Imagen representativa: La Voz de Rusia |
Un lugareño de la ciudad rusa de Vladivostok, en el Extremo Oriente, encontró una barra metálica dentada prensada en hulla, cuando atizaba el fuego de la chimenea.
El insólito hallazgo lo llevó a científicos de Primorie, los que,
después de un examen meticuloso del objeto, llegaron a la conclusión de
que tenía trescientos millones de años y, que había sido creado, por lo menos, por un ser vivo. Pero, los investigadores no pueden responder a la pregunta sobre quien creó esa barra dentada de aluminio.
El hallazgo de un artefacto extraño en el carbón dista de ser casual y
único para nuestro tiempo. Un primer hallazgo similar fue descubierto en
1851, en el Estado de Massachusetts durante trabajos explosivos en un
filón. El jarrón de plata y de zinc, encontrado en el carbón, data del período Cámbrico, o sea de unos quinientos millones de años.
En 1912, un científico estadounidense de Oklahoma encontró en medio del
carbón una caldera de hierro de trescientos doce millones de años. En
1974 fue encontrado un detalle desconocido de aluminio en una cantera de
arena de Rumanía. El detalle, parecido a un martillo o al punto de
apoyo de descenso de la nave espacial Apolo, no pudo haber sido creado
por el hombre, debido a que data del período Jurásico. Todos
estos hallazgos insólitos ponen a los científicos en un atolladero,
debido a que cuestionan todas las concepciones fundamentales posibles de
la ciencia contemporánea.
El hallazgo reciente en Vladivostok dio a los científicos más motivos de
reflexión. La hulla en la que se encontraba esta pieza excepcional
había sido traída a la comarca de Primorie desde Jakasia, de la región
de Chernogorsk. Es conocida la edad de ese carbón: trescientos millones de años. De ahí que los investigadores supusieran que, esa pieza metálica debe ser de la misma edad del carbón.
Cuando los geólogos desmenuzaron escrupulosamente el pedazo de carbón encontraron un detalle liviano y blando de siete centímetros de largo, creado de una aleación de aluminio, un 98 %, y de magnesio, un 2 %.
Por una parte, el aluminio casi no se encuentra en estado puro en la
naturaleza, razón por la que los investigadores supusieron que ese detalle metálico había sido creado artificialmente.
Por otra parte, la aleación insólita del objeto ayudó a los científicos
a explicar su buen estado. Pues, el aluminio puro se cubre con una
sólida película de óxido, lo que impide la corrosión posterior. Como
resultado, el 98% de la aleación de aluminio resiste presiones elevadas, temperaturas extremas y el medio natural agresivo.
Los científicos se preguntaban también sobre el origen cósmico del
aluminio. Gracias al estudio de meteoritos, la ciencia conoce de la
existencia del extraterrestre aluminio-26, el que se divide en
magnesio-26. La presencia del 2% del magnesio en la aleación puede
evidenciar, justamente, el origen cósmico del objeto. Pero, para la confirmación de esta hipótesis es indispensable llevar a cabo una serie de investigaciones adicionales.
Lo último que sorprendió a los científicos fue el parecido excepcional del objeto con una cremallera moderna.
Resulta imposible concebir que la naturaleza pudiera crear un objeto
con seis dientes exactos y, un mismo intervalo entre ellos. Además que
la dimensión del intervalo entre los dientes era insólitamente ancho con
respecto a los dientes mismos. Es posible que esta barra formara parte de un mecanismo complejo. Detalles de este tipo son empleados hoy en día en microscopios modernos y en distintos electrodomésticos. Entonces, surge la pregunta de, ¿cómo una pieza tan compleja pudo haber sido creada por el hombre hace muchos millones de años?
Una vez que el hallazgo fue del conocimiento público, los partidarios de la teoría del complot declararon que la barra dentada pertenece a un OVNI.
Pero, los científicos rusos no se apresuran a emitir declaraciones
sensacionalistas, prefiriendo concentrarse en la realización de estudios
complementarios del objeto.