Soy María quien les habla. Hoy
los invito a sumergirse en la energía de este espacio donde
los ángeles se reúnen para aligerar su fatiga y
pesadez.
Ustedes mismos han sido ángeles en el pasado, en el fondo aún lo son. Desde el núcleo de su ser corre un canal hacia el reino angélico. Los ángeles representan una gran energía esencial, mucho más refinada y suave que la realidad terrenal con su densidad y pesadez. Ábranse a esa energía de ángel que puede parecer tan lejana, sin embargo es capaz de llegar a ustedes a través del tiempo y del espacio infinito. Ustedes son un ángel en su corazón.
Permitan que la suavidad y el confort del reino angélico fluyan hacia su aura, y que rodee su cabeza, sus hombros, su corazón, y se aquiete ahí. Luego dejen que esa energía suave de color rosa fluya a través de su estómago y de su abdomen. Sientan cómo todo lo que está cansado y pesado en el área de su estómago y abdomen es tocado por esto. Pequeñas chispas de luz con todos los colores del arcoíris danzan alrededor y a través de su abdomen y los hacen sentir felices y despreocupados. Ellas les hacen recordar la dimensión sin tiempo de la cual vienen.
Ahora, mientras la energía de ángel fluye hacia sus caderas y muslos, hacia sus rodillas, pantorrillas y tobillos, presten especial atención a permitir que la energía fluya a través de sus pies. En el medio de sus pies la energía encuentra una apertura que crea un canal hacia la Tierra. En las profundidades de su ser la Tierra también es un Ángel, un hermoso ángel que ahora está encarnado en el cuerpo de la Tierra. Sientan cómo este ángel, que es la Tierra, tiene el enorme poder de apoyarlos y de proveerles fuerza, seguridad y estabilidad.
Sientan cómo ustedes están incluidos en un círculo de amor de la Tierra y del Cielo. Dejen que estas energías hagan su trabajo y que apaciblemente los rodeen y ríndanse a ellas. Ustedes no tienen que trabajar para ellas o pensar acerca de ellas. Son energías que siempre los acompañan, y ambas pertenecen a ustedes. Permitan que la sanación fluya hacia los lugares de su cuerpo y de su mente que más necesitan sanación. Y nunca olviden que ustedes son una parte de esa dimensión libre, sin tiempo, en la cual moran los ángeles.
Ustedes han venido a la aventura de la vida en la Tierra por propia voluntad. Pero siempre que se sientan pesados es importante que se retiren a la dimensión sin tiempo para recordar quiénes son realmente ustedes y por qué vinieron aquí, lo cual es para aprender, para tener aventura y para experimentar todo tipo de cosas. Está destinado a ser una aventura alegre.
Llegado el momento en que ser un ser humano se vuelve demasiado para ustedes, muy pesado, no duden en probar de nuevo aquella dimensión angelical para contento de su corazón y para tomar ahí una respiración profunda. Ustedes no tienen mucho que hacer; pueden soltar toda la lucha, el esfuerzo, el trabajo – suéltenlo. La intención es que respiren profundamente desde ese reino de los ángeles, para que vuelvan a estar inspirados a bajar algo de aquel Ángel-Cielo aquí a la Tierra. Ése es su verdadero trabajo, y no las muchas ansiedades, preocupaciones, planes y organización de cosas que son parte de estar “ocupado” en la esfera terrenal. No, su verdadero trabajo es rendirse a las energías sutiles de quienes ustedes realmente son, las cuales no están atadas al tiempo y al espacio. Ése es el trabajo de luz, y cuando ustedes hagan eso notarán que la vida en la Tierra se vuelve literalmente más liviana, menos pesada.
Hoy discutiremos el tema “dinero y abundancia”. Los invito a mirar el tema desde la perspectiva de su relación personal con la Tierra. La intención de su encarnación es que experimenten alegría al estar presentes en la Tierra. Su regalo a la Tierra es que estén aquí, que hayan venido desde el reino angelical, desde el Cielo, para revelar y dar su belleza, su amor, su pureza a todos aquellos que vivan en la Tierra – ése es su regalo.
La realidad de la Tierra, en la cual ustedes están presentes, los reconoce, les da la bienvenida y desea hacer que su camino sea lo más fácil posible para que puedan irradiar incluso más luz y alegría. La Tierra quiere apoyarlos y sostenerlos. A ella le gustaría que ustedes aprovechen las oportunidades que están aquí para encontrar la felicidad como un ser humano al disfrutar de todo lo que hay aquí. A menudo ustedes les atribuyen mucho valor a los dones espirituales con los que han venido y subestiman el valor de estar aquí en simple gozo. Para ustedes es más difícil recibir que dar.
Quisiera ofrecerles una simple visualización donde puedan imaginar en qué medida reciben lo suficiente desde el reino terrenal. Tan sólo imaginen que hay un tobogán largo y alto. Están sentados en la parte superior, la cual está localizada en el reino angelical. Mientras están sentados ahí, ustedes también son un ángel. Observen su apariencia. Todavía no tienen un cuerpo humano, pero tienen una toga envuelta a su alrededor de un color bello, translúcido. Se sienten libres e igualmente conectados con toda la vida, porque comprenden cada parte de ella desde adentro, y saben que pronto estarán deslizándose hacia abajo hacia el reino terrestre.
Muchos sentimientos pueden emerger en el momento del descenso, pero yo les pido que en este instante se enfoquen en los sentimientos de confianza que sienten profundamente en su ser. Sienten que es bueno estar por partir y que hacerlo tiene sentido y significado. Imaginen que sus manos aún se agarran del tobogán pero que están por soltarlo – y ahora se sueltan y comienza el deslizamiento hacia abajo. Están sintiendo un poco de tensión, así como se podría sentir un niño cuando hace algo que le da miedo pero que al mismo tiempo también es divertido y excitante. Y broom, ¡están yendo hacia abajo! Aun no pueden ver un lugar donde aterrizar, simplemente se deslizan y se deslizan.
En un cierto momento ven una capa de nubes que están por atravesar. Eso se siente un poco atemorizante, pero la “capa de nubes” en realidad es el velo que envuelve al mundo tridimensional. Su descenso es suave y grácil y así se deslizan a través del velo porque no ofrecen ninguna resistencia. Descienden cada vez más profundo dentro de la realidad terrenal y finalmente llegan al final del tobogán. Entonces llega el momento cuando realmente le dicen adiós al reino celestial y dan un paso dentro de la nueva realidad y encarnan como un bebé.
Pero en el umbral del reino terrenal hay una especie de guardián, un ángel que los mira con compasión tanto como con gran solemnidad. Ese ángel quiere hacerles recordar en el último minuto que recuerden quienes son, no quiere que se olviden de eso. La mirada del ángel les infunde coraje.
El ángel también les cuenta algo que tiene que ver con la abundancia en su vida. Él les da energía en la forma de una bolsa llena de oro, y les dice: “Esta bolsa de oro te pertenece. Es algo que tú puedes reclamar y que puedes usar en tu vida para tu goce y para crear todo lo que está relacionado con el trabajo de tu vida. Recibe esta riqueza y no olvides que siempre está ahí para ti. Tú puedes reclamarla, porque es parte de ti; ¡es tu tesoro!” Luego ustedes siguen su camino.
Ahora por favor regresen al presente. Ustedes han pasado por muchas cosas en esta vida, y veamos ahora cuánto de aquel tesoro que les dio el ángel ya han reclamado para ustedes. Imaginen que delante de ustedes ven una bolsa llena de energía dorada y la abren. Ahí, en la bolsa, está la energía de la abundancia, una riqueza que no es tan sólo bienestar material pero que también incluye cosas materiales. La bolsa de oro que yace delante de ustedes es una conexión muy visible entre el Cosmos y la Tierra, pero también es algo personal; es su abundancia, su riqueza.
Vean si pueden abrir la bolsa fácilmente y si pueden recibir la energía que sale de ella. Vean si pueden permitir que esa energía llegue a sus brazos, a su corazón y pase a través de todo su cuerpo. Permitan que esa energía dorada los envuelva completamente. Luego pregúntenle: “¿Hay algo ahí que ahora yo pueda darme a mí mismo que anteriormente me haya negado, algo que yo necesite para vivir con alegría? Estén abiertos a lo que ese flujo quiera darles. La abundancia que es de ustedes les ayuda a realizar su misión del alma en la Tierra.
También hay un flujo de dinero que es propio de ustedes. A menudo tienen ideas en sus mentes acerca de lo que merecen y de lo que no, y eso impide que la plenitud del flujo pueda llegar a ustedes. Continuamente lo miden y lo comparan con las demás personas, lo que ellos piden, lo que ellos consiguen, pero el punto es encontrar su propio flujo.
De hecho, cuando dar y recibir están en equilibrio en su vida, el flujo material naturalmente sostiene al flujo espiritual; están alineados uno con el otro. Pueden verlo de esta manera: su parte espiritual necesita que la Tierra la sostenga desde la realidad material, de modo que realmente pueda prosperar ahí. Permítanse la abundancia material para que puedan aumentar su energía espiritual, de este modo podrá ser más visible y se le permitirá fluir en el mundo, y así podrá ser vista por los demás y podrá ser una inspiración para ellos. En ese sentido, el dinero y la abundancia material tendrán un efecto positivo en su entorno, tanto como en ustedes.
También pueden ver al dinero puramente como un flujo hacia la manifestación, hacia la expresión física de su verdadera naturaleza. Si ustedes están expresando su luz en la realidad terrenal y utilizan el dinero que viene a ustedes para que los ayude a hacer eso, ustedes pueden cuidarse a ustedes mismos así como también beneficiar a otros. La primer parte no excluye a la segunda. Pueden soltar la vieja imagen del dinero como un medio para incrementar su poder, para elevarse por encima y controlar a los demás seres humanos. Pueden cambiar esa vieja forma de usar el dinero y usarlo de acuerdo a su deseo del alma para que se exprese en la dimensión terrenal.
No se aparten del dinero o de la abundancia material solamente porque es algo que ha sido abusado por otras personas. Eso sería como tirar al bebé con el agua del baño. Sientan que se les permite reclamar la abundancia material, que se les permite tanto dar como recibir. Si ustedes permiten que lo dorado de su tesoro fluya en su vida, la forma natural que su alma tiene de expresarse se volverá más poderosa porque en realidad recibe apoyo a nivel práctico. No le teman al dinero, el dinero puede apoyar el “ser” y “hacer” de su alma. El dinero no necesita ser utilizado de un modo egoísta.
Todos ustedes llevan consigo una vieja tradición en la que se les enseñó a reprimir sus propias necesidades en favor de las de los demás. Y debido a esa tradición es posible que tengan dificultades para recibir totalmente el dinero y la abundancia en su vida. Traten de verlo de esta forma: si tienen más, más tienen para compartir. El compartir les da alegría, y la alegría crea aún más abundancia. Eso significa que puede haber una espiral muy positiva a través del atreverse a recibir.
No le teman al dinero; confíen en su propia integridad. Todos los que están presentes aquí ya han tomado la decisión, y están determinados, a vivir en la Tierra desde el corazón. No están aquí para abusar del poder; ustedes han soltado esa vieja forma de ser. Por lo tanto, atrévanse a estar totalmente aquí como el ángel que son y a recibir totalmente lo que necesiten para hacer brillar su luz. La Tierra necesita mucho de personas que vivan desde sus corazones y quienes, al mismo tiempo, reconozcan sus necesidades humanas y se consideren dignos de recibir abundancia y de disfrutar la vida.