MARIA
DE NAZARETH
Daré
señales claras de mi presencia en muchos sitios. Y mi hijo
Jesús, reinara como Rey de reyes.
Por
MARIA RUSO
3 DE
MARZO 2013
Este mensaje viene a pedido de mi Madre, cuando me
encuentro meditando y me uno a su corazón inmaculado, buscando su refugio. La luz y su perfume me
invaden, la emoción también, y me dice que dará a conocer un anuncio muy
importante para sus amados hijos, se presenta diciendo.
Hijos queridos,
niños amados!
Yo soy María de Nazareth,
vuestra Madre de los cielos.
En estos tiempos
que corren, veo a mis niños, inquietos y expectantes, ante los hechos que toda la humanidad, ya conoce, vengo a cobijaros con mi Manto de
la Gracia, para que aliviéis, vuestra expectativas, y sintáis el abrazo tibio, cálido que os envuelve, y os apacigua
el temblor en vuestros corazones.
No tengáis angustia, por las profecías y mis anuncios dados por mí, en
otros tiempos, bajo mis advocaciones, estáis
protegidos más que nunca.
Daré
señales claras de mi presencia en muchos sitios.
Serán
señales que nadie podrá tener dudas al
respecto.
Y vosotros
no tengáis incertidumbre, cuando escuchéis a aquellos que nieguen mis milagros.
Milagros suceden
todo el tiempo, como estas palabras en forma de vibraciones dirigidas a vosotros, de vuestra Mama de
los cielos.
Que desea amaros,
con mi corazón ardiente de luz, en esta efusión que se extenderá por todos los confines de la
tierra, para que ninguno de mis niños, se sienta desvalido de amor.
Me manifestare de
muy diversos aspectos, estéis atentos, porque allí estaré, llamándolos para que se refugien en mi corazón de Madre.
No es casual, que
en estos tiempos, se os ha entregado la llegada de luz, que no tiene precedentes.
Para que os abandonéis a la gracia de Dios Padre,
definitivamente, y encontréis el cielo
en vosotros. Permaneced unidos a mi corazón, por siempre.
Si todos supiesen
amar en Dios padre, con el
pensamiento en Jesús, y con mi recuerdo
el mundo no seria tan oscuro.
¡Es la falta de amor la que ofusca la luz! Y mis niños
tienen ahora necesidad de amor, se
han vuelto sensibles a recibir más
ternura y no permitirán que se los aparte
de la luz.
Se revelaran como nunca lo han hecho, llevando la antorcha encendida en
vuestros corazones.
Estaré allí, junto a vosotros besando vuestras frentes y alentándolos.
Sientan mi
presencia, que se os hará visible, con todo mi amor.
Niños amados, se
aproximan tiempos donde la luz brillara incandescentemente, y otros donde las tinieblas
Cegara la luz, estarán
estos opuestos fuertemente enfrentados , marcaran
una brecha, que se distinguirá claramente ,
como un velo se descubre y deja ver la oscura realidad de aquellos que no desean aceptar la verdad que se presenta a la vista
de todos.
Mansos corderos, esconderán
lobos bajo sus ropajes, que se caerán ante la luz.
Mis amados niños,
no temáis, ante nada, estaréis cobijados con mi Manto de la
Gracia, y no serán visibles ante los ojos de las sombras que
pasaran sin advertir presencia alguna.
Daré
señales clara s de mi presencia en
muchos sitios. Y mi hijo Jesús, reinara
como Rey de reyes.
Recordadme, en cada instante, significa guardarse en mi corazón de Madre.
Recordadme, en
cada instante significa, no perder la
fe. Recordadme, en cada instante significa,
que ya son luz.
Recordadme, en cada instante significa, vivir en el presente.
Recordadme, en cada
instante significa, convertiros en presencias de amor divino.
Recordadme, en
cada instante significa, recordarse a vosotros que sois amor.
Son cinco los
recuerdos, y cinco fueron las llagas de mi hijo, que todavía están vivas.
Soy María de Nazareth,
vuestra mama del cielo, y os digo que cuanto más amor se da, mas amor se recibe y el amor salvara a la
humanidad.
Os bendigo, YO , VUESTRA MAMA DEL CIELO.
ESTOY EN EL MUNDO POR VOSOTROS , AMADOS NIÑOS.