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sábado, 20 de septiembre de 2014

via Julie Miller-Mensaje del Arcángel Chamuel: Pon Tu Fe En Dios


Arcangel Chamuel 020 225x300 Mensaje del Arcángel Chamuel: Pon Tu Fe En Dios

Siendo misericordiosos con otros demuestra que están siendo conducidos por un poder más elevado, un llamado más elevado para ser compasivos en su comportamiento y modos de ser, palabras y acciones.   Siempre se ha involucrado más la misericordia que la mera simpatía; mientras la simpatía es sentida como un compadecerse, la misericordia, por otro lado, es el amor puro en acción, queridos míos.  La profundidad de la empatía empieza a moverse muy hondo en su interior y crea una necesidad, un anhelo que es puro y bueno para ustedes para motivarlos a hacer algo, cualquier cosa para ayudar.   Parte del ser empático es desear traer un alivio y confort a las serias necesidades de quienes la necesitan, de quienes ustedes están conscientes, ya sea que estos queridos seres estén justo en su propia comunidad o muy lejos.   Quienes rebosan del obsequio de la misericordia ayudan a menudo a quienes tienen retos o dificultades emocionales, físicos, financieros o espirituales.
Hay muchas iglesias en la ciudad que demuestran misericordia satisfaciendo las necesidades críticas dentro de su propia comunidad.  Algunas iglesias hacen esto en forma de comedores de beneficiencia, colectas de alimentos, regalos para los niños, ayuda para quienes tienen ingresos muy bajos, etc.  Muchas iglesias y sus ministerios comparten y dan misericordiosamente a sus miembros y ayudan a conectar el amor de Dios con aquellos dentro de y fuera de las paredes de la iglesia.
La misericordia es necesaria para muchas cosas y lugares.  Ella puede ayudar a aligerar la preocupación de una persona, pero es importante darse cuenta de que la misericordia no actúa sola.  La misericordia va acompañada del amor incondicional, la compasión, la gratitud y el perdón.  Muchas veces, cuando ustedes rescatan a alguien de su desesperación mediante su genuina amabilidad, les permiten hacerlo mejor por sí mismos para mejorar sus vidas.
A veces ustedes se frustran cuando tratan de ayudar a alguien porque tal vez no ven en seguida cuál es el problema o asunto.  O tal vez se sienten subestimados cuando ven que suceden cambios lo suficientemente rápidos.  A veces los queridos seres que tienen el obsequio de la misericordia se involucran demasiado en la necesidad de ayudar a aliviar las cargas de otra gente y acaban agotados ellos mismos.   Hemos sido testigos de muchos queridos seres con el obsequio de la misericordia volviéndose vanamente orgullosos de su trabajo misericordioso y se vuelven hipócritas.  Pasando un tiempo lejos o con la familia los ayuda a reagruparse y reequilibrar su energía, trayendo paz y calma de regreso a sus vidas.
Aunque no tengan el obsequio de la misericordia, hay mucho trabajo que pueden hacer por otros y por sí mismos que demuestra que Dios está obrando a través de ustedes.  Cuando ustedes se recuperan de situaciones o retos difíciles, pudieran encontrarse buscando el perdón de Dios.  Cuando reciben Su perdón, entonces pueden compartir este obsequio con otros en forma de obras, palabras y elecciones amorosas.
Nosotros sabemos que cuando alguien los perjudica, es muy fácil contraatacar y amargarse con la persona que los ha ofendido.  Sin embargo, cuando se amargan se están dañando más a sí mismos en realidad que a la otra persona que los ha ofendido simplemente porque esto crea un lazo más profundo con el odio y la negatividad.  Si siguen en la dirección del odio y la amargura acabarán experimentando las destructivas magnitudes del odio y la amargura hasta que tomen la decisión consciente de andar en la senda de la libertad y el perdón.
No, no es fácil perdonar, queridos míos, pero el perdón siempre es posible a través del obsequio de la Gracia de Dios . . . aprendiendo a entender que hay otras formas, otros modos más sanos de responder a la ofensa y uno de esos modos es teniendo un corazón que perdona. Cuando piensen del perdón, piensen sobre cuánto los ha perdonado ya Dios por cosas de las que ustedes ni siquiera han estado conscientes,  Él los ha perdonado.  Recuerden que Él es misericordioso de todos Sus Niños y los ama muchísimo a cada uno de ustedes.  Él sabe que ustedes tienen mucho por aprender y mucho que superar.  Él no castiga.  Él da Amor.  La mente es la que crea malestares emocionales e inquieta sus sentimientos creando un gran sufrimiento innecesario y castigo.   Él no cuestiona sus motivos, pero los va a guiar a que cuestionen sus propios motivos y determinen si sus acciones son de corazón.  Si Dios los puede perdonar por todas sus maldades que han cometido, ¿no es posible entonces perdonar a otros por sus modos y comportamientos ofensivos?
La gente mantiene tantos resentimientos porque es incapaz de dejar ir y perdonar.  Cuando ustedes reciben la misericordia de Dios, Su Amor y Amabilidad, estos obsequios deberían ser suficientes para motivarlos a perdonar a otros, queridos míos.   Perdonar es ser capaces de extender una mano a otros en la misma capacidad que Dios les ha demostrado cuando perdonó todas sus deudas kármicas que ustedes no podían pagar.  Cuando hay resentimientos, siguen habiendo elecciones, y una de ellas es el dejar ir el resentimiento para liberarse de la acción y permitir que el perdón entre a su ser y ame el ser compartido a través de sus acciones.
Es difícil recordar que mientras están a merced de alguien que es malicioso y los está  ofendiendo de alguna manera, que es Dios quien está obrando en realidad a través de este individuo.  Él les está tratando de mostrar que esta otra persona está sufriendo un tipo de tormento o dolor por cosas suyas propias, demostrándoles que a través de ellos es posible perdonar sus obras.   Si se enfocan solamente en el infractor, tendrán dificultades para evitar el firme agarre de la amargura.  Sin embargo, si pueden ver la situación como algo de lo que pueden aprender, eso se puede aplicar positivamente a su vida para desarrollar más su propio carácter y permitirse abrir a nuevas oportunidades y posibilidades; entonces el significado del daño causado por el infractor es reducido drásticamente y su respuesta a este individuo se vuelve el principal foco de preocupación.   Si ven en retrospectiva al Hijo Dorado de Dios, Jesús, el Cristo, verán que Él demostró el ejemplo más grandioso del perdón..  Él es Quien Perdonó Libremente.  En medio de su propio sufrimiento, Él no estaba enojado ni amargado. Él oró por el perdón de quienes lo habían maltratado y crucificado para que muriera en la cruz. Él eligió amar en vez de odiar.  Él eligió confiar y escuchar a Dios, Su Padre Celestial, en vez de volverse vengativo.  El Amor siempre ha triunfado sobre el odio.  A veces toma un tiempo, pero con una constante demostración de buena voluntad hacia otros el Amor puede superar cualquier obstáculo.
Queridos míos, es importante que cuando alguien los ofenda ustedes respondan con fe, fe en Dios por este giro de los eventos, dando gracias por la oportunidad de demostrar compasión y buena voluntad, así como por el crecimiento y desarrollo que van a lograr gracias a esa experiencia.   Es importante ser capaces de agradecer por todo en su vida, no solamente por las cosas buenas que puedan recibir, y a veces dar, sino por las penurias y los que los ofenden también.  Todo viene a su camino para enseñarles y guiarlos más a lo largo de su trayectoria del autodescubrimiento, reconociendo que cada querido ser es digno de amor, perdón, misericordia y gratitud.
¿Saben la diferencia entre el perdón y la amnistía?  Ambas son muy diferentes.  El perdón es una elección personal tomada a fin de liberar el mal que alguien ha cometido contra ustedes, mientras que la amnistía es una sanción legal.  Es más que posible perdonar a alguien que los ha ofendido, donde ustedes ya no sostienen ninguna animosidad hacia ellos, pero ustedes no pueden liberar a esta persona de cualquier crimen que pudiera haber cometido a menos que tengan la autoridad legal para hacerlo.
Nosotros hemos visto a muchas familias, especialmente los padres de niños que han sido asesinados o abusados a manos de otros, ir profundo en su corazón y encontrar el coraje y la fortaleza de perdonar al ofensor.  Lo que este perdón hace para la familia es permitir que Dios venga a ella y la eleve, la ayude a quitar la energía negativa de sus acciones, alineando a quien está en cuestión ante Dios para su reparación.  Sí, la persona que comete la infracción sigue siendo culpable de sus crímenes y seguiría siendo responsable por sus obras, pero la familia que la perdonó puede entonces sanar y proseguir adelante, y muchas veces esta demostración ayuda al infractor a mostrar remordimiento por sus obras.  Confíen en que Dios es justo en toda situación, queridos míos, sin importar la pequeñez o enormidad de la situación.  No se vengen; confíen y permitan que Dios obre de Sus modos misteriosos y todo saldrá bien.
Si alguien ha cometido algo contra ustedes, pidan a Dios que los dirija, queridos míos. Pregúntenle cómo quiere Él que ustedes demuestren Su Amor a esta persona.  Encuentren un modo que les permita comportarse amorosamente, un modo que contrarreste cualquier oscuridad, la inquietante amenaza de un estallido emocional.  Aunque tengan que invertir algo de su propia energía orando, elevando mediante palabras afirmativas, haciendo obras de caridad y de servicio, o inclusive dando pequeños y bien pensados regalos.
Superen sus maneras ofensivas con amabilidad y buena voluntad.  No importando si el daño que les han hecho es intencional o no, el perdón les proporcionará la habilidad de preocuparse por la persona que los ha ofendido después del hecho.  El perdón les permite abrir su corazón y cooperar más con la labor de Dios en esta persona.  El perdón permite que su amor genuino e incondicional por esta persona la ayude a crecer, a traer cambios positivos a su vida y madurar mental y emocionalmente.
La vida tiene muchos momentos de sufrimiento y muchos de ellos pueden superarse con los poderes de la misericordia, la gratitud, el perdón, el amor y la compasión consigo mismos y con cualquiera que los ofenda.  Sin conocer el sufrimiento, ustedes nunca sabrían lo que significa tener un placer genuino.  Ustedes pueden regocijarse en cualquier momento difícil que los haga sufrir debido al saber interno de la buena labor que Dios desea que ustedes logren a través de la experiencia.  Simplemente piensen cuántos más conocimientos ganarían ustedes y cuántos más conocimientos se tornarán en sabiduría que podrá ser utilizada en situaciones venideras.   Queridos míos, cada prueba y tribulación es una oportunidad para crecer más en madurez y ser llenados con un mayor y más grandioso entendimiento de las maneras y obras de Dios que siempre rebosan de un Amor Divino puro. SOY EL Arcángel Camuel…
…via Julie Miller
 recibido por Julie Miller 1 de septiembre del 2014

Mensaje del Arcángel Chamuel:  Pon Tu Fe En Dios