Miles de casas resultaron destruidas y varias aldeas quedaron bajo agua por inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales en el este de Sudán, dejando 100 muertos, informaron este domingo las autoridades.
Cientos
de personas del estado de Kasala, en la frontera con Eritrea, debieron
abandonar sus casas después de que el río Gash se desbordara, anegando
aldeas enteras.
Mucha
gente se resguardó en chozas de hierba improvisadas en colinas, después
de que las riadas también cortasen la principal autopista entre el este
y la capital, Jartum.
Los
aldeanos se vieron forzados a buscar medicinas y comida con el nivel
del agua a la altura de la cintura, señaló un fotógrafo de la AFP que
visitó dos aldeas inundadas cerca de la capital provincial, Kasala.
Mucha gente, la mayoría niños, fueron vistos bebiendo agua de lluvia embarrada ante la falta de agua potable.
"No
tuvimos tiempo, simplemente huimos llevando a nuestros hijos cuando el
poblado se inundó por la noche hace un par de semanas", explicó Taha
Mahmud, jefe de la aldea de Makli en Kasala.
"Perdimos
nuestra comida, pertenencias y ganado. Estamos viviendo en condiciones
miserables en chozas de hierba que no resistirán lluvias fuertes",
lamentó.
Las lluvias torrenciales comenzaron
hace dos semanas. Las agencias de ayuda de la ONU ya habían advertido
sobre la posibilidad de inundaciones en el país entre julio y
noviembre.
Desde principios de junio, las lluvias e inundaciones han
afectado a más de 122.000 personas y destruido unas 13.000 casas, según
la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos
Humanitarios (OCHA). En total, 100 personas han muerto en todo el país a
causa de este desastre natural.