DE SAN MIGUEL ARCANGEL -PARA TODO EL GRUPO- 8-8-2012 .................6.30am
AMADOS HERMANOS MIOS
Estamos muy alegres y gozosos, nosotros los arcángeles, por el maravilloso trabajo que desempeñan, por su amada Madre tierra y vuestros hermanos todos, la humanidad.
Cuando vosotros nos convocáis, y ahora hablo por mi parte, acudimos al llamado, y en verdad os digo, que observamos esos corazones tan llenos de amor, amor universal, y el deseo sublime que vuestras vibraciones lleguen a nuestro encuentro. Un encuentro que esperamos mucho, si nosotros todos y los maestros a quienes invitáis, a reuniros junto a tan majestuoso llamado celestial. Nos sentimos muy honrados, me honra sobremanera, la capacidad infinita de amor que nos brindáis, a mí y a nosotros.
Todo el universo, perciben vuestras vibraciones, y espero que lo hayan sentido con el corazón divino, lo que el ultimo martes, habéis vivido.
Se ha producido un quiebre, un antes y un después, pues, el trabajo tuvo sus frutos inmediatamente. Vuestro llamado ha sido tan intenso, que lograron vuestro cometido, de forma instantánea.
El amor que reside en vuestros corazones lo pudo todo.
Volaron a las altas dimensiones de luz, atrayendo energías divinas de luz universal.
Vosotros sois un grupo entregado desde el corazón, y así deseo y deseamos que lo sigan realizando e instamos a vuestros corazones y a vuestras almas a uniros en luz.
Cuando vuestras comunicaciones se realizan forman gigantes círculos concéntricos y se expanden al universo. Vuestros hermanos estelares y galácticos los reciben y vuelven a vosotros cubriendo a vuestra hermana Gaia.
Nosotros los miramos, llenos de amor y alegría.
Ese amor y esa alegría, también les vuelve y los cubre, amados hermanos, tengáis, fe y paciencia, que pronto estaremos juntos, en la gloria de nuestro Padre Creador.
Tengan paz, amor y armonía, porque es lo que deseáis para los demás.
Y así es y será, pues cuando digáis, Hecho esta ¡hecho esta! Hecho esta!
Estará Hecho y sellado, porque vuestra voluntad es la voluntad del Padre, manifestada desde vuestros corazones, hermanos amados.
Son muy esperados aquí, muy cerca de vosotros, cada vez que os reunís, sientan el gozo y la alegría por siempre.
Me siento muy honrado, y nos sentimos muy honrados amados hermanos con vuestras presencias.
Os saludo y me despido.