Encargados de sostener
el Equilibrio Natural de las Cosas
La manera en la que este ONC ejerce su poder para sostener el Equilibrio (cada cosa en su lugar y el lugar para cada cosa) es a través de las circunstancias, de lo que nos pasa y, a través de las otras personas del vínculo con ellas y de lo que nos pasa en la relación o a partir de ella. En ambos casos, en el de las circunstancias y en el de las otras personas, lo que prevalece es la relación, lo que nos vincula y cómo nos vinculamos con ellas.
Tanto las circunstancias –lo que nos pasa- como las otras personas –lo que nos a partir de la relación con ellas- actúan como Verdugos o bien como Maestros y ambos roles son las “caras de una misma moneda” sirviendo ambas al mismo fin. Tanto el que asume el rol del verdugo como el que asume el del Maestro sirven al propósito de sostener -o bien de recomponer- el Equilibrio Fundamental que determina el Orden Natural de las Cosas a través de sus leyes de causa y efecto.
El ser humano es el elemento fundamental de esta realidad, es, de todos, el que tiene mayor poder para alterar el equilibrio natural que sostiene a esta realidad como lo que debe ser según lo determina su Orden Natural esencial. El ser humano en su dinámica de vida tiene cierto grado de libertad precisamente porque lo necesita para realizar su experiencia como co creador. En el ejercicio de esta libertad, aunque acotada, el hombre altera el orden natural el cual debe ser reestablecido para que siga siendo escenario de experimentación para todas las generaciones que vienen a buscar esta realidad.
La manera en la que este equilibrio es reestablecido es a través de las circunstancias que nos tocan vivir y de lo que nos pasa a partir de la relación con cada persona (cómo cambian nuestra realidad, prioridades, compromisos, inquietudes, etc. que surgen a partir de esa relación). Es así que nuestras circunstancias serán el verdugo o el Maestro, serán percibidas como resultado de la buena suerte o de la desgracia pero en ningún caso es azar o casualidad sino que siempre impera el Orden Natural de las Cosas y actúa sobre nosotros una Fuerza esencial que regresa a casa cosa a su lugar y le da el lugar a cada cosa.
Las otras personas, las relaciones con ellos, son el elemento fundamental a través del cual el ONC actúa sobre nosotros exhortándonos a regresar al equilibrio del cual nos hemos corrido o el cual hemos descompensado por error en el uso de nuestro libre albedrío. Cuanto mayor es el afecto que tenemos por una persona o bien, cuanto mayor es la dependencia hacia ella, mayor será el poder que ésta persona tiene sobre nosotros y sobre nuestra realidad. Por ello, son las personas de nuestro entorno, nuestros padres, hermanos, hijos, parejas y ex parejas los principales actores que encarnarán el rol del verdugo o del maestro, y así, nos ayudarán a compensar lo que hemos descompensado en el ejercicio de nuestra libertad, de nuestro “libre albedrío”.
Saludos
Nicolás N.
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Re-Publicado por ANSHELINA, la Luz que llama despertar
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