Tomado del Diario de El Puente de la Libertad.
....¡Siento
un gran regocijo! Finalmente, después de tanto tiempo ustedes han
escuchado Mi callada voz, y su amable espíritu escucha con gusto a Mi
música insonora, reverberando a través de las silenciosas cámaras de sus
dulces corazones. Sus revolventes sentidos han sido aquietados, así
como los turbulentos vientos cesan en su arrastre, así como los
iracundos ímpetus de la tormenta se disuelven y la quietud que emana de
la Misericordia de Dios se impone sobre todo. Así ahora la quietud y paz
de Mi corazón reposa sobre el sobrecargado espíritu de ustedes. YO SOY
la Presencia de Dios que mora en el interior, y no hay ningún otro poder
aparte de Mí. El bien y el mal no son más que los motivos de su alma,
impuesto sobre la pura esencia de Mis Energías. Ustedes hacen de su
Dios-Padre-Madre, en la imagen y semejanza Divina de Mí Mismo. Ustedes
son mi hijo-hija, imbuidos con el aliento de Mi eterna Vida, Belleza y
la Perfección de Divinidad. ¡YO SOY!, y así ustedes también se han
convertido en ese YO SOY, ya que constituye su Herencia Divina.
.....Ustedes
son verdaderamente la imagen y semejanza de su Creador, ya que YO SOY
ese YO SOY. Hace mucho, pero mucho tiempo, Yo los envié adelante para
habitar en el mundo de la forma, de manera que pudieran crecer en
belleza y expandir su perfección -con la cual están dotados en gran
medida. Rodeados por la infinita variedad de forma en Mi creación,
ustedes llegaron a darle forma a un Dios separado de mi, olvidando que
la mismísima forma en sí, no era más que una concentración Divina de Mi
Esencia, el infinito YO SOY. Doquiera que ustedes estén, doquiera que la
vida exista, allí YO SOY.
.....Dentro
de la Llama de Mi corazón la semilla de la creación habita en paz, en
entereza y en perfección. Ustedes han aceptado Mis creaciones y han
hecho de ellas dioses falsos, olvidando a su progenitor. ¿Acaso no ves,
hijo mío, que tus males y tribulaciones no son más que los efectos de tu
olvido? Al desconocer que YO SOY ese YO SOY, has adherido tus propias
creaciones, nacidas de tus propias pasiones y deseos, a tu corazón, y
has hecho un Dios de tu propio ser errante. YO SOY el Dios Eterno de
Vida. Soy Yo, tu Dios Padre-Madre, quien descarga la abundancia de todos
los tesoros de Mi reino, poniéndola a tu alcance y uso. Soy YO quien te
da una salud vital y fulgurante, así como también bienestar doquiera
que puedas estar. Los dioses creados por ti no son más que los
gobernantes de tu enfermedad, de tus odios, de tu codicia y de todas tus
limitaciones. Las feroces tormentas que han oprimido tu espíritu
valiente no son más que las exhalaciones de tus falsos dioses, los
cuales has nutrido mediante tus ministraciones y reverencias, a lo largo
de tus múltiples encarnaciones en esta bella Tierra.
La
hora de la Resurrección Cósmica está a la mano, y te estoy llamando a
Casa. Ven a Mí ahora, oh, preciosa llama mortal de Mi Divinidad! Permite
que Mi Esplendor ilumine tu rostro. Permite que Mi voz se convierta en
el eco de Mi Canto de júbilo. Permite que el regalo de Mi Aliento te
eleve a la inmortalidad. Ven a Mí, tu Dios Padre-Madre. Acepta ahora la
vida abundante que está fluyendo a través de toda la creación. Ya no
llores más dentro de la prisión que tú mismo has conformado para ti con
la sustancia de tus propios falsos conceptos y acrecencias. Todos los
latidos de tu corazón contienen dentro de sí ahora mismo, toda la
perfección, toda la sanación, la abundante descarga de todo lo que
puedas necesitar o desear, para hacerle frente a todos tus
requerimientos. ¡Escúchame con atención! Acepta ahora de parte Mía, tus
túnicas sin costuras de Liberación, y aparta el velo de tus lágrimas y
lamentaciones. Revestido con tu nuevo ropaje, prepárate ahora para el
viaje de regreso a Casa, a Mi eterno Reino del Cielo, de donde no
necesitarás salir ya más. No te retrases ya más, oh, hijo de Mi Corazón.
Contémplame
ahora. Escucha Mi Llamado ¡YO SOY tu Dios! ¡He venido a sanar tus
heridas, he venido a iluminar tu espíritu, he venido hoy a ponerte en
Libertad.