Posted: 12 Mar 2014 08:33 PM PDT
Un sismo de magnitud 5,1 en la escala de Richter ha sacudido México. El epicentro del terremoto se ubicó a una profundidad de 35 kilómetros, a unos 5 kilómetros de la población de Ometepec, en el estado de Guerrero, según informa el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés).
El temblor de
5,1 grados en la escala de Richter sacudió hoy el estado de Guerrero
(sur de México), sin que se hayan registrado víctimas ni daños
materiales graves.
El movimiento telúrico
ocurrió a las 19:21 horas locales (01:21 GMT del jueves) y su epicentro
se registró a 98 kilómetros al suroeste del poblado de Ometepec, señaló
el Servicio Sismológico Nacional (SSN) mexicano, en un comunicado.
El temblor se
localizó en las coordenadas latitud norte 15,96 grados y longitud oeste
menos 98,93 grados, a una profundidad de 10 kilómetros, precisó el
organismo del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM).
Luego de realizar un recorrido por la zona del sismo, la oficina de Protección Civil del estado descartó la presencia de lesionados o daños materiales de consideración.
Event Time
- 2014-03-13 01:21:13 UTC
- 2014-03-12 18:21:13 UTC-07:00 at epicenter
- 2014-03-12 22:21:13 UTC-03:00 system time
Location
16.635°N 98.427°W depth=35.0km (21.7mi)
Nearby Cities
- 5km (3mi) SSW of Ometepec, Mexico
- 56km (35mi) NW of Santiago Pinotepa Nacional, Mexico
- 100km (62mi) E of San Marcos, Mexico
- 102km (63mi) S of Tlapa de Comonfort, Mexico
- 317km (197mi) SSE of Mexico City, Mexico
Posted: 12 Mar 2014 06:34 PM PDT
No se conoce aún quienes son los responsables de la liberación de estos químicos, pero el estudio publicado el 9 de marzo indica que ya se sabe que fueron introducidos en la década de 1960.
La ciencia conoce que los gases tipo clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) destruyen la capa de ozono
que protege la Tierra, por lo que su liberación a la atmósfera está
prohibida y regulada. Científicos de la Universidad de East Anglia
identificaron ahora cuatro nuevos gases artificiales en la atmósfera,
“todos los cuales también contribuyen a la destrucción del ozono”.
No
se conoce aún quienes son los responsables de la liberación de estos
químicos, pero el estudio publicado el 9 de marzo indica que ya se sabe
que fueron introducidos en la década de 1960. Los investigadores creen
que pueden estar siendo usados como materias primas en la producción de
los insecticidas y de los disolventes para la limpieza de componentes
electrónicos.
“Más
de 74.000 toneladas de tres nuevos clorofluorocarbonos (CFC) y un
hidroclorofluorocarbonos uno nuevo (HCFC) se lanzaron a la atmósfera”,
informó la Universidad de East Anglia el 9 de marzo.
Los
científicos compararon las muestras de aire de hoy en día con el aire
atrapado en la nieve polar, la cual les proporcionó un archivo
centenario natural de la atmósfera. Además, analizaron el aire recogido
entre 1978 y 2012 en Tasmania.
“Las
mediciones muestran que los cuatro nuevos gases se lanzaron a la
atmósfera recientemente, y que dos de ellos se están acumulando de
manera significativa”, señaló la Universidad.
Lo
notable para el equipo de East Anglia es que un aumento de las
emisiones de esta magnitud no se había visto con ningún otro tipo de gas
CFC, desde que fueron introducidos los controles durante la década de
1990. “Pero ahora estas emisiones de CFC están alcanzando el pico de la
década de 1980 que llegó a alrededor de un millón de toneladas al año”,
dijo la Universidad.
"Nuestra
investigación mostró cuatro gases que no estaban en toda la atmósfera a
nuestro alrededor hasta la década de 1960, lo que sugiere que son
hechas por el hombre”, dijo el investigador principal, el Dr. Johannes
Laube de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de East
Anglia.
Laube
recordó que las leyes para reducir y eliminar los gases CFC, que
causaron el agujero de ozono en la Antártida, entraron en vigor en 1989,
y ya desde el año 2010 la prohibición es total.
“Esto
significó una disminución de la producción de muchos de estos
compuestos en una escala global”, dijo. “Sin embargo lagunas de la
legislación todavía permiten cierto uso para fines exentos”, aclaró.
Según
el científico, la identificación de estos cuatro nuevos gases “es muy
preocupante, ya que “contribuirán a la destrucción de la capa de ozono”.
"Las
fuentes posibles son productos químicos usados como materias primas en
la producción de los insecticidas y de los disolventes para la limpieza
de componentes electrónicos", dijo Laube.
Los
tres gases identificados se están destruyendo “lentamente en la
atmósfera”, lo que significa según el estudio que “incluso si las
emisiones se detuvieran de inmediato, van a seguir existiendo durante
muchas décadas en adelante", agregó.
Es
decir que la capacidad de destrucción de estos componentes liberados en
el pasado persistirá y puede significar un daño grave si no se detiene a
futuro.