Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro
(el audio registra 2
minutos de sonido de un instrumento musical)
Saludos,
queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Lo
diré otra vez: Yo sé dónde estoy. En estos tres días se han entregado cosas
profundas; si se consideran los tres anteriores, más aún. Y así, muchos de
ustedes bajaron a este lugar sin saber realmente qué sucedería. Algunos tenían
sus propios songlines, sus propias historias. En algún nivel, ustedes trajeron
para la tierra, y la tierra trae para ustedes.
Y
en ello, ustedes esperarían que en algún lugar habría una energía simultánea,
una cooperación, una confluencia, en que la tierra les hablaría y ustedes
podrían hablarle. Y digo que ustedes esperarían eso porque es un deseo grande,
cuando se considera la enormidad de lo que está aquí. Ha transcurrido el
tiempo, la pureza que ha sido desarrollada por aquellos que conservaron pura a
la tierra.
Algunos
de ustedes se sintieron sólo observadores, espiando algo grandioso que tal vez
no comprenden plenamente. Me gustaría decirles algo: Los ancestros están aquí.
Están aquí para saludarlos y decirles gracias; están aquí para saludarlos y
pedir por ustedes. Están aquí para decir que el planeta está cambiando, y que
está bien fundirse aquí con la tierra, porque es el amor que ustedes sienten;
ha sido cuidada para este tiempo, cuidadosamente vigilada para este tiempo, de
modo que no pudiera ser reservada y privatizada sino que se pueda compartir con
otros en su pureza, su equilibrio, en forma correcta y apropiada, y para que
ustedes puedan irse con ella en su corazón.
No
eres un observador: de ninguna manera. La tierra te esperaba porque tú la
respetabas; te esperaba. Y en ese respeto ella te sintió y te conoció. Incluso
la Roca, ahora, en la oscuridad, resuena con el respeto que tú le has dado. Se
ha notado, y se ha unido a ti.
Quiero
hablar de algo que es tan humano, y cada vez que llego a este punto ustedes
tienen una opción. Muchas. Porque es hora de decir adiós en su realidad. El
tiempo los gobierna. Si le preguntan a un Anagnu sobre el tiempo, incluso le
causará problema describirlo. Si le preguntan de años y de qué edad, ¡no lo
sabrán! Porque el cosmos se mueve lentamente, y la tierra responde en
estaciones; no en horas, ni en años, y ciertamente no según un reloj.
Entonces
voy a pedirte que, al irte de este lugar, redefinas lo que es adiós. No hay
adiós. Toda esta idea del tiempo que tiene un comienzo y un final para ti, y en
tal grado vives según ella que sabes que está llegando, sabes cuándo viene el
final, lo esperas, esperas que todo tiene que llegar a un final. ¿Y qué pasa si
estás en un error? ¿Qué pasa si, en cambio, hay ciclos de vida? No muerte.
Y cuando termina un ciclo, otro continúa a partir de ese punto. Pregúntale a
la Tierra, si cuando el Sol se oculta, todo se termina. Pregunta a la tierra
aquí, cuando las estaciones han pasado por sus seis etapas, ¿se terminaron?
Pregunta al planeta mismo, mientras se mueve alrededor del sol, en qué punto
termina. Y tendrás una actitud totalmente diferente, querido ser humano (se ríe).
Quiero
que redefinas el adiós. Quiero que lo hagas tan profundamente que te afecte
desde este día en adelante, y no me refiero a decir adiós esta noche. No hay
adiós. Escucha: hay realidad y singularidad aquí; nunca habrá un tiempo
exactamente igual a éste. Es una instantánea de la historia humana para los
pensadores esotéricos, para esta tierra; nunca habrá un tiempo exactamente
igual a éste, con la reunión de almas que están aquí; nunca.
Y
algunos dirán: "Ellos ansían esta singularidad porque cuando digamos adiós
se terminó." Y me gustaría decirte: ¡Ay, qué humano de tu parte! No se
terminó. Pregunta a la tierra cuándo se termina. ¿Sabías que mucho después de
tu sueño, lo que ha sucedido aquí mismo permanecerá aquí? Y que las energías
de confluencia aquí celebrarán a cada alma que estuvo aquí y continuarán, ¡se
vuelve historia! Y la historia está viva, nunca se va, ¡nunca se va! No está
sostenida por un reloj, ¿lo ves?, es energía. Y la energía tiene ciclos, la
energía no tiene muerte, la energía no tiene adiós. Cada momento, en cualquier
punto de tu vida por el resto de tu vida, puedes sentarte aquí porque lo has
vivido. Y puedes estar en silencio y recrear este momento, con mi voz, en esta
hermosa noche con el viento y las estrellas y la luna, y todos los que están
contigo. Eso es energía; no se
va. Porque ha sucedido; por lo tanto, es.
No
hay adiós y nunca hay un momento en que eso se deteriora por el paso del
tiempo; está siempre fresco, como nuevo. Y en prueba de eso, les pregunto: ¿Qué
es fresco hoy para ti, que ha sido hermoso y encantador? Lo llevarás por el
resto de tu vida; no disminuye con el tiempo.
Pero
hay entre ustedes quienes han aceptado el tiempo que es humano, y a puertas
cerradas lloran a los que se han ido, a los que amaron y perdieron, todos
ustedes, y a los que amarán y perderán en el futuro, todos ustedes, ¡y les digo
que ellos no se han ido! Están aquí y el ciclo continúa, y su belleza continúa
porque ellos son lo que son. Ustedes son historia, y nadie puede arrebatarte eso.
No
hay adiós, la puerta no se cierra, queridos, ¡a menos que ustedes la cierren! Y
si la cierran, es porque han aceptado el reloj, porque ese es el sesgo del
humano. Estos son principios avanzados y conceptos que se han enseñado por
milenios. Algunos de los pensadores espirituales originales del planeta, los
más sabios, saben sobre los ciclos, y con su último aliento tienen una sonrisa,
básicamente, y un guiño (se ríe).
"¡Volveré!" ¡Ellos saben! ¡Algunos de ellos conocen esto tan
profundamente que saben quiénes van a ser! No hay adiós.
El
ciclo es de renovación y sabiduría. La precesión de los equinoccios que puedes
ver en la Vía Láctea proclama la llegada de una nueva clase de ciclo. Y estás
aquí para experimentarlo, querida alma antigua. En la pureza que está aquí y la
enseñanza que se les puede dar a través de quienes han pasado miles de años
vigilando la tierra para asegurarse de que estuviera preparada para que ustedes
estuvieran aquí y la vieran. Ahora bien, eso no es un cierre.
Quiero
que se vayan de este lugar en silencio y sin un adiós. Quiero que lo conserven
en la mente al grado que puedan. Quiero que puedan recobrar las partes buenas
que recuerden. Quiero que sean capaces de sonreír, años más adelante, sin
ninguna tristeza, porque esto todavía vive en la tierra. ¿Pueden hacer eso?
¿Pueden ir más allá de lo que les enseñaron? ¿Son capaces de no decir nunca
adiós, no importa qué pase?
Esto
es la sabiduría del alma antigua fructificando en estos tiempos. Felicitaciones
por la sincronicidad que los trajo aquí, porque hay quienes necesitaban oír
estas cosas, experimentar estas cosas, oír estas cosas, y sentir la tierra. Y
algunos de ustedes tenían visiones; sabemos quiénes son. Otros han sentido la
dulzura, y sabemos quiénes son. Otros han sentido levantarse la frustración, y
sabemos quiénes son. Y luego están los pocos que recibieron el impacto incluso
en el momento y no tenían idea de lo que estaba pasando (se ríe). Pero ya la tendrán, oh, sí, la
tendrán. El amor de Dios es así. Se sorprenderán cuando la Roca los llame,
estando a miles de kilómetros de distancia.
Lo
que han experimentado aquí es real. Y no hay adiós. No hay adiós.
Y
así es.
Kryon.
© Lee Carroll http://audio.kryon.com/en/ Evening%20channelling.mp3
Desgrabación
y traducción: M. Cristina Cáffaro www.traduccionesparaelcamino.Sitio autorizado de Kryon por Lee Carroll www.manantialcaduceo.com.ar/