¡Te invocamos, Señor Nuestro, para que con tu Divina Presencia ilumines el planeta!
Oh, Amor Infinito que has descendido
hacia nosotros y te has manifestado en múltiples aspectos: Te rogamos
que disipes el odio y llenes los corazones humanos con tu amor.
Divina Presencia Yo Soy te invocamos
siempre, en todas las dificultades de nuestras vidas, pues tenemos fe y
esperanza que donde tú estás las dificultades se disiparán, igual como
la oscuridad ante la luz.
Bendícenos, Oh Señor, en tu gracia
bendice a todos los seres humanos para que contribuyan con su obra, ya
sea personal, profesional, científica o pública, en el mejoramiento
físico y espiritual de los habitantes de este planeta, que son hijos
tuyos. Bendice a todos los que te invocan de día y de noche y están en
tu presencia. Bendice a todos los que están en la oración silenciosa con
nosotros.
Bendición, Señor, por los fallecidos,
por los heridos y sus familias, los niños, los ancianos. Bendición,
Señor, para este pueblo hermano y Señor: Una bendición muy especial por
aquellos futuros niños que no llegaron a nacer… ¡Que Así Sea!