¡HIJITOS, NO INTERCEDERÉ MÁS PARA QUE SE AMPLÍE EL TIEMPO DE MISERICORDIA; SOLO INTERCEDERÉ POR LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS!
JULIO 24/2012 1:30 P.M.
LLAMADO DE MARÍA SANTIFICADORA A LOS HIJOS DE DIOS.
Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros.
Muy pronto las trompetas volverán a sonar y esta vez con mayor potencia se escucharán como un llamado a la humanidad para que se prepare para la llegada del aviso. Ya es hora hijitos de que os recojáis en vuestros hogares y os refugiéis en la oración, porque en cualquier momento todo cambiará. No penséis que porque no ha pasado nada, nada sucederá; acordaos que lo escrito en la Santa Palabra de Dios se cumplirá al pie de la letra. La purificación de la creación y las criaturas está por cumplirse como está escrito.
Hijitos, ya mi Padre me ha pedido amorosamente que lo deje hacer su santa voluntad; como madre seguiré intercediendo por la salvación de las almas y muy especialmente por aquellas que están más apartadas de Dios. Hijitos, no intercederé más para que se amplíe el tiempo de misericordia; sólo intercederé por la salvación de las almas. En divina voluntad ya el tiempo de la misericordia se ha consumado; sólo falta el despertar de conciencias para que este tiempo se consuma totalmente. Estad preparados, porque la paz del universo muy pronto se romperá y todo comenzará a cambiar.
Falta muy poco para que el brazo de mi Padre se descargue totalmente; el cisma en la Iglesia llegará en cualquier momento y cumpliéndose esta profecía los demás acontecimientos se darán en cadena. Por eso hijitos, debéis de estar preparados, porque no sabéis ni el día, ni la hora, en que todo comenzará. Me embarga la tristeza al saber que muchas almas se perderán, porque no han querido atender a los llamados que el cielo les está haciendo para que se acojan a la misericordia divina; continúan en su loca carrera de desenfreno y pecado; cuando despierten de su letargo espiritual y quieran acogerse a la misericordia de Dios, va a ser muy tarde para ellas, porque la justicia divina las separará del rebaño de mi Hijo y ya no serán escuchadas.
Hijitos, la creación está a punto de gemir desde sus entrañas; fuego en cadena brotará de la tierra, las aguas del mar inundarán ciudades; la tierra se estremecerá y se abrirá dejando escuchar su lamento. ¡Oh criaturas, volved a Dios lo más pronto posible, porque el tiempo de misericordia está llegando a su fin!. Entonad cánticos y súplicas para que la justicia divina os sea más llevadera y podáis afrontar estos días de prueba con fe y esperanza; porque os digo hijitos, que en el tiempo de la justicia divina, vais a ser probados como se prueba el oro en el fuego. Orad conmigo hijitos mi Santo Rosario y pedid por la salvación de las almas más apartadas de Dios, para que puedan alcanzar la misericordia del aviso. Tened caridad con vuestros hermanos y socorreos mutuamente.
Permaneced unidos para que podáis caminar conmigo tomados de mi mano y podáis cruzar seguros el paso por el desierto de vuestra purificación. ¡Adelante mis niños, la hora está cerca, pero no temáis!. No soltéis mi rosario para que no os desviéis del camino; mi rosario es la brújula que os guiará a las puertas de la nueva creación.
Confiad en vuestra Madre que os ama y que no os abandonará si vosotros no la abandonáis. ¡Animo mis pequeños. Sed valientes; refugiaos en mi corazón inmaculado y todo pasará como un sueño!. Os ama, vuestra Madre, María Santificadora.
Dad a conocer mis mensajes, hijitos de mi corazón.