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Oriol – 010713 –
Oriol - 010713 -, 16:40h
Karma y Dharma:
La manifestación del Dragón
Alado
Las rondas de tiempo, las cuales siguen
estableciendo en nuestra periferia de tiempo, (espacio temporal de
conocimiento), las múltiples influencias que demarcan, el transcurso de la
plena manifestación de los transigentes cambios,
que están por venir, a través de nuestras experiencias.
Este es uno de los temas, que en la Era actual nos ayudaran a
complementar nuestras propias enseñanzas. A mayor conocimiento de nuestras
posibilidades, más instruidos y adaptados estamos a los cambios, que viviremos
de forma rápida. La rapidez a través de la cual vamos a vivir los próximos acontecimientos,
fortalecerá la representación de los contratos, que firmemos ante nuestra
propia evolución. La rotación de nuestras esferas astrales, contemplara las múltiples
posibilidades que nos hacen construir, un mundo de luz empezando por nuestra
propia personalidad, la cual está ligada a los acontecimientos más presentes,
dentro de nuestro llamado tiempo lineal. El Karma deja de jugar un papel
importante, en nuestras vidas, cuando el Dharma se apodera de nuestras
intenciones, y de ese trabajo constante en el Servicio y la entrega, a los demás.
Muchas son las experiencias, y acontecimientos que transcurren a
nuestro alrededor, (formando energías, que a través nuestro, influyen y de qué
manera, en nuestras propias experiencias). No intentemos modificar nada a
nuestro favor, y dejemos que la misma vida, (flujo de energías donde nos tendríamos
que regocijar, nos modifiquen a la luz del Creador). De esta forma, mientras
adquirimos consciencia de ellas, se fortalecen a través nuestro, nuestros
propios destinos, los cuales cambian constantemente, a través de nuestras
propias elecciones. No existe nada fijo, que pueda alterar el orden de nuestras
propias experiencias. Los ángulos o puntos de vista, (estados transitorios de manifestación,
según el grado de pureza de nuestro interior), delimitan o amplían nuestras
experiencias, a través de las cuales, tenemos una ampliación mas que directa,
de la representación que estamos viviendo, ya que actuamos como observadores y
no como actores, de nuestros propios Karmas. Las rondas de tiempo, las cuales siguen
estableciendo en nuestra periferia de tiempo, (espacio temporal de
conocimiento), las múltiples influencias que demarcan, el transcurso de la
plena manifestación de los transigentes cambios,
que están por venir, a través de nuestras experiencias.
Ya cite anteriormente, que el destino cambia de forma constante,
atribuido a una visión de tiempo tridimensional, a través del seguir estableciendo
la constante rotación del espacio, donde nuestras almas, se agrupan desde el
inicio, con el alma una. Cualquier manifestación desde un ángulo de tiempo,
sigue su curso de transformación, elevando los grados a través de los cuales, a
mayor integración más elevada y directa, es la transición de nuestro propio
conocimiento. A mayor libertar de todos
los cuerpos, mayor es la expresión a través de la cual, el espíritu vibra en su
total manifestación. El vibrar en la propia densidad de tiempo donde residimos,
(como mentes lineales de extensión tridimensional de baja densidad), nos impide
reconocer, las deudas que vivimos a título personal, (Karmas individuales), hasta
llegar a su propia experimentación. No hay ni existirá nunca, mejor
aprendizaje, que el vivido a título personal, dando lugar en la extensión de
tiempo donde residimos, a reconocer dentro de un prisma más global, (extensión
de consciencia lineal), cuales son y como actúan estas energías ante nosotros,
ya que de esta forma, adquiriremos su
propio aprendizaje.
Para llegar a transmutar el Karma, adquirimos consciencia, de que
tiene que ser vivido a título personal, cuando de forma directa, todas esas energías
que son compartidas, (influencias con otras almas dentro de aspectos de liberación),
a través del tomar consciencia de veras, de la unidad con otras almas, desde el
trabajo personal del corazón, ya que han habido elecciones personales, creadas
para un bien mayor, que han influido de forma considerable, en las elecciones
de otros humanos. A niveles Almicos de expresión, no existen deudas a cumplir, ni karmas que transformar, ya que el
alma es el vehículo de luz, desde el cual el cuerpo manifiesta su ascensión. Por el contrario, sí que podemos ver, como
existen almas implicadas en estos Karmas, pero su implicación es totalmente física,
para poder adoptar mas conocimiento de causa. El Dharma se mantiene en pie, a
medida que los acontecimientos fluyen como fluyen nuestras experiencias,
constantemente sumidas en el servicio desinteresado, hacia los demás. Todo lo
que demos desde el corazón, será devuelto a nosotros, con mayor integridad.
Entre el Karma y el Dharma, existe un pequeño abismo, que delimita
nuestras propias experiencias de aprendizaje. Adquiramos consciencia de ello, y
el abismo será cada vez más pequeño. Si pensamos en la transformación de
nuestros errores, estos se llevan a cabo de forma constante, mientras que
cuando escondemos nuestros propios pensamientos hacia los demás, estas deudas
se amplían de forma considerable. Recuerdo un mensaje del Maestro Jesús, en el
que me decía, “La mayor liberación de vuestros Karmas, será manifestándolos
hacia vuestro exterior). Si expresamos nuestros problemas, con las almas que nos rodean, estas energías se
abren a ser extendidas, y dentro de esta extensión empieza el proceso de transmutación,
de los registros internos, en Dharmas planetarios. Los estados que desenvuelven
nuestros propios grados de visión, (graduación de nuestras consciencias, y
estado de luz que irradiamos hacia fuera), articulan nuestras propias
experiencias, sumidas en una eclíptica de tiempo, dentro de la fragmentación de
nuestras psiques. (Las líneas de extensión, fortalecen las alianzas estelares
entre aspectos y atributos, que renacen como flores, en este tránsito de
Cáncer, en nuestras vidas).
Estos se infunden, en la manifestación divina a la hora de ser
reales, (a mayor realidad, mayor es el Dharma, que se acerca a nuestras vidas),
ya que en múltiples ocasiones, seguimos sosteniendo el Karma por el no
reconocimiento exterior, cuando en realidad a mayor reconocimiento, mayor es la
extensión de liberación de esas energías. Como mentes humanas, hemos adoptado
ese estado de transición, a través del cual siempre seguimos, a la espera de
los propios acontecimientos, que nosotros mismos hemos de adquirir, todo dolor físico
y mental, es la representación en la Tierra como humanos, a través de la forma,
de un bloqueo o Karma, de energía que tenemos que transmutar, (ya que son
creaciones propias, influencias de nuestro mental inferior, a través del cual,
la toma real de consciencia crea Dharma, sin influir en nuestro propio
entorno), dando lugar a tener que asistir de veras, un proceso de
interiorización, cuando en realidad, la presencia de transición adopta esa percepción,
a través de la cual tenemos que construir a través de la presencia real, de ser
quienes somos en realidad. (La luz sale de nuestro corazón, y este corazón la
extiende como los reflejos del Sol, a través nuestro).
La construcción del reconocimiento, el cual se sumerge en la
constante expresión del despertar del dragón alado, (centros de energía desde
la Kundalini), sigue delimitando los acontecimientos, que de forma más que
notable, vienen impuestos por los atributos que vivimos, siempre a título
personal. Las lecciones o acontecimientos que forman parte de la liberación de
nuestros Karmas, fluirán de la misma forma, que las energías que nos rodearan,
para re-calibrarlas a través de nuestros Dharmas. Dejarnos llevar por quienes
somos en realidad, bajo la influencia de las energías de 3-D, solo nos mantiene
influenciados por los acontecimientos exteriores, que tenemos que conocer,
(solo el conocimiento más interno, nos acerca a ser quienes somos en realidad,
en su mayor expresión), y es a través de
ese conocimiento, que se amplía la onda de expresión, de nuestro propio
Dharma. Por el contrario partida, el
Karma de nuestras propias vidas, en múltiples ocasiones se extiende vidas tras
vidas, ya que durante la estancia de una travesía, se delimita el tiempo según nuestro
propio conocimiento, a través de los
influjos constantes de la reflexión, de nuestros propios problemas mentales. A
mayor conocimiento de toda nuestra expresión, no solo como humanos, sino a través
de los vehículos y los centros o rueda de manifestación Solar en la Tierra, a través
de los cuales nuestras consciencia se amplían, dando lugar a reconocer e
integrar los Karmas de nuestras experiencias, y integrarlos en Dharmas.
La baja densidad de nuestros propios puntos de visión, (influenciados
por las bajas densidades de nuestras psiques en transición), interfiere de
forma directa, en la presencia de
nuestro Espíritu, el cual re-ajusta las experiencias dentro de una visión mas
interna, de nuestro propio aprendizaje como humanos, a través de la integración
del Dharma, que tiene que despertar. Este despierta, de la misma forma que se
duerme el Karma, y deja de vibrar en nosotros. Los abismos de nuestras experiencias,
(estados de transición desde donde acontecen nuestras vidas), nos hacen incidir de forma constante, en las múltiples
posibilidades a través de las cuales, son representados los acontecimientos,
desde donde son extendidas las múltiples facetas, de nuestro propio crecimiento
personal. Este se manifiesta, desde la plena intención del despertar del Dragón
Interno, desde el cual acontecen los esquemas reprogramados, de nuestro
interior, llevados a cabo desde el régimen sagrado, de nuestros propios
hologramas personales. El dragón lleva en si el Fuego de la Purificación, y
todo lo que transcurre a través de él, es sanado en la luz del Espíritu. La
presencia de los hologramas de vuestra personalidad, trascurren en los sueños
de la deidad que se siembran como semillas, de la Nueva Tierra.
Las experiencias o atributos que florecen en el presente, nos
enriquecen de forma multidimensional, ayudándonos a transcender la linealidad
de tiempo, a través del dragón alado de Luz, (desde los estados más elevados del Ser, que
se manifiestan como reflejos de luz, a través de nuestras pieles en sus capas más
internas), ya que viviremos una mudanza, a través de la graduación de nuestras
psiques. Las estancias o tránsitos Karmicos, serán retribuidos por la rotación
de los planetas que influyan en nosotros, dando lugar a la extensión de las eclípticas,
que forman la rotación planetaria. La formación personal desde la cual, son
retribuidos los anales históricos, fortalecen en su mayor expresión, las
alianzas estelares como lazos celestiales, (que nos abrazan en la presencia del
Espíritu), para representar directamente la estación desde la cual, nos fortalecen
los constantes implantes, que requieren ser quienes somos en realidad, desde el
estadio más elevado de luz, para
formularnos a nosotros mismos, las influencia de la presencia del dragón, desde
la intención de establecer el cambio tan deseado, desde el cual empezar a
vislumbrar, los posibles acontecimientos de nuestra liberación, o nuestro
Dharma.
Son muchas las preguntas que nos hacemos de forma contante, a
nosotros mismos y a las personas que nos rodean, referentes al Karma y a la
forma de liberarlo. Estas preguntas, fortalecen los compromisos de nuestra
propia inteorizacion, (en los reinos etericos, desde los lazos celestiales), a
medida que construimos los abismos de nuestros propios caminos, hacia la liberación
de nuestro propio ser. Estos son contemplados desde la extensión del dragón
alado, para fortalecer los principios del Espíritu del Dharma, a través de la comprensión
y la fortaleza de la transmutación. Si andamos con seguridad y compromiso,
nuestros pasos son firmes y esta firmeza actúa directamente, haciéndonos asumir
quien somos en realidad, y cuáles han sido nuestras acciones, para cumplir de
veras con esa liberación, a través de su propia integración. La presencia, se
abre paso a un abismo de posibilidades, que nos ayudaran a integrar la fuerza
para desdoblar posibles transiciones, que viviremos hacia la luz. Toda energía
que es creada por nosotros, viene
representada por una efusión de energías, delimitada por el conocimiento o
condicionamiento, que pueda influir a través de ella.