuerpo al 
	considerarle nuestro templo sagrado en este plano. El Tantra no rechaza la 
	sexualidad, sino que la comprende como esa fuerza primaria y alquímica que 
	se encuentra en el corazón mismo de la materia. A través de su comprensión y 
	de su sacralización, el Tantra utiliza la poderosa fuerza de la energía 
	sexual para despertar nuestros centros energéticos, para sanar nuestra 
	psique humana y para activar nuestro poder espiritual.
	El Tantra trabaja 
	profundamente la sanación y la fusión de los principios masculino y 
	femenino, yin-yang en nuestro interior. Considerando el universo como la 
	manifestación de la danza de esos dos principios, el Tantra integra la 
	aceptación completa y la veneración de esos dos principios Cielo y Tierra, 
	Padre y Madre. El Tantra es la vía de la unión del Cielo y la Tierra. El  
	tantrica o la tantrica venera la Tierra y toda la manifestación femenina del 
	universo, expresión de la energía Madre, de la misma forma que venera el 
	Cielo, expresión del poder de la conciencia y de la energía Padre.
	El Tantra es la vía del 
	verdadero Yoga de la Unión que ve al Espíritu en todo y a la unidad más allá 
	de la apariencia de la dualidad. El Tantra utiliza la dualidad para, 
	sacralizándola, llegar a la experiencia de la unidad. El Tantra no pretende 
	ir a ningún lugar fuera de aquí, a ningún cielo fuera de la Tierra.
	Podríamos considerar el Tantra 
	como el resumen de la visión de la Nueva Era, la visión de la Nueva Tierra, 
	la Tierra Ascendida: no huimos de la Tierra sino que elevamos nuestra 
	frecuencia y traemos la conciencia del Espíritu a la materia, el Cielo a la 
	Tierra.
	El Tantra es el camino de 
	Ascensión en la materia, el camino de la vida más allá de la ilusión de la 
	muerte en todas sus manifestaciones.
 
 
 
 




