Pasarán
los tiempos hasta el presente previsto donde lo de arriba será abajo y
lo de dentro afuera, sintiendo la armonía y el amor en cada corazón.
No
habrá más velos que oculten la verdad de la naturaleza de los hijos de
Dios realizando lo acordado según la Voluntad Superior.
El Hijo ascenderá hasta llegar a ser Uno con el Padre, no divisándose la línea que separa el Padre del Hijo.
Más
allá de todo sentido humano existe la verdad que da lugar al proceso
vivido por quienes os ofrecisteis para consagrar la elevación de un
universo en expansión.
Llegasteis, recordasteis y abristeis el camino para llegar a la divinidad que envuelve todo lo material.
La
densidad fue desapareciendo hasta llegar a la puerta de quienes sois.
Allí llamasteis. Se os abrió y fuisteis bienvenidos nuevamente al
Hogar.
A
medida que vuestras almas iban ascendiendo por el sendero de la Luz, os
fuisteis desprendiendo de los lastres iniciales de vuestro principio.
No
hay mayor gozo celestial que el retorno al Hogar. Vuestra tierra os
alimentó y con ella vuestro espíritu fue despertando hasta llegar al
alimento que las alturas os fueron ofreciendo.
Despertasteis
y vuestro ser aprendió a leer las señales que el universo fue
intercalando entre vuestros días, obras y costumbres.
Os fuimos actualizando vuestras energías para que pudieseis llegar a la plena Ascensión.
Muchos
las acogisteis sabiendo de la importancia de ellas. Otros necesitasteis
sentir los síntomas en vuestra biología para daros cuenta conforme todo
estaba yendo bien.
Ahora,
cuando Gaia tiene los días contados, muchos de los que habitasteis
tiempo atrás servís a la Fuente en otras dimensiones y parte de las
almas que fuisteis continuáis en otros rincones del universo para
completar vuestra ascensión, aunque ésta ya no tiene la misma finalidad,
por lo tanto, el fin ya no es el mismo. Ayudáis a los habitantes de
otras lindes por la experiencia que tuvisteis en vuestro planeta, pero
con otras finalidades no tan precisas como las que tuvisteis en su
momento.
¡Bienvenidos al Hogar, amadas almas!
Vuestro
aprendizaje en la densidad permite ahora, un presente posterior, poder
servir a la Fuente trayendo Luz y Amor a rincones lejanos al que
vivisteis. Sois honrados por vuestras presencias donde ahora estáis.
Quizás
muchos no entendáis estas palabras. Son escritas para los corazones
abiertos y dispuestos a dar el gran salto cuántico en vuestro presente
de leer estas palabras. Ellas proceden de la sabiduría de la existencia.
No las argumentéis. No las racionalicéis. Simplemente, sentidlas y
sabréis el verdadero sentido de lo leído.
Pronto
vuestro mundo cambiará a niveles inimaginados. En vuestro presente, y
hasta unos treinta años después, lo que es ahora será como los tiempos
primitivos de vuestra evolución. Todo lo viejo desaparecerá y lo nuevo
se manifestará alejando y haciendo caduco lo que hasta entonces os
acogíais.
El
Hogar os habla, pero no para confundiros, sino para alentaros a dejar
los miedos y abriros para que la nueva energía sea en vosotros. Ella os
transportará hacia la materialización de vuestra plenitud. Lo denso se
alejará y os convertiréis en seres de Luz y en expansión interior.
No
temáis porque a medida que vuestros pasos se adentren hacia lo nuevo,
vuestra Luz se intensificará, creando la aproximación entre el Cielo y
la Tierra. Cuanto más aprendáis a ser vosotros en nosotros,
desaparecerán las barreras que ofuscan vuestra condición humana.
Veréis
quienes sois y las puertas del Cielo se abrirán en vosotros. No habrá
mayor gozo que haber encontrado la entrada a vuestra divinidad. Seréis
los creadores de vuestra propia vida, porque sabréis de vosotros. Seréis
Uno con el Hogar y quien os creó será, asimismo, Uno con vosotros. El
Cielo y la Tierra serán Uno.
¡Amadas
almas! Vemos que os disponéis a venir en multitud al Hogar. Cuando cada
uno de vosotros llame a la puerta, nosotros estaremos allí para
recibiros. Acercaros a las luces de vuestro tiempo actual. Todos tenéis
una cercana, la adecuada para vuestro proceso. Escuchad a vuestro
corazón porque ya ahora las señales se encuentran en vuestro entorno.
Dirigiros a vuestro interior para llegar a nosotros.
El
gozo y la alegría en el presente donde ahora me encuentro es absoluto a
lo largo de todo el firmamento. El Hogar está radiante, lleno de
emoción por vuestra venida al Hogar.
En
el universo hay muchas más estrellas que en vuestro presente actual.
Nada más bello que el Hogar esparcido a consciencia por todo el
firmamento.
Os
amamos profundamente y no hay alma dejada a las manos del azar. Todas
estáis siendo alimentadas por la mano de Dios. Estáis siendo abrazadas
por el Hogar del cual pertenecéis. Vuestros padres interestelares
también se encuentran entre vosotros y juntos compartís el proceso de
vuestro aprendizaje.
Sois amados y honrados por vuestro proceso, y la Luz es derramada por allí donde pasáis.
Desde
más allá de vuestro tiempo y espacio, os decimos que aquello por lo
cual vinisteis, está siendo realizado con plena satisfacción debido a
vuestra predisposición y aceptación de lo acordado.
Por
todo esto os honramos y os decimos que no estáis solos ni lo estaréis.
En su momento nos volveremos a encontrar y nos reconoceremos.
Llegará
el día que seremos Uno, que el Cielo será en la Tierra, y que en otras
vidas más allá a la vuestra aparecerán más ángeles de los actuales.
Serán vuestras almas al servicio de la Fuente Creadora de toda Vida.
Así es y será.
Os amamos profundamente.
- El Hogar -
Recibido de:Maria Bertha Martínez
Visto en: http://jordimorella.blogspot.com.es/2013/01/mas-alla-de-vuestro-presente.html
Re-Publicado por:ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
http://loqueheaprendidode.blogspot.com