Mensaje de Madre María:
“El
proceso de deconstrucción ya se ha cumplido”
A través de
Ngari
25.09.2013
Amados hijos. Es con inmenso placer y gran alegría, que me
dirijo a todos ustedes hoy. Desde hace ya mucho tiempo, estamos todos
trabajando a destajo para que todo pueda fluir con suavidad en ese final de la
transición planetaria. Y lo estamos logrando, en gran medida. Ya falta muy poco
para que nuestra amada Gaia se eleve, definitivamente, a la 5ª Dimensión. Y
todos ustedes, junto con ella.
Por más dificultades que hayan pasado en los últimos meses,
por más obstáculos y trabas que hayan tenido que afrontar, y que impedían su
libre flujo por las nuevas energías, eso
se termina ya. De ahora en adelante, el camino se suaviza para todos
ustedes, mis hijos. Tenéis mi palabra de Madre. Será mucho más fácil fluir, y
asimilar las nuevas energías entrantes en el planeta, ya que el proceso de deconstrucción ya se ha
cumplido.
Ese hecho era necesario para abrir espacio al nuevo que
llega. Ya no hay energías en el planeta, que sostengan las bajas vibraciones, y
de este modo, ellas simplemente tienden a desaparecer, paulatinamente, de la
Tierra. La Era Dorada ya es una realidad. Todos nosotros les somos muy
agradecidos por su valor de mantenerse firmes, mismo en las peores y más
adversas condiciones.
De ahora en adelante, mis estrellas y mis faros de luz
tratarán de alumbrar el camino, en esa recta final del proceso de Ascensión
planetaria. Todos ya están conscientes de que no han venido a esta vida “de
paseo”. Y están logrando, cada uno a su propia manera, cumplir sus contractos
de vida, de un modo muy satisfactorio. Estamos todos muy orgullosos de cada uno
de ustedes. Quiero que miren adelante, y avancen sin miedo, rumbo a la
realización de sus más íntimos sueños y anhelos.
Además, podrán sentirnos a su lado, cada vez más, ya que será
cada vez más delgado el velo que os impide contactarnos directamente. Estamos
todos unidos por el corazón. Y ese es lo que os hará sentir toda nuestra
cercanía y nuestro amor por todos ustedes. No importa lo que pasa fuera de
ustedes, mis niños. Sepan que ustedes están al mando. Pueden construir su
propia realidad, y ¡que sea la que sí, quieren! Aquella que más os haga
felices.
Yo Soy su Madre María, Reina de los Cielos y de la Tierra, siempre
cobijando a todos ustedes, bajo el Manto de mi Amor.