El
Reino de los cielos
Mensaje
del Padre Creador
Benditos
y amados hijos míos, soy vuestro Padre Creador, desde los cielos, os bendigo, y
os abrazo en gratitud, a vuestra lealtad.
Hijos
amados, en esta ocasión
vengo a dejaros, una
indicación muy explícita. El reino de
los cielos.
Os
doy mi Reino, os ofrezco, mi creación, en vosotros.
Vosotros, habéis sido creados a mí, misma imagen y semejanza.
Toda
la creación lleva mi sello de vida eterna.
Mi
sello es el origen, el núcleo de la
creación.
Mi
creación es eterna, no perecedera, mi
creación es infinita, no finita.
Vuestro
origen es infinito, vosotros sois
inmortales. Amados hijos.
Os
he dado mi Reino, mi reino es eterno, al
igual que lo sois vosotros.
Mi
reino no es de riquezas materiales.
Mi
reino es de riquezas espirituales, de pobreza espiritual.
Pero
no la pobreza, como la conocéis, de carencias , falta de Fe.
Os
estoy hablando hijos míos, de la
pobreza, de espíritu, aquellos que dejáis
todo, por recibirme, os
llenáis de mi fuente inagotable de vida eterna.
Aquellos
humildes, de corazón, que eligen,
conocerme hasta llegar al núcleo de mi creación.
Aquellos, que todavía continúan, con sus riquezas, dicen, estar en
mi reino de los cielos. Pero no han
dejado, sus grandes riquezas de orgullo,
de vanidad, de soberbia, grandes
posesiones de egoísmo, y presunción, grandes posesiones de honores académicos y
prestigio social.
No
pueden vivir, sin sus posesiones de creerse líderes
espirituales, y tener la verdad para
imponer con una autoridad que no tienen y
avasallar el libre albedrio del otro. Y
envueltos, en sus vestiduras llenas de egoísmo, no reconocen
a mis elegidos, no reconocen ni
siquiera el reino de los cielos que os he dado. Y quizás es porque no lo
han reconocido nunca.
Os vuelvo a repetir mis benditos,
aquellos que tenéis oídos para escuchar y se os agita el corazón de júbilo,
y el corazón os flamea de amor
sagrado. Son los poseedores de mi reino.
Mi Reino de
los cielos, posee riquezas
incalculables, todo esta a vuestra
disposición, solo si, seréis humildes de corazón, y vaciáis vuestras arcas terrenales. Aquellos que con la
pureza del amor divino, que sale de vuestro corazón , vivid así eternamente en mi
reino de los cielos.
En mi
reino de los cielos se os concede todo,
hasta las mínimas ocurrencias, vosotros podéis crear todo, lo que os place.
Así, es mi reino de los cielos, abundante y
poderoso.
A
vosotros os amo eternamente mis amados hijos.
Maria Santa Madre Ana