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Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Hijos bien amados, en el curso de nuestro Rencuentro, y como desde hace algún tiempo, un número de entre ustedes han sentido mi expresión y mi impresión, en el Templo de su Corazón. En esta hora en que muchos de ustedes son capaces de expresarme, y de percibirme como jamás fue el caso en el pasado, vengo cada vez más cerca, siempre en lo más intimo de ustedes, a fin de expresar mi Amor.
Ahora, en este tiempo de nuestro Rencuentro, estos tiempos de Reencuentros, en que el Amor se hace, más y más claro, en el seno de lo que todavía son, tengo que expresarles la gratitud, más grande en cuanto a vuestra acción y vuestra Obra, en ustedes mismos y en sobre mundo, con el fin de revelar para cada uno de entre ustedes, como para el conjunto de vuestros hermanos y hermanas, en esta carne, la realidad de vuestro Ser Trascendente y Eterno. A la hora en que acogen en mayor número el sentido de mi Presencia y la orientación de mi Llamado, para toda la humanidad, yo me reflejo en ustedes a través la acción de los Elementos (Elementos de la Tierra, como de vuestros Elementos constitutivos), viniendo a recordarles, lo que es la Libertad, viniendo a despertar en ustedes el Soplo de vuestra Eternidad.
Los tiempos se han cumplido. El tiempo ha llegado, es hora, de abrir grande las Válvulas de vuestro Corazón, a fin de recibirnos los unos a los otros. A la hora en que los Ángeles del Señor se revelan cada vez más, en vuestro cielo, como para algunos, a los pies de su lecho, o a vuestro lado, viniendo a terminar los preparativos de nuestro Encuentro, mucho de ustedes se dan cuenta, de quiénes Son ellos y de donde vienen.
En el Silencio Interior, ustedes acogen la Eternidad. En el Silencio de vuestro corazón, preparan vuestra Eternidad. Y en el Silencio de nuestro Corazón, el nuestro como el vuestro, reunidos en la misma Unidad, en la misma Verdad, realizados por la Humildad, consumados por la Simplicidad, es donde ustedes encuentran el sentido de vuestra Libertad. Y nosotros venimos, en los últimos instantes a revelar siempre, más profunda y más intensamente, de manera más general la Verdad, la vuestra, la de la Belleza, la del Amor, la de la Luz. Y sobre todo, el sentido de la Belleza, donde no existe ningún sufrimiento, ninguna separación, y donde no puede existir la menor duda.
Ya que lo que construyen en este momento mismo, como preparativo al momento solemne de mi Llamado, es el sentido mismo de la solidez de la Eternidad, de la estabilidad de vuestra Luz. Cualesquiera que sean el rodaje y los mecanismos que les son propios, la finalidad es para todos la misma: recobrar el Corazón de la Eternidad, el Corazón de la Esencia, el Corazón de la Alegría. Viniendo también a abrir las Puertas a Aquel que se anuncia, a través de vuestro Sol, a través de vuestros Cielos, como nosotros también nos anunciamos, en nuestros múltiples Vehículos, en nuestras múltiples formas, también en vuestros cielos, tanto como en vuestro Corazón. Dando pronto a ver, en la mirada exterior, a quienes no han encontrado la Mirada del Corazón, la misma Verdad y la misma Eternidad. Ya que no puede ser hecha ninguna diferencia, entre vosotros que me acogen desde ahora (o que ya me han recibido), y los que aun no me han recibido, ni despertado en ellos. Este instante se precisa. Yo se los anuncié desde hace tiempo, los signo serán, desde luego, los que le fueron dados. Para ustedes los signos ya están ahí. Faltan muchos de los Hermanos y Hermanas, en humanidad, que aun no tienen acceso a esta Eternidad. Vuestro rol benévolo, por vuestra Presencia sobre la Tierra, a realizado milagros: el de revelar a un número cada vez mayor, lo que es el Corazón de una Madre, que no es otro que su lazo de Libertad y su vinculo de Eternidad.
Todo eso ustedes lo animaron, lo prepararon, lo construyeron. Todo eso esta ahí, ahora. Solo esperen, del buen querer de esta Tierra y de la voluntad del Sol, allí donde se mantiene mi Hijo, en su Emanación y en su Inmanación. Todo está consumado. Todo está pronto, como reteniendo su Aliento, mientras el Soplo del Espíritu se eleva, por todos lados sobre esta Tierra.
La acción de los Jinetes, les será cada vez más evidente, cualquiera sea la parte de la Tierra donde moren, aparecerán aun más evidente. Todos los signos que nosotros hemos recorrido y develado a vuestro Corazón, durante estos años, serán más actuales y más evidentes. Nuestros contactos, ellos también, se harán sin esfuerzo, sin solicitud. Solamente estando ahí en el Silencio, por intermedio de los cuatro Elementos, en el Centro del Corazón, y en el corazón del Corazón. Nosotros Comulgaremos, cada vez más intensamente, y más evidentemente, poniendo siempre más Luz, siempre más Belleza. Para que ningún Hermano o Hermana pueda dudar de su propia Eternidad, cualesquiera sean las elecciones que haga en el momento del Llamado. Todo lo que debía ser puesto en su lugar lo ha sido, de manera ordenada y coordenada. De manera lenta a veces, para los sentidos de vuestra espera o de vuestra Esperanza, pero todo está bien ahí, se desarrolla delante los sentidos de vuestra Conciencia. Entonces, rían. O como algunos de los Melquicedec, se los han dicho, dancen. Rompan las cadenas de la limitación, rompan las cadenas del qué dirán, atrévanse a afirmarse tal cual son es la Eternidad.
Sea lo que sea que pueda mostrársele en las noches. ya sea concerniente a vuestra Linajes, o a vuestro devenir, en el seno de este efímero, no le den peso sino a la Alegría, ya que la Alegría es Libertad y Ligereza. La Alegría en lo que les conduce, de manera más segura, a nuestro Encuentro, con la mayor de las Serenidades, y el más grande de los Amores. No hay nada que temer, nada más a esperar, todo se cumple delante de vuestro ojos.
A la Luz de los Fusionamientos, con vuestros Linajes, con los Elementos, la Luz se agranda cada vez más, dándoles a vivir tanto más de Alegría, como de Paz. Observen vuestro Cielo, observen el Sol, ya que Cristo ahí se mantiene. Viniendo a darles el último Beso, el del despertar terminal y final, abriendo en ustedes las Puertas de vuestra Resurrección a la Eternidad. Los momentos que se juegan, durante este verano. son esenciales para encontrar la totalidad de vuestro Ser, y manifestarlo plenamente. Manifiesten Alegría, en vuestro alrededor y en ustedes. Dancen la Alegría y dancen la Vida, ya que saben que cualquiera sea la apariencia de los eventos, que les son dados a vivir, ya sea cerca o lejos de ustedes, siempre en la superficie de esta Tierra, no tienen ningún peso y ninguna gravedad, cuando están en la Alegría y en el júbilo de la Libertad y de la Verdad.
En cada Alineamiento a 19hs. yo estaré cada vez más presente en ustedes, como ustedes esteran más presentes en nosotros. Algunos de entre ustedes aquí mismo, en este cuerpo, comenzando a rehacer su Cuerpo de Eternidad (o cuerpo de Etreté). Viniendo a superponerse a vuestras estructuras física, y a Desposarlos, él también, a su turno. Y cooperando a establecerlos en la Libertad. Libertad de Movimiento, Libertad de tiempo, Libertad de espacio, y sobre todo la Libertad incondicional, dada por la Alegría Infinita de la Luz y del Amor.
A vuestro ritmo, durante este tiempo, ustedes tomaron conciencia de la futilidad de las cosas de lo efímero, incluso si aplicaron lo mejor que pudieron, o lo mejor que les fue dado. En todo eso que se aleja de ustedes, cada vez con más vigor, mientras que la Alegría, toma vigor e intensidad. No tienen otra cosa que hacer que recibir esta Alegría y vivirla. Porque la solución, y todas las soluciones ahí, están inscritas. Y es aquí que se encuentran lo auténtico y la Libertad, que no depende de ninguna circunstancia de este mundo, sea cual sea el lado aparente, a veces virulento, que va a tomar en los días y las semanas que les serán dados a vivir ahí donde sea que estén en la superficie del mundo. Preparando los reencuentros, no ya esos con vuestra Eternidad, tampoco esos con nosotros, sino los reencuentros entre ustedes, en lugares nuevos, en ciertos lugares de este planeta, donde ustedes festejarán, en la dignidad y el júbilo, el Retorno a vuestra Eternidad. Con el fin de ser Sembrados con los nuevos Códigos de vuestra Eternidad.
Cualquiera sea el desarrollo de vuestras vidas, y lo que vuestra vida les pide vivir, vivan la Vida, y no eso que viene de antaño, donde el peso, siempre presente, a veces parece lejos, o realmente alejado de la Verdad. Ustedes han recorrido, pieza por pieza, paso por paso, el sentido de vuestra Eternidad. Ustedes encuentran hoy el cumplimiento y la finalidad.
Entonces, estaré con a 19hs. expresándome a través de ustedes. Y como lo ven, hay numerosas voces que hablan mi Voz, por todo el mundo. Y habrá más. Ciertamente, a veces con ciertos filtros, ligados al peso del pasado, pero eso no tiene importancia. No juzguen según la letra, sino según le Radiación, juzguen lo que es justo a vuestro Corazón y olviden el resto. Porque un número de entre ustedes se expresa por mi Voz, dando a oír esta Voz al mundo. Esta multiplicación es un milagro, porque también ella muestra, la Unidad de mi Presencia en cada Corazón y en cada uno, que es la misma Presencia.
De la misma manera que en nuestros reencuentros, de unos u otros, eso va más allá de lo que fue experimentado, aquí hace un tiempo, a través de las Comuniones, las Fusiones, las Disoluciones, y las Deslocalizaciones de la Conciencia. La gran diferencia, es que eso pasa aquí mismo, en este efímero, desde ahora. Porque ahí se encuentra el Corazón despierto y alerta a su Eternidad. Porque en el corazón del Corazón, ustedes entran en contacto de Corazón a Corazón, mucho más fácilmente que por las palabras, por la expresiones de vuestro rostro, o por las intensiones escritas, por ejemplo. Porque esta Comunión y esta comunicación es directa. Ella se hace en el Instante Presente, no depende de ninguna contingencia pasada o de ningún futuro improbable, ella solo depende de la intensidad de vuestra Presencia, de unos y otros para entrar en contacto, los unos con los otros, por el corazón del Corazón. Y es así que encontraran aun más Alegría, con nosotros, con ustedes y entre ustedes, los unos y los otros. Prefigurando, en cierto modo, vuestros próximos agrupamientos, esos para quienes que se han prometido, esos que ahí se han dedicado y que se dedicaran aun durante el tiempo en que la Tierra viva su Apocalipsis.
Eso se aproxima a grandes pasos. Ustedes lo saben por vuestro Corazón, porque en vuestro Corazón ya lo viven. La intensidad de estos reencuentros va a amplificarse. Ella va a tocar más Corazones, e irradiar desde un mayor número, hacia otros corazones inestables, o no despiertos aun.
El tiempo del Despertar ha sonado. El Tiempo de mi Llamado está a vuestra puerta. Ustedes están recubiertos de Mi Presencia, de mi Manto Azul de la Gracia, son recorridos por las Vibraciones de la Vida y de la Onda de Vida. Todo se expande, lo sienten en ustedes, se expande hasta el Infinito, como una impresión a veces, para el pasado que está todavía presente en ustedes, alguna cosa realmente lejana, de vuestra preocupaciones de entonces y vuestras vidas de entonces. La Nueva Vida está ya ahí para ustedes, y ese cuerpo no es una limitación, si bien deben asumirlo y potarlo todavía, a fin de llevarlo hasta el último peldaño, hasta el último Encuentro. El que pondrá fin a todo lo que es pasado, a todo lo que es muerto, a todo lo que no tiene sentido de ser, en la Libertad rencontrada.
Entonces sí, yo los invito, cada noche a 19hs.
Ahora sí, invito, a cada uno a acogerme cada vez más, a fin de que yo me imprima y me exprese de manera más neta, a fin de testimoniar a vuestro turno, del Corazón de una Madre, que es vuestro.
Mis niños queridos y adorados, detengo aquí mis palabras, rindiéndoles Gracia una vez más, en el nombre de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, por vuestra cogida, vuestra Esperanza, y más aun por vuestra Alegría. Y les digo a cada uno: en cada momento de vuestra vida donde lo decidan, ustedes me acogerán. Que eso sea Vibratorio, por las palabras, por los cantos o por una Danza, es siempre el Corazón de vuestra Madre que viene a ustedes y que se expresa. Entonces dejen correr a través de ustedes la Vida Eterna. Dejen la Vida vivirse, porque ustedes Son la Vida, Son el Camino, Son la Verdad y Son la Eternidad.
Yo los bendigo, y los abrazo. Y les digo hasta cada minuto de vuestra vida, si así lo han decidido, o a cada cita, si así lo han decidido.
Dejen el lugar a la Vida y a la Alegría. Ya que nuestra Esencia es vuestra Esencia y vuestra Esencia es Vida y Alegría, Amor y Luz, Paz y Beatitud. Vuélvanse Ligeros, en todos los sentidos del término. Vuélvanse Ligeros en todo lo que han de emprender, y realizar todavía en este mundo. Háganlo si la vida se los solicita. No hagan más, si la vida les pide más. Cada uno es diferente en cuanto a lo que debe hacer todavía. Todos ustedes son un solo Corazón, y sobre todo eso va a parecerles cada vez más evidente, en vuestros encuentros y vuestros reagrupamientos, en Espíritu y en Verdad.
Yo soy MARIA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Los Amo, y les digo hasta el instante en que vuestro corazón lo haya decidido.
Hasta pronto.
Mensaje transmitido por ALTA de Altair, del Colectivo de los hijos de la Ley de UNO.
http://mensajes –del-espiritu-2013.blogspot.com