ELIMINACIÓN
DEL DOLOR
(por la Amada María)
(por la Amada María)
Ustedes han hecho una que otra Aplicación (sepan que
Nosotros mantenemos una vigilancia estricta sobre todo lo que ustedes hacen)
pidiendo la eliminación de todo dolor.
Permítanme
recordarles, amados Míos, que la causa y núcleo que son mayormente invisibles
-y que se manifiestan como dolor- constituyen la actividad a la cual ustedes
deberían dirigir su atención. Si, cuando utilizan tales Aplicaciones, tienen la
amabilidad de invocar a la amada Astrea a que cierre Su Círculo y Llama de Llama Azul
alrededor de la causa y núcleo de todo dolor, eso servirá de mucho. Hay muchos individuos
actualmente en la Tierra que no siente dolor alguno. Por ejemplo, los que
adolecen de lepra.
El dolor, de por sí, es una señal y una misericordia
dada por la vida a la conciencia para saber cuándo es menester poner en cintura
algo que no está en orden. Es como el sonar de un timbre. Cuando la causa y
núcleo de la aflicción son eliminados a Niveles Internos, por supuesto que el
efecto (v.g. dolor) ya no será requerido más ni experimentado por ningún
individuo en la Tierra.
A modo de ejemplo, en los bancos se coloca campanas
de alarma para protección de sus bienes y activos. Esa campana constituye un
guardia de seguridad cuando gente con malas intenciones trata de robar dicho
banco. El sonido de esa campana alerta y llama a las autoridades apropiadas que
prestan la asistencia requerida para recuperar las propiedades sustraídas por
los malhechores. ¡Ese es el propósito del dolor en el cuerpo físico! Es sólo
una campana que le avisa a la conciencia externa que, a Niveles Internos, hay
una causa y núcleo de aflicción que es menester eliminar. Si la policía no le
hiciera caso a la alarma de robo cuando sonara, o si fuera desconectada en el
banco, los maleantes escaparían. El meramente eliminar el dolor propiamente
dicho sería como cortar los cables de la campana que constituye la actividad
protectora del banco. La campana y el dolor son las actividades protectoras
mediante las cuales la inteligencia sabe que se requiere asistencia al
instante.
Tomado de "Boletines Privados de
Thomas Printz"