El alma gemela existe
Esa
persona que nos va a comprender, que va a asimilar lo que somos y
sentimos tal cómo deseamos, es una realidad que nos espera a todos
Una
de las grandes misiones que tenemos como humanos es encontrar a esa
otra parte que es de nosotros y a la cual, a su vez, pertenecemos,
porque el alma gemela es uno de los factores que más ayuda a los seres
del universo para su evolución.
La
existencia de una energía complementaria es una realidad que no debe
ser considerada como un producto de los cuentos de hada o de la
literatura femenina, porque no lo es.
¿Cuántos
de nosotros
no hemos sentido un vacío o una necesidad de encontrar "algo"? Es una
nostalgia que se experimenta en nuestro espíritu, que nos dice que
necesitamos unirnos a esas otra mitad para funcionar con toda la fuerza
con la que fuimos creados desde un principio.
Es
necesario que al menos tengamos la conciencia de que en algún lugar del
planeta o del universo existe ese ser que nos hará vibrar, que nos está
esperando, nos está amando como somos y, que al igual que nosotros,
anhela nuestra presencia.
Tenemos
que poseer esa claridad en nuestro corazón: somos dos seres que antes
eran uno solo y debemos lograr esa re-unión para alcanzar la felicidad
que todos merecemos gozar.
Por
ello, los Maestros de Sabiduría siempre enfatizan que es muy importante
que sepamos esto, porque a partir de que seamos capaces de hallar a ese
complemento tendremos la fuerza necesaria para luchar contra todo lo
que debemos de sacar de nuestra vida y así transformarnos en seres que
únicamente buscan la felicidad y el amor.
Si
nosotros desde un principio de la humanidad hubiéramos buscado a esa
persona para solamente celebrar uniones con el ser adecuado, este mundo
sería completamente diferente porque los hijos nacerían como seres muy
equilibrados, con un nivel elevado de evolución.
Esto
es porque cuando se nace en parejas que no son las adecuadas, los bebés
llegan ya con muchos problemas emocionales y físicos, que por lo
general son debidos a que sus padres no comparten una misma energía y
ellos no pueden asimilar esto en sus cuerpos.
¿Cómo reconocerla?
El
saber con claridad que estamos frente a la persona que tanto hemos
esperado es algo que sólo nuestro corazón nos dirá, por lo que
únicamente debemos de escucharlo a él
Pero
tenemos que saber que todos podemos tener enamoramientos, atracción o
asimilamiento de energías y, como nuestra mente es demasiado hábil, con
una sensación de paz o algo confortable el cerebro nos puede mandar
muchas órdenes o reflejos que nos hagan sentir que realmente esa persona
es nuestra alma gemela, aunque NO lo sea.
En cambio, cuando realmente estamos vecinos al verdadero amor, se experimenta una reacción que nunca hemos sentido con nadie.
Algunos
de los síntomas son que nos podemos sentir incómodos, extraños, ya que
estamos dando pie a una vibración demasiado alta, por lo que al mismo
tiempo experimentamos una sensación muy especial.
Todo
esto puede pasar aun cuando no hayamos visto a esa persona, razón por
la cual siempre debemos de indagar a qué se deben nuestros momentos de
inquietud y si vemos a alguien que nos llame la atención, entonces es
hora de acercarnos.
Sobre
todo porque, tristemente, hay gente que no ha logrado asimilar esa
energía y no han querido investigar qué es lo que ha sentido, dejando ir
a su alma gemela sin haberla olvidado nunca, todo porque no sabía que
tenía que provocarse un encuentro.
Es
importante estar atento ante estas emociones, porque podemos sentirnos
muy atraídos hacia alguien, pero siempre será el mismo tipo de
enamoramiento; eso quiere decir que es un sentimiento conocido y que no
es la persona adecuada.
La clave es que con el verdadero amor todo sentimiento será muy DIFERENTE a los que hayamos experimentado antes.
Desde la creación
El querer entender por qué de una sola alma surgieron dos seres, es como querer comprender cómo fue la creación del universo.
Esto es algo que tu corazón entiende muy bien y lo asimila perfectamente, pero que quizá es difícil que la mente capte.
Los
Maestros lo explican así: cuando fuimos creados éramos una sola energía
pura que fue generando una nueva energía dentro de ella, en lo más
profundo y puro de su centro, su corazón. Pero para hacerlo tuvo que
dividirlo y convertirse en dos seres con diferentes personalidades.
Es
por eso que se trata de una misma energía que por una necesidad de
amor, de tener su otra parte similar que le diera todo el cobijo que
como almas necesitamos, decidió dividirse.
Cada
uno de esos seres se fue por diferentes caminos de evolución, hasta
que, llegado el momento, se volviera a encontrar con su otra mitad, con
su alma gemela, para no separarse jamás.
La grandiosidad del encuentro
Algunos consideran que el alma gemela puede ser una persona que es muy afín a nosotros en un plano amistoso, pero no es así.
El
alma gemela es solamente esa persona que te corresponde con el amor
sublime que se genera en la pareja, por lo que no puede ser tu mejor
amiga o amigo.
Es
una de las cosas que los Maestros tienen mucho interés en que sepamos,
que realmente todos tenemos otra parte que debemos encontrar como parte
de nuestra misión.
Ellos
afirman que lo más bello de ese reencuentro es que desde el momento en
que las dos almas se juntan se crea una energía grandísima.
Ésta sólo
se genera cuando nos unimos por fin con nuestro complemento, con esa
otra fuerza que nos corresponde para lograr el equilibrio en todos los
aspectos, tanto físico como espiritual.
Dicha
enseñanza se nos ha dado en la Tierra desde la antigüedad a través de
varios Maestros, de ahí el nacimiento de la historia de Adán y Eva, que
es una alegoría de las almas gemelas.
Ella
nos habla que Dios creó a Adán, quien por su misma necesidad de tener
una compañera le pidió que le diera otro ser parecido a él para que lo
amara. Así, Dios hizo a la mujer, pero tomándola del mismo cuerpo o
energía de Adán.
Ésta
fue una de las formas en que los Maestros nos dijeron desde el
principio de la creación que existían seres que se dividieron y uno a
otro se crearon para ser dos humanos con diferente esencia, pero que
partían de una misma energía.
La amenaza de los bloqueos
Recuperar
a nuestra otra parte no es una cosa difícil, pero se llega a complicar
porque existen diferentes factores que pueden bloquear ese mágico
momento.
Entre los más peligrosos está el relacionarnos con personas que no nos corresponden porque no son nuestras almas gemelas.
Muchos
sentimos la necesidad de tener a alguien que nos quiera y por ello
buscamos una pareja, y otra, y otra, tratando de encontrar en alguna de
ellas eso que pide nuestra alma.
Pero con esto lo único que logramos es que esas energías "ajenas" se peguen a nuestro cuerpo como un contaminante.
Esas
cargas pueden crear capas o barreras contrarias a la energía del alma
gemela, además de que impiden que exista esa comunicación de corazón y
espíritu con quien realmente nos corresponde.
En
este sentido, también debemos ser muy cuidadosos si deseamos tener
relaciones sexuales con quien no es nuestra alma gemela, ya que esto es
un gran bloqueo para encontrar a tu otro ser.
La
razón es que la energía que se genera en la relación sexual es muy
poderosa y se pega en todos tus cuerpos, lo que hace que tu alma gemela
no pueda asimilarla, y si llega a pasar a tu lado ni siquiera podrás
identificarla por el cúmulo de energías de otras personas que ya tienes.
Si
no se puede ser célibe, si es importante hablar con uno mismo y sentir
qué es lo que realmente se quiere en la vida, si realmente se desea
tener a quien nos dé la felicidad, lo que debemos hacer es rechazar lo
que nos pueda bloquear.
Cabe
aclarar que esto no significa que no podamos tener novios o novias, si
no que es necesario tener cuidado de no tener demasiadas relaciones que
puedan cerrar la puerta al verdadero amor.
De
ahí la importancia de enseñar a nuestros hijos que hay un ser que
realmente los va a amar, que los va a entender incondicionalmente y que
les creemos esa conciencia de llamar al alma gemela para que al crecer
ellos no sientan tan complicado actuar de una forma diversa a los demás.
Los métodos para llamarla
Una de las formas para que esa persona llegue a nuestra vida es invocarla con una oración como ésta:
" Cualquiera que sea mi alma gemela yo la amo, la respeto y la quiero, que sepa que estoy esperándola".
Además se puede hacer uso de otros métodos como:
La fuerza del corazón, que es el amor
La manera más sencilla de llamarla es por medio del corazón durante la noche, que es cuando las energías están mas tranquilas.
En
ese momento debemos tratar de relajarnos, con ropa que sea cómoda y
ponernos en algún lugar de la casa donde nos sintamos mejor.
Podemos
sentarnos o acostarnos y empezar a hablar con Dios o con algo en el
universo con lo que sintamos afinidad, y al evocar esa energía vamos a
atraer imágenes de cosas que nos relacionen con el ser que hayamos
llamado.
Al
principio no es tan fácil, porque en este tipo de ejercicios siempre
hay muchas interferencias, pero se debe tratar con fuerza.
Se
pueden evocar todas las imágenes que nos den amor, con lo que se activa
este sentimiento dentro de nosotros. Después se pide a ese amor que
viaje hasta el ser que tiene nuestra misma esencia.
En
ese momento nos quedamos en paz, tratando de no pensar, dejando que
corran todas las imágenes que nos lleguen. Entonces hablaremos con
nuestro ser interno para decirle que queremos que fluya esa energía a
donde pertenece.
Durante
ese tiempo esa energía se va a trasportar al lugar en el que tiene que
estar y de esa forma se activa el amor de la otra persona, y esté
haciendo lo que sea sale su energía también y se une con la tuya.
Nuestro
ser interno, que ya activamos, ya está trabajando en que nos comuniquen
y nos digamos lo que deseemos, aun cuando de forma consciente no se
perciba nada.
Es en este momento cuando los dos espíritus ya están programando un encuentro físico tan pronto como sea posible.
El cuerpo astral
Para
aplicar esta forma se tiene que contar con cierta conciencia para
viajar a voluntad con el cuerpo astral, pero aun cuando no es así, antes
de dormir se puede pedir al ser interno, al ángel, guía o Maestro, que
lleven nuestro cuerpo a donde está el ser que nos pertenece.
Es
como si se diera el permiso para que los ángeles nos trasladen en
astral a donde debemos de estar, que será un lugar intermedio para
nosotros y nuestra otra mitad.
Al llamar a nuestra alma gemela, su cuerpo astral también viaja y es como se empiezan a comunicar.
El
único inconveniente es que si ella o él vive en otro lugar donde sea de
día, pues su cuerpo astral estará dentro de su cuerpo físico.
La
ventaja de este método es que si se tiene conciencia se podrán ver
algunas de sus características físicas, porque nuestro cuerpo astral
puede captarlas.
Otras formas de hacerlo son:
-
Por medio de cristales: Son los mejores amigos para lograrlo, ya que se pueden programar para que atraigan con su energía a nuestro complemento. Únicamente tienes que verificar que sea un cristal de cuarzo sin pulir y tratar que nadie más lo toque una vez que lo hayas limpiado y programado.
-
El pensamiento: Es llamar a tu complemento conscientemente, hablarle, decirle lo que sientes en el día para así crear un vínculo.
-
La actitud: Ver con qué personas te relacionas mientras llega tu alma gemela y medir qué tanto vas a involucrarte con ellas.
-
El fuego: Se realiza poniendo varias veladoras para pedirle al elemento fuego que nutra tu cuerpo para que tengas más fuerza para atraer a tu alma gemela.
Con la ayuda de nuestro ángel
Es importante saber que tenemos el consuelo de que al menos una vez en nuestra vida vamos a toparnos con esa persona.
Y
aunque tal vez no estemos preparados para identificarla, tu ángel, guía
y Maestro, y los de tu alma gemela, hacen que esa unión sea posible.
Esto
puede llegar a ocurrir aun cuando vivan en lugares diferentes, ya que
ellos provocan que en algún momento estén cerca el uno del otro.
Los
ángeles lo que quieren es que se logre ese encuentro y te aconsejan qué
hagas y hasta te dicen cuando tu verdadero amor está cerca de ti; por
eso es importante nutrir esa comunicación y escuchar sus consejos.
Lo
más importante es que analicemos todo lo que aquí presento, lo que se
siente respecto a lo que se leyó y que uno mismo encuentre si todo esto
puede ayudarnos a ser mejores y ser más felices.
Si
se sienten que es así, entonces se tiene que hacer lo que el corazón
diga, porque puede ser algo muy importante para nuestra vida... y la de
otra persona que ya nos está esperando.
Flora Rocha
Fundación Sabiduría del Corazón